—No puedo permitir que salgas de aquí…— susurró, dejando que sus labios rozaran los de ella en cada palabra dicha por sus labios, hasta que perdió el control y le fue imposible no tomar los labios de su exesposa que en esos momentos se entreabrieron.No dejaría que volviera a quejarse, o que le alejara con sus palabras. El cerebro de Claire se desconectó en el instante en que esos labios empezaron a hablar rozando los suyos y no pudo más que llevar los brazos alrededor de su cuello y corresponder ese beso.—Tampoco quiero demandarte por llevarlo, solo deseo saber… Necesito saber…— No me hagas esto — pidió rozando su nariz al hablar mientras deslizaba las manos por sus hombros con mucha suavidad, notando los músculos que escondía su camisa, esa maldita tensión sexual, era superior a sus fuerzas.—¿Hacerte qué, Claire?— rozó su nariz con la de ella, incapaz de alejarse. Negándose a darle el espacio que ella le pedía.— Yo no puedo…— abrió los ojos y se encontró con la mirada de Jareth
—Si por favor, dinos en qué trabajas— secundó Jareth a la pregunta hecha por el paisajista del otro equipo, debía ser un vagabundo, esperaba que lo fuera. Así tendría algo que criticar al señor perfecto.Era molesto no poder encontrar un defecto en alguien que consideraba un rival. — Tengo una empresa pionera en energías renovables — explicó George ajustándose al plan que Claire le había dado desde el principio.—Suponía que eras un camarero de cruceros o algo así. Lo que me sorprende es que Claire superará su miedo a las embarcaciones marinas.Jareth aún recordaba lo mucho que le había costado que ella se relajara y disfrutara de su único y perfecto paseo en el yate de su familia.El lugar donde él comprendió que no huir terminaría completamente atrapado por ella y los deseos de sus padres.George pareció incapaz de responder en ese momento, no sabía que su supuesta prometida tenía miedo a las embarcaciones, pero Claire sabía exactamente lo que tenía que decir para salvar ese moment
— No sé cómo es capaz de desquiciarme tanto — se quejó Claire comiendo de una de las 7 bolas diferentes de helado que contenía su copa.— Está loco por ti — Aseguró George mientras la observaba comer y le daba un sorbo a su café helado. — Y tú por él ¿No sería más fácil decirle la verdad?Claire fulminó al actor que hacía de su prometido y negó rápidamente, era imposible, él no sentía nada por ella. Era experto en fingirlo, no por nada había caído en sus redes y esperado con ansias ser amada durante tres años.—Tres años estuvimos casados y solo me tocó una única vez— cuanto más se acordaba de ese tiempo más se volvía a enojar haciendo que clavara la cuchara en el helado con un gesto homicida.—Quizá es impotente o eyaculador precoz y le daba vergüenza — George no podía entenderlo, él era bisexual y a pesar de que prefería a los hombres normalmente, sería incapaz de dormir tres años en una cama con esa mujer y no tocarla, ciertamente Claire era una de las mujeres más guapas que había
Bueno, ya que el auto lo dejo ahí, suponía que era Claire la que lo manejaría, o mejor dicho la que tendría que aceptar que su amigo la llevara al darse cuenta de que no podría usarlo.Por lo que su trabajo ya estaba hecho y haría lo mismo que el hombre que acababa de irse. Tenía muchas ganas de llamar a su novia Alissa y contarle lo que pasaba y burlarse de Jareth juntos. Era un tema del cual jamás se cansarían de hablar, de eso y de follar. Por supuesto no tenían problemas, pero ambos eran excéntricos a su manera, lo único normal que tenían en común era chismorrear de Jareth o del ex de su novia.—Porque mejor no te sientas y comemos juntos helado, Claire.— No gracias, no tengo ganas de compartir nada contigo y mucho menos mi tiempo.Ella regresó molesta a su mesa dándose cuenta de que George se había desaparecido, posiblemente estaría en el baño, así que simplemente se sentó y empezó a comer helado como si lo acuchillara con la cuchara a cada cucharada que comía.¿Dónde se habría
Después de que Jareth hubiera hecho evidente su falla en el plan de no hablarle, Claire no tuvo otra opción más que la de responderle para indicarle donde vivía.Tras un cuarto de hora de indicaciones por fin llegaron a su casa, era demasiado estar encerrada en el mismo lado con él como a un cuarto de hora se le había hecho eterno. El aroma que dejaba en el ambiente, su sonrisa, su maldita voz, todo la tenía ansiosa por salir del maldito coche y despedirse de él hasta él.— Bueno Jareth supongo que debo darte las gracias por traerme.— Debes pagarme el viaje.Ella rodó los ojos y sacó la cartera en un intento por apartarse de él cuanto antes.— No quiero dinero, Claire quiero un beso.Ella negó rápidamente, no podía besarlo porque si lo besaba estaba perdida, cada vez que él la besaba ella dejaba de pensar y se dejaba llevar por sus sentimientos y no podía hacer eso mucho menos en la puerta de su casa.Jareth cerró todos los pestillos del coche dejando claro que no la dejaría marchar
A lo único que le prestó atención Jareth, fue a la cama, donde ambos cayeron enredándose en las sábanas, solo alejándose para terminar de desvestirse, y volverla a cubrir con su cuerpo, volviendo a besarla, no solo en sus labios, Jareth deseaba poder besar cada parte de su cuerpo, y eso hizo tras besar sus labios, bajó por su cuello, hasta sus senos, tocándolos con la punta de su lengua, notando como ella se estremecía, ante esa simple acción, antes de pasar al otro.Joder, deseaba alargar ese momento, deseaba que ella perdiera el control, que lo deseara más allá de lo posible, pero a él mismo le estaba resultando imposible, no querer enterrarse en ella.—Mierda, Claire… no puedo, no puedo aguantar más — susurró dejando de mimar sus senos, colocándose de nuevo sobre ella. Jareth llevo sus manos hasta su cadera alzándola, joder no podía alargar más ese momento, la necesitaba ya y eso hizo.— ¡Hazlo, Maldita sea Jareth! ¡Hazlo ya…!— exigió ella atrayéndolo sobre su cuerpo y empujándose
Jareth se sorprendió por lo que Claire le propuso. No era exactamente lo que él tenía en mente sugerirle.—¿Quieres ser mi amante?— le preguntó, sintiendo que su estado de ánimo calmado se iría pronto.Ser amante de Claire significaba que tenía que soportar a su estúpido prometido. ¿Pero tenía otra opción?No, estaba conociendo a Claire y aunque parecía una persona amable, no lo era del todo, es más, le gustaba que todo fuera a su modo y esa manía de tener todo bajo control la hacía adorable de cierta manera.—Bien, seamos amantes— le respondió tomándola del mentón y atrayéndola hacia él una vez más para besarla.—Pero pongamos un par de reglas, una especie de contrato entre nosotros, así evitaré matar a tu prometido. ¿En serio que viste en ese sujeto?Se sentía horrible con ese trato, por un momento habría deseado que él se negara y le dijera que no, que quería algo más con ella, pero ¿Cómo iba a hacer eso si cuando la tuvo de esposa no le hizo ningún caso?Se sentía que se estaba r
—Jareth— Por fin se liberaba de su secreto, por fin el padre de sus hijos sabía la verdad y ella no podía hacer más que entregarse a él.Pasó los brazos tras su cuello y se aferró a él mientras sus piernas le rodeaban las caderas, ansiosa, caliente a pesar del agua que fría que caía sobre ellos y se empeñaba en enfriar sus pieles.—Claire…— volvió a repetir su nombre en cuanto ella lo llamó, se encontraba furioso, por supuesto que lo estaba cómo no estarlo con ella. Pero aun así no podía culparla por hacer lo que hizo. La había lastimado por más de tres años.— Yo solo, yo no podía más con este secreto — aseguró frotándose contra él, sintiendo su dureza contra su entrada, provocándolo para que la penetrara. Gimiendo por la forma en que besaba su cuello y parecía querer consumirla y ella quería consumirse en sus brazos, contárselo todo, decirle cuánto lo había necesitado todo ese tiempo.Sus cuerpos parecían querer fundirse una vez más. El mismo Jareth ya no podía esperar más, por lo qu