Bueno, ya que el auto lo dejo ahí, suponía que era Claire la que lo manejaría, o mejor dicho la que tendría que aceptar que su amigo la llevara al darse cuenta de que no podría usarlo.Por lo que su trabajo ya estaba hecho y haría lo mismo que el hombre que acababa de irse. Tenía muchas ganas de llamar a su novia Alissa y contarle lo que pasaba y burlarse de Jareth juntos. Era un tema del cual jamás se cansarían de hablar, de eso y de follar. Por supuesto no tenían problemas, pero ambos eran excéntricos a su manera, lo único normal que tenían en común era chismorrear de Jareth o del ex de su novia.—Porque mejor no te sientas y comemos juntos helado, Claire.— No gracias, no tengo ganas de compartir nada contigo y mucho menos mi tiempo.Ella regresó molesta a su mesa dándose cuenta de que George se había desaparecido, posiblemente estaría en el baño, así que simplemente se sentó y empezó a comer helado como si lo acuchillara con la cuchara a cada cucharada que comía.¿Dónde se habría
Después de que Jareth hubiera hecho evidente su falla en el plan de no hablarle, Claire no tuvo otra opción más que la de responderle para indicarle donde vivía.Tras un cuarto de hora de indicaciones por fin llegaron a su casa, era demasiado estar encerrada en el mismo lado con él como a un cuarto de hora se le había hecho eterno. El aroma que dejaba en el ambiente, su sonrisa, su maldita voz, todo la tenía ansiosa por salir del maldito coche y despedirse de él hasta él.— Bueno Jareth supongo que debo darte las gracias por traerme.— Debes pagarme el viaje.Ella rodó los ojos y sacó la cartera en un intento por apartarse de él cuanto antes.— No quiero dinero, Claire quiero un beso.Ella negó rápidamente, no podía besarlo porque si lo besaba estaba perdida, cada vez que él la besaba ella dejaba de pensar y se dejaba llevar por sus sentimientos y no podía hacer eso mucho menos en la puerta de su casa.Jareth cerró todos los pestillos del coche dejando claro que no la dejaría marchar
A lo único que le prestó atención Jareth, fue a la cama, donde ambos cayeron enredándose en las sábanas, solo alejándose para terminar de desvestirse, y volverla a cubrir con su cuerpo, volviendo a besarla, no solo en sus labios, Jareth deseaba poder besar cada parte de su cuerpo, y eso hizo tras besar sus labios, bajó por su cuello, hasta sus senos, tocándolos con la punta de su lengua, notando como ella se estremecía, ante esa simple acción, antes de pasar al otro.Joder, deseaba alargar ese momento, deseaba que ella perdiera el control, que lo deseara más allá de lo posible, pero a él mismo le estaba resultando imposible, no querer enterrarse en ella.—Mierda, Claire… no puedo, no puedo aguantar más — susurró dejando de mimar sus senos, colocándose de nuevo sobre ella. Jareth llevo sus manos hasta su cadera alzándola, joder no podía alargar más ese momento, la necesitaba ya y eso hizo.— ¡Hazlo, Maldita sea Jareth! ¡Hazlo ya…!— exigió ella atrayéndolo sobre su cuerpo y empujándose
Jareth se sorprendió por lo que Claire le propuso. No era exactamente lo que él tenía en mente sugerirle.—¿Quieres ser mi amante?— le preguntó, sintiendo que su estado de ánimo calmado se iría pronto.Ser amante de Claire significaba que tenía que soportar a su estúpido prometido. ¿Pero tenía otra opción?No, estaba conociendo a Claire y aunque parecía una persona amable, no lo era del todo, es más, le gustaba que todo fuera a su modo y esa manía de tener todo bajo control la hacía adorable de cierta manera.—Bien, seamos amantes— le respondió tomándola del mentón y atrayéndola hacia él una vez más para besarla.—Pero pongamos un par de reglas, una especie de contrato entre nosotros, así evitaré matar a tu prometido. ¿En serio que viste en ese sujeto?Se sentía horrible con ese trato, por un momento habría deseado que él se negara y le dijera que no, que quería algo más con ella, pero ¿Cómo iba a hacer eso si cuando la tuvo de esposa no le hizo ningún caso?Se sentía que se estaba r
—Jareth— Por fin se liberaba de su secreto, por fin el padre de sus hijos sabía la verdad y ella no podía hacer más que entregarse a él.Pasó los brazos tras su cuello y se aferró a él mientras sus piernas le rodeaban las caderas, ansiosa, caliente a pesar del agua que fría que caía sobre ellos y se empeñaba en enfriar sus pieles.—Claire…— volvió a repetir su nombre en cuanto ella lo llamó, se encontraba furioso, por supuesto que lo estaba cómo no estarlo con ella. Pero aun así no podía culparla por hacer lo que hizo. La había lastimado por más de tres años.— Yo solo, yo no podía más con este secreto — aseguró frotándose contra él, sintiendo su dureza contra su entrada, provocándolo para que la penetrara. Gimiendo por la forma en que besaba su cuello y parecía querer consumirla y ella quería consumirse en sus brazos, contárselo todo, decirle cuánto lo había necesitado todo ese tiempo.Sus cuerpos parecían querer fundirse una vez más. El mismo Jareth ya no podía esperar más, por lo qu
—Claire— se inclinó sobre la barra para hablarle — ¿Qué estás viendo? — le preguntó llevando un dedo manchado con mezcla colocándolo en su nariz y así poder limpiarle con sus labios.— Solo lo bien que te ves cocinando — Claire le pasó la nuez moscada rozando los dedos al hacerlo sin apartar la vista de sus ojos.—Si me sigues viendo así pensaré que te gusto mucho — bromeó guiñándole uno de sus ojos azules.— Es que me gustas mucho — aseguró ella llevando una mano a la mejilla de su exmarido y acercándose para besarlo — y ahora que ya no hay secretos entre nosotros, me siento tan libre, tan feliz, odio tanto que hayamos perdido estos 6 años que pudimos pasar juntos.— Y tú a mí, siempre me has gustado — reconoció él tocando su mano con sus dedos, sintiendo una especie de electricidad entre los dos.Todo era idílico, siempre se había imaginado ese tipo de escenas desde el día en que se casaron, ellos dos desayunando juntos, coqueteando mientras cualquiera de los dos preparaba algo rico
—¿Cómo pudiste, padre?— le preguntó Jareth una vez estuvieron su padre y él a solas en su despacho.— ¿Qué cómo pude? — no daba crédito, cómo esperaba que no la ayudara —Tu mujer llegó aquí una noche, estaba lloviendo, no sabía a dónde ir porque sus padres no la querían en su casa después de haberse divorciado, aunque ahora su relación es buena gracias a esos dos pequeños, ellos no quisieron saber nada de ella al principio.— Era callar o perderla a ella y a los niños para siempre — Christian sonrió reflejando un inmenso cariño en su expresión y es que la relación que tenía con Claire era casi de padre e hija. Era la hija que siempre quiso y nunca pudo tener— Yo no podía permitirme eso, no podía contártelo y arriesgarme a que se marchara a saber a dónde.—Así que una noche ella vino, tú no podías dejarla sola, eso lo entiendo, ¿pero por qué lo hiciste? ¿Por qué tú y ella…? Esos niños son tuyos, por eso es que la proteges y por eso es que ella no se ha quitado el Mars.Tenía los ojos r
Claire se giró para observarlo con rabia ¿Cómo se atrevía? Sus hijos eran de ella, no de él, él jamás había querido estar con ella y mucho menos que tuvieran hijos, por mucho que ahora años después dijera lo contrario.— Son mis hijos Jareth — caminó hasta estar frente a él de nuevo — pasamos la noche juntos y lo único que me demostraste es que sigues teniendo la misma capacidad de hacerme daño que tenías antes y no voy a dejar que les hagas lo mismo a ellos.Qué estúpida había sido creyendo que las cosas podían cambiar, el imbécil ni siquiera se dio cuenta cuando ella se lo había dicho también. Prefirió pensar que estuvo con otro hombre.— Jamás estuve con nadie más, tú fuiste el primero — desvío la vista y se giró de nuevo para caminar a por sus hijos — Y el único hasta ahora — dijo en voz baja con la esperanza de que no la hubiera escuchado y caminó en dirección al interior de la casa.Si seguía hablando tendría mucho que aclarar, sobre todo ¿Dónde dejaba eso a George? Su falso pro