Los comentarios en los pasillos de la empresa no se detenían, Mike pasó de largo completamente ofuscado. Muy temprano había recibido la noticia de que Adriana había sido liberada, la satisfacción que había sentido cuando escuchó que estaba herida se había borrado instantáneamente. Él lanzó todo lo que tenía en su escritorio, legalmente todo le pertenecía, no tenía porque preocuparse, pero era seguro que ella podía armarse de artimañas y hacer que él comenzara a perder todo.—Mierda —él gritó ofuscado. —Señor —dice su secretaria completamente asustada viendo el desorden que su jefe había hecho. —¿Qué pasó? —Le informo que la junta que programó es en media hora ya todo está listo —él la miro como si quisiera hacerla pedazos. —¿Crees que estoy para juntas? —Señor, pero es la junta que hacemos una vez el trimestre, usted no me ha pedido cancelarla y ya todos los informes están listos para ver los resultados de las ventas. —Está bien, iré a la junta, pero nadie puede entrar. No me i
Los integrantes de la junta se ubicaron cada uno en su puesto, Adriana se sentó en la silla de presidencia los demás únicamente la miraban como si fuera un delito estar allí.Austin se puso a su lado, mostrando su compañía y apoyo. Mike llegó y cuando los vio sonrió, hizo como si no le importara y su hizo frente a Austin. —Bueno quiero darle la bienvenida oficial a Adriana, quiero que no hablemos sobre el tema independientemente lo que haya sucedido la forma en la que ella apareció, les pido respeto —él menciona— es un tema personal que debemos de resolver ella y yo, nadie más —Mike asevera mirando a Austin— por el momento vamos a empezar con lo que tenemos pendiente y luego de eso…—Antes de que continuemos quiero mencionar algo —Austin se puso de pie tomando la mano de ella dándole una sonrisa falsa—. Adriana tendrá los mismos derechos que yo en la empresa, mis acciones son tanto mío como de ella. —La sonrisa de Mike se borró de inmediato.—Eso no lo pueden hacer —Mike dice y se p
Austin la sujeta mientras que sus labios saboreaban los de ella, por unos cuantos segundos Adriana se dejó llevar… sintiendo una vez más los labios de él, pero algo en su cabeza hizo clic haciéndola volver a la realidad. Ella lo empujó, pasó la mano por su boca y se la limpió bruscamente. —No vuelvas a besarme ayer lo hiciste en la boda y lo permití porque era precisamente una boda, pero no lo vuelvas a hacer. No tienes permiso de hacerlo.—¿Creíste que quise hacerlo por gusto propio Adriana? no te equivoques, solo quería comprobar algo. —Lo siento, pero yo no soy producto de tus experimentaciones, si necesitas comprobar algo bien pudiste haberlo hecho de cualquier otra manera, no de esta. —Como bien te lo dije, solo necesitaba comprobar algo. No tienes por qué alterarte de esta manera.—¿Comprobar algo como que? es que me cuesta entender porque alguien como tú viene a besarme… —Austin abre sus ojos. —¿Alguien como yo? esperabas que fuera más como tu ex esposo, claro es que a pes
Adriana sonrió, al frente estaba uno de los nuevos clientes de Mike. Quien inevitablemente la miraba con lujuria. Ella cruzó sus piernas una vez más. Chantajearlo con las fotos que tenía enfrente era perfecto, no solo sé empezaría a vengar de Mike sino también le enseñaría a una sabandija como él que engañar a su esposa era lo peor que podía hacer. —¿Qué quiere que haga? —dijo el hombre apretando su mandíbula. —Simple, quiero que retire su dinero de industrias Harper. —Perdería una gran cantidad. —Creo que perdería más si estas fotos son entregadas a su esposa. ¿No le parece cruel?, que una mujer como ella tenga que vivir al lado de un gusano como usted. —Usted no tiene porque meterse en mi matrimonio. —Tiene toda la razón, pero hay algo que odio incluso más de lo que usted cree, los hombres infieles. En definitiva, esa es la peor plaga que puede existir. —No voy a caer en su juego, se nota que usted es solo una mujer completamente desesperada por un hombre y por eso es capaz d
La mirada de Austin cambió, una mezcla entre rabia y deseo aparecieron mientras que ella estaba sentada en sus piernas. Ella era sensual, demasiado, pero no era claro si ella lo sabía. No le gustaba ser controlado de ninguna manera, y ella lo estaba haciendo. Él se sentía ofuscado, se sentía en estos momentos prácticamente encarcelado, ni siquiera podía decidir que era lo que quería o no y sí, él fue quien aceptó, sí… pero es que no podía dejar que su vida se transformara tanto, sin contar que no le había dado su lugar, había preferido notoriamente mil veces a su ex esposo y eso sin duda es lo que más lo tenía molesto.Adriana sonrió y mordió su labio inferior, se soltó de Austin y se puso de pie. —Así que lo que quieres es sexo, como dos personas felices en el matrimonio —él arrugó su entrecejo. Ella se quitó la bata que tenía quedando únicamente en aquel pijama de seda prácticamente transparente. Austin guardó silencio, no esperaba eso a decir verdad.—Tengamos sexo, hasta el ca
Adriana salió temprano de la casa, había pasado un momento un poco desagradable al lado de Austin, pero estaba completamente segura que eso se le pasaría luego de que comenzara a ver la gran cantidad de dinero que iba a estar en su cuenta. Adriana llegó hasta la empresa resonando con sus tacones, llamando la atención de todo el que estaba a su alrededor y eso es lo que ella más quería, no pasar desapercibida. Que todo el mundo viera que había vuelto, que había regresado con la plena intención de quedarse. Llegó hasta la oficina de presidencia, la secretaría de Mike suspiró con fuerza, no sabía exactamente qué estaba pasando, pero tenía la orden expresa de su jefe en que no podía dejarla pasar. —Señora... —Harper —respondió Adriana. —Señora Harper, el señor me pidió que le dijera que lo esperara en la sala de juntas, él está en una reunión muy importante. Por favor, no puede ingresar a la oficina sin su autorización. —Entiendo que Mike te haya lavado el cerebro, pero tu obligaci
Alice limpió su boca quitando los rastros de sangre y sonríe con agriedad, sonríe con dolor, con cinismo, sonríe completamente dolida.—Bueno debo reconocer que sí fue una sorpresa verte aquí, no lo esperaba y estoy segura de que Mike tampoco lo esperaba. Pero de nada te sirve estar aquí, ya perdiste todo lo que tenías, perdiste absolutamente todo y solo estás aquí triste sola y desamparada.—Tienes la boca llena de razón, debo decir que tus palabras son la realidad, perdí todo, en el pasado… ahora en el presente o en el futuro como quieras imaginarlo. Todo vuelve a mis manos, absolutamente todo y yo estaré riendo mientras que ustedes estarán bajo tierra revolcándose arrepentidos por haberme quitado lo que me corresponde. —Mike no volverá a ser tuyo, en realidad nunca lo fue —dice Alice, marcando territorio. Adriana comenzó a reír, haciendo que Alice simplemente se llenará de rabia. —Mike no está entre mis planes, no me interesa recuperarlo, no obstante, creo que no sería mala idea
Adriana lo miró y soltó una gran sonrisa. Él estaba llegando a su punto máximo de paciencia o eso lo hacía ver, la forma en la que apretaba los puños, la manera en la que su rostro estaba completamente transformada queriendo golpearla, porque eso parecía que quería golpearla quería descargar toda su rabia con ella… todo eso era simplemente puntos extras para Adriana. Austin avanzó unos cuantos pasos, pero la mano de Adriana lo detuvo. Él simplemente apretó sus puños solo se preguntaba para qué lo quería que ni siquiera podía defenderla de Mike y eso sin duda lo frustraba.—¿Cómo fuiste capaz de meterla en mi casa? En la casa de mi padre ¡no tienes vergüenza! —Mike mueve su cabeza y hace un sonido bastante perturbador con las manos. —La metí allí porque es mi mujer, esa casa me pertenece y tus reclamos no tienen sentido. Solo te advierto una cosa, a mi mujer no la tocas de nuevo porque te arrepentirás. —Arrepentida ya estoy y no por eso. Tenemos una junta en veinte minutos, organíz