POV DE BIANCA.Suelto un suspiro u me giro para quedar frente a frente con ella. Al tenerla de cerca se puede notar la gran capa de maquillaje que cubre su rostro.—Solo eres una simple secretaria que usara y desechara cuando se canse —acomoda su cabello y sonríe satisfecha, pero su sonrisa se esfuma cuando Freddy se acerca y aclara.—Te equivocas, Dayi no es una simple secretaria —quiero evitar que continúe hablando, no obstante, Freddy me detiene. Temo que confiese lo que en verdad soy para Antón. Esa mujer parece no saber nada sobre mi relación con Antón, y si él me ha negado delante de ella, es porque es muy importante para él. Si se entera de que en verdad soy la esposa, seguramente discutirán, Antón se enojará por esto.—Freddy, por favor, no lo…—Ella es la esposa de Antón. Dayana y Antón están casados desde ya hace meses — La expresión de esa mujer cambia por completo, y yo siento terror de lo que pueda pasar. No se porque siento tanto miedo. —Mientes, Antón ni si quiera car
POV DE BIANCA.Durante el viaje cierro los ojos y me pierdo en los recuerdos, recuerdos buenos, de las primeras semanas que compartí con él. Su sonrisa divina en momentos cuando estaba feliz. El primer beso que me dio, ese fue el momento exacto en el que me enamoré, en el que me dejé llevar y creer que podía tener un bonito amor. Mi primer amor. Pero no fue así, no fue nada de lo que imaginé.Las lágrimas ruedan de mis ojos sin esfuerzo, aun cerrados siguen dejando salir a cuanta gota se asome.Dentro de unas horas me encontraba aterrizando en Austin, aquí empezaría mi nueva vida, lejos de mi padre, lejos de él, lejos de lo que había sido mi vida, mi desdichada vida.—¿Tiene familiares aquí? —asiento, pero en realidad es que no tengo ningún lugar donde vivir. Hay poco dinero en mi cartera, pero creo que suficiente como para pasar unas noches en un hotel. —¿Cuánto le debo? —sonríe y niega.—No sé preocupe, no me debe nada.—Pero…—Mejor ahorre ese dinero, creo que le va a hace
POV DE ANTÓN.Me encuentro en el despacho frente al computador, revisando el nuevo lanzamiento de ese cretino que se atrevió a cortar lazos con mi empresa. Lo bueno es que no fui yo quien perdió si no él, porque tuvo que pagar una gran suma de dinero para rescindir el contrato.Mientras observo el video, veo algo que capta mi atención. Frunzo el ceño al ver la mujer que se cubre el rostro, repito la imagen una y otra vez, la expando para ver sus facciones, al lograr tener la imagen que quiero sonrío.—Al fin te encontré.Rápidamente agarro el teléfono y le marco a Damm—Prepara el jet, viajaremos a Austin. —¿Austin? ¿Qué vas a hacer allá? No se supone Walker rompió alianza con Lácteos Toni hace cuatro años. Y ya veo porque lo hizo. Ese miserable se llevó a mi mujer, pero ni crea que se la dejaré. —Solo hazlo.Cuelgo y contemplo la fotografía de mi querida esposa. Presiono los puños al recordar ese día, la sangre me hierve haciendo que empiece a sentir la irritación crecer.
En el pasado, los fines de semana solía dormir hasta muy tarde, eran los únicos días en los cuales podía descansar, sin embargo, desde que aquella hermosa bebé llegó a mi vida, no puedo dormir más de las 8am.Siento esas manitos caer sobre mi rostro, acaricia mi piel con esas suaves palmas, al abrir mis ojos me encuentro con los de ella, son tan verdes y redondos como los de su padre.—Mami ¿Estás enferma? —No estoy enferma. Solo estoy cansada, pero una gatita traviesa no me deja dormir —la tiro en la cama y le hago cosquillas, sonríe mostrando sus pequeños dientes blancos.—Mami, tengo hambre —su voz angelical ilumina mi corazón.—¿¡Mi bebé tiene hambre!? —la beso por todas partes, restregó mi nariz en sus costillas haciendo que ría a carcajadas.Pasamos varios minutos jugando sobre la cama, mi pequeña Luz se parece mucho a él, saco sus ojos, su color de cabello, el molde de los labios, y esa nariz perfecta y bien perfilada. Es una niña muy hermosa, una completa princesa que
POV DE DAYANA. Me encontraba en la ciudad de los Ángeles, caminando hacia el altar, con los ojos empañados de lágrimas y un dolor profundo en el corazón. Los motivos, no quería casarme porque ni siquiera conocía a mi esposo, jamás lo había visto, solo sabía que mi padre perdió todo en el casino, y que ese amable caballero pagó su deuda a cambio de mí. Y aquí iba, directo al hombre que me aceptó por parte del pago.Divisé la imagen parada frente a el sacerdote, pero no logré ver su rostro, pues estaba de espaldas a mí. A medio camino me detuve, dejé caer el ramo. —Bianca ¡no te atrevas! —gritó mi padre, quien se encontraba cerca del altar, pues no quise que me entregara al altar, porque estaba siendo forzada a casarme, y él era el responsable. Pero nada de lo que dijo me detuvo, lo único que quería era escapar, por ello agarré los ruedos del vestido y salí corriendo, tomé el taxi que pasaba y le pedí que acelerara. Como cargaba mi pasaporte debajo de mi vestido, supliqué a ese hombr
RELATA ANTÓN Al llegar a casa encuentro a mi tía en un colapso de nerviosismo, aprieto mis puños con mucha fuerza y los golpeo contra la pared. Verla así me duele en el alma, quisiera hacer algo para quitarle ese dolor, sanar sus heridas, pero no puedo.Juro que no descansaré hasta encontrar a ese maldito que le hizo esto. Voy a encontrar al desgraciado que destruyó la vida de mi tía y la mía, y cuando lo encuentre, haré que desee estar muerto.—Ya pasó tía. —No ha pasado Antón, no va a pasar nunca, no hasta que Mario esté muerto. Mientras ese hombre viva, no podré estar en paz.—Te juro que lo encontraré y lo mataré. A él y a toda su descendencia lo haré pagar con creces estos años de augurios que hemos tenido.Le aseguro mientras le acaricio los cabellos. Es la promesa que siempre le hago, pero hasta ahora no puedo cumplir.Me quedo junto a ella hasta que se duerme.Desde aquella noche, cuando mis padres y abuelos murieron en manos de Mario Vargas, mi tía Inma ha luchado para mant
RELATA ANTÓN.Suspiro al verla salir, quiero detenerla, pero desisto. Pues no sé qué me pasa. Estoy perdiendo el control, escucho un fuerte latir en mis oídos, el cual no me deja escuchar lo que Damm me dice.—Antón, hay algo importante que debe saber.—Vamos a la oficina.Ingreso y la encuentro antes de llegar al ascensor. Me quedo de espaldas al ingresar porque no puedo mirar su cara después de haberla besado. No quiero expresar en mi rostro algo que pueda confundirla.Cuando la veo irse a través del espejo del ascensor, le indico a Damm presione el botón de subir. Llegando a la oficina poso la mirada en su asiento vacío. Suelto un suspiro y sigo hasta mi asiento. Acomodándome en este y arreglando mi traje, pregunto.—Qué es eso importante que tienes para decirme.—Tenemos una pista.—¿Que pista? —Hay una hija de él viviendo en esta ciudad.—¿Dónde está esa perra para apretarle el cuello hasta que me lleve al malnacido de su padre? —inquiero con la sangre hirviendo en mis venas.—A
RELATA DAYANA—Me sentí mareada —miento, no voy a decirle que recibí un correo de mi padre amenazándome, porque estoy segura que es él, él y nadie más que él.—Mujer ¿no estarás embarazada? —Imposible —digo porque apenas ayer empecé a tener relaciones, y fue con Antón, el hombre que amo, pero eso Rous no lo sabe. Rous se va a su asiento apenas ve a Antón llegar. Este me lleva a su oficina como cada día, pero en esta vez, no quiere trabajar, lo sé porque baja las cortinas del ventanal, seguido viene a mí, me besa con fervor y me arrima al escritorio.—Antón, aquí no—¿Por qué?—Rous nos puede ver y escuchar.—Nadie nos verá, menos escuchará. Ya llegaran por Rous para hacer algo fuera de aquí.En ese momento escucho a Rous irse, mientras tanto Antón alza mi falda, rueda mi panti, seguido rueda el cierre de su pantalón, mirándome con lujuria lo coloca en mi entrada. Sus manos atrapan mis nalgas y desde ahí me apega a él. Suelto un grito al momento que su erecto y tibio miembro me trasp