Apenas llegamos a casa, Muriel subió primero a la habitación, yo me quedé abajo con Vlad, él me miró mal y después negó con la cabeza.— No quiero que me digas nada, yo sé muy bien en lo que me estoy metiendo, ahora vete — le dije.Vlad me quedó mirando y después agachó la cabeza.—La vas a dañar, y te vas a dañar tú — me dijo.Camine hacia él y pegué mi frente en la suya.— Voy a estar bien, y ella también lo estará, tal vez sea feliz, ¿no lo crees?— le pregunté.Vlad me abrazó fuertemente, el lazo que ambos teníamos era mucho más grande que el de la sangre. Él se apartó de mí y volvió a poner su típica cara de mal humor.— Ve a buscarla, o mejor no lo hagas, puede que esta vez sí te termine matando — me dijo con una sonrisa forzada.Vlad volvió a abrazarme, yo solo permitía este tipo de cosas con él y mi madre, y bueno también a Muriel, si ella así lo quisiera. ellos eran las personas que más amaba en este mundo, haría cualquier cosa por mantenerlos a salvo.— Mariah, te extraña, de
Mikhail estaba todo tirado sobre mí, otra vez. yo no lo golpee o lo empuje por miedo a lastimar su herida.— Mikhail, ya es tarde, y tú tienes que trabajar, y yo clases con ese pobre hombre — le dije.Mikhail levantó la cabeza y me sonrió.— ¿De dónde sacaste a ese pobre hombre? a mí me da miedo que le dé un infarto o algo — le dije.Él empezó a reír, y se levantó de la cama. Yo me asusté cuando vi sangre sobre mi pijama, y después miré a Mikha, tenía sangre seca en su hombro y brazo.—Te dije que tenías que suturar esa cosa, te has lastimado y todo por culpa de tu terquedad— lo regañé.Yo me levanté y quité el vendaje con cuidado; la puñalada se veía tan fea.—Al menos puedes decir que esta puñalada fue bastante costosa — me dijo.Él me miró mal, y yo le sonreí.—Dañaste mi daga de colección — me dijo.Yo negué con la cabeza.— No, de hecho, tú fuiste el que la dañó — le dije con una sonrisa.Él me abrazó y me dio varios besos rápidos en los labios.— Por favor, quiero que te disfrac
La mamá de Mikhail hoy me iba a acompañar al médico, hoy iba a saber el sexo de mi bebé, aunque tenía un poco de tristeza, ya que Mikha no estaba aquí conmigo.— ¿Ya estás lista, cariño?—me preguntó la señora Sonja.Yo asentí y salí con ella para entrar al coche que nos llevaría al hospital.—Ya quiero que nazca, seré la abuela más consentidora del mundo — me dijo con una enorme sonrisa.La señora Sonja era tan igual a su hijo. Tenían esos mismos preciosos ojos, y ni hablar de su personalidad.— El bebé aún no nace y ya Mikhail le ha comprado un montón de juguetes, debería decirle que se detenga, o terminará por comprar una tienda completa para el bebé — le dije.La señora se rió un poco.— Él quiere darle a su hijo lo que nunca pudo tener, cuando Mikha nació la situación era muy mala, y su padre era un total desentendido, siempre llegaba borracho, jamás preguntó si Mikha había comido, o si estaba bien — me dijo.Él me había contado algunas cosas de su infancia, y eran tan horribles. y
Yo puse a Alma a un lado y me bajé de la camilla. Él me miró y sonrió de manera siniestra. Mi corazón latía demasiado rápido, yo sabía que algo malo estaba a punto de pasar.— ¿Qué haces aquí? te he hecho una pregunta — le dije con todo el autocontrol que pude.Él me sonrió.—Cobrarme algo que Mikhail me debe —me dijo él. Yo me tragué en seco, esto estaba tan mal. ¿Por qué nadie entraba?— Si Mikhail te ve aquí, se va a enfadar mucho, y creo que sabes muy bien cómo se pone cuando pierde los estribos — le dije.Él me sonrió de medio lado, y sacó una navaja. Yo me quedé allí pasmada.— No grites, nadie te va a escuchar. Mikhail alquiló todo un piso para ti, y él ahora estaba abajo, con sus hombres, y los que estaban aquí ya están muertos — me comunicó.Miré sobre mi hombro, mi pequeña estaba intranquila, y yo estaba muerta del miedo.— No sé lo que pretendes con esto, pero no vas a ganar nada, es mejor que te largues de aquí — le dije.Él se acercó más a mí.— Te voy a dar a escoger, tú
La ceremonia de sepultura fue conmovedora, un tributo lleno de amor y lágrimas. Todos los presentes tenían solo palabras dulces y recuerdos cálidos sobre Muriel, reflejo de su espíritu extraordinario.—Mikha, tengo las grabaciones del hospital —susurró Vlad a mi oído, su voz apenas un murmullo. Asentí lentamente, sintiendo una tormenta oscura formarse en mi interior. No solo iba a matar a quienes hicieron esto; los iba a destrozar por completo.—Vamos, aquí ya no queda nada por hacer — le dije a Vlad.Mi madre y la madre de Muriel se acercaron a mí.—Mikhail, quería sugerir que me dieras a la niña. Estará en buenas manos conmigo, ella estará mejor conmigo —propuso la mamá de Muriel, con una súplica en la voz.Le sonreí débilmente, tratando de mantener la calma. Yo no iba a entregarle a mi hija. Ella era lo único que me quedaba de Muriel.—Gracias por ofrecer su ayuda, pero yo puedo cuidarla. Soy su padre, jamás estará mejor cuidada que conmigo —respondí con firmeza.De la nada, ella me
Salí al recibidor, la mujer estaba allí, ataviada en un traje color negro, distraída, viendo cualquier cosa. Tenía el cabello castaño, la piel blanca, ella… de alguna manera se parecía a Muriel.— ¿Usted es Pía Amato?—Le pregunté. ella me miró, sonrió y caminó hacia mí.— Sí, mucho gusto, señor Novikov — me dijo.Ella se tropezó y terminó de cara al suelo, yo me apresuré a ayudarla a levantarse, la chica me miró con una enorme sonrisa.—Lo siento —me dijo ella sonriendo.yo levanté una ceja, esta mujer era un desastre, ¿cómo pudieron enviarla? ¿Y si se caía con mi hija en brazos?—Este es mi currículum — me dijo.Ella me lo entregó y yo le di un vistazo, era bastante bueno, la verdad, tenía muy buenas referencias, pero yo tenía que hacer mi propia investigación, no podía simplemente entregarle a mi hija a cualquiera.Levante la vista del currículum y la mire con más atención. en la comisura de su boca, se podía notar un golpe, que obviamente estaba tapado con una capa gruesa de maqui
En horas de la noche, fui a ver cómo estaba Alma. Al entrar, me topé con la grata imagen de Pia cantándole una canción de cuna. Era tan bonito pensar que Muriel pudo ser la que arrullara a nuestra pequeña.— ¿Se ha portado bien?—Le pregunté, acercándome.ella me sonrió y asintió con la cabeza. — Sí, Alma es una muy buena niña, es tan hermosa — me dijo.Yo me acerqué y me senté a su lado. Miré a mi pequeña en sus brazos y sonreí.— Se parece mucho a su madre, estoy tan seguro de que ella será igual a su madre, solo espero que no saque su mal genio —dije con algo de melancolía.Acaricié la mejilla regordeta de Alma y sonreí un poco, ella y mi madre eran las que me tenían con los pies sobre la tierra. Sin ellas, me hubiera vuelto loco.— ¿Puedo preguntar qué pasó con su esposa? - Me preguntó ella un poco tímida.— Murió el día que nació Alma, fue un duro golpe para mí, y para todos los que conocían a mi esposa — le respondí.Pía se quedó mirándome a los ojos.— Lo siento, yo... también
Llegué a casa con la cólera hasta el tope, nunca en mi vida había conocido a una mujer tan nefasta; por mujeres como ellas, los hombres referían quedarse solos y hacerse pajas. Y lo peor es que ella me golpeó, esa hija de puta se atrevió a golpearme.—¡Hija de puta!— Grite con rabia.Vlad se acercó a mí y me miró.— ¿Estás enloqueciendo? Si es así, déjame darte un golpe en la cabeza para que vuelvas en sí — me dijo. Yo lo miré mal de inmediato.— Quiero ahorcar a alguien — le dije.Vlad puso su mano sobre mi frente y yo la quité de un manotazo.—Estás loco, Mikha — me dijo.— No, es solo que tengo rabia — le contesté.Él asintió lentamente.— Salvatore, llamo hace media hora, pasado mañana te va a presentar a un tal Greco, supuestamente te va a ayudar en la cuestión de los negocios aquí — me dijo.Yo asentí. con todo lo que había pasado se me había olvidado por completo todo eso.—Mañana lo llamaré para que me explique mejor de qué va todo — le dije.Subí las escaleras y me detuve en