Narra Helen.Después de dejar a Dylan en la mansión, nos dirigimos en una camioneta a un lugar especial que Dylan quiere mostrarme.Y estoy aquí en el asiento de copiloto con una venda en mis ojos, mientras tomó la mano nerviosa de mi querido Dylan.Cuando llegamos a nuestro destino y bajo del auto, siento la brisa fresca alborotar mis cabellos y una exquisita melodía llenar mis oídos. En lo que parece ser las olas de mar reventando en la orilla. El agua salada inunda mis fosas nasales y la brisa eriza mi cuerpo.Camino por un camino rocoso para luego llegar y pararnos. El quita lentamente la venda; lo que ven mis ojos no lo puedo creer, es una maravillosa casa de dos plantas, está alumbrada con faros.—¿Te gusta?—pregunta Dylan tomándome por la mano, para arrastrarme a su interior.—¡Oh, mi amor me encanta!—me volteó para besarlo.Él me besa gustoso para luego cargarme, llevarme el interior de la casa entre sus brazos cómo en un pasado lo soñó.Sube conmigo las escaleras hasta llegar
Aquí estoy de nuevo, frente al espejo mientras mi madre acomoda mi cabello. Gracias a mi querido embarazado que cabe aclarar no siento absolutamente nada más que hambre, a diferencia del embarazo de Dylan, este solo me da mucho sueño y muchas ganas de comer dulce, ¿Dónde estaba? Ah ya, bueno volviendo al tema, estoy aquí frente al espejo preparándome para mí boda, ya que tuvimos que adelantar antes de que mi barriga crezca, y creo que será muy pronto porque el vestido me queda un poco apretado y apenas tengo casi dos meses.—Te vez hermosa mi niña, —dice mi madre acomodando la larga cola que está pegada al vestido—. Te dije que todo iba a estar en su lugar —le sonrió, porque todos estos años ella me decía lo mismo, y ahora entiendo el porqué decía eso.—Gracias mamá, estoy nerviosa —me sonrojó, pareciera que me fuera a casar por primera vez, pero para mí es así, ya que está vez nadie me está obligando.Miró mi vestido, es realmente hermoso, confeccionado por la mejor diseñadora de ves
A la mañana siguiente cuando abrí los ojos, Dylan no estaba a mi lado. Él estaba acostumbrado a levantarse temprano, así que ya a las cinco de la madrugada estaba despierto, así que me levanté para asearme rápidamente y buscarlo. No había recorrido la hermosa casa, que parecía pequeña pero acogedora. Cuando salí de la habitación, mis ojos se maravillaron con lo que estaba viendo. Había un hermoso spa se podía visualizar porque las paredes eran de cristal. Seguí caminando maravillada y me sorprendí mucho más al ver una piscina enorme burbujeante, parecía irreal, además de unas otras cuantas habitaciones , que no las divisé porque estás desesperada buscando la cocina o la sala que nunca encontré. No entendía dónde me encontraba, lo único que podía ver era una escalera que conducía a la planta alta, pero, ¿ no estaba en la planta alta,? no entiendo nada, anoche estaba tan dormida que no me di cuenta a dónde me llevaba Dylan. Subí las escaleras para encontrarme con una sala inmensa, con c
Narra Dylan.Abro los ojos de golpe, y lo primero que viene a mi mente es Helen y mi bebé en sus entrañas. Miró a mi lado, y ahí está ella, su cuerpo frágil está golpeado; yo solo puedo pensar en si está viva. Tocó su pulsó desesperado, y aún está con vida, salgo del auto que toda la parte delantera está hecha añicos para sacar a mi mujer, que sangra de su frente. Desesperado por saber que está bien la tomó entre mis brazos. Trato de despertarla pero no reacciona; en estos momentos siento mi corazón latir a mil por horas.Es una vía solitaria, y como era de esperarse el carro que nos atropelló se ha ido.Camino con ella en mis brazos, desesperado porque la vea un doctor, hasta que un auto se apiada de mí y nos lleva a una clínica.Todo el camino a la clínica me la paso pidiéndole a Dios porque ella y mi hijo estén bien. Revisó su cuerpo desesperado buscando si tiene algún hueso roto o un hematoma, pero no, solo veo el golpe en su frente y que no reacciona.—¡Un doctor por favor mi esp
Narra Dylan.La voz de Margarita llamándome me saca de mis pensamientos—¡Señor Dylan, señor Dylan la señora acaba de despertar!Siento como mi cuerpo se tensa. Quiero salir corriendo pero estoy ahí sentado sin poder moverme por la impresión. Después de sobrellevar la situación me levanto para salir corriendo, corro tan fuerte como si me estuvieran siguiendo. Tengo la respiración agitada y siento como lágrimas de felicidad brotan de mis ojos.Cuando llegó a la habitación ya todos estaban afuera. Veo a mi hijo Dylan llorando y Andrea jipiando. Todos me miran con una cara de terror que me preocupa, y en esos momentos veo a Gonzalo hablando con el médico.Los miro a todos incrédulos sin poder comprender nada, cuando entro a la habitación y veo la razón.Helen está acurrucada en posición fetal, mientras está llorando, se arrancó todas las vías que le permite ser monitoreada, y tiene la mirada perdida a la nada.—Helen mi amor, mi reina ¿cómo te sientes? —me acerco para besarla, abrazarla.
Narra DylanA pesar de que me quedé dormido tarde, siento que dormí bastante. Me siento complacido con eso, así que abro los ojos y me estiro para ver a la hermosa mujer que tengo a mi lado, Helen sin duda es hermosa, su silueta a pesar que ya no es de una niña es frágil.Me levanto con cuidado para no despertarla y me meto al baño para ducharme, cuando salgo envuelto en una toalla la veo sentada en la cama, intentando tapar sus ojos por la impresión que le causo verme desnudo, si solo recordara cuántas veces le he hecho el amor hasta cansarme.—¿Por qué te tapas los ojos?, acaso no sabes quién te hizo ese bebé que llevas ahí —le señaló su vientre abultado.Ella sonríe y quita las manos de sus rostro.—Es solo que aún no me acostumbro —baja la mirada tímidamente, y juro que quiero follarla, no lo hago por la sencilla razón de que no quiero asustarla.Quito la toalla de mi cuerpo y enseguida ella abre la boca sorprendida, un poco asustada. Eso me causa mucha risa, y con un poco de grac
…..Narra Helen.No recuerdo nada, es cierto, pero se que tengo dos hijos, uno en mi vientre, y uno que es tan idéntico a este hombre que está en frente de mi que no podría estar más segura que es su padre.Y no solo eso, este hombre causa en mí una sensación extraña, hay momentos en que quisiera besarlo con toda la lujuria que pueda existir, y otras que solo quiero llorar en su pecho. Es como si él puede darme todo lo que necesito, es la perfección en persona, tanto que me siento segura, es como cuando vas por la calle y te topas con un desconocido pero confían absolutamente en esa persona como si la conocieras de toda la vida, o cuando dices te he visto en alguna parte y no lo recuerdas, así me pasa con el, siento un profundo deseo de acostarme con este extraño, con este extraño que siento que amo y deseo con locura.Me quedo observando como se quitaba su ropa. Él me está viendo pero yo estoy estática admirando su hermosa silueta varonil, sus piernas gruesas que estoy segura que una
Estoy aquí sentada tomando un capuchino que me trajo Margarita mientras veo a Dylan y a Dylan junior jugar fútbol en el jardín. Es tan hermoso ver a mi hermosos hombres, que me llena de alegría, definitivamente estoy agradecida con Dios por mi familia.Desde el día que recupere la memoria, poco a poco han llegado a mi los demás recuerdos, y aunque a veces tengo pesadillas con el accidente, Dylan me abraza y se me calma.Ya tengo treinta y siete semanas cumplidas, y pues es cuestión de días para dar a luz. Mi madre me dice que seguramente no me lleve las cuarenta, porque ya no soy primeriza y por eso ya tengo todo listo. Con Dylan encima de mí es difícil no tenerlo, se la pasa asfixiando me a tal punto que quisiera salir corriendo.Acaricio mi panza mientras le doy un sorbo a mi café; está delicioso. Trato de levantarme pero está enorme panza no me deja, puesto que es tan grande que pareciera que fuera a tener cinco muchachos ahí metido, lo bueno es que es solo uno, el médico no ha dic