Dana
—Me encanta como ha quedado el pastel. —sonrió Katy al cumplido de Esther que se encontraba emocionada por el enorme pastel.
—Gracias, Esther. —Se notaba la emoción en su rostro.— ¿Y Lina? —pregunté un rato después.—Ella ha ido… ¿Con Müller? —preguntó Leonard dudoso.Katy movió sus hombros sin poder dar una respuesta a su hermano quien se estaba comiendo el betún del resto del pastel. Tocó un poco con el dedo y les puso a Damián y a Dánae en la nariz, estos dos soltaron la risa. Luciana llegó a la cocina donde nos encontrábamos todos.—Hola, he despertado después de mil años.La panza de cinco meses de Luciana se veía demasiado grande, se veía hermosa en su overol deDemetrio había conocido a Bárbara James por ser hija de uno de los clientes de su empresa. Era hermosa, ojos marrones y cabello rubio, tenía una sonrisa espectacular, un cuerpo de modelo, había llamado la atención de Demetrio al unirse como cliente de la empresa de él. Habían salido por seis meses, en una noche, había decidido pedirle que fuese su esposa, todo ese tiempo Bárbara se había portado de una manera espectacular, pero al tener el anillo de compromiso para ser la futura señora Richardson, todo cambió.Se volvió posesiva, armaba escenas de celos y comenzó a ocasionar problemas en la empresa, para Demetrio era un infierno, pensó en poner fin al compromiso, faltando tres meses para la boda y ante todos en una cena familiar lo anunció a todo mundo, Bárbara se sintió humillada, pero Demetrio sabía que ella no entendía y qu&eacut
D A N A—Gracias por venir. —escuché la voz de Demetrio.—Lo siento, señor Richardson. Mi sentido pésame. — ¿pésame?—Gracias…—su voz estaba cargada de dolor.—Hijo, deberías de acercarte a tus hijos, siguen sentados en el sillón de la sala, no han hablado. Siguen…—la voz de Lina se cortó por el dolor en sus palabras.—Lo sé, pero no puedo hacer más, no quieren hablar conmigo, ¿Siguen tomados de la mano?—Sí, no se han separado en todo el día, y no quieren comer. Damián solo pide ver a su mami…se me parte el corazón…Dánae lo abraza, y le susurra algo al oído. Si solo tú…—No quieren
DanaCinco años despúes— ¡Feliz cumpleaños! —gritamos al unísono. Demetrio está en el centro de la mesa frente a un gran pastel de cumpleaños hecho por Katy.— ¡Mordida! ¡Mordidaaaaaa! —grita emocionado Leonard al lado de Luciana quien tiene a la pequeña Luci de casi cuatro años y le enseña aplaudir.— ¡Leonard! ¿Sabes cuánto tiempo me llevó haciendo el pastel? No vas a estropearlo, no nada de eso. Espeta irritada, Katy. Varios soltaron la risa. Demetrio sopla las velas y todos aplaudimos. Estamos en nuestra nueva casa, a orillas de la playa. Quito las velas del pastel con todo el cuidado de no estropearlo, puedo sentir la mirada de aguijón de Katy. Demetrio sonríe melancólico. Sé por qué. Extraña
DemetrioDespertar con la desgarradora realidad todos los días, sigue agrietando lentamente y con fuerza mi alma y mi corazón. ¿Cómo acostumbrarme a su ausencia? Despertar con esa sensación de vacío. El sueño se repite una y otra vez. Su rostro lleno de lágrimas a causa mía. Sigo sufriendo todas las malditas noches, cuando despierto de esa pesadilla, quedo con ese amargo sabor de miedo y pánico en mi boca. Mi rutina es gris, es oscura como mi alma desde que me abandonó.De nuevo en mi oficina como todos los días, esperando pistas de mi esposa y si es posible...de mi hijo. Si, hasta yo aún no creo que diga esa simple palabra. Hace que suene demasiado extraño, pero es muy posible. ¿Será un niño o niña? ¿Tendrá el color de mis ojos o los de ella? no importa, solo quiero saber que están bien.
DanaLa luz débil de la mañana entra por la gran ventana de mi habitación. Suspiro, no quiero abrir mis ojos. Pero tengo que hacerlo si quiero disfrutar este último viernes con mis pequeños.«Cinco minutos más...» escucho pasos cerca. «Oh, oh»Creo que esos cinco minutos los dejaré para otra ocasión. Siento como mi cama se hunde en completo silencio, unas manos suaves acarician mi cabello y otras mi rostro.— ¡Mamá! ¡Mamá! —dicen entre risas Dánae y Damián.Mis dos hermosos hijos, mis dos traviesos que cuando quieren algo, lo consiguen, eso me recuerda mucho a su padre.Temperamentales. Decididos. Sobre protectores y sobre todo...muy celosos.Lo único que tienen de mí, son mis ojos aceitunados y las largas pestañas. El
DanaTermino de alistarme y me acerco a la sala donde estaba la televisión encendida, y ahí estaban mis gemelos. Hermosos. Ambos con ojos aceitunados, pelo ondulado rubio oscuro, pestañas largas, mejillas rosadas y esas hermosas sonrisas que derriten hasta el más frío corazón por haber en esta tierra.Dánae sueña con ser una doctora veterinaria, le encantan los animales y todo lo que sea curarlos, Damián quiere ser un músico, él y su obsesión con los palillos de madera rebotándolos por toda la casa, imaginando estar dando un concierto delante de millones de fans.Yo, he mantenido a mis hijos con un negocio local de ropa en el enclavado de las famosas colinas de Cotswolds, rodeado por algunos de los más encantadores paisajes de Gloucestershire, la histórica ciudad de lana de Painswick, tiene su fama desde el medievo a
DanaLa voz baja e intimidante llena mis oídos y me hace estremecer. — ¿Demetrio? —la sangre se ha drenado completamente de mi cuerpo y amenaza con dejarme sin fuerzas hasta desvanecerme en el suelo. Mi garganta se seca en segundos e impide tragar saliva.Las palabras no salen.«Nos ha encontrado» La palabra se repite rápido dentro de mi cabeza aturdida, en shock, bloqueada.Pienso en el momento en donde el hombre del restaurante nos observaba. Cierro los ojos y maldigo.¡Eso no ha pasado ni 24 horas! ¿Pero cómo...? ¡Maldito Avión Privado, Dana! ¡Maldito, Avión privado!Se escucha otro toque en la puerta y me hace brincar en mi lugar, me alcanzo a cubrir la boca con mi mano para acallar el jadeo que ha salido por sorpresa. Da otro toque más fuerte al ver que no contesto.&
DanaDemetrio intenta decir algo para que Jefferson se vaya, pero niego con un movimiento de cabeza. Demetrio no sabe que decir y le hago señas de que tome asiento en el sillón individual. Y no dice nada, trata de acomodarse la camisa que trae por fuera de su pantalón y se pasa la mano por la cabeza para arreglar el cabello alborotado.Tomo asiento enfrente de ellos, la mesa de cristal nos separa, intento tomar el comienzo de esto como si no me afectara...« ¡Pero eres pésima actriz, Dana!»— ¿Qué haces en Inglaterra, Demetrio?Comenzamos por lo importante, suena obvia la pregunta, pero puede que sea diferente. Puede que sea para vengarse, o para reclamar la custodia legalmente. ¿No?Balbucea algo nervioso algo que no alcanzo a entender y de repente calla. No tiene las palabras, su frente se arruga y mira sus