Alaya Montenegro.Había pasado todo el día en la oficina de Said, había hecho mi trabajo en su sofá, había sido su idea el que me quedara después de un maravilloso sexo.Me había quedado dormida un par de veces luego de terminar, mi trabajo en este momento estaba parado por un rato ya que tenía que estar pendiente del juicio que vendría.Said había estado de reunión tras reunión y cuando estaba en la oficina no había podido evitar mirarlo.Ese hombre se veía más atractivo cuando trabajaba.Dios ¿Estoy enamorada de el? Es imposible es muy pronto ¿No? Jamás me había sentido como me siento cuando estoy cerca de el.— ¿Estas lista?— Acomode todas mis cosas, que el guardaespaldas había subido a la oficina. Una vez listas me levanté del sofá en el que había estado.Said había ofendido al menos unas 7 veces traer un escritorio para mí y colocarlo aun lado del suyo.— Estoy lista para ir a casa — Le dije sonriendo.El se acercó a mi y beso mis labios.— ¿Quieres viajar conmigo este fin de sem
Said MontenegroTodo estaba listo para nuestra salida, no sabía de dónde había salido mis ganas de casarme en una ceremonia pero quería hacerlo al fin quería iba a tenerla y escucharla decir que me aceptaba como su esposa.Tres años antes— Maldito hijo de puta!— Grite furioso sintiendo la ira más grande mi maldita vida ¿Por qué mierdas me hacía eso? ¿Por qué me había dejado ahí diciendo que nadie me había querido?Todo era mío, absolutamente todo era mío.— Señor...— Dime qué es mío — Le ordene mientras caminaba de un lado a otro sintiéndome un maldito perro enjaulado.— Todo señor, su padre lo deje como su heredero universal¿Por qué hizo eso? Sé que soy el menor, pero Gustavo es era el mayor ¿Por qué yo y no el? — Por qué?— Pregunté en voz alta.— El no es su hijo biológico ni mucho menos legítimo— ¿Que?Todo es mío y voy a ir por lo que me pertenece.Debo verlo aunque sea de lejos, debo ver cómo vive y ver lo que le quitaré, necesito estudiarlo — ¿Dónde está? Llevenme — Les
Alaya MontenegroEsto se sentía con un sueño hecho realidad.Había empacado solo un par de cosas y estábamos llegando al aeropuerto privado, jamás viaje con estás comodidades bueno si en mi cumpleaños.— ¿Te estás arrepintiendo?— Lo mire y Negue lo más rápido que pude ¿Por qué me estaría arrepintiendo?No, obvio no.—No ¿Por qué preguntas eso?— Pregunté.— No lo sé estás muy callada y pensé que te estabas arrepintiendo — Negue. Al llegar al aeropuerto, Said me extendió la mano para ayudarme a bajar del auto.— Gracias Sr Montenegro — Le dije con una sonrisa.— Siempre estoy para usted Sra Montenegro, soy su humilde servidor — Rei ante sus palabras. Pude ver cómo los guardaespaldas sacaban ambos bolsos de mano.— Enrique la placer verlo — Le dijo al piloto quien estaba con las azafatas esperándonos.Me sentía extraña, muy extraña.— El gusto es mío señor Montenegro— Me miró — Sra Montenegro un placer conocerla.Ambos subimos, yo primero ya que el me dejó hacerlo, quedé encantada con e
Alaya Montenegro— Te vez preciosa — Sami me hizo dar una vuelta, me mire nuevamente en el espejo.No me sentía como yo normal, me sentía como una yo muy renovada y me gustaba, amaba mi cambio.— Crees que estoy mal por hacer esto ¿No?— La mire esperando su respuesta.Samantha era la persona más sincera y sabía que ella me diría lo que pensaba y no lo que yo querría escuchar.— Pienso que por una vez en la vida debes hacer lo que quieras hacer y no lo que la gente diga que está bien o está mal, te gusta, le quiere se te nota demasiado Alaya — Sonreí — Ahora eres más segura de ti misma y eso es algo que no veía desde hace tanto tiempo el te hace feliz y si te hace feliz todo está bien para mí — Me acerque abrazarla.Era lo que necesitaba, no escucharla decir que podía hacer lo que yo quisiera porque eso ya lo sabía, si no, no estaba loca por hacer esto.Sé que ya estamos casados legalmente pero esto iba algo más allá de la ley, esto era para que ambos sintieramos el matrimonio real, nu
Alaya MontenegroMire a Said esperando que el me dijera algo pero solo me miraba esperando que yo respondiera.No sé de qué hablaba ese hombre pero no importa lo que fuese por Said estaba lista para aceptar cualquier cosa, solo por permanecer a su lado.—Acepto — Solté.Said sonrió fue la sonrisa más grande que hubiese visto —Said aceptas amar y tratar a Alaya como lo más importante de tu vida?— ¿Por que era diferente?—Acepto — Dijo el muy seguro de sus palabras como yo estaba segura de las mías.— En este momento los declaro marido y mujer.Sonreí y me lance a sus brazos para besarlo, el me devolvió el beso con mucha fuerza.Los aplausos se hicieron notar sobre todo los de Sami los reconocía fácilmente— Hola esposo— Susurré al dejar de besarnos.— Les presento al Sr y la Sra Montenegro — los aplausos fueron mayores.— Hola esposa — Nos alejamos y pude ver a todos incluso a Sam frente a nosotros aunque algo retirados por lo grande del salón.Caminamos tomados de la mano hasta un lu
Said MontenegroPasado — ¿Para donde vamos no deberíamos estar en el hospital? — Pregunté mientras me montaba en el auto.— No — Dijo — Papá ya está bien?— Pregunté.No entiendo que estaba pasando.— No pero debes ir a otro lado Said, no puedes quedarte aquí en Estados Unidos — no estaba entendiendo nada — Dime qué está pasando por favor — Le rogué.Estaba preocupado por papá y no entendía porque mi hermano se negaba a llevarme a verlo, quizás estaba muy grave ¿Era eso? Mi padre estaba muriendo.— No puedo atenderte y papá está en coma Said necesito llevarte a un lugar seguro, por favor deja de hacer más preguntas, necesito concentrarme en qué papá este bien — Asentí.No quería ser molesto con el, queria ayudarlo así que solo hice silencio.Me portaria bien y dejaría de ser tan molesto.Presente Alaya parecía feliz mientras miraba y se probaba la ropa, todo le quedaba hermoso.No sabía cómo dedicarle lo que había aceptado frente a mis socios en la mafia, había aceptado su cargo s
Alaya MontenegroY estábamos de regreso a Estados Unidos, me hubiese encantado quedarme en roma un poco más, dos días había sido sumamente poco, todo era tan hermoso tan romántico, me gustaba estar allá, lejos de mi familia, lejos de los problemas estuve en una hermosa burbuja el fin de semana y quería solo quedarme ahí y no tener que salir pero era hora de volver a mis cosas usuales.Ahora tenía una esposo de verdad y tenía que armar mi vida con el, mi rutina junto a el.— ¿En que piensas?— Sentí un beso en mi mejilla y vi a Said sentarse a mi lado le sonreí — Buenos días lindura.Desde el fin de semana Said no deja de llamarme de distintas formas, amor, mi vida, hermosa, belleza, lindura y me gusta que lo haga.— Buenos días guapo — yo te seguido sus pasos — En que estamos volviendo a la rutina nuevamente Rutina eso era algo que aún no habíamos formado y es que todo había pasado tan rápido, me case luego tuve un accidente luego me volví a casar me fui a Roma y ahora estamos aquí.
Alaya Montenegro¿Que se supone tenía que hacer ahora?— Yo no sé que decirte — Fui sincera con el, no sabía que podía decirle ¿Debía decirle lo que realmente pensaba o debía decirle lo que el quería escuchar? — Perdóname por favor, perdóname, lo perdí todo Alaya, el me quito todo primero a ti luego mi fortuna y ahora Rebeca — No pude evitar rei antes eso ¿Ahora la culpa era de Said?— El no te quito nada Alejandro, tu me engañaste con mi hermana imbécil— Alaya yo no quise...— El dinero y la fortuna era de el, el maldito desgraciado de tu padre le robó todo y Rebeca es una zorra que solo va a ir detrás de lo que YO tengo y si tiene dinero va a ir con mucha más ganas detrás de el, deja de culpar a las personas y asume tus malditos errores vete a la mierda y no me vuelvas a llamar — No deje que me interrumpiera.Le colgué.No iba a dejar que culpara de todo a Said ¿Por qué lo dejaría?Era un imbécil y Rebeca una zorra.Al llegar a la empresa de Said, saludé a todos con una sonrisa