No había salido totalmente el sol cuando el hombre que había ganado la apuesta fue a tocar la puerta de la humilde casa de Blanca acompañado por otros más, y aunque su padre intentó convencerlo de que podía pagarle de otra forma, los hombres se negaron y de forma grosera tomaron los mecates que ataban a las vacas y comenzaron a jalarlas causando gran alboroto.
Con este escándalo todos despertaron y la madre de Blanca al ver lo que ocurría tomó su escoba y fue tras ellos, dándoles con el palo fuertemente por sus espaldas, pero esto solo hizo que ellos se marcharan rapidamente con los animales.
Frustrada al no poder detenerlos ella regresó a su habitación y no paraba de llorar.
Blanca con pasos lentos se acercó a ella y la abrazó, pero ella solo quería estar sola.
— Márchate a tu habitación Blanca, necesito pensar qué haremos a partir de ahora.
— Madre, no me gusta verte así, te prometo que te ayudaré a recuperar las vacas.
— Ya es tarde, no hay nada que hacer.
Con mucha rabia, la madre de Bianca se puso de pie y lanzó toda la ropa de su padre a la calle como le había prometido, si se iban las vacas él también lo haría.
Don Juan sin ánimos de discutir y reconociendo su error tomó sus cosas y se marchó a dormir a un establo abandonado que estaba cerca de ahí.
Blanca no podía creer todo lo que había ocurrido en su hogar en tan poco tiempo, así que se duchó y salió a caminar al pueblo, donde se encontró nuevamente con Paty y Josefa.
— ¡Vaya, pero qué sorpresa! Nuestra vecina la modelo caminando por aquí.— Dijo Josefa buscando incomodarla.
— Por favor Josefa vete de aquí, no tengo ganas de pelear.— Expresó Blanca con gran desagrado viendo a ambas.
— No nos acercamos a molestarte, solo queríamos que supieras que borramos la grabación y que nadie más la vió.— Paty habló intentando contener su risa.
— ¿Saben qué? pueden hacer lo que quieran con su estúpida grabación, ya no me interesa, solo quiero estar sola, respeten eso y larguense.
Ambas al ver que a Blanca le ocurría algo decidieron retirarse, pero no pasó mucho tiempo cuando Pablo un chico que gustaba de ella se acercó a saludarla.
Paola la hermana de Andrés que se encontraba caminando cerca, reconoció a Blanca y al verla en compañia de este chico, pensó que era su novio y no dudó en sacar su celular para tomarle fotos para ir a contarle de alguna manera a su querido hermano.
— ¡Que tonta soy! ¿Cómo no supuse que la campesinita tenía novio aquí? Con esto estoy segura de que Andrés dejará el empeño con esta tonta.
Paty y Josefa pudieron observar como paola apuntaba a Blanca con su celular y por supuesto esto alborotó su curiosidad.
— ¿Viste eso Paty? creo que esa chica le estaba tomando fotos Blanca y a Pablo.— Josefa la veía con los ojos achicado.
— Sí, sí, claro que lo ví, tengo rato observándola porque esa chica no es de aquí, y se ve que tiene dinero porque esa ropa que carga encima y ese teléfono lucen muy costosos.
—¿Qué tal si la perseguimos? Vayamos a averiguar a qué familia pertenece esta mujer.
Mientras Paola caminaba, ambas disimulando le seguían el rastro hasta llegar al negocio de Cheto, donde pudieron observar como le mostraba su celular al hermano.
—Josefa sí que somos tontas, pues quien más iba a ser sino familia de Don Cheto, ya sabíamos que venían.
—Sí Paty, pero es que ella ha cambiado mucho, yo la verdad no la reconocía.
—Ok, ya sabemos que es familia de Don Cheto, pero a que se debe esas fotos que les tomaba a los chicos, eso sí está raro ¿o no?
— Pues sí, pero ¿y eso como lo averiguamos?— bajo ninguna circunstancia Josefa se quería quedar con las dudas y no dejaba de mirarla.
En tanto ellas hablaban, Paola abordaba a su hermano con la excusa de que mirara a ese chico guapo que había retratado.
— Hermanito iba caminando y no dude en fotografiar a este chico, ¿no es guapo? es el primer chico simpático que veo en este pueblo, lástima que ya tiene novia.
Andres al ver las fotos y que Blanca estaba junto a él se desanimó un poco y se retiró.
— ¿Qué voy a saber yo si es guapo o no? Anda a bañarte Paola, apestas.— Contestó mientras se alejaba molesto y amargado por lo que había visto.
Con mucho desánimo caminaba pateando cuanto la ta o piedra se le atravesaba.
Las chismosas Paty y Josefa, caminaban tras él al ver su reacción hacia Paola, pues de alguna manera querían averiguar que ocurría con Blanca y esas fotos que les habían tomado, y cuando Andres llegó a un manantial que se encontraba cerca, aprovecharon para sacarle un poco de conversación, con la excusa de que tenían mucho calor y querían refrescar sus pies.
—Hola Andrés, yo te recuerdo eres familia de Don Cheto, tenía muchos años sin verte, has cambiado muchísimo— Dijo Paty en tanto caminaba en la orilla y se agachaba para echarse un poco de agua en el rostro.
— Sí yo también lo recuerdo, ¡y vaya que ha cambiado! — afirmó Josefa.
—Disculpen, pero yo no las recuerdo chicas. — Respondió él sin muchos ánimos.
Después de un largo rato de conversación, los hombres que se habían llevado las vacas de casa de Blanca pasaron con ellas para darles de beber y alimentarlas con un pasto muy verde que estaba cerca de ese manatial y por supuesto Paty y Josefa no perdieron de vista este detalle.
— Pero esas no son las vacas de Don Juan, ¿será que han sido robadas?
—¿Robadas Josefa? se te olvida que este es un pueblo y que todo se sabe, no creo que las hallan robado, aquí lo que pasó fue otra cosa, hay que preguntarle a Blanca.
Al escuchar este nombre, Andrés prestó más atención a lo que las chicas decían y no dudó en opinar, pues había confundido a uno de los hombres con Pablo, pues el sol estaba muy fuerte.
— No, no creo que esas vacas hayan sido robadas, pues entre esos chicos estoy viendo al novio de esa chica, la tal Blanca.— Veía a al hombre con desagrado.
Paty y Josefa se vieron a la cara y empezaron a reir frente a él desenfrenadamente.
—¿Pero de qué hablas Andrés? Blanca no tiene novio.— Contestó Josefa.
En ese momento Andrés sonrió y con mucha felicidad se lanzó al manantial a darse un buen baño.
Con el pasar de los días, Blanca se preocupaba más pues su padre no volvía a la casa y ella al igual que su madre solo comían frijoles que cosechaban de su siembra todos los días al amanecer.— Madre, ¿no crees que estás siendo muy dura con mi padre?— No, para nada Blanca, él se merece eso y más, por poner en primer lugar una estúpida apuesta antes que su familia.— Anoche estuve pensando mucho, y la verdad creo que la única solución que hay es que intente ganar el concurso de mañana. la verdad no sé como lo haré, pero es mejor que lo intente, pues con ese dinero podremos abastecernos de alimentos por largo tiempo.— Esa es una excelente noticia Blanca, yo te ayudaré para que luzcas lo más linda posible, arreglaré tu cabello, tus uñas, te maquillaré, estoy segura que ganarás ese concurso ¡Que emoción!—Su madre corrió a casa a lavar el vestido viejo y a buscar todo lo necesario para Blanca, en tanto ella se quedó sola cosechando, pero inmediatamente escuchó que la llamaban con pequeñ
Al estar pagando los panes en la tienda, llegaron Josefa y Paty y Blanca podía notar, como Josefa se burlaba de ella y volteaba la mirada para intentar disimular, pero como no era la primera vez que lo hacía Blanca solo suiguó su camino de regreso a casa.— ¿Qué te sucede Josefa? ¿Por qué te ríes así de Blanca?— Paty sospechaba que algo había ocurrido, pero Josefa se quedó callada, dejándola con la duda.Estando ya en su casa, Blanca colocó los panes sobre la mesa e inmediatamente pudo notar la presencia de la pepita, que le parecía había visto en algún lugar.— Mamá, ¿de dónde sacó esta pepita?— La tomé cerca del vestido Blanca, imaginé que pertenecía a algún accesorio tuyo.— No, para nada, sé que la he visto en alguna parte, pero la verdad no recuerdo bien en donde.Sentada reposando por todo el sol que había recibido, y bebiendo un vaso con agua fría, recordó que Paty llevaba puesto un arete con una pepita igual, y contándole esto a su mamá inmediatamente dedujeron que ella había
Caminando por la calle con el vestido en mano, Josefa no sabía si darselo directamente, pues ella tenía claro que Blanca estaba muy molesta con ella y no es para menos, pues se la pasa molestándola; y después de tanto patear la calle, decidió llevarle el vestido a Paty, para que creyese que ella quería remediar las cosas.Josefa tocaba fuertemente la casa de Paty, pero ella no la quería ni ver, pues no se le había pasado la molestia por el reclamo que le hizo la madre de Blanca; así que Josefa optó por arrojárselo por la ventana.— Ahí tienes Paty, eso es para que se lo lleves a Blanca, eso es lo que usará en el concurso. — Gritó.Paty confundida se paró de su cama y corrió a tomar el vestido, y sin ganas de ver a Josefa cara a cara solo hizo lo que ella le pidió, pensando luego en que Josefa estaba arrepentida de haberle destrozado el otro.Desanimada porque ya tan solo faltaba una hora para el concurso Blanca conversaba con su mamá, mientras recogían algunos frijoles de la siembra,
Blanca estaba tan confundida y apenada con lo que había ocurrido en el concurso que solo corrió hasta llegar al manantial con los tacones en mano.Triste empezó a llorar en la orilla del lugar, y se sentó lamentándose, pues no sabía por qué le pasaban estas cosas.Andres, caminando por todo el pueblo preguntaba a todos si la habían visto, pero nadie le daba respuesta, así que decidió buscar en cada rincón hasta que llegó al manantial, pues era el unico sitio que no había revisado y viéndola llena de tristeza se acercó con pasos lentos y se sentó junto a ella.— ¿Qué hace usted aquí? ¿Acaso también viene a reclamarme por el vestido?— Agachó su mirada.Lleno de mucha verguenza por la actitud de su hermana Paola, solo tomó la mano de Blanca y la beso con mucha ternura, antes de hablarle con una voz muy dulce.— No me importa ese tonto vestido, yo vine por tí.Blanca al escuchar esto se sonrojó, pues ningún chico le había hablado de esta manera, y no dudó en ponerse de pié para marcharse,
El padre de Blanca, ha empezado a trabajar en el negocio de Don Cheto, y mientras está batiendo el cemento para retocar las paredes, puede observar como sale la pretenciosa Paola a botar una comida que no le gustó a la calle.— ¿Y esta niña que se cree? Tanta gente necesitando comida y ella tirándola, ha de sobrarle de todo.— Susurró.Minutos después, puede observar como la chica del servicio sale de ese lugar arrastrándo su maleta, y Andrés tras ella rogándole que no se vaya, pues ni Paola ni su madre (Tamara) sabían cocinar.— Vanessa no te vayas, termina de pasar estos días aquí con nosotros, ¿Quién nos lavará y cocinará? Eres muy importante para mí.— Puso la mano sobre su hombro.— Me disculpas Andrés, pero ya tu hermana me tiene cansada, se la pasa humillándome siempre, aquí, en la ciudad, donde sea, no me respeta.. así que, yo prefiero regresar a mi ciudad.— Respondió ella muy decidida.— Está bien Vanessa, al regresar a casa te daré tu liquidación, y gracias por todo.— Decía un
Entrando al gallinero, Blanca puede notar como todo estaba patas arriba, había demasiadas plumas por todos lados, parecía que alguien se había metido ahí e inmediatamente se puso a contar las gallinas.— 1, 2, 3, 4, 5 ¡Pero que bonito! Esto era lo único que faltaba, se han robado dos gallinas y justo las que más ponían huevos.— Meneaba la cabeza de un lado al otro sin poder creer lo que había pasado.Frustrada al notar esto, Blanca tomó un par de huevos que estaban bajo algunas pajas y los colocó en un rincón quejándose mientras recogía todo ese reguero.— La gente en este pueblo cada día está peor, ya no respeta las cosas agenas, la privacidad, ni nada, esto está terrible, afirmaba con voz molesta, en tanto limpiaba con la escoba en una mano y la pala en otra.Doña Tilita, al ver que no volvía pronto con los huevos, fue al gallinero a ver que pasaba.— Yo sabía que esto iba a comenzar a suceder, al no estar tu padre en casa, los ladronzuelos se iban a querer aprovechar Blanca, que no
Blanca, asustada al ver como reaccionó Tamara al verla abrazandose con su hijo, aprovechó que Pablo entró a la cocina por un vaso de agua para Don Cheto, y no dudó en acercarse a él para tomarlo por el brazo, dejando a Tamara muy confundida y Pablo sin esfuerzo sonreía ante ellos.— Mi nombre es Blanca señora, soy la novia de Pablo, y solo le estaba agradeciendo a su hijo Andrés por haberme mandado a buscar con mi querido Pablo a la casa; yo seré quien les cocinará el día de hoy, y si le gusta mi comida, seguiré aquí un par de semanas más.Andrés enfurecido al escuchar como se presentó Blanca ante su madre, salió rapidamente de la cocina, mientras que Tamara no le dió más importancia al asunto y fue tras su hijo para agradecerle por haber contratado a la chica.— Que eficiente eres hijo, estoy impresionada con la rapidez que tienes para contratar campuruzas, solo espero que esta, lo que tiene de linda, lo tenga también de buena cocinera.— Sí madre, ojalá sea así.— Contestó entre dien
Asqueada al mirarse cubierta de desperdicios de comida, Paola empezó a gritar corriendo a Blanca de la casa.—Vete, vete de aquí, sé que andas metiéndotele por los ojos a mi hermano Andrés, pero él jámas se va a fijar en tí, porque no eres más que una campuruza insípisa y además ladrona de vestidos, porque yo no me creo el cuentico que le dijistes a Andrés, yo sé que me lo mandaste a robar.— Furiosa señalaba hacia la salida.Blanca, con los ojos aguados a punto de llorar veía a Paola conteniéndose de la rabia, y mantenía la calma solo por estar en casa de Don Cheto.Tamara, que estaba saliendo del baño, escuchó el escándalo y pronto corrió a calmar la situación.— ¿Por qué armas un escándalo Paola? y ¿Qué locura estás diciendo? Ella es la novia de Pablo, el chico que está ayudando a Cheto, y vino a cocinarnos... ¿o se te olvida que por tu culpa se fue Vanessa?— habló con voz fuerte y molesta.— Pues yo no... (la interrumpe Tamara)— Pues yo nada Paola, cierra el hocico si es que no qu