El día había sido pesado, muy pesado de hecho, mi jefe al fin había venido a hablar conmigo sobre la contratación, desde ahora estaba trabajando para Christopher.Mi deber era ver algunas empresas que se encargan de ayudar a fundaciones, mi trabajo era ver qué todo estuviera bien y al día y luego inyectarles dinero haciendo algunos actos beneficos entre la alta sociedad y algunas empresas que deben ayudar.Entre aquellas empresas estaba la de los Montenegro así que debía hablar con Said sobre eso.Me preguntaba ¿Cómo iba la empresa con Said al mando? Tenía curiosidad, casi no habíamos hablado, no sabía casi nada de el no el de mi, al menos no cosas que yo le hubiese dicho.Terminé de acomodar mis cosas y sali de mi oficina, me despedí de mi secretaria y baje hasta el estacionamiento, me subí al coche y maneje directo a mi nuevo hogar. Al llegar ví el auto de Said en la entrada.Entre con la idea de hablar con el, estaba lista para ello quería hacerle preguntas además de contarle lo
Desperté sintiendo mi cuerpo pesado y un brazo me tenía fuertemente agarrada, me gire lentamente y no ví aquellos ojos grises, sus ojos estaban cerrados así que por un momento decidí mirarlo.Said era muy atractivo ¿Cómo es que antes no había mirado eso? Ví algunas cicatrices en su rostro pequeñas y que solo logras ver si te acercas lo suficiente.¿Me preguntó cómo se las habrá hecho?No paro de pensar en lo que me contó el día de ayer, pensar en lo que Gustavo le hizo ¿Que clase de persona le hace eso a su hermano? El lo necesitaba.—Miras mi atractivo — un pequeño grito salió de mis labios apenas escuché su voz, me había asustadoEl sabía que yo lo miraba mirando Aún tenía los ojos cerrados ¿Cómo es que lo sabía?— Solo me sorprende que estés aquí abrazándome —Dije rápidamente, lo oí reír.Cada vez más me gusta esa risa la escucho muy pocas veces pero las que lo hago lo disfruto.¿Que diablos estoy pensando?Vamos no debería estar pensando en esas cosas¡nosotros no somos ni seremo
Había pasado parte de la mañana revisando cada documento e investigando lo que ellos decían que hacían, en este tipo de cosas me gustaba ser detallista y muy minuciosa.Sé que las personas no tienen límite a veces.Encontré un par de incongruencias en unas empresas, una más graves que la otra, no tenía ni idea de quién eran ambas.Una de ellos decia que hace más cosas de las que eran real y la cantidad de personas que atendía disminuyó poco a poco aunque la cantidad no era mucho ese lugar recibía aún más dinero cada año, porque seguramente deben estar desviando fondos y luego conseguí la otra, está si era mucho más grave, en este lugar decían atender millones de personas cada año en todo lo que necesitaban, ropa, alimentos incluso decían tener varias casas en dónde les daban alojó y les ayudaban con trabajo pero la realidad era que los documentos eran falsos y lo que decían era falso.Atendían a solamente 100 personas al año tenían una sola propiedad en dónde "ayudaban" esas 100 pers
Un sonido bastante fastidioso me despertó, abrí los ojos y vi en un cuarto de hospital. — ¿Quien fue? ¿Quien le cambio el freno por acelerador?! No me interesa averigualo ¿Por qué diablos no buscaste la forma de avisarme? Por algo te pago!— mi vista se fue al lugar en dónde se oía aquella voz. Era Said. — Said — Le llame. El colgó la llama y vino hacia mi rápido. — Estás despierta! ¿Cómo te sientes? ¿Recuerdas algo?— Pregunto, Asentí con la cabeza — ¿Que recuerdas? — Iba a la fundación María Pilar iba a cerrarla y quise evitar el tráfico así que me fui por autopista pero mis frenos no funcionaban, ambos pedales eran acelerador. — ¿Por qué la iba a cerrar?— Pregunto. Frunci el ceño. Quizás hablé de más. — ¿Es tuya?— Pregunte, el nego. — Es de tu familia Alaya. — ¿Que? Mi familia ¿Mi familia ha estado haciendo eso? La puerta se abrió y un hombre entro parecía ser el doctor. — Sra Montenegro me alegra que haya despertado ¿Como se siente?— Pregunto mientras revisaba su table
Había pasado el día entero entre pruebas Said estaba paranoico y luego de una contribución de Said le hacían caso es casi todo.El quería que me hicieran todos los exámenes para comprobar que todo estaba bien, que todo estaba más que bien y para mí suerte así era, no pasaba de un par de moretones y dolió en el cuerpo estaba desesperada por salir de este lugar odiaba la comida, los doctores ya habían dicho que deben a de mantenerte una especie de dieta.No podía comer nada rico y eso me tenía un más estresada.Said estaba extraño más de lo normal se la pasa es su teléfono y un par de veces lo escuché hablando cosas extrañas, ese hombre me daba tanta curiosidad, tenía tantas preguntas para el pero no me atrevía hacerlas.La enfermera me llevaba a mi habitación para que al fin pudiera descansar.— Tienes un gran esposo — Le sonreí a la enfermera aunque ella no me veía— Estaba muy preocupado por ti aún lo está, quisiera yo que mi esposo fuera así.—Somos recien casados— Dije cómo si eso f
— ¿Cómo es que aún no dan con el?— Abri los ojos y vi a Said hablando con alguien — Joder mauricio necesito saber de quién debo protegerla!— Exclamó.Estaba hablando de lo sucedido, eso podía notarlo.— ¿Todo está bien?— Hable, el se giró y colgó al verme despierto.—¿Te he despertado?— Negue aunque la verdad es que me sentía emocionada, al fin saldría de aquí — Se que si, lo siento ¿Cómo te sientes?— Pregunto.— Muy bien ¿Ya es hora de irnos?— Pregunté ansiosa lo ví reír levemente—Aun no — Me dijo volviendo a su expresión neutral.— El doctor aún no firma el alta— me explico.— Ya me quiero ir— Confese — Estoy cansada de estar aquí, tengo mucho trabajo y ya quiero irme— el se sentó a mi lado.Me gusta el Said que me muestre vez en cuando, este cariñoso y atento Said.— Necesitas estar de reposo Alaya, se que tienes cosas que hacer y lo entiendo, entiendo que amas tu trabajo y que tienes cosas que resolver pero por favor tomate todo con calma — Asenti. Por un segundo pensé si debí pre
Said Montenegro.Había intentado que Alaya se quedará en casa descansando pero había sido imposible, ella apenas había llegado a la casa se cambió y se fue diciendo que tenía mucho trabajo y que no podía seguir aquí.Yo por otro lado tenía cosas que hacer, cosas que debía de hacer sin Alaya.— Escucho lo que tengas para decir— Mario me miro y me dió una carpeta, supongo que como la última vez ahí estaba toda la informacion — Quiero escucharte Mario ¿Que es lo que han podido averiguar?— En la carpeta está la foto de la persona que se encargo de modificar el auto de la sra Montenegro — Asentí abrí la carpeta y pude corroborar lo que Mario decía— ¿Quien lo envío?— Pregunté. El permanecía en silencio lo que me hizo dar cuenta de dos cosas, una ya ellos sabian quién era y dos, era alguien cercano a AlayaAlgo me decía que era su familia adoptiva aún no sabía quién era su familia real, al menos sabía que su padre si era su padre.Quieres decirle pero no sabía si aquello sería lo mejor ell
Otra vezOtra vezOtra maldita vezUna y otra vez se repetía la historia.Malditos Montenegro.Maldito Said.¿Por qué me hizo esto?¿Por qué ella?¿Por qué aquí?No fue ni siquiera capaz de llevarla a otra lugar, si sabe lo que Alejandro me hizo con Rebeca ¿Por qué hacerme pasar por lo mismo otra vez?El también era un hija de perra!¡No le importo una mierda!Grite llena de rabia tapando mi cara con la almohada para que nadie me escuchará.No iba a dejar que nadie me humillara, ni siquiera a Said nunca más, mucho menos iba a dejar que me vieran la cara cuántas veces quisieran.¿Cuántas veces lo hicieron mientras yo estaba en el hospital?¿Cuántas vecesas lo harán mientras yo no esté?Me limpie las lágrimas y salí de la habitación tal vez no podía sacarlo a el pero la sacaría a ella, no sabía dónde diablos estaba su habitación pero la encontraria, apenas logré recordar dónde estaba la cocina, por allá tenía que estar las habitaciones de ellasEntre cuando lo encontré, abrí los closets