25

Varios hombres salieron de la nada. Jacob estaba todo tenso, y yo estaba que me moría de miedo.

— Métela al coche, Jacob. Quiero almorzar con ella — le pidió Piero.

Yo negué de inmediato con la cabeza.

— Almorzaré con Fabien, pero muchas gracias — le dije con una sonrisa. La experiencia pasada me enseñó a no hablar de más.

— Métela al coche ya — ordenó.

Jacob no se movió ni un centímetro, y yo estaba rezando porque ese hombre se fuera de una vez y por todas. ¿Por qué tenía que ser tan desgraciado? Él sabía que daba miedo.

— Solo tengo dos opciones, ser asesinado por ti o ser torturado y asesinado por Fabien, así que prefiero mil veces que me mates tú, pero no puedo dejarte a la niña — dijo Jacob.

Escuchar eso de la boca de Jacob era tan aterrador. Yo no veía tan peligroso a Fabien si lo comparaba con Piero.

Piero se rió.

— Está bien, ven con nosotros, así la cuidas — le propuso.

Jacob aún no se movió, y yo le agradecí al señor por eso.

— Ni se te ocurra entrar a ese coche — le dije a
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo