Necesito un analgésico y una varita mágica para deshacer todo este embrollo en el que yo misma me metí de cabeza.
Estoy sentada en la cama y siento la mirada de Damián que me taladra.
—¿Qué quieres que te diga? —gruño— tú viniste a mí.
—¿Cómo te casaste conmigo si estabas por casarte con otro? —dice, en cambio.
—Lucas y yo no estamos juntos—respondo—Obviamente, los medios no lo saben.
—¿Cuándo rompieron?
Resoplo.
—Anoche—gimo antes de poner mis manos en el rostro— Es un puto desastre. Mi vida planificada se ha ido al carajo.
—Sabes que en este momento tu imagen y la mía está por los suelos —habla —tú eres la mujer que acaba de plantar a su perfecto novio y yo el malvado que se metió en medio de la pareja del momento.
—Lucas me puso el cuerno con su asistente. Así que, está muy lejos de ser perfecto.
Sus ojos se abren como platos al escuchar mi confesión.
—¿Qué clase de idiota engaña a su prometida?
—Al parecer, Lucas Jones—murmuro—Necesito ir por mis cosas al hotel y pedir una anulación.
Se endereza y me mira seriamente.
—Uno. No vas a poder salir sin mi ayuda. Afuera está atestado de personas y segundo. Si nos divorciamos, sería un escándalo mucho más grande para mí.
—¿Y qué coño me importas tú? —gruño.
—Oye—se acerca—Ambos estamos en esto y lo vamos a resolver de la mejor manera, pero no me pongas a prueba, porque no soy alguien fácil y te haré el camino espinoso.
Resoplo molesto conmigo misma por exponerme a este idiota.
¿En qué estaba pensando?
—¿Qué sugieres entonces? —cuestiono.
—Primero. Enviaré a alguien por tus cosas y volaremos a Los Ángeles—continúa—Tengo una reunión con mi manager y partiremos de allí.
—Es decir, aquí solo importas tú.
—Aquí el famoso soy yo, ¿No?
—Vete a la mierda—siseo—No haré esto de nuevo.
—¿Qué no harás? —me mira con interés, de pie, con los brazos cruzados sobre su pecho.
—Hipotecar mi vida por un hombre.
Este bufa.
¿Por qué son tan básicos?
—Cara, ¿Cierto? —asiento—No seas dramática, solamente necesitamos encontrar la manera de salir de esto sin que nuestras imágenes queden más dañadas de lo que ya están.
Lo observo atentamente y pienso en sus palabras. La verdad es que no encuentro fallo en su lógica y es malditamente frustrantes que sea de esta manera.
Mi imagen está por los suelos en este momento.
Contengo la respiración al imaginarme a mi madre.
Lo más probable es que el pueblo ya sabe lo sucedido. Ella debe estar muy enojada, nuestros vecinos deben estar haciendo de ella, la comidilla. Algo que Linda Miller no puede soportar.
Mamá es una mujer tradicionalista e inflexible. De por sí, no me perdona que dejara el pueblo con Lucas siendo tan joven, ella me dijo que él no me amaba lo suficiente para apostar mi futuro.
—¿Qué me dices Cara? —la voz de Damián me saca de mi letargo y lamentaciones.
Observo sus ojos azules que me miran con intensidad.
—Creo que tienes un punto— murmuro de mala gana —Podrías enviar ahora a alguien por mis cosas—me pongo de pie sintiéndome un trapo por la resaca que tengo y mi vestido está arruinado—Necesito un baño.
Asiente visiblemente aliviado.
—Si quieres, dúchate. Ya te doy algo para que te pongas mientras traen tus cosas.
—Gracias—digo sin mirarle antes de pasar por su lado con destino al baño.
Cierro la puerta y me miro detenidamente al espejo.
—¿De verdad te has casado con Damián Anderson? —susurro con incredulidad.
Como Damián lo prometió, mi maleta junto a mi bolso y demás cosas llegaron una hora después. El hombre que dejo mi maleta no dijo nada. Sin embargo, en sus ojos noto la sorpresa cuando me vio llevando solo la camiseta que Damián me había prestado mientras mi maleta llegaba.
Revise mis pertenencias y respire aliviada cuando verifique que todo estaba en su lugar. En mi bolso encontré mi cargador del móvil, que de inmediato pongo a cargar.
Cuando lo enciendo de manera rápida llegan las notificaciones, llamadas y mensaje. Ignoro I*******m y Twitter de forma consciente.
Hago una mueca cuando un mensaje de mi madre se desplaza en la pantalla. De inmediato, lo quito y dejo el móvil en su sitio. Tomo un cambio de ropa y me voy al baño a cambiarme mientras Damián se queda hablando en voz baja con el hombre que, al parecer, trabaja para él.
—Salimos en una hora—anuncia Damián cuando salgo de nuevo del baño, esta vez vistiendo unos vaqueros desgastados ajustados y una camiseta básica blanca.
Me calzo mis zapatillas de deporte blancas y mi cabello lo ato en una desordenada coleta.
—Bien. ¿No crees que los paparazzi nos abordaran allí? —comento.
—Iremos directamente al hangar donde nos espera mi piloto.
¿Por qué no me sorprende que Damián Anderson tenga un avión privado?
Lucas posee uno que acaba de comprar hace unos meses. Es pequeño, pero muy cómodo para los constantes viajes. De repente, recuerdo algo en lo que no había reparado antes.
—Brenda y Martín me ayudaron a escogerlo.
—¿No te parece que debería haber sido yo la que te acompañara? No tu asistente y manager.
—Vamos Cara, era una sorpresa para ti.
Niego.
—Mentiroso de m****a —susurro.
—Perdón, ¿Dijiste algo? —levanto la vista y me encuentro con Damián.
—No importa—niego poniéndome de pie.
Tomo las gafas de sol junto a mi bolso. Sé cómo funciona esto, así que no me preocupo por las maletas que ahora descansan con otra mediana que obviamente pertenece a Damián.
—¿No vamos? —Cuestiono algo cansada de alargar tanto el momento en que la prensa obtenga un pedazo de nosotros como la nueva pareja escándalo.
Dejamos la habitación, entramos en silencio a un elevador privado que nos lleva a una salida trasera. Estamos flanqueados por dos hombres. Entre ellos, el que llevo mi maleta.
Cuando la puerta se abre los reflectores y la cantidad de paparazzi exasperante.
¿Desde cuándo se conocen?
Cara, ¿Es cierto que estás embarazada?
Damián. ¿Has dejado tu relación con Bella?
¡Somos team Lucas!
¿Hace cuánto engañas a Lucas?
Esto es un puto desastre.
Quiero gritarles a todos, pero sé que me vería como una loca y mentirosa. Además de avivar más el escándalo en el que ya nos encontramos metido. Damián me toma de la mano y prácticamente me arrastra hasta una camioneta que nos espera al final de la acera.
Subo de manera rápida y él se detiene en la puerta de la camioneta enfrentando a la prensa.
—Sin comentarios señores—dice este—Esperen nuestro comunicado oficial si quieren tener respuestas a sus preguntas—concluye antes de subir a la camioneta en medio del alboroto—Vamos—Ordena al conductor que se incorpora al tráfico.
El vuelo directo desde las vegas a los ángeles solo duro aproximadamente una hora.En el corto tiempo, Damián se sentó en la parte de adelante. Allí, nada más estuvo sumergido en sus pensamientos. Al llegar al hangar privado, subimos a una camioneta con destino desconocido para mí, ya que Damián no ha dicho nada desde la salida del hotel.Es como si el gato le hubiera comido la lengua.Nuestra salida de ese lugar fue un caos.Mientras estaba sentada lo más alejada de Damián me tome el tiempo para leer algunos titulares en las diferentes columnas de chismes. Cada uno de ellos no me dejaba bien parada a mí. En cambio, dejaba como una víctima a Lucas el mismo que me había dejado algunos mensajes pidiendo explicaciones de lo sucedido.¿De verdad?¡Qué cara tan dura se debe tener para exigir explicaciones estando con otra mujer!Resoplo y continuo con la medición de daños. Pero lo más me molesta es que los medios están haciendo ver a Lucas como un buen hombre y a mí como la mujer malvada q
POV DAMIÁN.Cuando me preguntan a qué se debe mi éxito.Simplemente, respondo que es gracias a mis buenas decisiones. Me jacto de ser un hombre que piensa cada detalle de su vida y que solo asume los riesgos necesarios.Mi carrera la he construido con trabajo y mi imagen impecable me ha abierto puertas. Comencé en esto como modelo, pero mi sueño siempre ha sido conquistar Hollywood. Desde que soy un niño, mi meta era aparecer en una pantalla.Mis primeros trabajos me dieron la experiencia para saber que quería hacer dentro de la industria plagada de aves de rapiña, que únicamente esperan la caída de alguno para ellos subsistir. Sí, es un mundo salvaje, pero cada papel que interpreto lo hago como si fuera el último. Mi trabajo es todo.Por eso, cuando recibí el llamado para un casting que se llevaría en las vegas no lo pensé, hice mi maleta y partí. La última película había sido difícil para mí.Zane me insistió en que era una excelente oportunidad, pero jamás imagine que el papel de p
Decirle al hombre más cotizado de la industria de Hollywood que seguirás casada con él por compasión no tiene precio.Es la guinda del pastel para este caos en el que me he metido.Siempre he sido un imán para los problemas. Pero creo que esta vez me he pasado y estoy metida en uno enorme.Por lo poco que he vislumbrado de la personalidad de mi nuevo marido. Puede darme cuenta de que es un tipo vanidoso, sabe lo que representa y por supuesto esta consiente de su atractivo.Un engreído total.Sin embargo, también me pregunto por qué accedí a seguir casada con él, cuándo lo que debería hacer era mandar todo al carajo e irme. Quizás porque mi ego herido no me permite exponerme de nuevo a las habladurías.—¿De verdad Cara? —susurro acostada en la cama de la habitación de invitados.Después de publicar el comunicado y de ir por mis cosas a la casa de Lucas, volvimos. Una sonrisa tira de mis labios al imaginar su cara cuando vea su comic de la primera aparición de Thor que le costó treinta
Sorbo de mi bebida mientras tomo algo de sol.Al menos ahora puedo tener un poco de tranquilidad luego de tanto estrés.Sí, hablar con mi madre me hace pensar en tantas cosas y termino sintiéndome como una mala persona.Así que, después de un desayuno delicioso, Celeste se retiró a terminar sus deberes y me quede en la piscina con mi libreta escribiendo algunas notas, las mismas las deje a un lado tratando de pensar cuál será mi próximo paso.Después de mi conversación con mis padres, sé que debo idear algo para arrastrar a Damián hasta mi casa.El problema es, ¿Cómo lo hago?También le escribí a Keyla y nos veremos al finalizar la semana cuando venga a LA.— Veo que estás disfrutando tu mañana — la voz de Damián irrumpe el silencio.Me quito las gafas de sol y me siento en el camastro para ver a Damián caminar hasta mí.Viste vaqueros desgastados y una camiseta blanca, todo el atuendo es despreocupado junto a sus botas de combarte desgastadas.El hijo de puta es sexi y eso no es nego
— ¿Lista para esto? — inquiere Damián cuando estaciona en el lugar indicado detrás del restaurante.— No alarguemos más esta agonía — digo ganándome una risa de su parte.Bajamos del coche y somos guiados hasta el inicio de la alfombra verde dispuesta para que la prensa haga su trabajo.Mis manos sudan y miro alrededor para notar como nos miran las personas.Unos con sonrisas.Otros con escepticismo y están los que nos miran mal.— Bien. Creo que oficialmente soy la peor ramera en este momento— susurro sintiendo un hueco en el estómago. Damián me mira frunciendo el ceño.— No eres nada de eso. Solo tienen envidia.— Vale. Ahora se le llama envidia.— Venga. Es el momento— dice cuando una de las organizadoras le hace una seña. Respiro profundo y cuando entramos a la alfombra, los reflectores y el flash de las cámaras me dejan casi ciega.Las personas gritan preguntas y otros dicen cosas que no entiendo.Es un maldito caos.— ¡A tu derecha Damián! — grita una voz masculina.Poso con mi
Nuestro objetivo fue cumplido con éxito.La prensa ha quedado encantada con nuestra aparición y tiene de que hablar por unos cuantos días.Muchas personas se acercaron a durante la noche y Damián las deleito con una historia que podría ser considerada para una adaptación cinematográfica.Al parecer lo nuestro fue amor a primera vista.¿De verdad?¿Se puede ser más hortera?Decidí seguirle la corriente.Sin embargo, no es como si me interesara agradarle. Siempre he sido muy hermética con la información que hago de conocimiento público. Damián por su parte, es una persona muy sociable y destaca entre la multitud. Es obvio porque ahora es el preferido de Hollywood.—¿Quieres algo de comer? —escucho que dice Damián junto a mí.Aunque acabamos de salir del restaurante. Como es Los ángeles, solo se sirvieron mini platos de degustación. Fue divertido ver la mueca de Damián.Al parecer, el hombre prefiere algo más sustancioso. La verdad es que yo también tengo ganas de algo más.— Muero por n
POV DAMIÁN.Esta mañana salí de casa muy temprano. Al detenerme junto a la puerta de Cara no escuche ruidos. Lo que quiere decir que todavía estaba dormida. Ayer, después de ese beso compartido nos conduje de regreso a casa. Durante el trayecto no dijo nada. Al parecer mis últimas palabras la desconcertaron.No es la única sorprendida por la confesión. Fui sincero cuando le dije que ella era una mujer capaz de poner mi mundo de pies a cabeza.¿Por qué?Míranos ahora. Casados cuando un matrimonio nunca ha estado en mis planes. Tampoco me considero material de esposo, pero veme aquí. Esposo de una mujer que apenas conozco. Cara me intriga, es brillante, capaz de sobreponerse a situaciones estresantes en un milésimo de segundo. Además de ser hermosa e intrigante.Sí. Intrigante.Hay algo que no he podido descifrar. No me pasa desapercibido que esconde algo, pero ¿Qué? Si quiero descubrirlo, debo ser muy sigiloso y tener paciencia porque Cara tiende a desconfiar de las personas a su alred
Término de escribir las últimas notas de la canción en la que estoy trabajando cuando decido que es suficiente por hoy. He pasado el día en la habitación tocando y escribiendo. Desde que estoy aquí, he podido componer una canción entera y tener una a medio camino.Es sencillamente fantástico.Mi mirada se va de nuevo a mi móvil. Damián me escribió más temprano queriendo saber qué hacía. Como no estoy preparada para decirle, evadí mi respuesta como siempre.Sin embargo, él tiene razón. Es extraño que siendo mi esposo no sepa lo que hago.Es solo un falso matrimonio.Asoma la cabeza mi feo subconsciente. Lo ignoro y guardo mi desorden. Me levanto del piso donde he estado trabajando y me estiro para aliviar el dolor en mi espalada. Había almorzado arriba sola. Celeste fue amable en traerme algo. Al principio me dio vergüenza que viniera hasta aquí con mi almuerzo, pero me dejo claro que no le importaba.Miro por la ventana y me doy cuenta de que está anocheciendo. Así que decido bajar. M