Abro los ojos sintiendo como mi cabeza palpita ¡mierda! Los vuelvo a cerrar lo mas rapido que puedo.
He tomado mucho.
¿cómo es que mariam permitió que bebiera tanto?
Intento seguir dormida, cuando vienen a mí las imágenes más extrañas de mi vida, me recuerdo bebiendo con mariam, bailando, luego chocando con un tipo que tiene los ojos más hermosos que he visto en la vida. Lo besé, él me correspondió, luego más alcohol, baile, Samantha tratando de que me separe de él.
Todo es tan confuso… abro los ojos de golpe al sentir algo pesado sobre mi cuerpo.
Veo que a mi lado está acostado el mismo hombre de mis imágenes, desnudo, tacha eso, desciendo la vista, ambos estamos desnudos, su mano la tiene sobre mi cintura, pese a estar dormido, el agarre es demasiado posesivo.
Miro a mi alrededor, no estoy dentro de la suite del papá de mariam, y lo que es peor aún, no está ella. Soy presa del pánico, así que intento soltarme de su agarre, solo que abre los ojos y el gris turbio me congela. Al principio parece tan desorientado como yo, frunce el entrecejo, mi pecho está pegado al suyo, por lo que casi puedo asegurar que palpo a la perfección sus latidos del corazón.
-Las putas se tienen que ir antes de que abra los ojos" dice en un tono ronco y hostil, deslizando su mano de mi cuerpo.
-¡No soy ninguna puta imbecil!- replico incorporando mi cuerpo.
-¿Acaso Lander no te pagó? —inquiere pasando una mano por su cabello.
—No sé quién es Lander, y no soy una puta ya te lo he dicho— Le exclamó sin poder creer que me acosté con este idiota
Busco con la mirada el rastro del algún condon, este hombre es un promiscuo y yo no ¿que tal si me ha pegado algo?
— ¿Qué buscas? —su voz me saca de mi ensimismamiento.
— Un condón, nos acostamos, no quisiera que me pegaras algo —me apresuro a decir.
— Soy yo el que debería estar preocupado, pareces una demente, siempre uso condón, no soy un niño —mueve el cuello con estrés—. Ese hijo de puta.
Habla, pero no le creo, no hayo rastro de uno, estoy a nada de abrir la boca para pedirle que lo busque, cuando noto que en la cama, a un costado de una de las orillas, descansa un papel en blanco. Lo agarro y con solo leer las primeras letras, me convenzo de que estoy dentro de una pesadilla.
—No… no… no puede ser… —mi voz se va desvaneciendo.
Es ahí cuando me doy cuenta del detalle, mi mano está adornada por un hermoso anillo de diamantes. Lo que confirma mis miedos.
—¿Eres Said Montenegro? —la pregunta casi se me atasca en la garganta.
¡¡Mierda!!
¿Me acosté con el tío de Alejandro?
¿Me case tambien con el?
—Sí ¿por qué? —comienza a terminar de vestirse.
Mis manos tiemblan cuando él merma el espacio y me arrebata el documento, lo observo y luego él a mí, su rostro es impenetrable, por lo que no puedo saber lo que está pensando. Solo sé que estoy casada con este hombre.
— Es falso —lo rompe en mil pedazos—. Jamás me casaría con una mujer como tú.
¿Una mujer cómo yo?
Maldito idiota!
—Idiota —busco mi ropa interior y me comienzo a vestir. Ignorando el hecho de que él se ha dado la vuelta para darme un poco de privacidad.
De soslayo me doy cuenta de que saca de sus bolsillos una chequera.
—Te daré cierta cantidad, debe ser suficiente, no sé qué juego sucio se traen entre manos Lander y tú, pero no creerás que ese documento es legal —firma y me tiende el papel—. No recuerdo nada de lo que pasó, así que no intentes extorsionarme porque no va a funcionar.
Mis mejillas arden de furia.
¿De quien mierdas habla? ¿Con que imbecil me viene a meter?
—¿Qué? No —refuto—. Estás entendiendo mal, no soy una puta, no conozco a…
—La puerta está por allá, desaparece de mi vista —me da la espalda.
Hago trizas su estúpido cheque y salgo de la habitación del hotel con el objetivo de olvidar qué esto pasó alguna vez. Busco en mi bolso mi móvil, tengo muchas llamadas pérdidas de Samantha, mensajes de texto en los que me pregunta dónde estoy, le llamo y contesta al instante.
Luego de pasar 3 días en las Vegas visitando aquel hermoso lugar era hora de regresar a mi realidad, mariam y yo habíamos ignorado totalmente lo que había pasado la primera noche yo no estaba lista para hablar de eso.
Al llegar a new york el chófer de mariam paso por nosotras.
— Que piensas hacer ahora?— Pregunta mi mejor amiga.
Ni yo se que voy hacer, solo huí pero ahora debo enfrentar mi realidad
—¿Sobre?— Trato se esquivar aquella pregunta
—Vamos Ala ¿Quieres que llame a un investigador y nos ayude con el otro asunto?— Niego con la cabeza, se quien es y eso es lo que más miedo de da de que sea real— Bueno si necesitas ayuda avísame ¿si?
Asentí y baje del auto una vez en la puerta de mi casa.
Me despido de ella prometiendo que nos volveremos a ver en un par de días, el estómago se me revuelve con la idea de volver a ver a mi madre y la estúpida de mi hermana, desde que salí, no he pronunciado palabra alguna con ellas, me han llamado, mandado mensajes que borro incluso antes de leerlos.
tomo nota mental de lo que tengo que hacer de ahora en adelante, planes que se van por la borda cuando al cruzar el vestíbulo, mi madre sale de la nada con su elegante traje y su aire sádico controlador de m****a.
—¿En dónde estabas?
—¿Qué te importa madre?—Sigo caminando—Vete con Leandra seguro que ella necesita tu apoyo para ver que desea quitarme ahora.
Toma mi brazo con brusquedad
— No vuelvas hablarme así! Mañana tu padre hará una cena con la familia de alejandro y vas a ir con una sonrisa en el rostro ¿entendiste?!
Me suelto rápidamente sintiendo la furia crecer nuevamente en mi
Esta loca!
— ¿te has vuelto loca acaso? No iré a ningún lado madre! No iré hacerle creer a todos que somos una m*****a familia perfecta porque sabes que? No lo somos!— Una bofetada me hace girar el rostro
— Iras alaya porque si no me encargare de dejarte en la calle—No puedo evitar reírme ante sus palabras—Ahora ríes pero veamos que dice tu padre cuando veas que lo haces que dar mal, me encargare de que haga que nadie te contrate y aquella linda carreta que construiste se vaya a la basura
Dicho eso la veo irse caminando como si el mundo fuera suyo.
Entro al edificio y voy directo a mi apartamento.
Lanzó todo lo que está a mi alcance los odio! Los odio a todos
Lloro como una niña pequeña en el suelo
¿Qué ellos me odian a mí? No sé supone que son mi familia?
Golpeó con fuerza el sofá para no hacerme daño y soltar aquella ira que me interior guarda.
Debo arreglarme para verles la cara de hipócritas a todos.
Entro a la casa de mis padres trayendo conmigo todos los recuerdos de hace unos días atrás ¿como me hace verles cara de nuevo? Los odio! Odio que me hagan venir a este lugar a celebrarlos a ellos. Veo a said parece discutir con el papá de alejandro, mi corazón late rápido pero antes de que mi mente o cuerpo reaccionen mi madre se acerca a mi y con "cuidado" me toma del brazo para llevarme hasta donde están todos. sonrio falsamente a todos, mi madre llama la atencion de todos los presentes. —Estamos muy felices de que sigamos siendo familia —la oigo decir. Quiero vomitar por tener que estar aquí. Veo a leandra quien sonríe como una tonta y se sonroja cuando voltea hacia Alejandro. —Pienso lo mismo —Dice el padre de alejandro Gustavo—. Brindemos por los futuros novios. Todos levantan las copas, cuando salí de mi departamento, creí que esto sería más fácil, que podía comportarme como una perra ante todos y echar a perder la noche de leandra y de mi madre por obligarme a venir pero
Despierto sintiendo el cuerpo pesado y la mente cargada, ayer said me ayudo a salir de la casa de mis padres ambos, me trajo a casa y luego solo se fue sin decir palabra, no sabía cómo actuar con el. Estoy por prepararme algo de desayunar, cuando el sonido del timbre hace que cambie los planes. Abro la puerta sin preguntar, mala idea, porque no es Said a quien veo delante de mi puerta, sino a Alejandro ¿Qué hace aquí? No es la mejor manera para comenzar el día. —¿Qué haces aqui? —frunzo el ceño. —Vete que no quiero problemas —¿Puedo pasar? —Pregunta ignorando mi petición —No —Vamos, somos familia —insiste dando un paso—. Es importante que hablemos, he venido solo Tomo una bocanada de aire y aún así niego pero el solo entra —Que sea rápido. Me planto frente a él, cruzándome de brazos. —¿Y bien? —¿Qué pasó anoche entre mi tío y tú? Me congelo ¿es en serio? ¿Cómo se atreve a venir y preguntarme eso luego de que él se va a casar con mi hermana? —Nada que te importe,
Me aleje un poco de el sintiendo mi pulso muy acelerado me sentía nerviosa ante su presencia, ante aquellos ojos.— ¿Y cuál es el siguiente paso? — Ya mi madre sabía al igual que Alejandro ahora es cuestión de tiempo para que toda mi familia y los Montenegro se enteraran también.El tomo asiento en mi sofá negro.— Te irás a vivir conmigo — Sentencio.Vivir con el? No! Claro que no, no lo haría.— ¿Por qué se supone que haría eso? — Le pregunté el sonrió de lado — Es lo que hacen los esposos Alaya — Era cierto pero irme a vivir con un completo desconocido era mucho. — ¿Acaso te estás arrepintiendo? — Negue con la cabeza.No puedo perder está oportunidad, quiero y necesito vengarme de ellos.— Está bien — Me senté a su lado y luego suspire.¿Me estoy arrepintiendo? No, no.— Bien, recoge — Me levanté y me aleje de el y camine hasta mi habitaciónDiablos!¿Que estoy haciendo?¿De verdad quiero vengarme de ellos? Suspire y comencé a buscar en mi closet saque algunas prendas que coloque
Aquel hombre que hace poco era desconocido para mí era un posible nuevo contrato para la empresa de la familia Montenegro, Said tenía un objetivo y ese era traerlo a la empresa.— Gracias por invitarme a desayunar, mi esposa quería venir pero tuvo un par de cosas que hacer — Se disculpo — Entiendo, la invitación fue algo apresurada pero es que quería que conociera a mi esposa — Sus ojos se fijaron en mi— además de claro hablar del contrato.— El teléfono de Said sono así que el se disculpo y se levantó para alejarse y atender aquella llamada.— Me causa mucha curiosidad señorita Alaya, no esperaba que usted fuese la esposa de Said — Yo tampoco lo esperaba, de hecho solo esperaba estar en Italia sola — Ya que usted era novia del joven Alejandro Suspire.Me lo esperaba, claro que todos dirán lo mismo ¿Podría culparlos por ello?— No le mentire porque no está en mi ser de esa manera, usted sabe cuándo dos almas están simplemente por estar pero llenos de amor con ansias de darlos y de re
La tarde paso muy tarde, logré hacer un par de cosas que necesitaba para el trabajo y luego solo me acosté, no dejaban de pensar en el cambio tan radical que había dado mi vida, había pasado de estar enamorada de Alejandro a saber que me engañaba con mi hermana y casarme con su tío ¡Me case con el tío de mi ex novio!Creo que ahora me da un poco de gracias.La puerta se abre asustando me un poco y un visiblemente agotado Said entra en la habitación.¿Debo decirle algo?¿No sé cómo actuar con el?— Hola— Logro susurrar.El me ve y suspira cosa que me hace sentir mal, si le molesta tanto que esté aquí ¿porque no solo se va a otra habitación?— Olvide que estabas aquí — Dijo, Asentí sin poder decir nada ¿Que debería decir? — Nos llegó esto — De su bolsillo saca una arrugada carta.Me levanto me acerco y la tomo.Es una invitación para la fiesta de compromiso de mi hermana— ¿Que es esto?— Pregunto cómo si fuera una estúpida — Ella ya hizo una fiesta— Está es diferente solo irán socios y
— Respóndeme Alaya!— Grito.— ¿Crees que te debo dar respuestas? ¿Tu? Eres el imbécil que me engaño con mi hermana Alejandro! Estabas conmigo y estabas con Rebeca ¿Realmente crees que te debo algo? No te debo nada — Es mi tío!— ¡Y ella mi hermana!— Su cara lo decir todo, se sentó en la silla frente a mi escritorio — ¿Por que?— Pregunto — ¿Como se conocieron? ¿Que le viste? El es peligroso Alaya, no lo conoces— Uno nunca termina de conocer a las personas— Dije aunque sabía que el tenía razón con decir que no conocía a Said No sabía quién era el, no sabía nada pero ¿Que es lo peor que podía pasar? — Esto no es lo mismo!— Exclamó molesto levantándose — El es peligroso! Solo quiero cuidarte Alaya, mi padre dice que el — No me interesa lo que quieras decir de mi esposo— Lo interrumpí No sabía si estaba haciendo lo correcto en no oirlo pero lo que si sabía era que el solo quería que me alejara de Said y no lo iba a lograr, tenía un objetivo y al menos iba a hacer que el tomara posesi
El día había sido pesado, muy pesado de hecho, mi jefe al fin había venido a hablar conmigo sobre la contratación, desde ahora estaba trabajando para Christopher.Mi deber era ver algunas empresas que se encargan de ayudar a fundaciones, mi trabajo era ver qué todo estuviera bien y al día y luego inyectarles dinero haciendo algunos actos beneficos entre la alta sociedad y algunas empresas que deben ayudar.Entre aquellas empresas estaba la de los Montenegro así que debía hablar con Said sobre eso.Me preguntaba ¿Cómo iba la empresa con Said al mando? Tenía curiosidad, casi no habíamos hablado, no sabía casi nada de el no el de mi, al menos no cosas que yo le hubiese dicho.Terminé de acomodar mis cosas y sali de mi oficina, me despedí de mi secretaria y baje hasta el estacionamiento, me subí al coche y maneje directo a mi nuevo hogar. Al llegar ví el auto de Said en la entrada.Entre con la idea de hablar con el, estaba lista para ello quería hacerle preguntas además de contarle lo
Desperté sintiendo mi cuerpo pesado y un brazo me tenía fuertemente agarrada, me gire lentamente y no ví aquellos ojos grises, sus ojos estaban cerrados así que por un momento decidí mirarlo.Said era muy atractivo ¿Cómo es que antes no había mirado eso? Ví algunas cicatrices en su rostro pequeñas y que solo logras ver si te acercas lo suficiente.¿Me preguntó cómo se las habrá hecho?No paro de pensar en lo que me contó el día de ayer, pensar en lo que Gustavo le hizo ¿Que clase de persona le hace eso a su hermano? El lo necesitaba.—Miras mi atractivo — un pequeño grito salió de mis labios apenas escuché su voz, me había asustadoEl sabía que yo lo miraba mirando Aún tenía los ojos cerrados ¿Cómo es que lo sabía?— Solo me sorprende que estés aquí abrazándome —Dije rápidamente, lo oí reír.Cada vez más me gusta esa risa la escucho muy pocas veces pero las que lo hago lo disfruto.¿Que diablos estoy pensando?Vamos no debería estar pensando en esas cosas¡nosotros no somos ni seremo