Lawson HallZucker soltó una risa suave, pero llena de sarcasmo, y negó con la cabeza.—Oh, claro, viniste a ver cómo estamos y por eso tocaste la puerta, ¿verdad? No estabas chismeando para espiarnos, y de alguna manera terminaste cayendo en el suelo. Muy convincente, Lawson —comentó burlonamente.Mi rostro se enrojeció de vergüenza ante su comentario. Sabía que no podía negar lo obvio, pero tampoco quería admitir que había estado tratando de escuchar su conversación.—No era mi intención... solo estaba preocupado por Bárbara y como vi a Alina caminando por fuera estaba preocupado por ella. . Quería asegurarme de que todo estuviera bien —insistí, aunque mi voz sonaba débil y poco convincente.Extendí mi vista hacia dónde ella estaba y me quedé observándola en silencio.—Relájate, Lawson. No le voy a hacer daño a Bárbara, solo estoy recordando, quizás eso pueda hacerle reaccionar, así que no tienes por qué preocuparte, pareces un hombre celoso—dijo, tratando de calmar la tensión en la
Levi Hall La verdad me habría gustado no ir, porque eso me retrasaba, me parecía una pérdida de tiempo tener que ir a buscar a un hombre que ni siquiera conocía, mejor habría sido que lo buscara con un chofer o le pagara el taxi. Así que ante la insistencia de mi hermano no tuve otra opción, sino acceder a buscar al doctor. Subí a mi auto, y conduje hacia el aeropuerto, refunfuñando, dejé el carro estacionado frente, y bajé corriendo, no tenía idea si venía en un avión privado o comercial, me golpeé la frente de mal humor. Tomé el teléfono le marqué a mi hermano, pero este no respondía. —¡El idiota este! ¡Carajo responde! —exclamé furioso. Mi llamada a mi hermano, Lawson, parecía ser en vano, porque ya no respondía al teléfono. Me sentía frustrado mientras caminaba por el aeropuerto, buscando señales de la llegada del Dr. Harris. Sabía que venía desde Houston, pero no tenía información adicional sobre el vuelo o la aerolínea en la que podría estar. Así que una vez entré, allí
Taylor Harris. —No, puede ser… el neurocirujano ¿Es una mujer, no es un hombre? —inquirió y no pude evitar molestarme. —Pues ya viste que soy mujer, y la mejor neurocirujana del mundo, niño bonito —escupí con desprecio. Un segundo después, me di la vuelta dejándolo con la palabra en la boca y moviendo mis caderas de un lado a otro de manera provocativa, hasta que me subí en otro taxi. Suspiré tratando de calmarme, porque a decir verdad, estaba bastante molesta. Durante toda mi vida, he tenido que luchar para abrirme camino, y demostrar que soy buena y que el sexo no define la capacidad de una persona, porque en mi medio, piensan que el ser hombre te hace mejor profesional y ahora venía este niño bonito frente a mí a querer humillarme, ¡Eso no se lo iba a permitir! No pude evitar que su reacción, me hiciera recordar el pasado. Aunque todos en mi familia tenían profesiones en la rama de la salud, las mujeres eran enfermeras, odontólogas, y si eran médicos solo les estaba permitido
Levi Hall Cuando vi a la mujer alejarse con esas caderas moviéndolas de un lado a otro, y sus prietas y esponjosas nalgas no pude apartar la vista de ella, Me la imaginé desnuda encima de mí y yo aferrando mis manos a esas caderas, no pude evitar la dureza en mi miembr0. —¡Diablos Levi, te volviste loco! ¿Desde cuándo piensas en las mujeres como un objeto sexual? —me pregunté y volví a subir a mi auto. Tomé mi teléfono y por fin Lawson me atendió. —Fui a buscar a Harris, no es un doctor, es una doctora, y si crees que nuestra hermana y Georgina son unas tóxicas, es porque no has visto a esta mujer, esta es Chernóbil con patas. Aunque te confieso que la condenada es la tentación personificada, con un cuerpo voluptuoso, unas caderas de infarto, unos senos firmes, una boca, un trasero… hombre, esa mujer te hace imaginar… ¡Mierda! —espeté cuando me di cuenta de que con solo imaginarme me había corrido. “¿Qué diablos te pasó?”, preguntó mi hermano al otro lado de la línea. —¡Me corrí
Lawson HallVi el teléfono, y cuando me di cuenta que era Georgina, lo atendí de inmediato.“La doctora ha llegado, pero lo que me preocupa, es que llegó Levi y se veía un tanto extraño ¿Acaso no era él quien la buscaría?”.—El muy tonto no la encontró porque dio por sentado que era un hombre y al parecer resultó ser una mujer —expresé y del otro lado se escuchó una risita.“Bien hecho, eso los enseñará a que no tomes decisiones apresuradas, pero creo que tú también lo creías”.—Sí, debo reconocerlo, pero no por machismo, fue porque lo di por sentado, porque con las personas que hablé no me corrigieron, pero ya termino aquí y voy allá, no vaya a ser que Levi me vaya a correr a la doctora.Me despedí de Georgina terminé la reunión y me fui a casa, porque temía que mi hermano terminara fastidiando a la doctora.Cuando llegué Georgina me dijo que la doctora estaba en el jardín.Salí y la vi muy ofuscada.—Buenas tardes, Doctora Harris, discúlpeme la demora, ¿Pasa algo? —preguntó y ella s
Taylor HarrisCuando llegó Lawson, de verdad que estaba a punto de salir corriendo, pero al contarle lo ocurrido con su hermano y él disculparse, además, de pedirme que lo acompañara para que evaluara a Bárbara, volví a mi faceta profesional.Es que debo reconocer que al ver visto a Levi, caminar como Dios lo trajo al mundo, produjo en mí, diversas emociones, desde palidez, impresión, y hasta dentera, porque era el espécimen masculino más hermoso que había visto en mi vida, no tenía un solo gramo de grasa, su cuerpo era perfecto, y lo peor es que él lo sabía porque caminaba como si fuera el puto amo del mundo.Y allí me vi obligada a tomar la toalla y apretarla con fuerza entre mis manos para vencer la tentación de ir corriendo tras de él, como iban las ratas tras el flautista Hamelín, apreté los dientes y en su lugar le propiné un insulto.—¡Idiota! He visto cuerpos mejores —grité y me di la vuelta para poner distancia entre nosotros.Volviendo al presente, evalué a Bárbara y los res
Levi HallAunque a decir verdad poco me importaba Bárbara, y aunque mi relación con ella era nula, decidí irme al hospital para mantenerme cerca de Taylor.—Ya estoy ansiosa por ver a la doctora, quiero comprobar por mí mismo que es la octava maravilla del mundo como me dijiste —pronunció mi hermano Zucker y yo observé la mueca de molestia en el rostro de Georgina.Me acerqué a él, lo tomé del brazo y alejados de todos comencé a hablar con él.—Pienso que no todo está perdido entre ella y tú, porque cuando te escuchó decir que quieres comprobar por ti mismo como es la doctora, ella hizo una mueca de desagrado… yo soy un experto en mujeres y te puedo decir que la Georgina está celosa. Debes buscar la forma de molestarla… así se dará cuenta del maravilloso hombre que se está perdiendo —le dije a mi hermano y él me miró emocionado.Zucker sonrió con malicia y asintió.—¿Tú lo crees? —preguntó mi hermano y yo asentí—, entonces si tienes razón, debo hacer que Georgina note mi presunto inte
Lawson Hall Me aflojé la corbata mientras me recostaba del asiento de mi escritorio sin dejar de reírme a carcajadas al ver como mis hermanos salieron molesto. —¡Par de idiotas! Así que están enamorados… pero no se las pondré tan fácil, si aman a esas mujeres que se las ganen —expresé, pensando que ojalá a mí me llegará el turno en el amor. Pase toda la tarde firmando unos documentos y luego regresé a la casa, cuando llegué mis hermanos estaban cenando, y yo quería continuar fastidiándolos. —Levi, ¿Cuándo será que saldrás a trabajar? ¿Hasta cuándo crees que seguiré manteniéndote? —dije serio mientras mis dos hermanos me miraban molestos, les estaba tomando el pelo, para obligarlo a ser sincero con Taylor, pero él no cayó en mi trampa. —Hasta que te mueras tú o me muera yo, hermanito —pronunció con sarcasmo. —Saben qué chicas, mejor vamos a comer afuera, yo las invito. Georgina y Taylor intercambiaron miradas y asintieron, aceptando mi invitación. Nos dirigimos a un restaurante