Michael HallLa ansiedad me consumía mientras veía a los médicos llevar a Sarah nuevamente al quirófano. Sabía que mi esposa estaba librando una batalla por su vida, y no podía evitar sentirme impotente ante la situación.Regresé a la sala de espera donde se encontraba mi familia. Sus miradas reflejaban la misma angustia que sentía en mi interior. Mi madre estaba al borde de las lágrimas, y mi padre intentaba mantener la calma, pero su rostro también estaba lleno de preocupación.—¿Qué ha sucedido, Michael? ¿Cómo está Sarah? —preguntó mi madre con voz temblorosa.Respiré profundamente antes de responder, tratando de mantener la calma.—La cirugía para dar a luz a nuestra hija fue exitosa, y ella está en observación en la incubadora. Pero Sarah... Sarah tiene complicaciones graves. Los médicos descubrieron una hemorragia interna durante la cirugía, y necesitan realizar una segunda cirugía de emergencia para detenerla y estabilizar su condición. Está en quirófano.El rostro de mi famili
Georgina Harper.. La noticia sobre lo ocurrido a mi hermana, había provocado una profunda tristeza en mi corazón, me causaba temor el solo hecho que estuviera corriendo peligro y que pudiera estar a punto de perderla, no podría soportar otro golpe más.Me recosté en la silla con las manos en la cabeza, pensando en cómo hacer para ver a mi hermana, y dejar bien cuidada a Bárbara y a la pequeña Kejsi.Así que me dirigí a la habitación donde estaba Bárbara, tenía que pensar que hacer con ella durante mi ausencia.Cuando entré vi a la enfermera a un lado de mi amiga, revisando los equipos que tenía conectado, por un momento me mantuve en silencio a su lado.—Alina, necesito tu ayuda, debo viajar para ver a mi hermana, tiene una complicación de salud y no puedo dejarla sola en este momento. ¿Podrías quedarte con ella los próximos tres días? Yo podría pagarte el doble de salario que te pago actualmente. Es que solo confío en ti para cuidarla.Alina, la enfermera, me miró con atención mien
Georgina Harper.. El vuelo a Montreal, resultó más agotador de lo que hubiera imaginado. La pequeña Kejsi no dejaba de llorar, se sentía inquieta y solo se calmaba cuando era yo que la sostenía en mis brazos. Mi corazón se encogió en mi pecho al verla llorar, no podía evitar angustiarme, sin poder entender por qué lloraba tanto y cómo calmarla.Le cambiaba el pañal, la alimentaba, le sacaba los gases, pero simplemente ella estaba negada a calmarse. Pero sabía que debía procurar tranquilizarla, para poder ir con mi hermana y darle mi apoyo.Finalmente, llegamos al apartamento que habíamos alquilado para el tiempo que estaríamos en la ciudad. Mientras Robert se encargaba de llevar nuestras maletas, acosté a la pequeña en el coche que habíamos llevado y me dirigí con ella al baño para ducharme, pues me sentía agotada después de un día tan largo y estresante.Luego de la ducha, me ocupé de bañar a Kejsi, alimentarla y ayudarla a conciliar el sueño. Una vez que la vi dormida, me acerqué
Georgina Harper.. Me quedo en silencio por un momento, mientras mi cuñado se acercaba a mí y yo no podía evitar ponerme nerviosa.—Georgina, ¿Estás de nuevo embarazada? —preguntó Michael, su mirada fija en mi vientre.Pero antes de que le responda, extiende la vista hacia la cama y ve que mi hermana tiene los ojos abiertos y la emoción se evidencia en él.—¡Sarah! —exclamó, dejando de lado mi respuesta y corriendo hacia la cama de mi hermana.La emoción era palpable, mientras Michael la abrazaba con cuidado, temiendo lastimarla. Sarah se veía frágil, pero estaba viva, y eso era todo lo que importaba en ese momento.—¡Estás despierta mi amor! —dijo Michael con alegría y emoción, tocó el timbre a un lado de la cama para llamar a una de las enfermeras.No tardó mucho tiempo para que la enfermera apareciera al escuchar el timbre. Ella rápidamente llamó a los médicos para que evaluaran a Sarah y revisaran su estado de salud.Enseguida la sala se llenó de personal médico y empezaron a rev
Lawson Harper. Estaba toda la familia esperando un avance de la condición de Sarah, ninguno nos habíamos querido mover, primero, porque deseábamos acompañar a mi hermano Michael en ese difícil momento que estaba viviendo, segundo, por Sarah, era una buena esposa y una excelente cuñada para nosotros, definitivamente, era un miembr0 muy querido en nuestra familia y tercero, porque deseaba apoyar a Zucker, ambos teníamos la leve esperanza de que apareciera Georgina a visitar a su hermana, sobre todo porque él había practicado de una y mis formas la manera de pedirle perdón.Decidimos salir un momento al exterior del hospital, cuando repentinamente tropezamos con un hombre que venía entrando con una niña, se veía afanado y preocupado, pero cuando vi el rostro de la pequeña me impactó.Era la misma pequeña de mis sueños, sus mismas facciones, sus ojos tan azules como los míos. Cruzamos un par de palabras, el hombre se disculpó y se fue, pero enseguida los recuerdos llegaron a mí y supe t
Georgina HarperAl ver llegar a Zucker, abrí los ojos de par en par, aunque no me dio tiempo a responder a su pregunta cuando vi a Lawson, a Robert, con la pequeña Kejsi en sus brazos.—¡¿Qué diablo estás haciendo aquí?! Te dije muy bien que te quedaras en el apartamento ¿Por qué carajo debiste llevarme la contraria? —le espeté furiosa a Robert.Michael, que estaba junto a mí, también pareció sorprendido por la llegada repentina de Zucker y Lawson. La tensión en el pasillo era palpable, y yo podía sentir la confusión y la ira emanando de Zucker, pero sobre todo de Lawson, mientras me miraba con furia. Tomé a la pequeña Kejsi en mis brazos, quien parecía ajena al caos emocional que se estaba desarrollando a nuestro alrededor.Zucker se mantuvo en silencio, mientras Lawson, siempre directo y sin miedo a enfrentar las situaciones difíciles, se acercó a mí.—Tu novio me dijo que la niña era de una amiga tuya ¿Quiero saber quién es tu amiga? ¿De qué amiga se trata?—dijo Lawson en tono se
Lawson HallMe acerqué a Georgina, y me quedé viendo a mi hija que me miraba con sus grandes ojos azules, como si estuviera tratando de comprender el mundo que la rodeaba.—¿Puedo alzarla? —pregunté nervioso. Georgina me miró y terminó asintiendo.—Puedes alzarla, con cuidado —dijo.Cuando tomé a Kejsi en mis brazos, una oleada de emoción me invadió de inmediato. Mi hija, pequeña y frágil, estaba ahora en mis brazos, y no podía evitar que las lágrimas rodaran por mis mejillas. Era un momento que había esperado durante tanto tiempo, hasta lo había soñado, un momento que pensé que nunca llegaría.La pequeña Kejsi me miraba con sus grandes ojos azules, como si estuviera tratando de saber quién era yo y por qué estaba allí. Sus pequeñas manos se agitaron acariciando con suavidad mi rostro, mientras una leve sonrisa se dibujó en sus labios.Tomó mi dedo y se aferró a el, y una sonrisa temblorosa se formó en mis labios mientras sentía una profunda conexión con ella.—Hola, cariño. Soy tu p
Zucker Hall Cuando vi a Georgina, primero creí en las palabras de Robert, pero cuando le habló con tanta firmeza diciendo que no era su novia, sentí alivio, y me di cuenta de que necesitaba darle el beneficio de la duda, que si hubiese actuado de otra manera en el pasado ahora no estaría en esa situación con ella. Veía tanta determinación en Georgina que temí que en verdad nunca me perdonara. Me arrodillé suplicándole perdón. —Vamos a empezar de nuevo, por favor —pronuncié en tono suplicante. Georgina me observó mientras me arrodillaba delante de ella, con los ojos llenos de tristeza y arrepentimiento. Mi corazón latió con fuerza, y las emociones se agolparon en mi interior. La tensión en la habitación era palpable. Vi una expresión de duda en su mirada, como si estuviera conmovida por mis palabras, la vi cerrar los ojos por un momento, como si intentara ordenar sus pensamientos y emociones. —Sé que me equivoqué, pero por favor, dame una oportunidad de estar cerca de mi hijo,