— ¿Cómo es que aún no dan con el?— Abri los ojos y vi a Said hablando con alguien — Joder mauricio necesito saber de quién debo protegerla!— Exclamó.Estaba hablando de lo sucedido, eso podía notarlo.— ¿Todo está bien?— Hable, el se giró y colgó al verme despierto.—¿Te he despertado?— Negue aunque la verdad es que me sentía emocionada, al fin saldría de aquí — Se que si, lo siento ¿Cómo te sientes?— Pregunto.— Muy bien ¿Ya es hora de irnos?— Pregunté ansiosa lo ví reír levemente—Aun no — Me dijo volviendo a su expresión neutral.— El doctor aún no firma el alta— me explico.— Ya me quiero ir— Confese — Estoy cansada de estar aquí, tengo mucho trabajo y ya quiero irme— el se sentó a mi lado.Me gusta el Said que me muestre vez en cuando, este cariñoso y atento Said.— Necesitas estar de reposo Alaya, se que tienes cosas que hacer y lo entiendo, entiendo que amas tu trabajo y que tienes cosas que resolver pero por favor tomate todo con calma — Asenti. Por un segundo pensé si debí pre
Said Montenegro.Había intentado que Alaya se quedará en casa descansando pero había sido imposible, ella apenas había llegado a la casa se cambió y se fue diciendo que tenía mucho trabajo y que no podía seguir aquí.Yo por otro lado tenía cosas que hacer, cosas que debía de hacer sin Alaya.— Escucho lo que tengas para decir— Mario me miro y me dió una carpeta, supongo que como la última vez ahí estaba toda la informacion — Quiero escucharte Mario ¿Que es lo que han podido averiguar?— En la carpeta está la foto de la persona que se encargo de modificar el auto de la sra Montenegro — Asentí abrí la carpeta y pude corroborar lo que Mario decía— ¿Quien lo envío?— Pregunté. El permanecía en silencio lo que me hizo dar cuenta de dos cosas, una ya ellos sabian quién era y dos, era alguien cercano a AlayaAlgo me decía que era su familia adoptiva aún no sabía quién era su familia real, al menos sabía que su padre si era su padre.Quieres decirle pero no sabía si aquello sería lo mejor ell
Otra vezOtra vezOtra maldita vezUna y otra vez se repetía la historia.Malditos Montenegro.Maldito Said.¿Por qué me hizo esto?¿Por qué ella?¿Por qué aquí?No fue ni siquiera capaz de llevarla a otra lugar, si sabe lo que Alejandro me hizo con Rebeca ¿Por qué hacerme pasar por lo mismo otra vez?El también era un hija de perra!¡No le importo una mierda!Grite llena de rabia tapando mi cara con la almohada para que nadie me escuchará.No iba a dejar que nadie me humillara, ni siquiera a Said nunca más, mucho menos iba a dejar que me vieran la cara cuántas veces quisieran.¿Cuántas veces lo hicieron mientras yo estaba en el hospital?¿Cuántas vecesas lo harán mientras yo no esté?Me limpie las lágrimas y salí de la habitación tal vez no podía sacarlo a el pero la sacaría a ella, no sabía dónde diablos estaba su habitación pero la encontraria, apenas logré recordar dónde estaba la cocina, por allá tenía que estar las habitaciones de ellasEntre cuando lo encontré, abrí los closets
Said MontenegroVer Alaya en esa actitud me había encendido no sabía que tenía ese carácter, la Alaya que yo conozco es mucho más tranquila pero pareciera que una Alaya diferente se había apoderado de ella.Que candente es esta mujer.Cada vez me encanta mucho más como si eso fuera posible.Me concideraba un servido, su servidor.— Señor que quiere que hagamos con Romina?— Pregunto Ignacio.No tenía ni la menor idea si ya estaba fuera de casa pero sabía que ella no podía seguir aquí, ella debía de mantenerse lo más lejos posible de Alaya.Romina se había excedido, había rebasado los límites, ella sabía cuál era su posición, jamás le había prometido nada, jamás hubiese estado con ella ni una vez si ese día no hubiese estado ebrio, no supe con quién me había acostado hasta la mañana siguiente que desperté más sobrio y con ella a mi lado con una sonrisa pensando que la haría mi novia.No pudo estar más equivocada.Ese puesto ya tenía dueña aunque aún Alaya no me conocia, yo ya sabía que
Alaya Montenegro.Me desperté como cada día, aunque está vez había algo diferenteYo estaba encima del pecho de Said y no tenía que quitarme de forma apresurada, ayer habíamos dicho que lo íbamos a intentar de verdad.Por alguna razón mi mente aún no se lo podía creer y no es que me creyera menos que Said, pero el era un hombre de mundo, era alguien que había recorrido muchos lugares y yo era una simple hija de personas adineradas que se había quedado siempre en el mismo lugar y era mucho menos que el.Ya no me importaba lo que sucediera, quería intentarlo de verdad, quería conocer al verdadero Said, conocer su alma porque su cuerpo ya lo conocía, conocer la profundidad de sus pensamientos.¿Me dejaría el acceder a ellos? Esperaba que me dijera que si, porque yo estaba dispuesta a dejarlo entrar a mi vida a que conociera todo de mi, aunque yo no tenía mucho que mostrar.Está vez solo quería ser yo sin máscaras, sin nada que me protegiera.Iba a confiar en el, porque deseaba que el co
Alaya Montenegro.Tome mi teléfono y le marque a Said— Gracias — Susurré apenas dejo de sonar el pi — Nunca nadie había hecho lo que hiciste hoy, muchas gracias Said — Esto es solo el inicio — Lo oi decir — Pienso consentirte por el resto de mi vida Alaya, quiero que seas inmensamente feliz y quitaré del camino todo lo que te haga infeliz — Sonreí.— Gracias — Volví decir.La puerta se abrió era Sarah.— De nada mi amor — Debo irme — Susurré.— Me llamas si necesitas algo?— Pregunto — Si, lo haré — Te mandaré a un guardaespaldas hoy y por favor usa el auto Alaya.— Lo haré y si salgo te mandaré mi ubicación — Le dije antes de colgar.Tome mis cosas y lo que necesitaba para poder ir al juzgado a interponer la demanda.Suspire.Aquí voy a qué mi madre posiblemente vaya a la cárcel o quizás toda mi familia entera.Mierda!Sali de la oficina y ahí estaba el abogado que el señor Christopher quería que se encargará de todo.Lo entendía, no sabía si confiaba en mí pero de no ser así no
Alaya Montenegro¿Que le gustaba a el? Eso era algo que no sabía, creo que debería llamarlo y preguntarle.Tome mi teléfono y le marque a Said, mis manos sudaban un poco, me sentía nerviosa.¿Por qué?— Hola mi amor — Sonreí, me llamo amor ¿Soy su amor? Ay Dios! Parezco una niña de 15 años ¡y no soy tengo 22 malditos años!— Todo está bien?— Pregunto suspire.— ¿Que va mal?— Ví a mi madre, Rebeca y Alejandro me persiguieron hasta el juzgado para ordenarme que detuviera esto pero no es para lo que te llame, quiero invitarte a comer o llevarte comida lo que prefieras— Hablé lo más rápido que pude.— No puedo salir pero te acepto la comida aquí, estoy en una reunión y de aquí a que llegues ya terminé¿Que?— Ay dios! ¿Estas en reunión?! Lo siento tanto perdón ¿Que pensaran tus socios?— No debes preocuparte por eso — Me dijo como si nada — Ellos piensaran que estoy loco pero no es algo que me importe — Rei.— ¿Que quieres que te lleve?— Pregunté — algo simple quizás una bistec al punto —
Alaya Montenegro— ¿Me quieres contar como te fue hoy en el día?— Pregunto.¿Que iba a contarle que mi mamá me estaba acosando para que quitará la demanda?Me preguntó cómo reaccionara el.La puerta se abrió haciendo que me levantará asustada, el lugar estaba tan silencioso que no esperaba aquel sonido.Me gire y vi a Gustavo estaba muy exaltado y se veía muy, muy molesto como jamás lo había visto y si que lo había visto molesto muchas veces con Alejandro.— ¡¿Como te atreviste maldito desgraciado?!— Abrí los ojos sorprendida, no esperaba eso de aquel hombre que siempre quería ser tan recto, lo ví cerrar la puerta para que nadie escuchará los gritos — ¿Sacarme de la maldita junta? Said se levantó de la silla con una calma no lo conozco tan bien pero ya que se el porque está haciendo esto, lo está disfrutando.Se posicionó frente a el.— Es MI empresa y tu... Hermano no tienes nada que hacer aquí no tu, ni mucho menos tu familia — Dijo con tanta calma — Esto es algo que me pertenece a