Proposición

Adriana dejó una carpeta sobre la mesa y levantó su mano para ordenar algo. Austin no parpadeó ni un solo segundo, todo esto era demasiado raro. La belleza de aquella mujer lo impresionaba, sin embargo, lo impresionaba más la manera en la que lo miraba y emanaba seguridad. 

—Pediré una copa, debemos brindar cuando cerremos el trato. Es justo que celebremos esta nueva alianza —ella pronuncia con delicadeza.

—Mire señora, no sé que es lo que está pasando por su cabeza, pero no es normal llegar a la mesa de un hombre de esta manera. ¿De qué se trata todo esto “Adriana Harper”? —El rostro cargado de incredulidad por parte de Austin sobresalía.

—No sabía que era un hombre tan escéptico, por lo visto no me cree. ¿Qué le parece si avanzamos un poco? le contaré mi propuesta, espero que sea inteligente y la acepte. Escuché que necesita un hijo, yo se lo daré, con la condición que usted se case conmigo. —Ella bebe un sorbo de su copa y luego inclina su cuerpo a un lado—. Conmigo puede conseguir lo que desea, no solo le daré el hijo que tanto necesita. 

Austin comenzó a reír, cruzó sus piernas y al mismo tiempo sirvió una copa. Nunca había escuchado una estupidez tan grande, nunca nadie le había propuesto algo de ese tipo, por lo general las personas se acercaban para pedirle dinero, trabajo o cosas banales, nunca le habían propuesto matrimonio de esa manera.

—Parece que la impresioné, no será que quiere pasar la noche conmigo y esta es su forma de demostrarlo... —él inquiere con altivez. 

—Señor Baker, no me interesa pasar una noche con usted... usted no es alguien de mi agrado, no es alguien para ese tipo de cosas. —Él frunce el ceño y luego mueve su corbata. 

—Nunca pensé que iba a conocer a una loca acosadora, le responderé señora Harper —él dice con burla—. Mi respuesta es no, no quiero un hijo y mucho menos quiero casarme con usted. Le agradezco su oferta, pero no está en mis planes semejante locura. Y por más que me ruegue, ya ni siquiera me da ganas de pasar la noche con usted. Tuvo la oportunidad y la desaprovechó por andar haciendo propuestas ridículas. 

—Usted no me ha comprendido, los dos necesitamos algo y yo estoy dispuesta a ayudarlo, solo si usted se casa conmigo —ella aseguró— Usted también saldría ganando, no solo yo—. Solo quiero eso, ser su esposa, firmar un papel en donde certifique que estamos casados... nada más.

—¿Por qué me casaría con una desconocida? no estoy desesperado buscando una esposa —él continúa hablando con burla.

—Porque sé que necesita un bebé para que su padre le de todo, también sé que esta alianza con los Harper es solo una excusa para poder realizar sus negocios turbios. —Él tensa su mandíbula.

—No sé quien se ha creído para venir a insultarme de esa manera, le exijo que se retire de mi vista y que no vuelva a aparecer en mi vida. —Él se pone de pie y deja unos cuantos billetes sobre la mesa. Él da unos cuantos pasos, pero se detiene al escucharla.

—Austin Baker, 30 años. Un mujeriego que solo usa a las mujeres a su conveniencia. Hace un poco más de un año se hace cargo de las empresas de su padre, que tiene cáncer, pero no lo hace bien. Solo usa todo para lavar dinero y para poder hacer negocios ilícitos. Se unió a las empresas Harper porque Mike Johnson le ofreció trabajar juntos, no por mérito propio. Si le quedan dudas tengo la lista de clientes con las fechas de cada uno de sus trabajos. —Él frunce el ceño, la mira y bufa— No solo eso, también puedo decirle muchas más cosas íntimas de su vida.

—¿De qué se trata todo esto? ¿Quiere destruirme? —el tono de voz por parte de Austin cambia.

—No, no quiero destruirlo… tenga por seguro que a usted no, pero a Mike Johnson si —ella responde con una gran sonrisa en su rostro.

—Esto es demasiado ridículo, averiguó sobre mi vida para dañar a otra persona —él bufó.

—Así es. Usted será el medio por el que voy a hacer justicia —ella habla con determinación.

—Bueno, digamos que le creo, pero ¿por qué yo? es algo completamente ilógico.

—Porque usted tiene el poder para destruirlo, en estos momentos yo no tengo el poder y por eso lo necesito a usted. Pero le garantizo que cuando recupere mi empresa, mi fortuna puedo recompensarlo muy bien, le daré una de mis empresas, una en donde usted pueda hacer lo que quiera y sobre el hijo, puedo dárselo y usted puede quedarse con él. Los dos salimos ganando.

—Mi respuesta es no. Claramente usted está loca, si en verdad fuera Adriana Harper, y quisiera destruir a su ex esposo, ya lo hubiera hecho.

Ella levantó su brazo mostrando las cicatrices que tenía debajo de su ropa, él abre sus ojos un poco sorprendido.

—Hasta ahora tengo el tiempo para encargarme de él, mi cuerpo acaba de recuperarse y quiero recuperar el tiempo que estuve afuera. Quiero recuperar lo que me pertenece, quiero hacer que él pague por lo que me hizo. Entonces ¿cuento con usted?

—No, no cuente conmigo. No se si usted es Adriana o no, le voy a exigir que olvide que existo, porque no va a conseguir nada de mí. —Él de nuevo busca la manera de irse de allí.

—Así como su padre, yo también le doy una oportunidad para que lo piense. No perdería nada, por el contrario, ganaría mucho si aceptara mi propuesta.

—Olvídelo, no pienso participar en sus juegos —él espeta con seriedad y luego sin darle más tiempo a Adriana de convencerlo, se va.

Adriana terminó su copa, ella estaba completamente segura de dos cosas: Austin Baker haría lo que ella le pidiera y ella cumpliría con la promesa que se hizo justo cuando estaba al borde de la muerte… acabar con el hombre que alguna vez amó.

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