Austin llega a la empresa, el trato con Mike había sido justo, al menos por el momento podría tener una oficina en las empresas Harper y desde allí podía hacer los movimientos sin que su padre pusiera el grito en el cielo. Al menos lo podía hacer por el tiempo que su padre continuara con vida.

Austin se sobre saltó cuando la puerta fue abierta. Mike mostraba una gran sonrisa... esa era la forma más eficiente de llegar a los demás, la forma más eficiente en la que las personas podían ver lo confiable que era. 

—¿Y cómo te sientes en tu nueva oficina? —pregunta Mike entrando a la oficina—. ¿Feliz? me encargué de que todo fuera perfecto para ti.

—Muy bien, debo reconocer que es demasiado acogedor. —Austin le sonríe— creo que podría acostumbrarme perfectamente a esto.

—Espero que en verdad sea de tu agrado, me encanta que nuestras empresas se hayan aliado. Abrirme en la industria es lo que más me interesa y con tu apoyo creceré cada vez más. —Ambos ríen—. Bueno te dejaré instalarte, te dejaré trabajar y te espero en la reunión que haremos en donde te presentaré como mi nuevo socio. —Mike le da una sonrisa cargada de hipocresía.

Austin sonrió, por el momento nada podría ser mejor que todo esto, sin embargo, su sonrisa se borró cuando recordó a la mujer que había estado con él el día anterior en el restaurante.

—Dime algo Mike… ¿tu esposa de qué forma murió? —Mike se tensa, pero no se altera—. Tengo curiosidad, al final esta era su empresa. 

—La verdad, la empresa es... bueno, la empresa era de los dos. ¿A qué se debe esa pregunta? 

—No debe ser fácil quedar viudo tan joven. 

Él acomodó su corbata y le dio una sonrisa incómoda a Austin.

—De manera inesperada, la verdad todavía no me siento completamente fuerte para hablar sobre ella y sobre eso. Te voy a pedir algo, no lo menciones porque aún duele. Duele demasiado no tener al lado a la mujer que escogiste para pasar el resto de la vida —Mike suspiró—. Mejor hablemos de otro tipo de cosas. —Mike estira su mano—. Espero que está sociedad nos haga triunfar.

—Yo espero lo mismo. —Austin estrecha su mano con él—. Estoy completamente seguro que esta sociedad nos hará más que amigos, más que familia. 

Mike le da una sonrisa y luego sale de la oficina. Dejando a Austin completamente pensativo, por saber ¿qué era lo que quería esa mujer?, ¿por qué lo buscó? ¿por qué mintió sobre su identidad? Tantas preguntas, ninguna respuesta concreta.

Él prefirió no seguir indagando sobre una mujer que simplemente iba a desaparecer de su vida. Encendió la computadora, era momento de comenzar a demostrarle a su padre que él era capaz de hacer absolutamente todo y no necesitaba tener un hijo para poder obtener lo que le pertenecía.

Entre tanto, Mike terminaba de arreglar todo para la junta. Asociarse con los Baker servía bastante para poder ampliar el mercado al norte del país. A Mike no le gustaba perder y entre más dinero ingresara a su cuenta mucho mejor.

Las personas comenzaron a llegar poco a poco, se acomodaron en su puesto cada miembro de la junta, poco después entró Austin Baker, ese hombre que tenía tanto dinero que podría hacer que Mike fuera más rico de lo que ya es.

—Quiero darles la bienvenida a esta nueva junta, hoy quiero contarles que entre nosotros se encuentra una persona que hará que nuestra familia crezca más. Señor Baker quiero darle oficialmente la bienvenida —Mike habla—. Empresas Harper cada vez es más grande y me siento completamente orgulloso que todo mi esfuerzo esté dando frutos, aunque nada de esto sería posible si no fuera por cada uno de ustedes. 

Austin se pone de pie sonriendo mientras los aplausos de los demás van en aumento.

—Les agradezco por este recibimiento haré todo lo que esté en mi alcance para que nuestra sociedad dure por mucho tiempo. También… —Austin se detuvo en ese momento, la puerta se abrió y el sonido de unos tacones resonaron una y otra vez.

Austin siente como su cuerpo se tensa al ver a la mujer del día anterior, ella camina con seguridad, con sensualidad, ella camina con determinación directo hasta donde se encuentran Mike y él.

Su rostro está agachado, no se alcanza a percibir ya que un sombrero se encarga de taparlo. No obstante, él sí la reconoce, Austin sí la reconoce.

—¿Quién es usted? —Mike aprieta sus manos—. ¿Por qué entra de esta manera? —pregunta de nuevo Mike, ella poco a poco levanta su rostro dejándolo completamente perplejo.

—Lamento no haber avisado que vendría —ella pronuncia y luego lo mira fijamente, Mike se pone completamente pálido. Él está completamente seguro de que está viendo un fantasma—. Buena tarde a todos, como lo dije antes lamento haberme presentado de esta manera. Estoy de vuelta.

Algunas personas murmuran mientras que otras no pueden emitir ni siquiera algún sonido.

—¡Salgan todos ya! salgan todos —grita Mike.

Uno tras otro comienza a salir, sin embargo, Austin no lo hace, él está igual de impactado que todos en esa sala. Con la gran diferencia que él sabía los planes de Adriana.

—¿Qué es todo esto? ¡¿qué es todo esto?! —Mike grita de nuevo.

—¿Esa es la manera en la que le das la bienvenida a tu esposa? ¿acaso no te alegra volver a verme?, responde ¿no te alegra tenerme de nuevo frente a ti?

—Tú deberías… tú estabas muerta —Mike dice, cuando se da cuenta que Austin sigue a su lado— ¿desde cuándo me has estado ocultando tu muerte? Acaso no te diste cuenta que yo estaba muerto en vida sin ti.

Adriana comenzó a reír y luego caminó hasta donde Mike.

—He estado ocultando mi muerte desde el momento en el que intentaste acabar con mi vida, pero ya no. Ya se acabó, ya fue suficiente, me cansé de que sigas disfrutando de mi fortuna, he venido por lo que me pertenece, he venido por lo mío, he venido para acabar contigo.