Me aleje un poco de el sintiendo mi pulso muy acelerado me sentía nerviosa ante su presencia, ante aquellos ojos.
— ¿Y cuál es el siguiente paso? — Ya mi madre sabía al igual que Alejandro ahora es cuestión de tiempo para que toda mi familia y los Montenegro se enteraran también.
El tomo asiento en mi sofá negro.
— Te irás a vivir conmigo — Sentencio.
Vivir con el? No! Claro que no, no lo haría.
— ¿Por qué se supone que haría eso? — Le pregunté el sonrió de lado
— Es lo que hacen los esposos Alaya — Era cierto pero irme a vivir con un completo desconocido era mucho. — ¿Acaso te estás arrepintiendo? — Negue con la cabeza.
No puedo perder está oportunidad, quiero y necesito vengarme de ellos.
— Está bien — Me senté a su lado y luego suspire.
¿Me estoy arrepintiendo? No, no.
— Bien, recoge — Me levanté y me aleje de el y camine hasta mi habitación
Diablos!
¿Que estoy haciendo?
¿De verdad quiero vengarme de ellos?
Suspire y comencé a buscar en mi closet saque algunas prendas que coloque en una maleta no tan grande, solo debía colocar lo importante. Sali de mi habitación sintiéndome muy nerviosa.
— ¿Por qué viniste personalmente?— Me atreví a preguntar el me miró confundida — Pensé que solo enviarías a tu abogado.
— Venia a pedirte el anillo— Asentí — Pero oi todo lo que decía tu madre, admito que no entiendo cómo dejas que ella te trate de esa manera.
— Justo porque es mi madre, siempre me he quedado callada pero solo ya no se como parar sus ataques — Lo ví asentir.
Entendía mis asuntos no eran su problema.
Salimos de mi departamento y bajamos el ascensor hasta el estacionamiento en dónde estaba su coche, una vez ahí ambos nos subimos, el camino a su casa fue algo tedioso ninguno de los dos hablo, ambos supongo metidos en sus pensamientos al menos yo si, no sabía cómo iba hacer esto, estaba muy fuera de mi zona de confort.
Al llegar bajamos y entramos a esa enorme casa.
— Claudia, Romina— Dos mujeres aparecieron ante el llamo de Said, una mucho más mayor que la otra, la más joven tenía una enorme sonrisa hacia Said — Quiero que amabas conozcan a mi esposa —Por un segundo logré ver la confusión en ambas en una más que en otra —Ella vivirá de ahora en adelante aquí, ella será ahora la señora de la casa.
— Señor pero como fue que se casó?— Dijo la más joven de las mujeres presente, con voz baja mientras miraba el suelo, no había duda que la presencia de Said era imponente pero ¿De verdad era para tanto?
Una mirada de este hombre y la chica no hablo más.
— Bienvenida a su nuevo hogar señora — Dijo la otra mujer mientras me dedicaba una sonrisa incomoda.
Said comenzó a caminar y me hizo seña que lo siguiera, lo hice, subimos escaleras y llegamos a una habitación era enorme y se veía muy pulcra
—Esta es mi habitación y ahora tuya
— ¿Que? ¡No! ¿Acaso te has vuelto loco?— Pregunté de manera exagerada, lo ví caminar hacia la puerta y cerrarla — No quiero dormir contigo, quiero mi propia habitación.
— ¿Que parte de que somos esposo aún no entiendes?! — Se veía molesto aún así su voz era baja — No podemos dormir separados
— Es tu casa, nadie lo sabrá — Intenté convencerlo, no sabía si de verdad podría dormir junto a el.
— Claro que lo haran, ellas dos son solo el inicio del personal pero hay más personas y se que mi hermano metió algunas personas aquí para que me vigilarán, lo sé y no necesito que sospechen de nosotros— Asentí
¿Por qué se odian tanto?
— Bien dormiré aquí y actuare cómo tú esposa que ahora soy — El asintió
— Ponte cómoda, regreso más tarde — Dicho eso solo se fue.
Me quedé ahí sin saber que hacer
¿Para donde irá?
Quizás a la oficina, supongo que iría ahí luego de ir a mi casa.
¿Debo quedarme todo el día aquí? Bueno solo por hoy y cuando llegue podré hablar con el mejor, también tengo trabajo.
Dios mío en qué diablos me metí!
Suspire profundo, lo más que pude y decidí que era hora de un baño salí como una loca de casa.
Tome una ducha larga, lo necesitaba.
— Alaya— Me sobresalte al oír aquella voz tan cerca ¿Que m****a? Me tape lo más rápido que pude y me gire solo para verlo, estaba ahí mirándome sin vergüenza alguna
—Fuera!— Exclamé — Vete! ¿Acaso no sabes que es la privada?
¿El no se había ido?
— Vamos deja de hacer tanto drama — Se giró — Necesito que te arregles me acaban de llamar y tengo una pequeña reunión necesito que vayas conmigo
Ay no!
Es muy pronto, no me siento lista, ni siquiera lo he procesado bien.
No me siento nada lista.
—No creo que sea la mejor ida
— Lo es, prepárate porque estará ahí tu familia— Dicho eso solo se fue.
Es momento de iniciar, se que puedo, claro que puedo, soy Alaya una diferente a partir de ahora, una Alaya lista para acabar con ellos ¿De verdad seré capaz?
Suspire es mi momento.
Terminé de ducharme y salí mirando si Said ya se había ido de la habitación y si pero en la cama había dejado un hermoso y elegante vestido perfecto para la ocasión.
No tarde en estar lista así que baje con cuidado y ahí estaba el con aquel traje negro.
Ambos salimos nuevamente de aquella casa sin emitir palabra ¿Así sería este año de matrimonio?
Llegamos a un hermoso pero lujoso restaurante bajamos el tomo mi mano
— No me siento lista — Admiti.
— Pues apresurate a estarlo porque si no ellos te comerán viva.
Sabía que tenía razón
Tome mi mano y juntos entramos viendonos cómo un matrimonio feliz.
Quise reírme al ver la cara de todos al vernos entrar, mi hermana se quería morir lo sé, Alejandro miraba mal a Said mientras que mi madre nos miraba con asco.
— Said — Mi padre fue el primero en levantarse para así saludarlo formalmente — Hija que gusto verte — sus ojos me miraban de forma extraña
— ¿A qué se debe está reunió?— Pregunto Said directo como siempre— ¿Acaso es para darnos las bienvenida a esta nueva familia?
— ¿Cómo te atreviste?!— Mi hermana casi grito furiosa — Eres un golfa
— No te permito que hables de esa manera de mi esposa — Rápidamente hablo Said — Ni es este lugar que vergüenza nos haces pasar niña— Quise reírme ante su cara.
El me está defendiendo es hora de que yo lo haga
— ¿Estas segura que soy yo la golfa Rebeca? ¿Yo por casarme por un hombre soltero y dispuesto para mí?
— Me quieres hacer daño— Susurro ella haciéndose cómo siempre la víctima.
— Basta ya— Hablo el padre de Alejandro — No se qué tramas Said pero solo quería hacerte saber que no eres bienvenido aquí lo sabes y apenas el consejo te diga que no eres acto, Alejandro tomara su puesto en la empresa el que pertenece — Mi ahora esposo soltó una carajada
— ¿Eso era todo? Espera algo más, que perdedera de tiempo — Nos levantamos— Disculpen — Nos fuimos de aquella mesa y nos dirigimos a otra ¿Que había ido eso?
Minutos después llegó un señor
— Buen día señor marcial que gusto que por fin nos hayamos podido reunir — Hablo Alejandro, me levanté a saludar aquel desconocido
¿Que estaba sucediendo?
— El gusto es mío, ella es mi esposa Alaya
— He odio mucho de ti, es un placer al fin ponerle un rostro a esas referencias, es una maravilloso trabajo el que haces en esas casas hogares, me gustará en algún momento hacer una aportación
Sonreí y Asentí
Empezamos bien.
Mire más allá de nuestra mesa y pude ver a mi madre hablar con el hermano de Said, esto no va a terminar nada bien pero ya que estoy en el infierno bailando con el diablo y conspirando con el ¿Que es lo peor que me puede pasar? Estoy lista para quemarme si es necesario
Aquel hombre que hace poco era desconocido para mí era un posible nuevo contrato para la empresa de la familia Montenegro, Said tenía un objetivo y ese era traerlo a la empresa.— Gracias por invitarme a desayunar, mi esposa quería venir pero tuvo un par de cosas que hacer — Se disculpo — Entiendo, la invitación fue algo apresurada pero es que quería que conociera a mi esposa — Sus ojos se fijaron en mi— además de claro hablar del contrato.— El teléfono de Said sono así que el se disculpo y se levantó para alejarse y atender aquella llamada.— Me causa mucha curiosidad señorita Alaya, no esperaba que usted fuese la esposa de Said — Yo tampoco lo esperaba, de hecho solo esperaba estar en Italia sola — Ya que usted era novia del joven Alejandro Suspire.Me lo esperaba, claro que todos dirán lo mismo ¿Podría culparlos por ello?— No le mentire porque no está en mi ser de esa manera, usted sabe cuándo dos almas están simplemente por estar pero llenos de amor con ansias de darlos y de re
La tarde paso muy tarde, logré hacer un par de cosas que necesitaba para el trabajo y luego solo me acosté, no dejaban de pensar en el cambio tan radical que había dado mi vida, había pasado de estar enamorada de Alejandro a saber que me engañaba con mi hermana y casarme con su tío ¡Me case con el tío de mi ex novio!Creo que ahora me da un poco de gracias.La puerta se abre asustando me un poco y un visiblemente agotado Said entra en la habitación.¿Debo decirle algo?¿No sé cómo actuar con el?— Hola— Logro susurrar.El me ve y suspira cosa que me hace sentir mal, si le molesta tanto que esté aquí ¿porque no solo se va a otra habitación?— Olvide que estabas aquí — Dijo, Asentí sin poder decir nada ¿Que debería decir? — Nos llegó esto — De su bolsillo saca una arrugada carta.Me levanto me acerco y la tomo.Es una invitación para la fiesta de compromiso de mi hermana— ¿Que es esto?— Pregunto cómo si fuera una estúpida — Ella ya hizo una fiesta— Está es diferente solo irán socios y
— Respóndeme Alaya!— Grito.— ¿Crees que te debo dar respuestas? ¿Tu? Eres el imbécil que me engaño con mi hermana Alejandro! Estabas conmigo y estabas con Rebeca ¿Realmente crees que te debo algo? No te debo nada — Es mi tío!— ¡Y ella mi hermana!— Su cara lo decir todo, se sentó en la silla frente a mi escritorio — ¿Por que?— Pregunto — ¿Como se conocieron? ¿Que le viste? El es peligroso Alaya, no lo conoces— Uno nunca termina de conocer a las personas— Dije aunque sabía que el tenía razón con decir que no conocía a Said No sabía quién era el, no sabía nada pero ¿Que es lo peor que podía pasar? — Esto no es lo mismo!— Exclamó molesto levantándose — El es peligroso! Solo quiero cuidarte Alaya, mi padre dice que el — No me interesa lo que quieras decir de mi esposo— Lo interrumpí No sabía si estaba haciendo lo correcto en no oirlo pero lo que si sabía era que el solo quería que me alejara de Said y no lo iba a lograr, tenía un objetivo y al menos iba a hacer que el tomara posesi
El día había sido pesado, muy pesado de hecho, mi jefe al fin había venido a hablar conmigo sobre la contratación, desde ahora estaba trabajando para Christopher.Mi deber era ver algunas empresas que se encargan de ayudar a fundaciones, mi trabajo era ver qué todo estuviera bien y al día y luego inyectarles dinero haciendo algunos actos beneficos entre la alta sociedad y algunas empresas que deben ayudar.Entre aquellas empresas estaba la de los Montenegro así que debía hablar con Said sobre eso.Me preguntaba ¿Cómo iba la empresa con Said al mando? Tenía curiosidad, casi no habíamos hablado, no sabía casi nada de el no el de mi, al menos no cosas que yo le hubiese dicho.Terminé de acomodar mis cosas y sali de mi oficina, me despedí de mi secretaria y baje hasta el estacionamiento, me subí al coche y maneje directo a mi nuevo hogar. Al llegar ví el auto de Said en la entrada.Entre con la idea de hablar con el, estaba lista para ello quería hacerle preguntas además de contarle lo
Desperté sintiendo mi cuerpo pesado y un brazo me tenía fuertemente agarrada, me gire lentamente y no ví aquellos ojos grises, sus ojos estaban cerrados así que por un momento decidí mirarlo.Said era muy atractivo ¿Cómo es que antes no había mirado eso? Ví algunas cicatrices en su rostro pequeñas y que solo logras ver si te acercas lo suficiente.¿Me preguntó cómo se las habrá hecho?No paro de pensar en lo que me contó el día de ayer, pensar en lo que Gustavo le hizo ¿Que clase de persona le hace eso a su hermano? El lo necesitaba.—Miras mi atractivo — un pequeño grito salió de mis labios apenas escuché su voz, me había asustadoEl sabía que yo lo miraba mirando Aún tenía los ojos cerrados ¿Cómo es que lo sabía?— Solo me sorprende que estés aquí abrazándome —Dije rápidamente, lo oí reír.Cada vez más me gusta esa risa la escucho muy pocas veces pero las que lo hago lo disfruto.¿Que diablos estoy pensando?Vamos no debería estar pensando en esas cosas¡nosotros no somos ni seremo
Había pasado parte de la mañana revisando cada documento e investigando lo que ellos decían que hacían, en este tipo de cosas me gustaba ser detallista y muy minuciosa.Sé que las personas no tienen límite a veces.Encontré un par de incongruencias en unas empresas, una más graves que la otra, no tenía ni idea de quién eran ambas.Una de ellos decia que hace más cosas de las que eran real y la cantidad de personas que atendía disminuyó poco a poco aunque la cantidad no era mucho ese lugar recibía aún más dinero cada año, porque seguramente deben estar desviando fondos y luego conseguí la otra, está si era mucho más grave, en este lugar decían atender millones de personas cada año en todo lo que necesitaban, ropa, alimentos incluso decían tener varias casas en dónde les daban alojó y les ayudaban con trabajo pero la realidad era que los documentos eran falsos y lo que decían era falso.Atendían a solamente 100 personas al año tenían una sola propiedad en dónde "ayudaban" esas 100 pers
Un sonido bastante fastidioso me despertó, abrí los ojos y vi en un cuarto de hospital. — ¿Quien fue? ¿Quien le cambio el freno por acelerador?! No me interesa averigualo ¿Por qué diablos no buscaste la forma de avisarme? Por algo te pago!— mi vista se fue al lugar en dónde se oía aquella voz. Era Said. — Said — Le llame. El colgó la llama y vino hacia mi rápido. — Estás despierta! ¿Cómo te sientes? ¿Recuerdas algo?— Pregunto, Asentí con la cabeza — ¿Que recuerdas? — Iba a la fundación María Pilar iba a cerrarla y quise evitar el tráfico así que me fui por autopista pero mis frenos no funcionaban, ambos pedales eran acelerador. — ¿Por qué la iba a cerrar?— Pregunto. Frunci el ceño. Quizás hablé de más. — ¿Es tuya?— Pregunte, el nego. — Es de tu familia Alaya. — ¿Que? Mi familia ¿Mi familia ha estado haciendo eso? La puerta se abrió y un hombre entro parecía ser el doctor. — Sra Montenegro me alegra que haya despertado ¿Como se siente?— Pregunto mientras revisaba su table
Había pasado el día entero entre pruebas Said estaba paranoico y luego de una contribución de Said le hacían caso es casi todo.El quería que me hicieran todos los exámenes para comprobar que todo estaba bien, que todo estaba más que bien y para mí suerte así era, no pasaba de un par de moretones y dolió en el cuerpo estaba desesperada por salir de este lugar odiaba la comida, los doctores ya habían dicho que deben a de mantenerte una especie de dieta.No podía comer nada rico y eso me tenía un más estresada.Said estaba extraño más de lo normal se la pasa es su teléfono y un par de veces lo escuché hablando cosas extrañas, ese hombre me daba tanta curiosidad, tenía tantas preguntas para el pero no me atrevía hacerlas.La enfermera me llevaba a mi habitación para que al fin pudiera descansar.— Tienes un gran esposo — Le sonreí a la enfermera aunque ella no me veía— Estaba muy preocupado por ti aún lo está, quisiera yo que mi esposo fuera así.—Somos recien casados— Dije cómo si eso f