Capítulo 374
—Salvador, quédate al pendiente de Pedro.

—Descuida —aceptó Salvador, con un pulgar arriba. Sabía que Pedro era el adoradísimo hermanito de Luciana; no podía descuidarlo.

Alejandro pensó que, con tanto barullo, lo mejor era llevar a Luciana a su habitación para que durmiera bien, sin molestas voces ni calor excesivo. Volteó a buscar la mirada de Martina:

—Martina, ¿me ayudas?

—¡Claro! —dijo ella enseguida.

Rápidamente, cubrió el rostro de Luciana con la prenda protectora que traía consigo.

—Listo. Así el sol no le pegará directamente.

—Gracias —contestó Alejandro, en un tono sincero.

Martina, observando la escena, no pudo evitar sentir un súbito respeto por Alejandro. Había oído muchas historias de noviazgos y matrimonios en su círculo de amigos, pero muy pocos hombres se mostraban tan detallistas como él. «Con razón Luciana aceptó casarse… ojalá que él no lo arruine metiéndose con Mónica,» pensó.

Mientras lo miraba alejarse con Luciana en brazos, Marta rogaba, en silencio, por la feli
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP