Taylor Harris. —No, puede ser… el neurocirujano ¿Es una mujer, no es un hombre? —inquirió y no pude evitar molestarme. —Pues ya viste que soy mujer, y la mejor neurocirujana del mundo, niño bonito —escupí con desprecio. Un segundo después, me di la vuelta dejándolo con la palabra en la boca y moviendo mis caderas de un lado a otro de manera provocativa, hasta que me subí en otro taxi. Suspiré tratando de calmarme, porque a decir verdad, estaba bastante molesta. Durante toda mi vida, he tenido que luchar para abrirme camino, y demostrar que soy buena y que el sexo no define la capacidad de una persona, porque en mi medio, piensan que el ser hombre te hace mejor profesional y ahora venía este niño bonito frente a mí a querer humillarme, ¡Eso no se lo iba a permitir! No pude evitar que su reacción, me hiciera recordar el pasado. Aunque todos en mi familia tenían profesiones en la rama de la salud, las mujeres eran enfermeras, odontólogas, y si eran médicos solo les estaba permitido
Levi Hall Cuando vi a la mujer alejarse con esas caderas moviéndolas de un lado a otro, y sus prietas y esponjosas nalgas no pude apartar la vista de ella, Me la imaginé desnuda encima de mí y yo aferrando mis manos a esas caderas, no pude evitar la dureza en mi miembr0. —¡Diablos Levi, te volviste loco! ¿Desde cuándo piensas en las mujeres como un objeto sexual? —me pregunté y volví a subir a mi auto. Tomé mi teléfono y por fin Lawson me atendió. —Fui a buscar a Harris, no es un doctor, es una doctora, y si crees que nuestra hermana y Georgina son unas tóxicas, es porque no has visto a esta mujer, esta es Chernóbil con patas. Aunque te confieso que la condenada es la tentación personificada, con un cuerpo voluptuoso, unas caderas de infarto, unos senos firmes, una boca, un trasero… hombre, esa mujer te hace imaginar… ¡Mierda! —espeté cuando me di cuenta de que con solo imaginarme me había corrido. “¿Qué diablos te pasó?”, preguntó mi hermano al otro lado de la línea. —¡Me corrí
Lawson HallVi el teléfono, y cuando me di cuenta que era Georgina, lo atendí de inmediato.“La doctora ha llegado, pero lo que me preocupa, es que llegó Levi y se veía un tanto extraño ¿Acaso no era él quien la buscaría?”.—El muy tonto no la encontró porque dio por sentado que era un hombre y al parecer resultó ser una mujer —expresé y del otro lado se escuchó una risita.“Bien hecho, eso los enseñará a que no tomes decisiones apresuradas, pero creo que tú también lo creías”.—Sí, debo reconocerlo, pero no por machismo, fue porque lo di por sentado, porque con las personas que hablé no me corrigieron, pero ya termino aquí y voy allá, no vaya a ser que Levi me vaya a correr a la doctora.Me despedí de Georgina terminé la reunión y me fui a casa, porque temía que mi hermano terminara fastidiando a la doctora.Cuando llegué Georgina me dijo que la doctora estaba en el jardín.Salí y la vi muy ofuscada.—Buenas tardes, Doctora Harris, discúlpeme la demora, ¿Pasa algo? —preguntó y ella s
Taylor HarrisCuando llegó Lawson, de verdad que estaba a punto de salir corriendo, pero al contarle lo ocurrido con su hermano y él disculparse, además, de pedirme que lo acompañara para que evaluara a Bárbara, volví a mi faceta profesional.Es que debo reconocer que al ver visto a Levi, caminar como Dios lo trajo al mundo, produjo en mí, diversas emociones, desde palidez, impresión, y hasta dentera, porque era el espécimen masculino más hermoso que había visto en mi vida, no tenía un solo gramo de grasa, su cuerpo era perfecto, y lo peor es que él lo sabía porque caminaba como si fuera el puto amo del mundo.Y allí me vi obligada a tomar la toalla y apretarla con fuerza entre mis manos para vencer la tentación de ir corriendo tras de él, como iban las ratas tras el flautista Hamelín, apreté los dientes y en su lugar le propiné un insulto.—¡Idiota! He visto cuerpos mejores —grité y me di la vuelta para poner distancia entre nosotros.Volviendo al presente, evalué a Bárbara y los res
Levi HallAunque a decir verdad poco me importaba Bárbara, y aunque mi relación con ella era nula, decidí irme al hospital para mantenerme cerca de Taylor.—Ya estoy ansiosa por ver a la doctora, quiero comprobar por mí mismo que es la octava maravilla del mundo como me dijiste —pronunció mi hermano Zucker y yo observé la mueca de molestia en el rostro de Georgina.Me acerqué a él, lo tomé del brazo y alejados de todos comencé a hablar con él.—Pienso que no todo está perdido entre ella y tú, porque cuando te escuchó decir que quieres comprobar por ti mismo como es la doctora, ella hizo una mueca de desagrado… yo soy un experto en mujeres y te puedo decir que la Georgina está celosa. Debes buscar la forma de molestarla… así se dará cuenta del maravilloso hombre que se está perdiendo —le dije a mi hermano y él me miró emocionado.Zucker sonrió con malicia y asintió.—¿Tú lo crees? —preguntó mi hermano y yo asentí—, entonces si tienes razón, debo hacer que Georgina note mi presunto inte
Lawson Hall Me aflojé la corbata mientras me recostaba del asiento de mi escritorio sin dejar de reírme a carcajadas al ver como mis hermanos salieron molesto. —¡Par de idiotas! Así que están enamorados… pero no se las pondré tan fácil, si aman a esas mujeres que se las ganen —expresé, pensando que ojalá a mí me llegará el turno en el amor. Pase toda la tarde firmando unos documentos y luego regresé a la casa, cuando llegué mis hermanos estaban cenando, y yo quería continuar fastidiándolos. —Levi, ¿Cuándo será que saldrás a trabajar? ¿Hasta cuándo crees que seguiré manteniéndote? —dije serio mientras mis dos hermanos me miraban molestos, les estaba tomando el pelo, para obligarlo a ser sincero con Taylor, pero él no cayó en mi trampa. —Hasta que te mueras tú o me muera yo, hermanito —pronunció con sarcasmo. —Saben qué chicas, mejor vamos a comer afuera, yo las invito. Georgina y Taylor intercambiaron miradas y asintieron, aceptando mi invitación. Nos dirigimos a un restaurante
Zucker HallDespués de haber escuchado a mi hermano, me retiré de la habitación de Bárbara con mi sobrina, sin dejar de sonreír, entendiendo que Lawson por más que intentara disimular, se había empezado a enamorar de ella.No pude evitar sentirme feliz, porque había encontrado el punto débil de mi gemelo y esperaba poder joderlo tanto como él nos lo estaba haciendo a Levi y a mí.Jugué en el jardín un poco más con la pequeña Kejsi y luego fui a llevársela a Georgina, cuando lo hice, casualmente estaba cuchicheando con mi hermano Lawson.—Es impresionante como ahora resulta que son demasiado amigos que ni siquiera pueden separarse un minuto. ¿Qué será lo próximo, compartir la ropa? —comenté con sarcasmo mientras entregaba a Kejsi a Georgina.Georgina y Lawson se separaron rápidamente y aunque trataron de aparentar naturalidad, sus rostros delataban cierta incomodidad. Sabía que mi comentario les había molestado, y eso solo aumentó mi satisfacción.—Oh, Zucker, no seas tan dramático. Es
Georgina HarperAl principio, Georgina respondió al beso con la misma intensidad, sus manos aferrándose a mi camisa. El tiempo pareció detenerse mientras nos entregábamos a la pasión del momento.Finalmente, nos separamos, nuestros alientos entrecortados y nuestros corazones latiendo con fuerza. La miré a los ojos, con un torbellino de emociones debatiéndose en mi interior.—No puedes venir y besarme cuando quieras… ¿Acaso piensas que puedo perdonarte tan fácilmente? Tus palabras son como pequeñas y filosas dagas clavadas en mi corazón y hasta en lo más profundo de mi alma.Sus palabras terminaron en un sollozo y salió corriendo rápidamente hacia el automóvil, yo la llamé y comencé a correr detrás de ella.—¡Geo! ¡Georgina! Por favor, detente.A pesar de mis gritos, ella no se detuvo, corrió hasta pararse frente al hospital, donde detuvo un taxi y este arrancó de inmediato. Me quedé paralizado en la entrada principal, sin dejar de ver como se alejaba de mí y sin entender completame