El sonido de un móvil me hace fruncir el ceño. Me remuevo en la cama y choco con un pecho desnudo.
—Lucas, apágalo —murmuro somnolienta.
—Me llamo Damián —susurra la voz a mi lado.
Abro los ojos y ahogo un grito cuando me encuentro con los ojos azules de un desconocido.
Está sobre su espalda en vaqueros y el torso desnudo.
Miro mi cuerpo para respirar de alivio al verme vestida.
—¿Qué sucedió? ¿Quién eres tú? —susurro a punto de entrar en pánico.
Entonces todo lo sucedido anoche me golpea.
El concierto de Lucas.
Los periodistas.
Lucas, mi prometido diciendo que no puede casarse.
El mismo confesando que no me ama y que quiere a Lena, su asistente.
El bar.
¡Joder! El bar.
Algunas imágenes dentro del bar vienen a mi mente.
—¡¿Qué coño me diste?! —grito y este hace una mueca de dolor antes de agarrarse la cabeza.
—Más bien ¿Qué me hiciste tú? —gruñe sentándose en la cama.
Niega.
Resopla.
El sonido de un móvil es persistente. Esté, alarga la mano y atiende sin ver quién es.
Escucha con atención y mientras pasan los segundos sus ojos se abren más y sus facciones pasan de la incredulidad al enojo.
Por último palidece.
—Estaré allí esta tarde—gruñe antes de colgar y comenzar a maldecir.
Me fulmina con la mirada.
—¿Eres la prometida de Lucas Jones? — Pregunta levantándose de la cama como una bala.
Lo miro con sorpresa y lo admito, algo de temor.
—¿Cómo sabes que…?
—Acabo de hundir mi carrera —me corta— ¡Es un maldito escándalo!
Camina de un lado al otro.
— ¡Mierda!
—No estoy entendiendo, ¿Qué hicimos?
No me contesta de inmediato. Si no que busca en su móvil antes de arrojarlo a la cama.
—Eso fue lo que hicimos.
Con cierto temor, tomo el móvil para ver con horror la noticia de una página amarillista de chismes.
El actor del momento Damián Anderson y la prometida del cantante de pop Lucas Jones. Se unen en matrimonio.
Es el pie de foto de una imagen de Damián y yo dándonos un beso.
Siento la bilis subir por mi garganta.
¡Tiene que ser una puta broma!
Arrojo el teléfono en la cama y corro a la puerta más cercana vaciando mi estómago en el inodoro.
¡Joder!
Esto debe ser una pesadilla.
Desde atrás, siento como ponen una toalla fría en mi cuello.
—Necesitamos hablar muy seriamente de lo que sucedió anoche —escucho la voz seria de Damián.
Cierro los ojos y busco entre mis recuerdos del bar solo para encontrarlos incompletos.
Flashback.
El taxi recorre las principales calles atestadas de personas que van de un lugar a otro.
Veo como un grupo de chicas avanza por la acera.
Una lleva una banda que dice Novia y una sonrisa triste se filtra en mis labios.
Cuando seguí a Lucas dejé todo atrás.
Padres.
Amigo.
Sueños.
Quise darle mi apoyo al mil por ciento. A pesar de que mi madre me advirtió que estaba actuando de manera irracional al dejar todo por un hombre. Pensé que exageraba, pero ahora, la triste realidad me muestra su fea cara.
¿Cómo no me di cuenta de que Lucas ya no estaba conmigo? El amor que decía tenerme murió para dar paso a la conveniencia de su imagen, mientras a mis espaldas se acostaba con Lena.
¡Hijo de perra!
Resoplo.
Mi mirada va al dedo, donde hasta hace unos minutos descansaba el anillo de compromiso que Lucas me había dado el día de nuestro aniversario.
El taxi se detiene para que los transeúntes que abarrotan las calles pasen. Me da la oportunidad de mirar alrededor. Todo en las vegas es ostentoso y brillante.
Una parte de mí sabe que tengo que ir al hotel por mis cosas y la otra lo piensa, ya que no quiero ver a Lucas.
Cierro los ojos un momento antes de mirar al frente.
—Aquí me bajo—anuncio—Gracias—digo antes de tenderle dinero que saco de mi escote. Aprovecho para sacar mi móvil y veo los cientos de llamadas perdidas de Lucas, el traidor.
Apago el móvil.
Que se joda.
Avanzo y me detengo frente a una vitrina y estudio mi aspecto. Mis ojos marrones llevan suficiente maquillaje y mi cabello rubio está arreglado en una cola alta acentuando mis facciones. Llevo un vestido plateado corto y tacones negros de finas tiras haciéndome ver más estilizada.
Mi cuerpo delgado, debido a la dieta de los últimos ocho meses, puede notarse. Había decidido que me vería espectacular en mi boda y trabaje en verme como quería.
Antes de eso, mi cuerpo era curvilíneo.
Bueno, mi trasero parece no querer tener un aspecto más discreto.
¿De qué me sirvió matarme tanto por alguien más que no fuera por mí?
Le di todo lo que tenía a Lucas y, ¿Para qué?
—Me sirvió para una mierda—susurro mirando mi reflejo.
Suspiro sintiéndome agotada de todo y camino hasta toparme con un club. Está abarrotado y la fila es larga, pero como he aprendido en el tiempo que he estado fuera, sé cómo lograr entrar.
Necesito un trago o dos.
Me abro paso al frente y el guardia de seguridad me estudia con detenimiento. Su mirada se posa en mi escote y le guiño descarada. Este me sonríe y se hace a un lado para dejarme pasar.
—Gracias. Guapo —susurro pasando a su lado ignorando las protestas del resto.
Cuando entro, la música y las diferentes luces me golpean. La música de David Guetta suena a toda potencia y los cuerpos se mueven en la pista mientras la bebida fluye sin problemas.
Ignoro las miradas y me abro paso hasta la barra.
—Hola hermosa —se acerca un barista moreno, alto y guapo —¿Qué te sirvo?
—Al viejo tequila—digo sin más. A mi lado, dejan un banco libre y me instalo allí.
Dejo un billete en la barra y este lo toma a la vez que me sirve el Shot.
—Hola preciosa —dice una voz a mi lado —¿Quieres compañía?
—Piérdete —digo sin siquiera mirarlo.
Me tomo el shot y pido otro.
Bebo uno tras otro, sin prestar atención a las personas a mi alrededor. Cuando me siento mejor, me pongo de pie y me voy a la pista. La oscuridad de la misma me permite perderme en mi mundo.
A la m****a Lucas.
A la m****a todos.
Me entrego a la música y disfruto lo que me hace sentir.
De la nada, siento un cuerpo que se paga desde atrás. Sigo bailando y marco algo de distancia, pero las manos masculinas me toman por la cintura y me pegan más
—¡Oye! —digo enojada alejándome—No te pases.
Me doy la vuelta y encuentro a un hombre que parece un oso. Tiene el cabello largo y barba. Es enorme. Sus ojos me recorren de forma lasciva.
—Podemos divertirnos un rato— murmura antes de pegarme de mala manera a su cuerpo y comenzar a moverse de manera obscena.
—¡Suéltame idiota! — grito encima de la música y le doy un certero golpe a las bolas con mi rodilla.
El hombre me libera para inclinarse y maldecir.
—Eres una m*****a perra—sisea alargando la mano— ¡Te voy a matar!
Doy un paso hacia atrás y me tropiezo con otro cuerpo. Más específico, con el pecho. Unas manos me toman de los hombros de forma gentil y me hacen a un lado.
—La señorita te dijo que no está interesada— gruñe— Lárgate de aquí antes de que te la corte y te la haga tragar.
La voz es ronca y percibo la furia.
Miro con sorpresa como dos hombres salen de en medio de la multitud y lo sacan arrastras de la pista.
Las personas alrededor miran la escena con sorpresa y otros con curiosidad.
—Gracias—murmuro dando un paso para alejarme del hombre que me acaba de salvar el culo de un idiota.
Doy la vuelta y lo enfrento.
El hombre es alto. Casi igual de alto que el oso de hace un momento, su cabello castaño está perfectamente cortado y sus ojos azules me miran divertidos. Lleva vaqueros, una camisa blanca y encima una chaqueta que le da un look despreocupado.
Su rostro me parece conocido, pero no sé de dónde.
—¿Estás bien, ángel? —murmura con una sonrisa boba. Lo que me hace dar cuenta que está algo borracho también.
Ángel.
¿De verdad?
—Mi nombre es Cara. No ángel —bufo—Gracias por la intervención—digo antes de comenzar a alejarme.
—Oye. No quería enfadarte—dice desde atrás siguiéndome.
Llego a la barra y lo ignoro antes de pedir, esta vez, un shot de Jack.
Lo tomo y lo dejo de un golpe en la barra.
—Me llamo Damián—dice tendiendo su mano a mi lado.
La miro frunciendo el ceño.
Pone los ojos en blanco y baja la mano.
—¿Sabes que eres la primera mujer que me mira como si fuera un insecto?
—Que, ¿Todas se arrojan a tus pies? —me burlo ya achispada.
Todavía sigo pensando de donde lo conozco.
El maldito alcohol ya está haciendo estragos en mí.
—Te sorprendierais —susurra, pero alcanzo a escuchar.
Hago otra seña al de la barra y este me sirve otro shot. A mi lado el recién conocido hace lo mismo.
—Dime Cara, ¿Crees en las casualidades?
Bufo.
—Nop. Pero si creo en las oportunidades—este me regala una hermosa sonrisa y me encuentro devolviéndosela.
—¿Quieres bailar? —me tiende la mano.
Hoy no quiero pensar. No me importa lo que piensen de mí. Lucas no se merece que lo llore cuando ha sido un total cabrón
—Qué me dices ángel, ¿Bailas conmigo? —sonríe— No muerdo—me guiña
Le devuelvo la sonrisa y tomo su mano.
Es solo un baile ¿Qué puede suceder?
En la pista nos movemos y sus manos me toman de la cintura. Esta vez me dejo llevar.
Fin flashback.
Me casé con Damián Anderson, el símbolo sexual de la industria, luego de sus películas subidas de tono.
Claro que ya recuerdo quien es, solo que no lo recocí en ese instante.
El hombre es la fantasía de las mujeres. Debo admitir que vi sus películas, pero verlo ahora en vivo y directo, es algo surrealista.
—Creo que acabas de meterte en un gran lío Cara—susurro sintiendo que esto es solo la punta del iceberg.
El alcohol y yo nunca hemos sido buenos juntos, ya deberías saberlo. De eso puede dar fe el señor Fuller, un habitante del pueblo.
Todavía recuerdo sus maldiciones cuando se dio cuenta de que había liberado a su ternero y termino en el río.
—Tomate tu tiempo —habla Damián desde el otro lado de la puerta del baño —Tenemos mucho de qué hablar esposa —dice esta última palabra con sarcasmo.
Perfecto.
Pienso haciendo una mueca antes de volver a vaciar mi estómago.
Necesito un analgésico y una varita mágica para deshacer todo este embrollo en el que yo misma me metí de cabeza.Estoy sentada en la cama y siento la mirada de Damián que me taladra.—¿Qué quieres que te diga? —gruño— tú viniste a mí.—¿Cómo te casaste conmigo si estabas por casarte con otro? —dice, en cambio.—Lucas y yo no estamos juntos—respondo—Obviamente, los medios no lo saben.—¿Cuándo rompieron?Resoplo.—Anoche—gimo antes de poner mis manos en el rostro— Es un puto desastre. Mi vida planificada se ha ido al carajo.—Sabes que en este momento tu imagen y la mía está por los suelos —habla —tú eres la mujer que acaba de plantar a su perfecto novio y yo el malvado que se metió en medio de la pareja del momento.—Lucas me puso el cuerno con su asistente. Así que, está muy lejos de ser perfecto.Sus ojos se abren como platos al escuchar mi confesión.—¿Qué clase de idiota engaña a su prometida?—Al parecer, Lucas Jones—murmuro—Necesito ir por mis cosas al hotel y pedir una anulaci
El vuelo directo desde las vegas a los ángeles solo duro aproximadamente una hora.En el corto tiempo, Damián se sentó en la parte de adelante. Allí, nada más estuvo sumergido en sus pensamientos. Al llegar al hangar privado, subimos a una camioneta con destino desconocido para mí, ya que Damián no ha dicho nada desde la salida del hotel.Es como si el gato le hubiera comido la lengua.Nuestra salida de ese lugar fue un caos.Mientras estaba sentada lo más alejada de Damián me tome el tiempo para leer algunos titulares en las diferentes columnas de chismes. Cada uno de ellos no me dejaba bien parada a mí. En cambio, dejaba como una víctima a Lucas el mismo que me había dejado algunos mensajes pidiendo explicaciones de lo sucedido.¿De verdad?¡Qué cara tan dura se debe tener para exigir explicaciones estando con otra mujer!Resoplo y continuo con la medición de daños. Pero lo más me molesta es que los medios están haciendo ver a Lucas como un buen hombre y a mí como la mujer malvada q
POV DAMIÁN.Cuando me preguntan a qué se debe mi éxito.Simplemente, respondo que es gracias a mis buenas decisiones. Me jacto de ser un hombre que piensa cada detalle de su vida y que solo asume los riesgos necesarios.Mi carrera la he construido con trabajo y mi imagen impecable me ha abierto puertas. Comencé en esto como modelo, pero mi sueño siempre ha sido conquistar Hollywood. Desde que soy un niño, mi meta era aparecer en una pantalla.Mis primeros trabajos me dieron la experiencia para saber que quería hacer dentro de la industria plagada de aves de rapiña, que únicamente esperan la caída de alguno para ellos subsistir. Sí, es un mundo salvaje, pero cada papel que interpreto lo hago como si fuera el último. Mi trabajo es todo.Por eso, cuando recibí el llamado para un casting que se llevaría en las vegas no lo pensé, hice mi maleta y partí. La última película había sido difícil para mí.Zane me insistió en que era una excelente oportunidad, pero jamás imagine que el papel de p
Decirle al hombre más cotizado de la industria de Hollywood que seguirás casada con él por compasión no tiene precio.Es la guinda del pastel para este caos en el que me he metido.Siempre he sido un imán para los problemas. Pero creo que esta vez me he pasado y estoy metida en uno enorme.Por lo poco que he vislumbrado de la personalidad de mi nuevo marido. Puede darme cuenta de que es un tipo vanidoso, sabe lo que representa y por supuesto esta consiente de su atractivo.Un engreído total.Sin embargo, también me pregunto por qué accedí a seguir casada con él, cuándo lo que debería hacer era mandar todo al carajo e irme. Quizás porque mi ego herido no me permite exponerme de nuevo a las habladurías.—¿De verdad Cara? —susurro acostada en la cama de la habitación de invitados.Después de publicar el comunicado y de ir por mis cosas a la casa de Lucas, volvimos. Una sonrisa tira de mis labios al imaginar su cara cuando vea su comic de la primera aparición de Thor que le costó treinta
Sorbo de mi bebida mientras tomo algo de sol.Al menos ahora puedo tener un poco de tranquilidad luego de tanto estrés.Sí, hablar con mi madre me hace pensar en tantas cosas y termino sintiéndome como una mala persona.Así que, después de un desayuno delicioso, Celeste se retiró a terminar sus deberes y me quede en la piscina con mi libreta escribiendo algunas notas, las mismas las deje a un lado tratando de pensar cuál será mi próximo paso.Después de mi conversación con mis padres, sé que debo idear algo para arrastrar a Damián hasta mi casa.El problema es, ¿Cómo lo hago?También le escribí a Keyla y nos veremos al finalizar la semana cuando venga a LA.— Veo que estás disfrutando tu mañana — la voz de Damián irrumpe el silencio.Me quito las gafas de sol y me siento en el camastro para ver a Damián caminar hasta mí.Viste vaqueros desgastados y una camiseta blanca, todo el atuendo es despreocupado junto a sus botas de combarte desgastadas.El hijo de puta es sexi y eso no es nego
— ¿Lista para esto? — inquiere Damián cuando estaciona en el lugar indicado detrás del restaurante.— No alarguemos más esta agonía — digo ganándome una risa de su parte.Bajamos del coche y somos guiados hasta el inicio de la alfombra verde dispuesta para que la prensa haga su trabajo.Mis manos sudan y miro alrededor para notar como nos miran las personas.Unos con sonrisas.Otros con escepticismo y están los que nos miran mal.— Bien. Creo que oficialmente soy la peor ramera en este momento— susurro sintiendo un hueco en el estómago. Damián me mira frunciendo el ceño.— No eres nada de eso. Solo tienen envidia.— Vale. Ahora se le llama envidia.— Venga. Es el momento— dice cuando una de las organizadoras le hace una seña. Respiro profundo y cuando entramos a la alfombra, los reflectores y el flash de las cámaras me dejan casi ciega.Las personas gritan preguntas y otros dicen cosas que no entiendo.Es un maldito caos.— ¡A tu derecha Damián! — grita una voz masculina.Poso con mi
Nuestro objetivo fue cumplido con éxito.La prensa ha quedado encantada con nuestra aparición y tiene de que hablar por unos cuantos días.Muchas personas se acercaron a durante la noche y Damián las deleito con una historia que podría ser considerada para una adaptación cinematográfica.Al parecer lo nuestro fue amor a primera vista.¿De verdad?¿Se puede ser más hortera?Decidí seguirle la corriente.Sin embargo, no es como si me interesara agradarle. Siempre he sido muy hermética con la información que hago de conocimiento público. Damián por su parte, es una persona muy sociable y destaca entre la multitud. Es obvio porque ahora es el preferido de Hollywood.—¿Quieres algo de comer? —escucho que dice Damián junto a mí.Aunque acabamos de salir del restaurante. Como es Los ángeles, solo se sirvieron mini platos de degustación. Fue divertido ver la mueca de Damián.Al parecer, el hombre prefiere algo más sustancioso. La verdad es que yo también tengo ganas de algo más.— Muero por n
POV DAMIÁN.Esta mañana salí de casa muy temprano. Al detenerme junto a la puerta de Cara no escuche ruidos. Lo que quiere decir que todavía estaba dormida. Ayer, después de ese beso compartido nos conduje de regreso a casa. Durante el trayecto no dijo nada. Al parecer mis últimas palabras la desconcertaron.No es la única sorprendida por la confesión. Fui sincero cuando le dije que ella era una mujer capaz de poner mi mundo de pies a cabeza.¿Por qué?Míranos ahora. Casados cuando un matrimonio nunca ha estado en mis planes. Tampoco me considero material de esposo, pero veme aquí. Esposo de una mujer que apenas conozco. Cara me intriga, es brillante, capaz de sobreponerse a situaciones estresantes en un milésimo de segundo. Además de ser hermosa e intrigante.Sí. Intrigante.Hay algo que no he podido descifrar. No me pasa desapercibido que esconde algo, pero ¿Qué? Si quiero descubrirlo, debo ser muy sigiloso y tener paciencia porque Cara tiende a desconfiar de las personas a su alred