POV DE BIANCA.—¡Padre! —pido ver a mi hija y no me la deja. Le digo que haré todo lo que él quiera, que me iré con Nery si aún me requiere, pero que no aparte a mi hija de mi lado, que no se la entregue a Antón.Se va sin asegurarme nada, simplemente se marcha dejándome angustiada por lo que piensa hacer. Temo por mi pequeña, temo por mí. Ambas separadas, con hombres que nos quieren ver muertas. Porque supongo que él me querrá muerta después de dejarlo plantado en la iglesia. Y Antón asesinará a mi hija porque no quiere que su sangre se mezcle con la mía.Lloro, atada de pies y manos lloro, porque no puedo liberarme, porque no puedo salvar a mi hija. Juré el día de su nacimiento protegerla con mi vida, no obstante, ahora la mía también está en riesgo.Paso hora enteras esperando que alguien venga, que alguien quiera ayudarme, pero nadie lo hace, nadie me ayuda.Hora más tarde aparece mi padre y dos hombres a los cuales le ordena me desaten, cuando estos los hacen les ordena—. Llévenl
POV DE ANTÓN.Ante mi petición, Walker se pone de pared entre ella y yo, asegurando que no permitirá que cruce la línea, y me exige que le entregue a la niña si es que quiero salir librado, ya que la policía está en camino.Le lanzo una mirada asesina a ese infeliz que se cree con derecho de intervenir en los asuntos de Bianca y míos.Aparto la mirada de ese hombre y la poso en ella. No vuelvo a preguntarle porque ya lo hice, lo que hago es dar un paso hacia atrás. Ella intenta caminar, pero Walker la detiene, entonces le dice.—Davis, vuelve, yo estaré…—Dayana, no. No puedes acceder a las peticiones de este hombre, Dayana podemos denunciarlo por secuestro, acusarlo por intentar asesinar te hace años atrás y obligarte a querer abortar —me mira— ¿Te acuerdas de eso Walker? ¿Recuerdas que quisiste que ella abortara a esa misma niña que tienes en tus brazos?En ese momento la policía llega, Walker aparta la mirada de mí para mirar la policía, en ese descuido Dayana cruza la línea.—Retí
POV DE BIANCA.Detengo el aire mientras lo tengo muy cerca. Mi corazón late desbocado ante su presencia y esa mirada profunda. Me sacudo para liberarme de él, seguido me adentro al baño porque quiero estar en un lugar donde su jodido aroma, el cual es exquisitamente sabroso, y sus hermosos ojos no me vean.Definitivamente soy tan estúpida que en todos estos años y después de lo que me hizo e intentó hacer, no haya podido odiarlo. Pero soy tan débil para guardar rencores por alguien que, a pesar de ser malvado y perverso, me dio la cosa más maravillosa del mundo; mi hija.—¡Tonta! ¡Tonta! —Golpeo mi frente con la palma de mi mano por la estúpida sensación que estoy sintiendo.Una parte de mí se siente feliz de estar nuevamente junto a él. ¿Están escuchando? ¡Me siento feliz! No seré más burra porque no soy más idiota.Suspiro y dejo de insultarme. Recuerdo cada una de las humillaciones que me hizo, mi yo interno me grita que debo huir porque volverá a lastimarme y esta vez lo hará junt
POV DE BIANCA.Se persuadían con la mirada, y yo estaba en medio de la discusión como si fuese la culpable de que divina pareja se molestara.—No puedo creer que hayas traído a esta mujer a nuestra casa ¿Por qué no le hiciste firmar el divorcio allá? —Ahora comprendo todo, es por el divorcio. ¡Qué estúpida Bianca! ¿Cómo se te ocurrió pensar que el rescate fue porque en verdad quería a Luz? Más aún ¿Cómo pudiste creer que te había traído a su hacienda porque en verdad estaba arrepentido?Él te odia, odia que sea una Vargas, obviamente también odia a Luz, ya que es una mezcla de su sangre con la de un Vargas, y seguramente nos trajo aquí para terminar con lo que hace años atrás no pudo.—¿Nuestra casa? —inquiere irónico—. No eres mi esposa, Leila.—Pronto lo seré, y aunque no lo sea, lo tuyo es mío… no lo olvides.En medio de esa discusión me acerco a él.—Dame los papeles —aparta la mirada de ella y la posa en mí— ¿Dónde están los papeles? —sigo insistiendo—. Dámelos, te los firmo ahor
POV DE ANTÓN.Yo no imaginaba que mi vida cambiaría de un momento a otro cuando una niña de ojos verdes se lanzara a mis brazos y me dijera que me amaba.Bastaron unas horas compartiendo con ella, para que se ganara por completo mi corazón. Ella era parte de mí, de Bianca, de eso que un día sentimos, o que aun siento. Carajo, no puedo negarme a mí mismo lo que siento, lo que ella aun despierta en mí.Mientras estaba en la habitación pensaba, lo analizaba y lo volvía a pensar. Miraba a Luz, la pequeña Luz que concebimos con Bianca, quien nos uniría por siempre, a pesar de que no estuviéramos juntos, estaríamos unidos por ella.No podía imaginar a Bianca con alguien más, no podía si quiera pensar en volverla a dejar ir. Ella tenía que quedarse a mi lado, junto a mí, criando a nuestra hija. Tenía que darme una nueva oportunidad, sé que no la merecía, pero la buscaría, y para eso, debía terminar con ese trato absurdo que hice hace tiempo atrás.La deuda ya la había pagado, solo me mantenía
POV DE BIANCA. Compartimos unas horas felices con Freddy y mi hija, hasta que llegó esa mujer a arruinar nuestra dicha. Se paró en frente de mí, mirándome con desprecio.—¿Se te perdió algo?—¡Te crees la gran señora! ¿No?—No me creo, soy —dije firmemente porque en mis conocimientos, yo era la esposa de Antón, no obstante, Leila se río en mi cara. Soltó grandes carcajadas cuando dije eso.Inma vino a impedir que lo dije, empezó a empujarla para sacarla de casa, no obstante, ella la empujó con más fuerza lanzándola al suelo. Me fui contra Leila, porque a pesar de que no tenía una buena relación con Inma, esta era una mujer mayor, y no merecía ese trato.Fredy llevó a mi hija dentro, para que no presenciara esta pelea.—¿Sabes lo que eres? ¡Nadie! ¡No eres legalmente la esposa de Antón! —estaba diciéndome esas cosas cuando Inma la agarró de los cabellos y la llevó hacia la salida, pero Leila seguía diciendo— ¡Se casó con un juez falso, no eres su esposa!, ¡nunca lo has sido!Fui hasta
POV DE BIANCAMi madre se despide, incluso dejando un beso en mi frente. Se va sin siquiera prestar atención a lo que digo.Le he dicho que estoy secuestrada por quien creía era mi esposo y eso a ella parece no importarle. Otra madre en su lugar, al menos yo por mi hija, haría todo. Si me dijera que el hombre que dice ser su esposo la tiene atrapada, buscaría mil y unas formas para sacarla de ese lugar, incluso me enfrentaría a él. Pero mi madre no lo hace, se marcha, como si nada importante salida de ella se quedará atrás. Me quedo viéndola partir, con un vacío en el pecho, como y hubieran lanzado una bala enorme en mi pecho y dejaran un hueco en él. Perdida en mis pensamientos estoy cuando siento caer la respiración de Antón tras mi cuello, me giro rápidamente provocando que mis pies se tropiecen y mi cuerpo se desequilibre. Abro mis ojos como plato al momento que siento sus manos sostenerme.Su mirada fija, su tacto, su misma respiración o que se yo, impactan mi corazón elevando e
POV DE BIANCA.Por la noche cuando Antón llega mi pequeña corre a sus brazos, les contemplo jugar hasta que se quedan agotados. Caen sobre el mueble, exhaustos, pero aun realizándose cosquillas unos al otro.Mientras ellos se divierten, mi mirada está puesta en su dirección, pero mis pensamientos en lo que hablamos en la mañana. Por un instante lo de volver a empezar no me parece mala idea. Podría olvidar todo, siempre y cuando mi princesa sea feliz. Salgo de los pensamientos cuando una de las empleadas se acerca a informar que, la cena está lista. Antón levanta a Luz, la sube sobre sus hombros, y así se va con ella hacia el comedor. el camina con Luz sentada sobre sus hombros, yo me quedo suspirando y viéndole partir. Mientras me levanto para seguirle, el timbre suena. La misma empleada que nos informó de la cena, se acerca a abrir. Me detengo para ver quién es.—¡Buenas noches! —Frunzo el ceño al ver un policía.—Disculpen ¿A quién buscan? —Inquiere la empleada.—Necesitamos hablar