Este se acercó y la ayudó a recuperarse. Ella, fue reaccionando poco a poco. De inmediato, al volver en sí Mateo, le preguntó:—Mi amor, ¿qué sientes? ¿Te llevó a la clínica? Por favor, respóndeme —rogaba él, abrazándola contra su cuerpo.—No, no sé qué me pasó, de repente sentí como si se me bajará la tensión y perdí la noción de todo —manifestó ella, un poco aturdida, tratando de sentarse.Diego pidió que salieran todos y se quedó solo con ella y Mateo, quien la examinó brevemente, le hizo una serie de preguntas, lo cual los llevó a sospechar, que estaba nuevamente embarazada.—¿Otra vez? Cuando apenas Abryl va a cumplir su primer añito. Igual me pasó con el bebé. Tú eres el culpable mi amor, me haces el amor y me lo haces constantemente —siendo interrumpida sorpresivamente por Mateo, con una fuerte carcajada.—¡Ja, ja, ja! Pero hasta ahora, no te habías quejado ¡Pobre de mí! ¡Soy su víctima, Diego! Sus antojos en el embarazo están más relacionados conmigo, que con la comida —agregó
Simultáneamente, en la mansión de Marcos y ClaudiaEn su habitación ellos estaban discutiendo porque él había pasado gran parte de la noche chateando con alguien, descuidándola. Lo cual él reconoció internamente era cierto, pero no podía reconocerlo delante de ella.—¡Son ideas tuyas corazón! —expresó él, guardando el celular en el bolsillo de su pantalón.»Los únicos mensajes que contesté fueron los de mi asistente y los de Cárdenas. Mi amor es difícil que permita a mi asistente, tomar decisiones de la empresa, que son mi responsabilidad —agregó él.—¿Me puedes mostrar el celular? Permite que compruebe que me estás diciendo la verdad —exigió ella, con celos y rabia.—Claudia ¿Cómo es posible, que a estas alturas de nuestra vida juntos, me hagas esa exigencia? Debes confiar en mí, creo que eso es lo más grave que puede ocurrir entre una pareja —respondió él, tratando de controlarse.—Entonces, ¡sal de mi habitación! Si no eres capaz de mostrarme lo que chateabas. Porque significa que
En la mansión...Después, que ellos se amaron y se entregaron plenamente, reconciliándose por esa pequeña discusión de la noche anterior, Marcos decidió apagar su celular y dejar este en la mesa, a un lado de la cama. Luego, la invitó para salir al centro comercial donde sus hermanas tienen la tienda principal.Claudia aceptó la invitación, levantándose para ir al baño, pero Marcos no la dejó, sino que en sus propios brazos, la metió en la ducha, se bañó con ella y luego la secó como la joya más valiosa de su vida.Posteriormente, salieron juntos con sus hijos al centro comercial, custodiados por sus guardaespaldas. Al llegar a este, se encontraron con Marisol y sus amigas, quienes se acercaron para saludar a Marcos, como a Claudia y sus hijos.Esta, se quedó asombrada, de ver a la mujer de su ex embarazada, puesto que en ningún momento él le informó que estaba esperando a su tercer hijo. Esto, la descontroló un poco, pero de forma rápida se recuperó, guardando y mostrando ecuanimida
Adriana, ignorando esta mala influencia, continúo su vida normal, dedicándose a sus hijos, su esposo y sus negocios, junto a su padre. Darío, desde ese mismo momento, comenzó a averiguar dónde quedaba el restaurante, en el que ella recibía a su clientela.No obstante, Mateo previendo cualquier acción en contra de ella, por ser la heredera de una billonaria fortuna, le asignó como guardaespaldas a uno de los mercenarios contratados en el extranjero. Además, de uno de los mejores hombres de la empresa dirigida por Nava.Aparte que ella, en su ropa interior lleva un dispositivo GPS para personas, el cual registra su ubicación y rutas en mapas digitalizados. Este puede ser consultado por él, como por el equipo de sistemas de su propia empresa.Esa noche, los dos se retiraron temprano para poder compartir con Mateo, puesto que debido a este evento no habían compartido casi con él y el bebé reclama su presencia. Por lo que encargaron a Kelvin, acompañar a los socios presentes, hasta que ell
Mateo, al salir del baño, se vistió y salió de la mano con ella, parecían dos grandes estrellas de Hollywood, que desfilaran sobre la pasarela roja. Él, con su esmoquin negro, ella con su traje ajustado al corpiño, drapeado en la altura del abdomen y cadera, lo cual disimulaba totalmente su embarazo.Al llegar a la casa presidencial, fueron recibidos por el equipo de protocolo. Estos, los condujeron al salón principal del evento, donde se realizaran las condecoraciones del año. Siendo la máxima la que corresponde a Mateo.Él, fue ubicado en la primera fila de frente al presídium, donde estaban ubicadas las autoridades nacionales de El Dorado y junto a él, su esposa. El acto protocolar tuvo una duración de dos horas. Posteriormente, todos pasaron al salón de la recepción.Al momento de nombrar a Mateo, él estampó un beso en los labios de Adriana, abrazando a esta fuertemente. Luego, subió y agradeció tan honorífica distinción, la cual ofreció a su amada esposa. Al verla, desde el pres
Mateo, iba en la camioneta, abrazando y cubriendo totalmente con su cuerpo a Adriana. Ella, estaba preocupada por su reciente embarazo, apenas si tenía tres meses y no quería que absolutamente nada le pasara a su bebé.—¡Confía en Jesús, mi amor! Él, nunca nos ha fallado y ahora, tampoco lo hará —susurró Mateo a su oído, cubriendo totalmente a su mujer con su cuerpo, para que no se diera cuenta, lo que ocurría afuera.Frank, de repente se bajó y cerró el techo, volviendo a cargar su arma, observando que la camioneta seguía detrás de ellos, disparando. Estos, sentían las balas rebotar contra la camioneta. De nuevo, los delincuentes embistieron al vehículo, sin lograr su objetivo. Frank, abrió rápida y violentamente el techo, asumiendo de nuevo su posición.—¡Sebastián! —Gritó, este— Tírate a la derecha y reduce simultáneamente la velocidad al conteo de tres. Así lo hizo y esto permitió que el francotirador hiciera blanco en la llanta delantera del lado derecho, la cual estalló e hizo q
—Mi amor, ¿es la misma gente de Cabimas? —preguntó Adriana, sorprendiendo con la pregunta a Mateo, quien de momento no quería angustiarla más, pero debía dar una respuesta, para que se tranquilice.—¡No, mi amor! Al parecer fue hampa común, iban a atracar al primero que pasara por esa vía, a esa hora —respondió él, con un gesto de tristeza en su rostro. Deseaba alejar de forma definitiva toda duda y preocupación en ella.—¡Dios! Y debíamos ser nosotros, los primeros que pasáramos por ahí —comentó ella, lamentándose.—¿Cómo te sientes? —preguntó él, preocupado.—¡Bien, mi amor! Por favor, baja al mínimo esa intensidad de preocupación que sientes por mí. ¡No te quiero ver más alarmado! ¡Me siento y estoy bien! Al igual, que nuestro bebé —aseguró ella.»Recuerda lo que dijo el ecografista ¡el bebé está bien! —suplicó esta, extendiendo sus manos para que él le abrace.—¡Eres mi vida! ¡Igual que mis hijos! No quiero, ni siquiera pensar, ¿qué será de mí, si me falta uno de ustedes? —se cue
—¡Sí, me consta! —Asintió Angélica— Él es lo máximo, sin Dios en nuestras vidas no somos nada. Ha sido y sigue siendo un excelente aprendizaje, conocerlo y tenerlo en mi vida. A Nuestro Señor, le debo todo lo que ahora tengo y soy —exclamó ella con gozo.—¡Me da mucha satisfacción escucharte! —Agregó Adriana, preguntando a esta— ¿Cuánto tiempo tienes de embarazo, no se te ve nada?—Voy comenzando, según los cálculos de Diego, tengo cinco semanas aproximadamente. Me hice las dos pruebas, el test que venden en la farmacia y el de sangre y las dos dieron “positivo” —comentó ella, con una amplia sonrisa, apretando la mano de su esposo, quien estaba sentado a su lado, conversando con Marcos.—¡Felicitaciones! Espero que no te afecten tanto los síntomas normales del embarazo, a mí con primer hijo, Mateo, me dio de todo —sostuvo Adriana, con cara de tristeza— Aunque tu ventaja sobre nosotras, es que tienes al médico en casa.Las dos sonrieron muy alegremente, lo cual agradó al resto de la fa