—¡Mi amor! ¡Qué sorpresa tan linda, tan extraordinaria! —comentó ella, mirando a los ojos a su marido, abrazada a él.

—¡Ven! Que ahora es cuando recibirás sorpresas, mi amor —aclaró él, ayudándola a bajar.

Una vez que ella bajó, comenzaron a salir los invitados de Mateo, las personas más queridas de Adriana, incluyendo sus amigas y finalmente, su personal doméstico de Cabimas. La sorpresa fue espectacular.

Todos los invitados aplaudieron a Mateo por ser tan bueno y amoroso con ella. Entre los regalos que esta recibió estaba, la propiedad de la mansión a su nombre y el cincuenta por ciento de las acciones en las nuevas empresas de Mateo.

Mientras su padre, le hizo entrega formal, de todos los documentos de sus propiedades, de las cuales ella era la única y universal heredera. De esta manera, Adriana pasó a ser una heredera joven, bella y billonaria.

Posteriormente, cada invitado fue haciendo entrega de su regalo, por esta nueva vuelta al sol. Ese día fue inolvidable para ella, comenzó