Dos años después
Austin se sienta y levanta su copa, celebra una vez más haber cerrado un importante negocio. Las personas a su alrededor lo felicitaban, un hombre como él: joven, apuesto y bastante inteligente, era un completo éxito en los negocios.
Desde que su padre lo dejó a cargo de su empresa hace un poco más de un año, todo da resultado a la maravilla.
—Hoy quiero felicitar a mi hijo, me siento muy orgulloso de todo lo que ha hecho en la empresa —menciona el hombre—. Quiero felicitarlo especialmente por esta nueva sociedad.
Algunos aplausos resuenan en el lugar, Austin levanta de nuevo su copa de manera modesta y observa a todos los trabajadores de su padre, y no solo a ellos sino también a sus nuevos socios.
—Todo esto no hubiese sido posible si no hubiera sido por ti padre, te aseguro que daré lo mejor de mí y a usted señor Johnson le aseguro que no se arrepentirá de haber depositado su confianza en nosotros… en mí —Austin comenta con arrogancia.
Mike Johnson choca la copa con él, Austin le da una sonrisa.
Nada es gratis en esta vida y cada trato que se haga en el mundo de los negocios, para Austin debe tener una ganancia significativa, tan grande que le de ventaja en absolutamente todo.
Terminan la cena y luego de un estrechón de manos, dan por cerrado el trato. Los aplausos de los participantes en la mesa dejaban claro que este negocio era el más esperado en los últimos meses.
Austin se acomoda mientras ve como su nuevo socio sale del restaurante, él aprieta las manos sintiendo una gran satisfacción, no le importa lo que tenga que hacer con tal de conseguir lo que se propone. Y eso lo tiene claro.
—¿Satisfecho? —cuestiona Austin con ironía— Me imagino que te impresioné.
—La verdad estoy satisfecho, haces un buen trabajo hijo espero que sigas haciendo las cosas de este modo en los siguientes años. —Austin miró a su padre y sonrió.
—¿Por fin vas a firmar el poder para yo manejar absolutamente todo o te seguiré pidiendo permiso para poder hacer negocios con los demás? Me dijiste que con la firma de una sociedad con empresas Harper todo pasaría a mi nombre.
—Se lo que dije hijo, sin embargo, creo que es importante dejar las cosas claras, eso solo era una prueba para que tú reaccionaras y dejarás esa vida libertina que solías llevar, hay algo más que quiero antes de eso. Y te aseguro que cuando cumplas con esa parte del trato, todo pasará a tu nombre.
—¿Me estás tomando del pelo papá, te estás burlando de mí? —Austin preguntó molesto.
—Claro que no. —Él suspira— hijo estoy enfermo, me detectaron cáncer y lo sabes… sabes perfectamente que no me queda mucho tiempo de vida, por eso te quise dejar a cargo de todo, pero no solamente por eso… quiero ver un nieto antes de morir.
—¿Un nieto? —Austin comenzó a reír con fuerza—. ¿En verdad estás diciendo semejante tontería? ¿cómo te voy a dar un nieto? eso no es algo importante, no me pienso amarrar la vida por un niño que ni siquiera voy a querer.
—Hijo no me puedes decir eso —comenta el hombre alarmado.
—Claro que sí puedo decirlo, no me puedes pedir que te de un nieto únicamente porque te vas a morir. Soy yo el que tendría el hijo, no tú. Es mi vida la que se va a ver afectada, no la tuya. —El hombre golpea con fuerza la mesa con su puño completamente cerrado. Austin se mantiene serio y firme con sus palabras.
—Si tú quieres que firme dejándote la empresa y los bienes por los que trabajé toda mi vida, te exijo que antes de que yo me muera tengas un hijo, porque si no lo tienes te aseguro, no, no solo te aseguro te juro hijo que no puedes tocar nada de lo mío —él sentenció.
—Es estúpido que digas eso, sabes perfectamente que me correspondes por el simple hecho que soy tu único hijo, he trabajado toda mi vida a tu lado por nuestra empresa, para nuestra familia, para nuestra fortuna, para que vengas a decirme algo así. Es bastante molesto todo esto, no tendría porque estar humillandome contigo por eso, por algo que es mío.
—Es mi última decisión, no olvides que estoy vivo aún y puedo cambiar de parecer, mi dinero puede servir para los huérfanos o a los enfermos, no voy a dejarte mi dinero para que lo desperdicies con mujeres diferentes cada noche, que te quede claro eso.
—Esto es demasiado injusto, no soy un niño, soy un adulto —Austin alzó su voz.
—Entonces compórtate como un adulto. Tienes una semana para pensarlo, no quiero perder más tiempo. Y te recomiendo que lo pienses bien, porque tu decisión es la única que hará que todo cambie.
El padre de Austin se levanta para luego salir del restaurante dejándolo completamente molesto por las condiciones que le acaban de poner.
Austin sirve otro trago y lo bebe de un solo sorbo, se siente realmente molesto.
Él levanta la mirada cuando ve que alguien se sienta frente a él, una mujer delgada con su cabello recogido, un labial rojo profundo y realmente hermosa. Austin endereza su cuerpo y la mira fijamente.
—¿Nos conocemos? —pregunta él con voz seductora.
—No, no nos conocemos, pero estoy aquí para que nos conozcamos. Mucho gusto, soy Adriana Harper. —Él comienza a reír.
—¿Tenía tantas ganas de conocerme que opta por hacerse pasar por otra persona? —él dice entre risas.
—¿Cree que me acerqué a usted para seducirlo? no se equivoque, estoy aquí por algo diferente.
—Adriana Harper —él menciona completamente extrañado—, está mintiendo, si mal no recuerdo Adriana Harper murió. ¿Qué es lo que quiere?
—¿Le parece que estoy muerta? —Ella inclinó su cuerpo hacia adelante mientras le dio una mirada cargada de arrogancia—. Quiero proponerle algo, quiero que hagamos un trato en donde los dos saldremos ganando.
Adriana dejó una carpeta sobre la mesa y levantó su mano para ordenar algo. Austin no parpadeó ni un solo segundo, todo esto era demasiado raro. La belleza de aquella mujer lo impresionaba, sin embargo, lo impresionaba más la manera en la que lo miraba y emanaba seguridad. —Pediré una copa, debemos brindar cuando cerremos el trato. Es justo que celebremos esta nueva alianza —ella pronuncia con delicadeza. —Mire señora, no sé que es lo que está pasando por su cabeza, pero no es normal llegar a la mesa de un hombre de esta manera. ¿De qué se trata todo esto “Adriana Harper”? —El rostro cargado de incredulidad por parte de Austin sobresalía. —No sabía que era un hombre tan escéptico, por lo visto no me cree. ¿Qué le parece si avanzamos un poco? le contaré mi propuesta, espero que sea inteligente y la acepte. Escuché que necesita un hijo, yo se lo daré, con la condición que usted se case conmigo. —Ella bebe un sorbo de su copa y luego inclina su cuerpo a un lado—. Conmigo puede conseg
Austin llega a la empresa, el trato con Mike había sido justo, al menos por el momento podría tener una oficina en las empresas Harper y desde allí podía hacer los movimientos sin que su padre pusiera el grito en el cielo. Al menos lo podía hacer por el tiempo que su padre continuara con vida. Austin se sobre saltó cuando la puerta fue abierta. Mike mostraba una gran sonrisa... esa era la forma más eficiente de llegar a los demás, la forma más eficiente en la que las personas podían ver lo confiable que era. —¿Y cómo te sientes en tu nueva oficina? —pregunta Mike entrando a la oficina—. ¿Feliz? me encargué de que todo fuera perfecto para ti.—Muy bien, debo reconocer que es demasiado acogedor. —Austin le sonríe— creo que podría acostumbrarme perfectamente a esto.—Espero que en verdad sea de tu agrado, me encanta que nuestras empresas se hayan aliado. Abrirme en la industria es lo que más me interesa y con tu apoyo creceré cada vez más. —Ambos ríen—. Bueno te dejaré instalarte, te d
Mike se tensó por completo, pasó saliva y miró a su esposa de nuevo. En estos momentos su cabeza estaba completamente fuera de sí. Ella estaba frente a él, la mujer que había dado por muerta hace dos largos años. Él estaba completamente seguro de que el hombre al que le había ordenado encargarse de ella había hecho bien su trabajo, pero se equivocó… se equivocó al no exigir más pruebas que constatara que en verdad ella estuviera muerta. Se equivocó al no ver con sus propios ojos que eso fuera verdad. —Y bien, veo que te has quedado sin habla —ella menciona entre risas—. Te quedaste mudo… ¿tanto te sorprendiste con mi aparición o más bien la sorpresa fue porque no pudiste matarme? —ella termina por decir, él le da una mirada amenazante. Adriana se veía completamente calmada, con una tranquilidad insana con todo esto, no obstante, por dentro todas sus emociones estaban hechas un caos. —Austin te pido por favor que salgas, después me pongo en contacto contigo —Mike pide—. Tenemos mu
Austin miró a Adriana, no tenía otra opción en estos momentos. Adicional, él aún no sabía que tanto Adriana sabía de él, ¿era posible que ella supiera la verdadera razón para que él se acercará a Mike? de una forma u otra no podía dejar que Adriana le dañara sus planes y que él no pudiera vengarse de la familia que tanto le hizo daño en el pasado. —Perfecto, sabía que iba a ser inteligente y se ubicaría del lado de quien más le conviene. —Austin exhaló, para él dejarse manipular como lo quería hacer Adriana con él, no era algo fácil. Pero así como él iba a ser utilizado, él también pensaba usarla. —No tengo más opción, creo que usted con sus artimañas, buscó la manera de hacer que mis problemas aumentaran, buscó la manera de arrodillarme —él dice y comienza a aplaudir—. Y debo reconocer que lo aplaudo, pero es la última vez que pienso permitirlo. —Aquí las condiciones las pongo yo, no usted, Y sobre lo que me piensa permitir o no, lo único que le puedo asegurar es que desde que se
Mike sonríe, por mucho tiempo pensó que ella estaba muerta y ahora que ella estaba viva, que ella se encontraba muy cerca de él, iba a quitarle absolutamente todo lo que él tenía, lo que ahora era suyo, y eso no podía permitirlo. Él necesitaba de nuevo encargarse de ella y esta vez hacerlo bien, de nuevo desaparecerla de su vida. —¡Qué bien!, quiero la dirección, antes de que alguien más pueda hacerse cargo de ella quiero verla a la cara, quiero mostrarle que no pudo conmigo. —Como diga señor. —Por favor que conmigo vayan dos hombres más, hay que estar preparado y no sabemos como se ha estado preparando ella. Vamos a atacar con todo, que a ella no le quede un lugar a donde escapar.Mike saca un revólver de la caja fuerte, la caja en donde tiene todos los documentos con lo que logró obtener todo su poder.Él amó a Adriana, lo hizo en su momento, pero después se dio cuenta que siempre sería el esposo de la señora Harper, sería únicamente el acompañante de ella en todo, mientras que e
Doménico en ese momento de nuevo sube su revólver y se lo pone la cabeza a él. Mike sonríe, nada le queda grande en la vida, no va a perder la reputación que ha ganado, no va a perder contra la mujer que fue suya una y otra vez.—No sabes como te odio Adriana, eres tan poca cosa, siempre lo has sido, lo único que tenías de valor era el dinero ahora ya no vamos a ver quién mata a quién. Porque no respondo Mike la suelta… le da una última mirada de advertencia. En verdad crees que esta vez tendré piedad de ti Adriana… si no me importó hacerte daño cuando te amaba, mucho menos ahora que solo siento desprecio por tiElla mantuvo su mirada fija en él. Sus palabras eran hirientes. Mike salió de allí bastante frustrado, el hecho de que no le han permitido entrar acompañado lo ponía en una gran desventaja, lo suficiente como para darse cuenta que ella estaba más fuerte. —Señora ¿se encuentra bien? —Doménico pregunta, ve las marcas de los dedos en el cuello de ella— luego baja la cabeza y s
Austin llegó al lugar que Mike le indicó, tenía bastante curiosidad por saber qué era lo que él quería. Mike no podía enterarse de nada de sus verdaderas intenciones, mucho menos Adriana, pero cada oportunidad que viera él la iba a aprovechar. Mike se sentó y pidió un trago. Austin sonrió internamente, Mike se sentía orillado, y cuando las personas estaban al borde del colapso eran capaces de firmar un pacto con el mismo diablo si era necesario. Austin lo analizó ¿cómo las personas podían caer ante alguien como él? que a simple vista se veía que solo buscaba su propio beneficio y no le importaba engañar a los demás. —¿Para que me citaste? no recuerdo que tengamos algo pendiente por tratar. —Necesito que como socio mayoritario en estos momentos firmes algo para evitar que Adriana vuelva a trabajar a la empresa. —Austin cruzó sus piernas y lo miró con una gran sonrisa —Ella es tu esposa. Creí que estabas feliz con la sorpresa de tenerla junto a ti de nuevo, cuando la viste de nuevo
Austin miraba el mensaje de ella, había adelantado la boda para la mañana, es claro que Adriana tiene afán por conseguir las cosas, por sacar a Mike del camino. Su vida prácticamente había cambiado por una mujer que acaba de conocer, aunque podría facilitarle las cosas para también cumplir sus objetivos.Lo único cierto es que su vida no sería la misma a partir de mañana. Austin fue hasta la habitación en donde tenía todas las fotos, tomó una de ella, de su madre… Todo por ella y Mike iba a pagarlo. Entre tanto, Adriana terminaba de enviar los correos en donde invitaba a una gran cantidad de personas. Adriana cierra la computadora, mira sus manos recordándose a sí misma que no debe detenerse contra él. Adriana abrió los ojos,luego de que su noche había sido tormentosa, quizá un poco más que las últimas noches de los anteriores dos años, quizá por volver a verlo hizo que todos sus pesadillas volvieran más latentes. Al bajar por las escaleras las personas a su alrededor ya estaba