Los hombres se acercaron a Adriana y sin esperar que ella pudiera resistirse, simplemente empezaron a esposarla, desde su puesto Mike sonreía. Recibir una invitación para la boda de su esposa «porque seguían casados» para él, no había sido tan malo después de todo. Tener contactos en la policía para salirse siempre con la suya era incluso la mejor parte, Adriana iba a recibir su merecido por hacerlo quedar en ridículo de una buena vez. —¿Detenida? —Austin se acercó—. Esto es ilegal, no puede tenerla de este modo, ¿bajo qué concepto la va a detener? —El oficial lo miró y bufó. —Adriana Harper está detenida por fingir su muerte, tiene derecho a guardar silencio y tiene derecho a conseguir un abogado.Ella tensa todo su cuerpo, no pensó en algo así. —No te preocupes Adriana esto debe ser un malentendido —dijo Austin— buscaré la manera de solucionarlo, ten paciencia. Confía en mí. Esas palabras… confianza, ella ya no sabía que era eso. Pero ¿qué podía hacer más? Ella asintió con su
Austin se pone de pie y observa con repudio a Mike. Mike respira con rapidez, la rabia había subido rápidamente por su cabeza. Había confiado en Austin, no solo en la empresa, si no en el transporte de la mercancía. —¿Qué te sucede? —Austin escupe en el suelo y le habla con seriedad—. ¿Por qué me golpeas? —¿Acaso no lo sabes? No puedo creerlo, te metiste en un gran problema conmigo… claro ya entiendo todo, te aliaste conmigo únicamente para entregarle todo el puto dinero a ella o me equivoco. —Si es lo que quieres creer, créelo, no me importa y te voy a dar un consejo Mike… No me vuelvas a golpear ,no tienes idea que puede suceder la próxima vez que lo hagas. —¿Me estás amenazando? —Mike se acerca a él.—No, no es una amenaza, es una advertencia, a mí no me vuelves a tocar de este modo. No te equivoques porque aquí donde me ves tengo más poder que tú, no solo estoy asociado contigo y tengo un gran poder con mis acciones, sino que también estoy casado con la dueña de la empresa —A
Las mujeres sonríen al ver que lograron su objetivo, uno los guardas les dice que salgan. Todo tiene que parecer una pelea clandestina.Adriana pone una de sus manos sobre el hombro dándose cuenta que no es una gran cantidad de sangre la que está saliendo. Observando como ellas salen y notando que esto solo fue una advertencia. Ella camina hasta la reja en donde sigue aquel hombre allí custodiándola. Él la mira mostrando una total indiferencia. —Necesito que me hagan una curación sobre esto, no soy tonta y sé que les pagaron para que lo hicieran. Por su bien, espero que me saque de aquí.—Aquí no puede venir a exigir, los delincuentes no tienen ese derecho. —Puede ser, pero también le puedo asegurar que si no hace lo que le pido el próximo que va a recibir una puñalada será usted. ¿En verdad cree que soy tan poca cosa y no tengo contactos? —ella dice con su voz agitada. —¿Y pretende asustarme con lo que acaba de decir? no se equivoque, aquí solo hago mi trabajo y sus amenazas la
Los comentarios en los pasillos de la empresa no se detenían, Mike pasó de largo completamente ofuscado. Muy temprano había recibido la noticia de que Adriana había sido liberada, la satisfacción que había sentido cuando escuchó que estaba herida se había borrado instantáneamente. Él lanzó todo lo que tenía en su escritorio, legalmente todo le pertenecía, no tenía porque preocuparse, pero era seguro que ella podía armarse de artimañas y hacer que él comenzara a perder todo.—Mierda —él gritó ofuscado. —Señor —dice su secretaria completamente asustada viendo el desorden que su jefe había hecho. —¿Qué pasó? —Le informo que la junta que programó es en media hora ya todo está listo —él la miro como si quisiera hacerla pedazos. —¿Crees que estoy para juntas? —Señor, pero es la junta que hacemos una vez el trimestre, usted no me ha pedido cancelarla y ya todos los informes están listos para ver los resultados de las ventas. —Está bien, iré a la junta, pero nadie puede entrar. No me i
Los integrantes de la junta se ubicaron cada uno en su puesto, Adriana se sentó en la silla de presidencia los demás únicamente la miraban como si fuera un delito estar allí.Austin se puso a su lado, mostrando su compañía y apoyo. Mike llegó y cuando los vio sonrió, hizo como si no le importara y su hizo frente a Austin. —Bueno quiero darle la bienvenida oficial a Adriana, quiero que no hablemos sobre el tema independientemente lo que haya sucedido la forma en la que ella apareció, les pido respeto —él menciona— es un tema personal que debemos de resolver ella y yo, nadie más —Mike asevera mirando a Austin— por el momento vamos a empezar con lo que tenemos pendiente y luego de eso…—Antes de que continuemos quiero mencionar algo —Austin se puso de pie tomando la mano de ella dándole una sonrisa falsa—. Adriana tendrá los mismos derechos que yo en la empresa, mis acciones son tanto mío como de ella. —La sonrisa de Mike se borró de inmediato.—Eso no lo pueden hacer —Mike dice y se p
Austin la sujeta mientras que sus labios saboreaban los de ella, por unos cuantos segundos Adriana se dejó llevar… sintiendo una vez más los labios de él, pero algo en su cabeza hizo clic haciéndola volver a la realidad. Ella lo empujó, pasó la mano por su boca y se la limpió bruscamente. —No vuelvas a besarme ayer lo hiciste en la boda y lo permití porque era precisamente una boda, pero no lo vuelvas a hacer. No tienes permiso de hacerlo.—¿Creíste que quise hacerlo por gusto propio Adriana? no te equivoques, solo quería comprobar algo. —Lo siento, pero yo no soy producto de tus experimentaciones, si necesitas comprobar algo bien pudiste haberlo hecho de cualquier otra manera, no de esta. —Como bien te lo dije, solo necesitaba comprobar algo. No tienes por qué alterarte de esta manera.—¿Comprobar algo como que? es que me cuesta entender porque alguien como tú viene a besarme… —Austin abre sus ojos. —¿Alguien como yo? esperabas que fuera más como tu ex esposo, claro es que a pes
Adriana sonrió, al frente estaba uno de los nuevos clientes de Mike. Quien inevitablemente la miraba con lujuria. Ella cruzó sus piernas una vez más. Chantajearlo con las fotos que tenía enfrente era perfecto, no solo sé empezaría a vengar de Mike sino también le enseñaría a una sabandija como él que engañar a su esposa era lo peor que podía hacer. —¿Qué quiere que haga? —dijo el hombre apretando su mandíbula. —Simple, quiero que retire su dinero de industrias Harper. —Perdería una gran cantidad. —Creo que perdería más si estas fotos son entregadas a su esposa. ¿No le parece cruel?, que una mujer como ella tenga que vivir al lado de un gusano como usted. —Usted no tiene porque meterse en mi matrimonio. —Tiene toda la razón, pero hay algo que odio incluso más de lo que usted cree, los hombres infieles. En definitiva, esa es la peor plaga que puede existir. —No voy a caer en su juego, se nota que usted es solo una mujer completamente desesperada por un hombre y por eso es capaz d
La mirada de Austin cambió, una mezcla entre rabia y deseo aparecieron mientras que ella estaba sentada en sus piernas. Ella era sensual, demasiado, pero no era claro si ella lo sabía. No le gustaba ser controlado de ninguna manera, y ella lo estaba haciendo. Él se sentía ofuscado, se sentía en estos momentos prácticamente encarcelado, ni siquiera podía decidir que era lo que quería o no y sí, él fue quien aceptó, sí… pero es que no podía dejar que su vida se transformara tanto, sin contar que no le había dado su lugar, había preferido notoriamente mil veces a su ex esposo y eso sin duda es lo que más lo tenía molesto.Adriana sonrió y mordió su labio inferior, se soltó de Austin y se puso de pie. —Así que lo que quieres es sexo, como dos personas felices en el matrimonio —él arrugó su entrecejo. Ella se quitó la bata que tenía quedando únicamente en aquel pijama de seda prácticamente transparente. Austin guardó silencio, no esperaba eso a decir verdad.—Tengamos sexo, hasta el ca