Alaya MontenegroEsto se sentía con un sueño hecho realidad.Había empacado solo un par de cosas y estábamos llegando al aeropuerto privado, jamás viaje con estás comodidades bueno si en mi cumpleaños.— ¿Te estás arrepintiendo?— Lo mire y Negue lo más rápido que pude ¿Por qué me estaría arrepintiendo?No, obvio no.—No ¿Por qué preguntas eso?— Pregunté.— No lo sé estás muy callada y pensé que te estabas arrepintiendo — Negue. Al llegar al aeropuerto, Said me extendió la mano para ayudarme a bajar del auto.— Gracias Sr Montenegro — Le dije con una sonrisa.— Siempre estoy para usted Sra Montenegro, soy su humilde servidor — Rei ante sus palabras. Pude ver cómo los guardaespaldas sacaban ambos bolsos de mano.— Enrique la placer verlo — Le dijo al piloto quien estaba con las azafatas esperándonos.Me sentía extraña, muy extraña.— El gusto es mío señor Montenegro— Me miró — Sra Montenegro un placer conocerla.Ambos subimos, yo primero ya que el me dejó hacerlo, quedé encantada con e
Alaya Montenegro— Te vez preciosa — Sami me hizo dar una vuelta, me mire nuevamente en el espejo.No me sentía como yo normal, me sentía como una yo muy renovada y me gustaba, amaba mi cambio.— Crees que estoy mal por hacer esto ¿No?— La mire esperando su respuesta.Samantha era la persona más sincera y sabía que ella me diría lo que pensaba y no lo que yo querría escuchar.— Pienso que por una vez en la vida debes hacer lo que quieras hacer y no lo que la gente diga que está bien o está mal, te gusta, le quiere se te nota demasiado Alaya — Sonreí — Ahora eres más segura de ti misma y eso es algo que no veía desde hace tanto tiempo el te hace feliz y si te hace feliz todo está bien para mí — Me acerque abrazarla.Era lo que necesitaba, no escucharla decir que podía hacer lo que yo quisiera porque eso ya lo sabía, si no, no estaba loca por hacer esto.Sé que ya estamos casados legalmente pero esto iba algo más allá de la ley, esto era para que ambos sintieramos el matrimonio real, nu
Alaya MontenegroMire a Said esperando que el me dijera algo pero solo me miraba esperando que yo respondiera.No sé de qué hablaba ese hombre pero no importa lo que fuese por Said estaba lista para aceptar cualquier cosa, solo por permanecer a su lado.—Acepto — Solté.Said sonrió fue la sonrisa más grande que hubiese visto —Said aceptas amar y tratar a Alaya como lo más importante de tu vida?— ¿Por que era diferente?—Acepto — Dijo el muy seguro de sus palabras como yo estaba segura de las mías.— En este momento los declaro marido y mujer.Sonreí y me lance a sus brazos para besarlo, el me devolvió el beso con mucha fuerza.Los aplausos se hicieron notar sobre todo los de Sami los reconocía fácilmente— Hola esposo— Susurré al dejar de besarnos.— Les presento al Sr y la Sra Montenegro — los aplausos fueron mayores.— Hola esposa — Nos alejamos y pude ver a todos incluso a Sam frente a nosotros aunque algo retirados por lo grande del salón.Caminamos tomados de la mano hasta un lu
Said MontenegroPasado — ¿Para donde vamos no deberíamos estar en el hospital? — Pregunté mientras me montaba en el auto.— No — Dijo — Papá ya está bien?— Pregunté.No entiendo que estaba pasando.— No pero debes ir a otro lado Said, no puedes quedarte aquí en Estados Unidos — no estaba entendiendo nada — Dime qué está pasando por favor — Le rogué.Estaba preocupado por papá y no entendía porque mi hermano se negaba a llevarme a verlo, quizás estaba muy grave ¿Era eso? Mi padre estaba muriendo.— No puedo atenderte y papá está en coma Said necesito llevarte a un lugar seguro, por favor deja de hacer más preguntas, necesito concentrarme en qué papá este bien — Asentí.No quería ser molesto con el, queria ayudarlo así que solo hice silencio.Me portaria bien y dejaría de ser tan molesto.Presente Alaya parecía feliz mientras miraba y se probaba la ropa, todo le quedaba hermoso.No sabía cómo dedicarle lo que había aceptado frente a mis socios en la mafia, había aceptado su cargo s
Alaya MontenegroY estábamos de regreso a Estados Unidos, me hubiese encantado quedarme en roma un poco más, dos días había sido sumamente poco, todo era tan hermoso tan romántico, me gustaba estar allá, lejos de mi familia, lejos de los problemas estuve en una hermosa burbuja el fin de semana y quería solo quedarme ahí y no tener que salir pero era hora de volver a mis cosas usuales.Ahora tenía una esposo de verdad y tenía que armar mi vida con el, mi rutina junto a el.— ¿En que piensas?— Sentí un beso en mi mejilla y vi a Said sentarse a mi lado le sonreí — Buenos días lindura.Desde el fin de semana Said no deja de llamarme de distintas formas, amor, mi vida, hermosa, belleza, lindura y me gusta que lo haga.— Buenos días guapo — yo te seguido sus pasos — En que estamos volviendo a la rutina nuevamente Rutina eso era algo que aún no habíamos formado y es que todo había pasado tan rápido, me case luego tuve un accidente luego me volví a casar me fui a Roma y ahora estamos aquí.
Alaya Montenegro¿Que se supone tenía que hacer ahora?— Yo no sé que decirte — Fui sincera con el, no sabía que podía decirle ¿Debía decirle lo que realmente pensaba o debía decirle lo que el quería escuchar? — Perdóname por favor, perdóname, lo perdí todo Alaya, el me quito todo primero a ti luego mi fortuna y ahora Rebeca — No pude evitar rei antes eso ¿Ahora la culpa era de Said?— El no te quito nada Alejandro, tu me engañaste con mi hermana imbécil— Alaya yo no quise...— El dinero y la fortuna era de el, el maldito desgraciado de tu padre le robó todo y Rebeca es una zorra que solo va a ir detrás de lo que YO tengo y si tiene dinero va a ir con mucha más ganas detrás de el, deja de culpar a las personas y asume tus malditos errores vete a la mierda y no me vuelvas a llamar — No deje que me interrumpiera.Le colgué.No iba a dejar que culpara de todo a Said ¿Por qué lo dejaría?Era un imbécil y Rebeca una zorra.Al llegar a la empresa de Said, saludé a todos con una sonrisa
Alaya Montenegro— Te escucho — Trate de animarlo a qué me dijera al ver que no había dicho palabra en al menos 10 min, estaba más que claro que el sabía algo que no quería decirme o que al menos lo estaba dudando.¿Por qué?¿Por qué no quería decirme?— Tus padres no son tus padres biológicos Alaya — Solto.¿Que?Eso era imposible.— No creo — Dije y es que aquello no me lo creía, digo sabía que mi familia solía hacerme la vida imposible y que era evidente que no me querían pero ¿No ser su hija biológica?— Si eso fuera así mi madre me lo hubiese dicho hace mucho tiempo Said se acercó a su escritorio y de ahí saco una carpeta amarilla, se acercó a mi nuevamente y me tendió.Padres desconocidos fue lo primero que vino a mi mente, el ya me había mandado a investigar supongo que después de casarnos la primera vez era lógico no me conocia, ahí descubrió que yo no era hija de mis padres pero ¿Cómo?No, no, no!Me reuso a creer eso! Pero tendría sentido al fin todo el porque de sus maltrat
Alaya MontenegroMire mi ropa me gusta como me veo una vez más quizás estoy exagerando pero me encantaba el vestido rojo, tenía una pequeña abertura en mi pierna derecha.No estoy segura que fuese un buen día para este tipo de eventos pero igual iría no me iba a ver derrotada si es que eso querían yo no les iba a dar el gusto.Said me había comentado que mi "familia" iría, no sabía cómo me iba a comportar ahora que sabía la verdad.— Te ves preciosa — Me gire y ahí estaba el sentado en nuestra cama, sonreí.Se veía tan guapo tenía un hermoso traje de color negro y blanco ¿Acaso nada le quedaba mal? Me acerque a el y bese sus labios.— ¿Crees que es adecuado?— Le pregunté, no solía ir a este tipo de eventos y cuando iba era diferente porque mi... Liliana se encargaba de los vestidos ella no quería que yo la avergonzara — No se si debería ir así — Me sentía algo insegura.— Estás preciosa — Se levantó y me tomo de la cintura — Y usted Sra Montenegro puede ir vestida como quiera — Sonre