Jacob llegó puntual a la hora en la que quedó de pasar por Liesel para ir a la fiesta, cuando la vio bajar por la escalera, se le iluminó el rostro, estaba hermosa con ese vestido, y le pareció más hermosa cuando le sonrió. Estaba seguro de que sería la envidia de muchos esta noche.
Derek vio llegar a los Dunham, esperaba con ansias ver de nuevo a Liesel, no se había vuelto a acercar a ella desde que estuvo con ella en el hospital, le estaba dando tiempo, no quería presionarla; pero cuando no vio a Liesel con ellos… no quiso hacerse ideas erróneas, era mejor preguntar, así que se dirigió hasta ellos.
—Buenas noches.
—Oh, Derek. Buenas noches —respondió Lysa girándose, —muchas felicidades hijo, te deseo una larga vida y la mayor felicidad —lo abrazo.
—Gracias. ¿Vienen solos? —Pregunto como n
Liesel intentó salir del sanitario, no debía quedarse a solas con él, no podía. Pero Derek bloqueó la puerta con su cuerpo impidiéndole salir. En una batalla cuerpo a cuerpo, era evidente que ella saldría perdiendo.—No quiero hablar contigo, así que déjame en paz. —No quería mirarlo. Así que lo evito.—Necesitamos hablar Liesel.—Tú lo necesitas, no yo.—Mírame… Liesel mírame —levantó su barbilla para instarla a verlo a los ojos. Cuando ella le regresó la mirada, solo pudo ver ira en los hermosos ojos verdes que lo atormentaban. Sin decir nada más Derek se hizo a un lado dejando la salida libre.Liesel tomó la oportunidad que se le presentó y salió casi corriendo, se había llenado de coraje al sentirse avasallada por Steiger, por querer imponerse.Cuando
Liesel no daba crédito de la situación, hasta donde llegaría su familia por hacerla feliz en sus últimos días de vida, porque si estaban armando todo este teatro, era porque a ella ya no le quedaba mucho tiempo.—¿No dices nada?—¿Qué quieres que te diga?—Que tú también me amas sería un buen comienzo de algo.—Hay por favor no seas pretencioso —se negaba a creer en sus palabras, no podía permitir que Steiger le endulzara el oído y caer rendida ante una mentira.—Yo sé que me amas Liesel, que me has amado desde siempre.Ambos guardaron silencio por un instante, tanto que pareció eterno.—Te amaba… —respondió al fin, una pausa antes de decir la mayor de las mentiras; pero de no hacerlo dejaría a su pobre y tierno corazón enamorado, listo para ser devor
Era la cuarta bebida de Liesel, no es que ella no estuviera acostumbrada, pero no era lo mismo beber en una noche loca que hacerlo por tristeza y decepción, así que el alcohol comenzaba a calar en el cuerpo.—¿Me parece que debemos hablar de lo que sucedió en el jardín?—Jacob, discúlpame, pero de momento no quiero hacerlo, yo sé que no fue correcto porque tú eres mi acompañante, pero créeme que nunca planee un encuentro a solas con Steiger, es todo lo que voy a decir, pero créeme cuando digo que quiero borrar de mi mente lo sucedió ahí afuera.—De acuerdo, pero Liesel —espero a tener toda la atención de ella, —solo quiero que sepas que mis intenciones contigo son serias y van más allá de una simple amistad.—Está bien, —sabía que no era la respuesta que su amigo esperaba, pero de mom
Liesel llegó a su casa, y solo deseaba hablar con Tatiana, así que corrió a su habitación para tener privacidad y poder desahogarse, era tarde pero sabía que siempre podía contar con Tatis, quería que su amiga le dijera que la decisión que acababa de tomar había sido la correcta, a estas alturas no estaba completamente convencida, talvez fue que bebió demasiado, o darse cuenta de que Steiger no paraba de jugar con ella, o de su necesidad de tener a alguien en su vida antes de dejar este mundo, o tal vez fuese todo en conjunto, no sabría decir, solo sabía que ya no estaba segura de nada.Después de que todos se marcharan, Derek se dirigió a la biblioteca de la mansión Steiger, desde siempre había sido su lugar favorito. Derek se dejó caer de espaldas en el elegante sillón de piel detrás del enorme escritorio de roble que era la piez
A la mañana siguiente, las palabras de su abuelo seguían resonado en su mente «Los Dunham pertenecen a la Hermandad», ahora si la había perdido para siempre, ahora que al fin estaba dispuesto a luchar por su amor, a dejar de lado el temor de arrastrar a Liesel a esa vida de persecución, donde siempre tienes que mirar sobre tu hombro, siempre alerta; no encontraba una salida para ser feliz, no había manera, ni siquiera huir era una posibilidad porque en todo el país había guardias de la Hermandad que podrían dar con ellos, y huir del país tampoco era opción.Se obligó a salir de la cama cuando era lo último que quería hacer, pero él nunca había sido hombre de negar sus problemas y dejar de hacer frente a sus compromisos.Viendo el panorama desde este nuevo angulo, hasta se alegraba de que Liesel lo hubiese mandado al carajo, porque de no
Hacia un mes que Derek vio a Liesel por última vez, y en verdad que lo estaba pasando terriblemente mal, no era lo mismo alejarla por su estúpida creencia de que la estaba protegiendo, a saber, con toda certeza que no podía acercarse nunca a ella por pertenecer a mundos divididos, sentía que estaba traicionándose y traicionándola, pero jamás arriesgaría a Liesel, aunque su corazón se partiera de dolor.Pero la vida no se detiene y debía seguir adelante, porque eran muchas personas que dependían de él, de que las empresas Steiger pudieran seguir proporcionando la estabilidad económica y la seguridad que su raza tanto necesitaba; no podía tirar por el caño todo lo que habían logrado solo porque a él sintiera como si le hubiesen arrancado el corazón.Por primera vez en toda su vida adulta no sabía que hacer; sabia perfectamente lo que
Derek salió a toda prisa de la casa de los Dunham, ahora lo sabía, había sido un error ir hasta ahí, pero sobre todo seguir el aroma embriagador de Liesel y casi entrar a su habitación.«En qué carajos estaba pensando, maldición», no paraba de reprocharse por la imprudencia que acababa de cometer, lo bueno es que nadie lo había encontrado o tendría que dar muchas explicaciones de las que no le daba la gana hablar.Rápidamente subió a su vehículo y lo puso en marcha, Iba tan concentrado en sí mismo que casi pasa por alto al vehículo de color negro que estaba estacionado muy cerca de la entrada de la casa de los Dunham, de pronto pensó que lo seguían a él, y que mientras más rápido se marchara sería mejor, pero se llevó una gran sorpresa cuando el auto no hizo el intento por seguir su coch
Kurt Von Steiger, junto sus manos mientras las colocaba sobre el imponente escritorio de cedro, se quedó mirando al hombre sentado frente a él, lo que estaba por decir no era fácil, pero era hora de ser honestos, por lo menos en ciertas cosas.—Debo decirte algo que estoy seguro que no te va a gustar, se trata de tu hija, Liesel.—¿Qué pasa con ella? —La actitud de Eliot Dunham era conservadora, aunque en el fondo estaba impaciente por lo que le iban a decir, acaso habían descubierto a Liesel.—La seguridad de la empresa se ha percatado de que la han estado siguiendo durante algún tiempo—¿Siguiendo? ¿Quiénes? —Eliot no sabía si suspirar tranquilo o ponerse más nervioso, «seguir a Liesel ¿Quién y por qué?, la Hermandad», se respondió rápidamente, no podía ser nadie más