Narrador. Aslan se sintió feliz cuando vio que su automóvil fue el primero en cruzar la meta, puesto que había ganado la carrera y en cuanto bajó de su coche, su equipo de trabajo corrió hacia la pista con el fin de celebrar junto a él. Cargando con admiración a su piloto estrella, mientras que e
Narrador. Ebrio de más y totalmente fuera de sí, Aslan sintió cómo un cuerpo caliente y bastante suave cayó sobre el suyo. —¿Eres tú Natasha? — se atrevió a preguntar, arrastrando cada palabra que Ashley no comprendía.» ¿Has venido a discutir? »Shuss—Le pidió silencio antes de agregar: — por fav
Narra Ashley. Rompí a llorar de pura rabia, me siento invadida por el coraje al verme indefensa, y quiero defenderme porque esto no se podía quedar así. —Ashley, querida, ¿estás despierta? — Mi madre dejó varios toques en la puerta y tras ver que no respondía nada, dijo: — Te busca William—en o
Narrador. Luego de que Ashley firmó, veía como Alonso tomaba el extracto matrimonial, junto al bolígrafo, y caminaba hasta detenerse delante de Aslan; mientras ella seguía pendiente de cada movimiento, pero dicho adefesio como ella misma lo nombraba no tenía el más mínimo interés en el circo que
Narra Ashley.Vi a una pequeña en una silla para bebé, jugando con un trozo de pan mientras una chica le daba cucharadas de una sopa de verduras aplastadas. Me senté en la mesa y me quedé observando a la bebé, es un amor de niña: con grandes ojos azules y mejillas redondas y rosadas, dos coletas en
Narra Ashley.En el momento que intentaba salir vi una sombra detrás de un mueble, y traté de fijarme en la imagen mientras mi aliento se detenía en mi garganta, pero él echaba hacia atrás con su silla eléctrica. —¿Quieres vender información sobre mí a la prensa amarillista del país?, dices no quer
Narrador.Aslan entró sin hacer ruido, pero como ella estaba paranoica y muy nerviosa sintió su presencia, de modo que levantó un poco la cabeza y él avanzó a la entrada del guardarropa; así que, lo miro con fastidio y molestia. — El gran corredor, conduciendo su moderno auto. — Se mofó ella con vo
Narra Aslan. Igual debo ver si está loca, aunque es bonita y trata bien a Zaira aún no sé si es una lunática y sabe Dios si mi padre investigó quién es ella; me dirijo a mi gimnasio en casa. —¿Cómo te llamas?, primero que nada, que locura que no sepa tu nombre, lo escuché vagamente ayer, pero no