Inicio / Romántica / Cariño Mío / La Alternativa.
La Alternativa.

Con el pasar de los días, Blanca se preocupaba más pues su padre no volvía a la casa y ella al igual que su madre solo comían frijoles que cosechaban de su siembra todos los días al amanecer.

— Madre, ¿no crees que estás siendo muy dura con mi padre?

— No, para nada Blanca, él se merece eso y más, por poner en primer lugar una estúpida apuesta antes que su familia.

— Anoche estuve pensando mucho, y la verdad creo que la única solución que hay es que intente ganar el concurso de mañana. la verdad no sé como lo haré, pero es mejor que lo intente, pues con ese dinero podremos abastecernos de alimentos por largo tiempo.

— Esa es una excelente noticia Blanca, yo te ayudaré para que luzcas lo más linda posible, arreglaré tu cabello, tus uñas, te maquillaré, estoy segura que ganarás ese concurso ¡Que emoción!—

Su madre corrió a casa a lavar el vestido viejo y a buscar todo lo necesario para Blanca, en tanto ella se quedó sola cosechando, pero inmediatamente escuchó que la llamaban con pequeños susurros.

— ¡Hey Blanca! ¡Blancaaa!

Y al instante pudo notar que era su padre quien estaba muy hambriento, así que ella fue a casa a buscar unos frijoles recalentados del día anterior.

— ¿Tu madre no piensa perdonarme?— Preguntaba sentado en medio de la siembra, donde Doña Tilita no podía notar su visita.

— La verdad creo que por ahora no papá, el eeror que usted cometió fue muy grande y ella esta muy molesta, debería intentar recuperar las vacas, quizas así ella se calme.

— Ya lo intenté Blanca, y ese hombre no lo hará, incluso ya me enteré que se comieron una, así que no cuentes con que regresaran a casa.

— Pues entonces le aconsejo que coma rápido para que se marche pronto, porque si mi madre lo vé no dudará en correrlo con el palo de su escoba.

Siguiendo los consejos de Blanca su padre no tardó en marcharse y después de desayunar, Blanca y su madre empezaron los tratamientos de belleza, lo que ellas no sabían era que Josefa y Paty estaban espiando todos sus movimientos desde la ventana de su hogar.

— Así que Blanca va a participar en el concurso ja ja, vamos a yudarla para que gane Paty.

— Sí Josefa, debemos echarle un empujonsito para que todo le salga bien ja ja ja ja.

Las dos vecinas chismosas y envidiosas se quedaron observándo todos sus movimientos hasta que cayó la noche y vieron cuando la mamá de Blanca tomó tijeras, hilo y aguja y modificó el vestido hasta dejarlo "moderno y precioso", tan diferente que Blanca al verlo no podía creer que era el mismo vestido que había sido sacado de ese viejo baúl.

— ¡Estoy tan emocionada mamá! Si no gano este concurso igual voy a sentirme orgullosa de haberme puesto ese vestido frente a todos.

— Se siente bien escuchar eso hija, pero ahora vete a dormir porque sino tus ojeras no te permitirán ganar ese concurso, y sabes que necesitamos ese dinero, ahora que nos han dejado sin vacas.

Apenas se acostaron a dormir Paty y Josefa entraron por la ventana, tomaron el vestido y lo sacaron de la casa, pero Paty sintió un poco de remordimiento, pues al escuchar que las habían dejado sin vacas, sintió pena por ellas.

— No lo sé Josefa, creo que es mejor devolverlo.

— No, no lo voy a devolver, a mí Blanca me cae muy mal y no quiero que participe en ese concurso.

— Pero Josefa ella no nos ha hecho nada, somos nosotras quienes siempre la estamos molestando, dejemosla tranquila, además yo sí la quiero ver participar, se me hace curioso ver a Blanca haciendo algo que no sea solo ordeñar y cosechar.

Josefa accedió a regresar el vestido pero esto lo hizo solo mientras Paty pacientmente la esperaba afuera; así que entrando por la ventana caminó con pasos sigilosos, pero al estar ahí y ver las tijeras cerca no pudo contener su envidia y picó el vestido en infinitos pedacitos, para luego regresar con Paty.

 — ¿Por qué tardaste tanto?

— Por nada Paty, es solo que qería que quedara tal cual ellas lo habían dejado, para que no notaran que lo movimos.— sonreía en tanto hablaba.

Después de esto ambas regresaron a sus casas a dormir, y mientras esto ocurría Andrés estaba sobre un árbol viendo las estrellas y pensando en Blanca, pues no podía olvidar su lindo rostro.

— ¿Qué es lo que me esta pasando con esa chica?— Susurraba y al mismo tiempo daba pequeños suspiros.

En ese momento su madre se acercó, pues se le hizo extraño verlo ahí montado.

— Andrés ¿Qué haces ahí hijo?

Andrés bajó y ambos se pusieron a conversar, y entre tanto hablar, su madre supo que él asistiría al concurso de belleza que daría el pueblo.

— Hijo por favor, no quiero que pongas tus ojos en ninguna de esas chicas, yo te conozco Andrés.

— Recuerda que ya soy un hombre, así que no te prometo nada ja ja ja.

— Sé que hay muchas chicas lindas en este pueblo, pero sus billeteras no están a tu nivel; así que no te vayas a encaprichar con ninguna Andrés.

Él solo se echó a reir y caminó hacia su habitación a dormir, despertando ciertas sospechas en su madre.

— Hijo mío, creo que no serás el unico en asistir a ese cocncurso mañana.

Al amanecer, Blanca se despertó con un fuerte gritó que dio su madre al ver el vestido completamente destrozado e inmediatemente corrió hacia donde estaba ella y al ver el vestido en ese estado, Blanca puso sus manos sobre su cabeza y luego vio la cara de su madre que manifestaba mucha tristeza e impotencia.

— ¿Pero qué es lo que ha pasado con el vestido?

— No lo sé hija, supongo que alguien entró a la casa mientras dormiamos, y la verdad no tenga ni idea de quien pudo haber hecho esto.

— Yo tampoco mamá, creo que será mejor que nos olvidemos del concurso, y por favor no quiero verte triste.

—Sí hija sin vestido no podrás participar, pero voy a hacer todo lo posible por averiguar quien hizo esto.

— No vale la pena mamá, mira voy a ducharme y luego iré por unos panes a la tienda para que desayunemos.

En tanto Blanca estaba en el pueblo, su madre caminaba por toda la casa muy pensativa, y al correr la cortina de una de la ventana para que entrara más el sol, vió una pepita muy bonita brillar y sin darle mucha importancia la recogió y la colocó en la mesa.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo