—Dime ¿Qué es lo que te tiene molesto?— cuestionó James a su amigo.—¿Por qué crees que algo me molesta?— respondió Jareth a James.—Porque me acabas de responder con otra pregunta. Lo que significa que estás evitando hablar de un tema. ¿Así que dime qué te molesta?Jareth rodó sus ojos ante la aseveración de su amigo. Por supuesto que estaba molesto.Saber que Claire saldría temprano para estar con su prometido, le molestaba. Sobre todo el no tener el poder para interrumpirlos.—Si me dices, tal vez yo pueda ayudarte. Dos cabezas piensan mejor que una.—Claire…—Ah, así que tu molestia tiene que ver con Claire Mars. ¿Dime qué es lo que hizo ahora para molestarte?James podía asegurar, es más, estaba seguro de que no importaba lo que hiciera la expareja de su amigo. Él buscaría la manera de molestarse, es más, él mismo buscaría la manera de inventar excusas para estarlo.—Salir—Jareth, no te escucho ¿puedes hablar sin rodeos?Sí que era divertido, molestar a su amigo y jefe, por supu
¿De qué estarían hablando el padre de Jareth y su exesposa?James no podía escuchar bien lo que decían, pero parecía algo serio o al menos eso le parecía a él.En esos momentos odiaba no tener a Alissa su novia con él. Ella sí que podría saber de lo que hablaban solo leyendo sus labios, cosa que siempre le había incitado a aprender.Lo único que había podido interpretar fueron una palabra y una frase “secreto” y “debes de decirlo” pero de ahí en fuera más nada.Tampoco estaba más cerca de descubrir donde cenaría con el supuesto prometido a menos que se acercara más.—No sé si deba de salir con ya sabes quien, tras este incidente.—Por supuesto que lo harás.Justo en ese momento Helen se llevó a Henry nuevamente a la guardería. Dejando a Claire y a Christian Mars a solas.—Bien, si insistes iré. Aunque…—Recuerda porque lo haces— mencionó el viejo Mars a la joven.La sola mención del motivo por el cual ella había ideado tener una cita con su prometido, hizo que sus dudas desaparecieran
Lo que Claire no se esperaba era la osadía de Jareth para hacerle la vida imposible, porque estaba claro que lo único que deseaba hacer su exmarido era importunarla al precio que fuera ¿Es que no podía hacer su vida y dejarla en paz tal y como cuando estaban casados?Tenía muchas palabras que decir, sobre todo algunas que no serían bien vistas saliendo de una señora de clase como ella. Sin embargo, si supieran el contexto de la situación y el porqué de su enfado. Estaba segura de que no solo sería disculpada, sino también aplaudida por haber puesto en su lugar a ese hijo de su mamá llamado Jareth Mars.—Si, como pueden ver, la mayoría del local ha sido reservado por el señor Jareth Mars y los integrantes de Art life— explicó el maitre un tanto apenado al ver la expresión de Claire.—Podemos irnos Claire—mencionó George cerca de su oído al darse cuenta de quién era él que se había atrevido a aquello y sobre todo al percibir sus intenciones.Si fuera realmente el prometido de Claire y n
—No puedo permitir que salgas de aquí…— susurró, dejando que sus labios rozaran los de ella en cada palabra dicha por sus labios, hasta que perdió el control y le fue imposible no tomar los labios de su exesposa que en esos momentos se entreabrieron.No dejaría que volviera a quejarse, o que le alejara con sus palabras. El cerebro de Claire se desconectó en el instante en que esos labios empezaron a hablar rozando los suyos y no pudo más que llevar los brazos alrededor de su cuello y corresponder ese beso.—Tampoco quiero demandarte por llevarlo, solo deseo saber… Necesito saber…— No me hagas esto — pidió rozando su nariz al hablar mientras deslizaba las manos por sus hombros con mucha suavidad, notando los músculos que escondía su camisa, esa maldita tensión sexual, era superior a sus fuerzas.—¿Hacerte qué, Claire?— rozó su nariz con la de ella, incapaz de alejarse. Negándose a darle el espacio que ella le pedía.— Yo no puedo…— abrió los ojos y se encontró con la mirada de Jareth
—Si por favor, dinos en qué trabajas— secundó Jareth a la pregunta hecha por el paisajista del otro equipo, debía ser un vagabundo, esperaba que lo fuera. Así tendría algo que criticar al señor perfecto.Era molesto no poder encontrar un defecto en alguien que consideraba un rival. — Tengo una empresa pionera en energías renovables — explicó George ajustándose al plan que Claire le había dado desde el principio.—Suponía que eras un camarero de cruceros o algo así. Lo que me sorprende es que Claire superará su miedo a las embarcaciones marinas.Jareth aún recordaba lo mucho que le había costado que ella se relajara y disfrutara de su único y perfecto paseo en el yate de su familia.El lugar donde él comprendió que no huir terminaría completamente atrapado por ella y los deseos de sus padres.George pareció incapaz de responder en ese momento, no sabía que su supuesta prometida tenía miedo a las embarcaciones, pero Claire sabía exactamente lo que tenía que decir para salvar ese moment
— No sé cómo es capaz de desquiciarme tanto — se quejó Claire comiendo de una de las 7 bolas diferentes de helado que contenía su copa.— Está loco por ti — Aseguró George mientras la observaba comer y le daba un sorbo a su café helado. — Y tú por él ¿No sería más fácil decirle la verdad?Claire fulminó al actor que hacía de su prometido y negó rápidamente, era imposible, él no sentía nada por ella. Era experto en fingirlo, no por nada había caído en sus redes y esperado con ansias ser amada durante tres años.—Tres años estuvimos casados y solo me tocó una única vez— cuanto más se acordaba de ese tiempo más se volvía a enojar haciendo que clavara la cuchara en el helado con un gesto homicida.—Quizá es impotente o eyaculador precoz y le daba vergüenza — George no podía entenderlo, él era bisexual y a pesar de que prefería a los hombres normalmente, sería incapaz de dormir tres años en una cama con esa mujer y no tocarla, ciertamente Claire era una de las mujeres más guapas que había
Bueno, ya que el auto lo dejo ahí, suponía que era Claire la que lo manejaría, o mejor dicho la que tendría que aceptar que su amigo la llevara al darse cuenta de que no podría usarlo.Por lo que su trabajo ya estaba hecho y haría lo mismo que el hombre que acababa de irse. Tenía muchas ganas de llamar a su novia Alissa y contarle lo que pasaba y burlarse de Jareth juntos. Era un tema del cual jamás se cansarían de hablar, de eso y de follar. Por supuesto no tenían problemas, pero ambos eran excéntricos a su manera, lo único normal que tenían en común era chismorrear de Jareth o del ex de su novia.—Porque mejor no te sientas y comemos juntos helado, Claire.— No gracias, no tengo ganas de compartir nada contigo y mucho menos mi tiempo.Ella regresó molesta a su mesa dándose cuenta de que George se había desaparecido, posiblemente estaría en el baño, así que simplemente se sentó y empezó a comer helado como si lo acuchillara con la cuchara a cada cucharada que comía.¿Dónde se habría
Después de que Jareth hubiera hecho evidente su falla en el plan de no hablarle, Claire no tuvo otra opción más que la de responderle para indicarle donde vivía.Tras un cuarto de hora de indicaciones por fin llegaron a su casa, era demasiado estar encerrada en el mismo lado con él como a un cuarto de hora se le había hecho eterno. El aroma que dejaba en el ambiente, su sonrisa, su maldita voz, todo la tenía ansiosa por salir del maldito coche y despedirse de él hasta él.— Bueno Jareth supongo que debo darte las gracias por traerme.— Debes pagarme el viaje.Ella rodó los ojos y sacó la cartera en un intento por apartarse de él cuanto antes.— No quiero dinero, Claire quiero un beso.Ella negó rápidamente, no podía besarlo porque si lo besaba estaba perdida, cada vez que él la besaba ella dejaba de pensar y se dejaba llevar por sus sentimientos y no podía hacer eso mucho menos en la puerta de su casa.Jareth cerró todos los pestillos del coche dejando claro que no la dejaría marchar