Narra LiamJamás había concebido la idea de que un día podría experimentar un auténtico aborrecimiento hacia mi ocupación. En esta primera jornada, me ha correspondido el desafío de rescatar a una mujer de temperamento caprichoso. No voy a negar que desde el momento en que la vi, me dejó hipnotizado con su belleza. Pero su actitud, su arrogancia desmedida, hicieron que el sentimiento de odio creciera en mí como una sombra incontrolable, oscureciendo todo lo demás.Después de haber asegurado la integridad de la señorita Laveau y retirarme cuando ella me cerró la puerta en la cara, me sumerjo en el interior de mi vehículo, encaminándome hacia la agencia. Kate , mi mejor amiga, me había recordado al menos unas tres veces la importancia de mi presencia allí. No puedo evitar pensar en lo estresante que puede ser tener a tu mejor amiga como jefa.Finalmente, llego a la agencia. Estaciono el automóvil de la empresa y completo el registro de entrega, asegurándome de dejar constancia de que
Narrador omniscienteDe repente, el hombre ingresa al lugar, con una seriedad inmensa y la tensión del lugar se volvió incontrolable. El toma asiento sin saludar y observa fijamente a Kate , como si con eso quisiera expresar, sin palabras, la furia que esta sintiendo en ese instante. –Buenas tardes, señor Laveau, ¿qué lo trae por acá…?– comienza a decir la joven, pero es interrumpida abruptamente.–Vamos directo al grano. Quiero que me expliquen cómo es posible que haya sucedido todo esto. Supuestamente, esta es la mejor agencia de seguridad privada, y están al cien por ciento atentos al control de situaciones. Sin embargo, justamente se les escapó la inspección de las personas, lo que permitió el uso de armas y que casi asesinaran a mi única hija– comenta el hombre, su voz cargada de enojo por lo que ocurrió en el desfile de modas. Su mirada escudriña a Kate y a Liam , exigiendo respuestas inmediatas.–No existe justificación para lo que ha acontecido. Sin embargo, es crucial de
HORAS DESPUÉS Liam y Kate comparten una cena en la terraza de aquel lugar, donde la tenue luz de las estrellas se entrelaza con la calidez de las velas, creando un escenario casi mágico. Para ella, esta velada es una cita perfecta, un momento de complicidad con el hombre que llena su corazón de emociones indescriptibles. En su mente, esta noche es el cierre de un capítulo en su vida, el comienzo de algo nuevo, un anhelo que ha esperado durante mucho tiempo.En cambio, para Liam, esta cena tiene un matiz completamente distinto. Kate es su mejor amiga, su confidente en todas las etapas de la vida. Ha estado a su lado en los momentos más oscuros, sosteniéndolo cuando tropieza, escuchándolo cuando necesita desahogarse. Nunca ha considerado la idea de que su relación pudiera ser algo más que amistad. Para él, Kate es un faro en la tormenta, una presencia reconfortante en su vida que no puede imaginar de otra manera.La joven intenta mantener la calma durante la cena, pero consumida por lo
UNA SEMANA DESPUES NARRA LIAM KANE Una semana entera se deslizó por mis manos, una semana llena de trámites burocráticos y documentos por firmar. Algunos de ellos llevaban la palabra –confidencialidad– mientras que otros llevaban la promesa de un salario que superaba mis expectativas. Hubo también aquellos que delineaban las expectativas de mi comportamiento en el nuevo puesto que estaba a punto de asumir. Cada firma era un compromiso, un paso más hacia un territorio desconocido que, al mismo tiempo, me ofrecía una recompensa tentadora.Ahora, en este instante, me encuentro en un momento de pausa, a la espera de que el señor Laveau me presente oficialmente como el guardaespaldas personal de su hija. Conozco de antemano que su actitud no será la mejor; he escuchado, aunque también lo he vivenciando, rumores de que es una mujer caprichosa, con un temperamento difícil de complacer. Estoy dispuesto a asumir la responsabilidad de protegerla de cualquier amenaza que aceche, y la razón e
Narra Amara –Mierda– Susurro enojada ya que, para ser sincera, la furia arde en lo más profundo de mi ser al pensar en la estúpida la idea de que ese hombre se convierta en mi protector. Sin embargo, no puedo evitar preguntarme por qué lo detesto tanto, dado que él, ha sido quien me rescató de las garras de aquellos maleantes que acechaban. De lo que si estoy segura, es que no voy a tolerar que él me considere una frágil flor, vulnerable y necesitada de protección constante. Aquella idea me repugna hasta la médula, y estoy decidida a hacérselo saber sin rodeos en el momento en que comience a desempeñar su papel como mi guardián.–¿Amara me estás escuchando?– pregunta mi padre con una mirada de molestia profunda, como si sus palabras fueran las últimas gotas de paciencia que le quedaban.Perdida en mis propios pensamientos parpadeo y me esfuerzo por regresar al presente. –Perdón, padre. ¿Qué decías?– Respondo con sinceridad y demasiada intriga Mi padre suspira, como si finalmente
Finalmente, tras conversar con prácticamente todos los empleados, cada uno de ellos mostrándose a la defensiva y cautelosos en sus respuestas, llego al último de la lista. Y como si fuera un acto teatral, doy un giro para encontrarme cara a cara con el hombre que, en teoría, tiene la crucial responsabilidad de velar por mi seguridad.–Que sea la última vez que te permitas ese comportamiento mientras estoy hablando con un empleado. No te conviene que informe a mi padre sobre tus acciones y que te desvincule de forma inminente– lo amenazo, sintiendo una oleada de ira que hierve dentro de mí al recordar su risa desafiante resonando en mi mente.–Lo siento, señorita Amara. Reconozco que he sido muy poco profesional. La verdad es que me arrepiento sinceramente, y le prometo que no volverá a ocurrir. Para evitar escuchar más de sus palabras, comienzo a dirigirme hacia el ascensor, y obviamente el me sigue, pero en ese momento, me encuentro de nuevo con Cristóbal, quien al verme, muestr
Narra Amara –Realmente le pido disculpas por haberle dicho todas esas cosas horribles. No soy nadie para hablarle de esa manera– continúa, y sus palabras atraviesan mi incredulidad como un rayo. Su arrepentimiento genuino me toca de manera inesperada, sacudiendo la imagen que tenía de él hasta ahora. –Voy a pasar por alto todo lo que me has dicho solamente porque tus palabras no tienen el poder de afectarme– miento descaradamente, tratando de mantener una fachada de indiferencia que oculta la turbulencia en mi interior. –Pero voy a exigirte que hagas tu trabajo y dejes de entrometerte en asuntos que no te incumben.–Está bien, señorita– acepta con humildad, y finalmente, con un clic, libera el seguro del auto. Baja del vehículo, siguiendo el mismo protocolo de cortesía, abre mi puerta y yo desciendo.Camino sin prestar atención a mi alrededor, absorta en la pantalla de mi celular, devorando cada crítica despiadada sobre mi último desfile. Las palabras crueles arden en mis retin
Narra LiamCamino con extrema cautela hacia afuera de la habitación, mis sentidos en alerta máxima, agudizados por años de entrenamiento y experiencia. El silencio que envuelve la mansión es ominoso, como si presagiara el peligro que se avecina. Las sombras proyectadas por la tenue luz de la luna a través de las ventanas parecen danzar, creando figuras inquietantes en las paredes que se ciernen sobre mí.Ingreso sigilosamente a la habitación principal, mis pasos apenas perceptibles sobre la alfombra. Escudriño cada rincón con atención, pero no hay señales de presencia humana. La tensión crece a medida que avanzo hacia las habitaciones de huéspedes, y luego hacia la escalera. Cada músculo de mi cuerpo está en tensión, preparado para actuar en un instante si la situación lo requiere.Bajo las escaleras con el mismo sigilo y disciplina que siempre me han caracterizado. Cada escalón es un desafío, cada rincón un posible escondite para aquellos que amenazan la seguridad de este lugar. M