C18- LLORÉ POR UN HOMBRE ANTES.Zayden se puso la camisa con movimientos rápidos, casi torpes, evitando mirar hacia la cama. Odette aún estaba envuelta en las sábanas y lo observaba con una expresión tranquila, aunque sus palabras cargaban una intención que él no podía ignorar.—Nos volveremos a ver en seis días, ¿verdad? —murmuró ella, como si estuviera confirmando un acuerdo casual, sin darle importancia.Las palabras lo golpearon como un puñetazo.¿Seis días? ¿Eso era todo lo que pensaba? ¿Quería mantenerlo lejos de ella?Apretó los labios, sintiendo que cada fibra de su ser se tensaba.—No te preocupes, me mantendré lejos —el resentimiento se filtró en su voz cuando respondió, mientras terminaba de abrocharse los pantalones—. Voy a respetar el contrato. Y con lo que acaba de pasar, ya cumplimos.Su tono era frío, casi cortante, pero había algo más allí, algo que no podía esconder: impotencia. La miró un instante, buscando algo en su rostro, cualquier señal de que sus palabras la a
C19-NO NECESITA TU APROBACIÓN.Willow dio un paso adelante.—Qué coincidencia encontrarte aquí, Ursula —soltó —. ¿Qué? ¿Estás intentando desenterrar secretos o simplemente plantando nuevas semillas de discordia?Ursula, con una expresión indiferente, se encogió de hombros.—Solo estoy ofreciendo mi sabiduría a la nueva Luna —dijo con una sonrisa casi provocadora—. Después de todo, me preocupo por mi hijo y su felicidad. ¿Acaso tú no?La tensión entre ambas era palpable y Odette decidió intervenir antes de que la situación se desbordara.—Willow, yo también te estaba buscando.Le dedicó una sonrisa amable, intentando calmar los ánimos, pero Willow lanzó una última mirada fría hacia Ursula antes de tomar la mano de Odette.—Me parece bien, Odette. Hay decisiones importantes que tomar sobre la distribución de recursos para el invierno. Y como Luna, tu opinión es crucial.Odette asintió, mirando brevemente a Ursula antes de seguir a Willow, pero mientras salían del castillo, el silencio e
C20-LO QUE ES MÍO.Odette se detuvo en seco al abrir la puerta. Había ido a buscar a Zayden para hablarle sobre el estado de los cachorros… pero al llegar a la sala principal, se detuvo en seco.Ahí estaban. Abrazados.No era un abrazo cualquiera. Él la tenía cerca, una mano en su espalda, la cabeza de Kendra apoyada contra su pecho. Odette sintió algo retorcerse en su estómago, pero no dijo nada. Solo apretó los labios y desvió la mirada, como si pudiera no haberlo visto.—Lo siento. No quería interrumpir. Volveré en otro momento.Se giró para retirarse, pero antes de que pudiera dar un paso más, Zayden apartó a Kendra, casi torpemente. Su expresión reflejaba urgencia, como si necesitara explicar lo que acababa de suceder.—No, Odette. Quédate. Esto no es lo que parece. Eh... Kendra y yo...Kendra, que había mostrado una sonrisa apenas perceptible al ver la incomodidad de Odette, cambió su expresión al instante al ver lo preocupado que él estaba por explicarse.Odette se giró lentame
C21-NO VA SER FÁCIL HUIR.Rodrick soltó a Odette con una lentitud deliberada, sus labios curvándose en una sonrisa desafiante.―¿Tu compañera? Qué curioso... hasta donde sé, aún no está marcada. ―Sus ojos brillaron con malicia.― Y todos sabemos que un lobo sin marca... es un lobo libre.El gruñido que emanó de Zayden hizo vibrar las paredes. En un parpadeo, estaba frente a Rodrick, su mano cerrándose alrededor de su garganta.―Cuidado con lo que insinúas ―siseó―. No olvides con quién hablas.―¿Con quién? ¿Con el Alfa que no pudo proteger a su primera Luna? ―Rodrick escupió las palabras con veneno.El golpe fue tan rápido que Odette apenas lo vio. Rodrick se estrelló contra la pared opuesta, y Zayden lo siguió como una sombra mortal.―Menciona a mi Luna muerta otra vez ―la voz de Zayden era puro hielo― y será lo último que hagas.Rodrick se levantó, limpiándose sangre del labio, pero sonriendo.―Solo digo lo que todos piensan, Zayden. ¿Podrás proteger a esta?Antes de que la situación
C22- UN LOBO MUERTO.Esa noche, Zayden se revolvía en la cama por cuarta vez. Decidió levantarse y pensó que un trago tal vez ayudaría. O tal vez no, pero no podía seguir así. Caminaba por el pasillo medio en sombras cuando lo escuchó.Un gemido. Se detuvo y agudizó el oído. Venía de la habitación de Odette. Sin pensarlo, se acercó. Tomó el pomo de la puerta y giró con lentitud.Entonces la vio.Odette dormía profundamente, tendida de lado, con las sábanas apenas cubriéndola. El camisón que llevaba era una tortura. Transparente. Su figura perfecta se dibujaba bajo la tela. Sus pechos se marcaban con claridad. Y entonces, como si el universo quisiera joderlo más, ella se movió.El camisón se subió un poco.Zayden dio un paso atrás, se frotó la cara al mismo tiempo que tragaba saliva.—Esto es una maldita prueba, ¿verdad? La luna me odia…Y ahí apareció su lobo.«Eres el imbécil más grande de la historia. Tienes a tu compañera a medio metro, medio desnuda, gimiendo… y prefieres quedart
C23- NO TENDRÉ PIEDAD.El sonido de aplausos lentos, casi burlones, rompió la tensión del claro como un latigazo. Zayden emergió de entre las sombras con una sonrisa perezosa en los labios, pero sus ojos... sus ojos brillaban como cuchillas. Odette se tensó y Marcus palideció de golpe como si le hubieran drenado la sangre.—Fascinante demostración de... ¿técnicas de combate? —dijo Zayden con una voz tan suave que casi resultaba amistosa —. Aunque me pregunto si tus manos son tan precisas para luchar como lo son para... tocar lo que no te pertenece.Marcus no dijo nada. No podía. Su garganta se había secado como si tragara arena. La vergüenza lo empapaba como sudor frío. Pero antes de que pudiera balbucear una excusa, Odette dio un paso al frente. Se cruzó de brazos, desafiante, con la barbilla en alto.—Solo me estaba enseñando una técnica, Zayden. No hay nada más que eso.El alzó una ceja con lentitud, dio un paso más y quedó frente a ella. Su sonrisa era fría, dura como una cuchilla
C24- LOBAS MUERTAS.Los aromas del desayuno llenaban el comedor del castillo: carne de venado asada con hierbas del bosque y jugo de bayas. Pero a Odette no le sabían a nada. Apenas cruzó la puerta, su mirada buscó algo… o más bien, a alguien.—¿Dónde está Zayden? —preguntó en cuanto vio a Noah sentado a la mesa.Su voz era tranquila, pero sus ojos la delataban. Había dormido poco, dando vueltas en la cama, y si no fuera por Willow—que había aparecido de la nada tras enterarse por Noah del enfrentamiento entre Zayden y Marcus, ella habría cruzado sola el bosque, sin pensarlo, solo para encontrarlo.Noah dejó la taza a medio camino de su boca. La miró un segundo, y eso fue suficiente para saber que no tenía respuesta.—No ha vuelto.Pero antes de que pudiera decir algo más, Rodrick entró como si estuviera en su propia casa. Llevaba una sonrisa pintada en el rostro y el andar despreocupado de alguien que disfruta sacudir el nido.—¿Zayden no ha llegado, Odette? —dijo con fingida sorpres
C25- CACHORROS ENVENENADOS.El claro del bosque olía a carne asada. Las llamas de las antorchas chisporroteaban, pintando de dorado las caras risueñas de los cachorros que correteaban entre las mesas. Odette ajustó por tercera vez la corona de flores blancas sobre el tronco que servía de asiento principal. Le temblaban un poco los dedos, no por el frío, sino por ese nudo de nervios que le apretaba el estómago desde la mañana.Todo tenía que salir perfecto.—¡Odette! El pastel de miel se está derritiendo —gritó Willow desde la mesa de los postres, limpiándose las manos manchadas de harina en el delantal.—Diles a los pequeños que se sirvan —respondió Odette, pero antes de terminar la frase, tres cachorros ya trepaban como monos sobre los bancos, olfateando el aire con narices húmedas. Uno, el más pequeño y de pelaje gris, le tiró del dobladillo de la túnica con los dientes.—¡Quiero el hueso con runas! —exigió, saltando como si tuviera fuego en las patas.Odette no pudo evitar reír.Le