POV DE BIANCA. Por la mañana cubro las ojeras con algo de maquillaje, porque me veo como una china, con ojos muy pequeños y unos parpados muy grandes. Tras salir de casa me dirijo al hospital del doctor Mikel. Espero sentada en las sillas mientras llega mi turno. Al salir me observa con los ojos achicados, retira sus lentes y se acerca. —¿Por qué no me avisaste que estabas aquí? No debiste esperar. —Suelo respetar los turnos de cada quien, doctor —no me gusta ir por la vida ganando los lugares de los demás, sin merecerlo. —¡Que buena chica! Me hace pasar, ahí dentro me pide que me siente, mientras anota algunas cosas, solicita retire las gafas. —¿Por qué cargas gafas de sol? —Tengo una infección en los ojos. —¿En serio? Déjame ver —niego, pero él se levanta y retira mis gafas, pues es doctor y ante una infección no me dejará ir sin revisarme —¿Has llorado? —bajo la mirada ante su pregunta—. Porque esa hinchazón no es de infección, eso es de haber llorado días enteros.
—¿Es cierto eso? Por eso tienes tus ojos hinchados, es por eso que has llorado —aparta la mirada de mí y la posa en Antón—. Antón, Dayana, ustedes no pueden divorciarse. —¿Por qué no? Si no existe amor de parte de una persona, no tiene caso seguir casados —digo aun con la mirada de Antón puesta en mí. —Dayi estás embarazada. Van a tener un hijo —aquellas palabras revientan en mi mente como un estallido de pirotecnias. El corazón se me detiene y empieza a latir desbocadamente. Burbujas se forma en mi vientre al cual llevo las manos. —¡Eso no puede ser! Dayana se está cuidando ¿verdad que te estás cuidando? —inquiere con su mirada frívola. —Claro que me estoy cuidando, los exámenes deben ser erróneos. —No hay error, los repetí. Lo que sea con lo que se estaba cuidando ha dejado de hacer efecto, porque tiene un mes de embarazo —extiende el resultado hacia nosotros, para que uno de los dos lo tome. Llevo la mano hacia los resultados, los abro sutilmente con cuatro ojos observán
POV DE BIANCA.Durante el viaje cierro los ojos y me pierdo en los recuerdos, recuerdos buenos, de las primeras semanas que compartí con él. Su sonrisa divina en momentos cuando estaba feliz. El primer beso que me dio, ese fue el momento exacto en el que me enamoré, en el que me dejé llevar y creer que podía tener un bonito amor. Mi primer amor. Pero no fue así, no fue nada de lo que imaginé.Las lágrimas ruedan de mis ojos sin esfuerzo, aun cerrados siguen dejando salir a cuanta gota se asome.Dentro de unas horas me encontraba aterrizando en Austin, aquí empezaría mi nueva vida, lejos de mi padre, lejos de él, lejos de lo que había sido mi vida, mi desdichada vida.—¿Tiene familiares aquí? —asiento, pero en realidad es que no tengo ningún lugar donde vivir. Hay poco dinero en mi cartera, pero creo que suficiente como para pasar unas noches en un hotel. —¿Cuánto le debo? —sonríe y niega.—No sé preocupe, no me debe nada.—Pero…—Mejor ahorre ese dinero, creo que le va a hace
POV DE ANTÓN.Me encuentro en el despacho frente al computador, revisando el nuevo lanzamiento de ese cretino que se atrevió a cortar lazos con mi empresa. Lo bueno es que no fui yo quien perdió si no él, porque tuvo que pagar una gran suma de dinero para rescindir el contrato.Mientras observo el video, veo algo que capta mi atención. Frunzo el ceño al ver la mujer que se cubre el rostro, repito la imagen una y otra vez, la expando para ver sus facciones, al lograr tener la imagen que quiero sonrío.—Al fin te encontré.Rápidamente agarro el teléfono y le marco a Damm—Prepara el jet, viajaremos a Austin. —¿Austin? ¿Qué vas a hacer allá? No se supone Walker rompió alianza con Lácteos Toni hace cuatro años. Y ya veo porque lo hizo. Ese miserable se llevó a mi mujer, pero ni crea que se la dejaré. —Solo hazlo.Cuelgo y contemplo la fotografía de mi querida esposa. Presiono los puños al recordar ese día, la sangre me hierve haciendo que empiece a sentir la irritación crecer.
En el pasado, los fines de semana solía dormir hasta muy tarde, eran los únicos días en los cuales podía descansar, sin embargo, desde que aquella hermosa bebé llegó a mi vida, no puedo dormir más de las 8am.Siento esas manitos caer sobre mi rostro, acaricia mi piel con esas suaves palmas, al abrir mis ojos me encuentro con los de ella, son tan verdes y redondos como los de su padre.—Mami ¿Estás enferma? —No estoy enferma. Solo estoy cansada, pero una gatita traviesa no me deja dormir —la tiro en la cama y le hago cosquillas, sonríe mostrando sus pequeños dientes blancos.—Mami, tengo hambre —su voz angelical ilumina mi corazón.—¿¡Mi bebé tiene hambre!? —la beso por todas partes, restregó mi nariz en sus costillas haciendo que ría a carcajadas.Pasamos varios minutos jugando sobre la cama, mi pequeña Luz se parece mucho a él, saco sus ojos, su color de cabello, el molde de los labios, y esa nariz perfecta y bien perfilada. Es una niña muy hermosa, una completa princesa que
POV DE ANTÓN.Me quedo en trance, con la mirada perdida y la mente en esa voz dulce que escuché. Salgo del transe al escuchar aquel hombre quejarse en el suelo y decir.—Veo que esa llamada te dejó ido ¿Quién era?—¿Ahora quieres investigar mis llamadas?—Debió ser alguien muy tenebroso para que hayas bajado la guardia y te hiciera perder el instinto asesino en serie de hace un momento. Mira nada más, hasta pálido te pusiste ¿No será que Dayana escapó de tu encierro?—Al contrario, me hizo encenderlo más —camino hacia él que acaba de levantarse. Al verme acercar se prepara para atacarme, esquivo su puño, agarro su corbata y lo giro dejando su cuello envuelto en esta misma—. Largo de aquí —le llevo hasta la puerta, al abrir esta lo lanzo a fuera, cae por las patas de mis hombres, los cuales lo miran con intriga—. Echen ese perro sarnoso a la calle y que no vuelva más por aquí.—Volveré porque tienes a Dayana, y no permitiré que le vuelvas a hacer daño.Me detengo, pienso por un momento
POV DE BIANCA.—¡Padre! —pido ver a mi hija y no me la deja. Le digo que haré todo lo que él quiera, que me iré con Nery si aún me requiere, pero que no aparte a mi hija de mi lado, que no se la entregue a Antón.Se va sin asegurarme nada, simplemente se marcha dejándome angustiada por lo que piensa hacer. Temo por mi pequeña, temo por mí. Ambas separadas, con hombres que nos quieren ver muertas. Porque supongo que él me querrá muerta después de dejarlo plantado en la iglesia. Y Antón asesinará a mi hija porque no quiere que su sangre se mezcle con la mía.Lloro, atada de pies y manos lloro, porque no puedo liberarme, porque no puedo salvar a mi hija. Juré el día de su nacimiento protegerla con mi vida, no obstante, ahora la mía también está en riesgo.Paso hora enteras esperando que alguien venga, que alguien quiera ayudarme, pero nadie lo hace, nadie me ayuda.Hora más tarde aparece mi padre y dos hombres a los cuales le ordena me desaten, cuando estos los hacen les ordena—. Llévenl
POV DE ANTÓN.Ante mi petición, Walker se pone de pared entre ella y yo, asegurando que no permitirá que cruce la línea, y me exige que le entregue a la niña si es que quiero salir librado, ya que la policía está en camino.Le lanzo una mirada asesina a ese infeliz que se cree con derecho de intervenir en los asuntos de Bianca y míos.Aparto la mirada de ese hombre y la poso en ella. No vuelvo a preguntarle porque ya lo hice, lo que hago es dar un paso hacia atrás. Ella intenta caminar, pero Walker la detiene, entonces le dice.—Davis, vuelve, yo estaré…—Dayana, no. No puedes acceder a las peticiones de este hombre, Dayana podemos denunciarlo por secuestro, acusarlo por intentar asesinar te hace años atrás y obligarte a querer abortar —me mira— ¿Te acuerdas de eso Walker? ¿Recuerdas que quisiste que ella abortara a esa misma niña que tienes en tus brazos?En ese momento la policía llega, Walker aparta la mirada de mí para mirar la policía, en ese descuido Dayana cruza la línea.—Retí