Término de escribir las últimas notas de la canción en la que estoy trabajando cuando decido que es suficiente por hoy. He pasado el día en la habitación tocando y escribiendo. Desde que estoy aquí, he podido componer una canción entera y tener una a medio camino.Es sencillamente fantástico.Mi mirada se va de nuevo a mi móvil. Damián me escribió más temprano queriendo saber qué hacía. Como no estoy preparada para decirle, evadí mi respuesta como siempre.Sin embargo, él tiene razón. Es extraño que siendo mi esposo no sepa lo que hago.Es solo un falso matrimonio.Asoma la cabeza mi feo subconsciente. Lo ignoro y guardo mi desorden. Me levanto del piso donde he estado trabajando y me estiro para aliviar el dolor en mi espalada. Había almorzado arriba sola. Celeste fue amable en traerme algo. Al principio me dio vergüenza que viniera hasta aquí con mi almuerzo, pero me dejo claro que no le importaba.Miro por la ventana y me doy cuenta de que está anocheciendo. Así que decido bajar. M
Dejo atrás a Damián y hago el camino de regreso a la casa para encontrar a Celeste en la cocina, aún estoy algo cocada por lo que acaba de pasar, pero debo reponerme y enfrentar la situación que tengo en frente en este momento.— Ya espera en la oficina de Damián— anuncia Celeste algo incómoda.— Gracias —murmuro pasando por su lado. Cuando llego afuera de la oficina de Damián respiro profundo y abro la puerta. Encuentro a Martín frente a la repisa de premiso que Damián tiene en exhibición. Es extraño que en el resto de la casa no hay nada que lo haga ver como un fanfarrón. De hecho, todos están en esta oficina.— Algo estrafalario ¿No? — comenta Martín sin mirarme.Cierro la puerta detrás de mí.— Al menos, no tiene un cuadro de sí mismo dominando toda la chimenea del salón principal — comento en tono seco refiriéndome a Lucas. — Admítelo. Te encantaba— me mira desde su posición con una sonrisa arrogante.Martín es un hombre bajo y delegado. Tiene el cabello algo encanecido y si no
Me despido de Keyla con la promesa de vernos pronto.Damián había sido amable con ella, el momento más bochornoso fue cuando Keyla le pregunto si podía tener una fotografía con él. Por un momento pensé que Damián se burlaría de ella, pero, en cambio, se tomó varias selfis.Mi amiga miraba a Damián como si pudiera caminar sobre el agua. Con emoción compartió las fotos en sus redes sociales para chulear con sus seguidores. Keyla no era extraña entre famosos, pero al parecer Damián era diferente.Ella es toda una fan.Damián no se inmutó ante la euforia de Keyla.Creo que, a estas alturas está acostumbrado al tipo de seguidoras como Keyla.Sin embargo, hay otra cosa que también ocupa mi cabeza y es Martín junto a sus demandas irracionales.¿De verdad cree que voy a seguir regalándole mi trabajo?Solo debo encontrar la manera de solucionar esto.— Estás muy callada—comenta Damián camino a casa de sus padres.— Nada más reflexionaba.— ¿En sobre lo que quería el representante de Lucas?— in
Miro a los padres de Damián que esperan una respuesta expectante.Obviamente, ambos quizás ya se hicieron una idea.— Mis padres llevan una granja—respondo de manera simple y sin adornar la respuesta. Porque, sinceramente no hay nada de qué avergonzarse.— ¿Una granja? — repite las palabras la madre de Damián antes de dar un gran sorbo a su copa de vino.— Sí. Los productos de la granja se llevan cada semana al mercado local y allí mis padres despachan. Es algo que han hecho toda su vida.Claramente, veo como me juzgan y la mirada de horror de Rose me molesta. No me avergüenzo de lo que hace mi familia para vivir. De hecho, me enorgullece.— ¿Tú estabas al tanto de eso? — Rose desvía la mirada hasta su hijo que ha estado en silencio.— Por supuesto—responde sorprendiéndome. Lo miro rápidamente antes de mirar a su madre.— ¿Hay algún problema con eso? — inquiero sabiendo de ante mano la respuesta.— No es lo que esperábamos— responde el papá de Damián claramente incómodo.— Esto es boc
Es temprano cuando me remuevo en la cama y encuentro el lado que ocupo Damián vacío. De inmediato me siento en la cama y no hay rastro de él. Aunque en un principio no quería dormir con él. Al final, compartimos la misma cama y no resulto tan malo como pensaba.Resoplo antes de ponerme de pie y prepararme para el día. Después de una ducha reconfortante busco entre mis cosas unos vaqueros y una camiseta que me sirvan para la mañana. Salgo de la habitación para encontrar a Damián sentado en la mesa donde ya están sirviendo el desayuno.— Buenos días— dice en tono alegre.— Buenos días— murmuro llegando a él y tomando asiento.— ¿Cómo dormiste? — inquiere— si me lo preguntas a mí, dormí de maravilla una vez que mi espalda dejo de sufrir en ese maldito sofá—sonríe con suficiencia— Cuando te deje en la cama parecías casi en coma— sigue burlándose— Estoy despierto desde hace un par de horas, hice ejercicio, me duche y aquí me tienes.— Ya— chasqueo los labios antes de alcanzar el café y ser
Estando en el centro comercial recuerdo porque prefiero las compras en línea.Abby me arrastro fuera de la casa de sus padres con una misión. Subimos a su coche y partimos con una misión. El camino hasta el Mall fue ameno, estaba claro que Abby quería conocerme y en realidad en sentimiento era mutuo. Me sentía cómoda junto a ella.En el trayecto, me contó sobre su restaurante y pude ver como su rostro se iluminaba y lo orgullosa que se siente por lo que ha logrado por sí misma siendo tan joven.Mientras caminamos por el centro comercial somos consciente que algunos fotógrafos están captando la salida. Creo que Damián sabía perfectamente que sucedería si salíamos en público.Mejor prensa para él.Cuando decidimos entrar a una de las tiendas las personas de seguridad deben postearse en la entrada para que los paparazzi no entren con nosotras. Cosa que agradezco. Lo último que quiero es a alguien husmeando por la tienda mientras escojo ropa.— ¿Qué te parece este? — comenta Abby tomando
— Gracias a todos por estar aquí esta noche—Rose habla a todos y esto parece un teatro bien orquestado por la mujer que está claro, no le agrado.Estamos tomando el postre y Rose decidió que es momento de dar su discurso. A mi lado, Damián está serio y frente a mi Abby, que simplemente no la mira y toma de su copa de champán en fondo blanco.Sus ojos están chispeantes, lo que me indica que esta algo ebria. La pobre ha estado huyendo del hombre que su padre quiere para ella.Daniell Hamilton.El hombre aproximadamente de la edad de Damián y tiene bien porte. Pero, sus ojos fríos y la forma en que mira a Abby no me gustan ni un poquito.— Cara— llama Rose que preside nuestra mesa junto a su esposo— Para nosotros es un honor que formes parte de nuestra familia.¿Puede ser más falsa?— Gracias — digo levantando mi copa imitando su gesto.— Pido un aplauso para mi hijo y su esposa — sonrió y evito poner los ojos en blanco.— Porque pronto te hagan abuela—secunda Abby divertida ganándose un
No creo alguna vez haber sentido lo que las caricias de Damián me provocan. Cada toque de sus manos es como si descubriera una nueva zona de placer. Sus manos me desnudaron en un abrir y cerrar de ojos. Tampoco obtuvo mucha resistencia de mi parte. —Eres hermosa Cara—susurra con voz ronca Damián mientras su mano desciende por mi vientre, aterriza entre mis piernas haciéndome sisear. Una de sus manos toca mi sexo mientras la otra acuna mi pecho desde atrás. —Damián—murmuro dejando caer mi cabeza hacia su hombro cuando los movimientos se hacen más certeros. —Correcto. Soy yo. Y, quiero escucharte decir mi nombre. Que no te quepa duda de quien es el que te hace llegar —dice mientras sus dedos pellizcaban mis pechos a la vez que su manso se humedece con mi necesidad. —Necesito… —jadeo—Necesito—susurro a la vez que mi cuerpo se enciende con un deseo desesperado al sentir la dureza en mi espalda. —Sé lo que necesitas—dice de manera brusca antes de liberarme y llevarme a la cama. —Cuando