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Cap. 3: Seguridad  violada

Cap. 3: Seguridad  violada 

Las últimas palabras de Ritter martillaban la cabeza de Lara:

“No te atrevas a moverte de aquí” “Me casé contigo para tenerte hasta que nazca mi hijo”

«No soy tu pertenencia. ¿No tienes derecho a decidir sobre mí y la vida de mi hijo? »

Volvía sobre sus pasos:

«Te vi pegado a ella en aquél apasionado beso, cuando acababas de soltarme después de haber estado toda la noche haciendo el amor conmigo. ¿Cómo pudiste engañarme así?»

 Se levantó de sopetón con un sólo pensamiento entre ceja y ceja y sin pérdida de tiempo llamó a Adalia, la intérprete que le asignó la agencia de viajes  para que la asistiera con el idioma cuando padeció los fuertes dolores de vientre en el avión, quien la llevó a la clínica del doctor Wolf.  La única persona a quién consideraba una amiga.

¡Bip, Bip! —Adalia mira con pereza el celular.

“Hola! Lara, ¿y eso que me llamas? Pensé que estarías rumbo a una isla paradisiaca con tu flamante esposo”—dijo sarcástica.

—Adalia, necesito un favor tuyo —breve silencio y prosiguió—. Necesito  desaparecer del lado de Ritter Wolf.  Literal  “Desaparecer”

“Por Dios Lara, me asustas, ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué quieres desaparecer?

—No puedo decirte nada, me siento muy mal, sólo ayúdame a irme lejos —sollozó—, donde no me encuentren. Sólo tengo a mi madre aquí y esto le haría mucho daño así que no quiero involucrarla, por ahora.

 —Lara, Ritter no te dejará ir así nada más, te va a buscar hasta debajo de las  piedras.

—No me buscará… Yo no le importo.

«Le importas…,  pero si eso es lo que quieres…»

—Está bien, te enviaré un número telefónico, son gente confiable. Todo saldrá bien. ¿Tienes dinero?

—No te preocupes voy donde los Fischer, me tienen el pago.  Gracias Adalia.

—¡Cuídate! —Adalia entrecerró los ojos e hizo una llamada.

«Es lo mejor que puedes hacer Lara Salgado. Lo siento tanto por ti amiguita, pero… Tú no mereces un Ritter Wolf» —frunció los labios de lado a lado y después soltó una sonora carcajada.

 ***

Mientras en el Centro Médico Wolf…

—Doctor Wolf, de seguridad de su casa dicen que su esposa está encerrada y no ha comido nada hoy.

Ritter, al escuchar la información de su secretaria,   frunció el ceño.

«Esto no se perfila nada bien… ¿Bueno y es que esta mujercita se va a quedar todo el día sin comer? Yo no lo creo y con un hijo en su vientre menos, ella terminará pidiendo comida», pensó contrariado.  

—Que la sigan vigilando e insistiendo con las comidas —ordenó.

Ritter Wolf  pensó que conocía  a Lara Salgado y que ese: “Espérame” y  aquella advertencia de: “No te atrevas a salir de aquí”  Iban a frenar su ira y su gran decepción.

 —Ah —le siguió informando Emma —, su hermano Derek está en la puerta de su consultorio. ¿Lo dejo entrar?

—Sí, que me esperé.

Ritter llegó a su oficina, su hermano Derek  lo sacó  de sus casillas:

—Veo que te estás divirtiendo hermanito, que disfrutas tener a tu mujer y tu ex al mismo tiempo —las palabras de Derek hicieron calentar más a Ritter, quien caminó hasta su escritorio y lo encaró.

—Sabía que tus manos estaban metidas en todo eso… También sé perfectamente lo que estás haciendo —Ritter dejó caer su ira sobre  su escritorio con su puño. Se sentó mirándolo.

—¿Serás capaz de enlodar el buen nombre de las clínicas y llevarnos a la ruina sólo para ensuciarme y acabar conmigo?

—¿Yo? ¿Yo no desprestigiaría jamás mis apellidos? En cambio tú hermanito…

Ritter abrió la gaveta de su escritorio y sus ojos acariciaron el arma que allí guardaba, mirando con la pupila dilatada a su hermano.

“La ira es una de las pasiones más incitante e incontrolable para el ser humano, sobre todo en estado animal como ahora.

—¿Crees que no sé que me cambiaste el tratamiento para Lara Salgado la noche que me la trajeron al consultorio? Ya lo sé todo, te aprovechaste que la traductora de ella  la dejó sola un momento y que ni ella me entendía ni yo a ella, en ese breve instante en que salí del cubículo lo hiciste. Cambiaste las muestras en el cubo térmico, sabías que al entrar tenía que poner el tratamiento de inmediato y no estaría verificando nada, pues yo mismo lo había puesto en el cubo…  ¡Eres un maldito!

—Por supuesto que lo sabes. Lo sabes desde hace tiempo, tiempo suficiente para engatusar a tu víctima, tiempo suficiente para que ella se crea el cuento del amor a primera vista y lograras salvarte al casarte con ella… —Derek reía.

—¡Eres un maldito miserable! Me orillaste a ello, si no lo hago se hunde mi padre, mi madre y todos con ello, inclusive tú, evite la ruina y deshonra,  aunque con ello me enterré vivo para siempre.

—Claro que te enterraste, querido hermano… Tu amada y sagrada novia, y tu moral y principios caerán al piso ahora mismo cuando vaya con padre y le confiese todo… Al mundo seguirás siendo el gran Ritter Wolf pero a los ojos de padre caerás al piso y perderás todo —Derek lo tenía en sus manos —Ahora mismo conocerás la furia de  padre y quedarás en la calle de nuevo.

—Tú crees que enmarcándome en esa bajeza padre va  a dejar la dirección de las clínicas en tus manos? —tocó su sien—. Piénsalo… ¡Iluso! Nuestros padres saben que eres un vicioso y no confían en ti.

—¡Maldito!—la envidia lo convirtió en un ser sin escrúpulos—. Eso lo sé, lo sé perfectamente.  Pero tú, eres el que me dará el poder… O te entrego.

—¡Cierra la boca, imbécil!

—Le diré a padre qué tú lo hiciste, probaré todo. Ya me encargué de destruir los originales para dar paso a tú gran verdad… Padre te verá sacar del banco de semen el crío tubo con tu serial, ese videos está en mi teléfono y en el email de alguien más… Eso prueba quien es el padre del hijo de Lara. Eso prueba que sembraste tu semen para tener un hijo en esa inocente muchacha… ¡Retorcido!

—Ese crio tubo estaba vacío, lo volviste a colocar allí después que lo usaste.

—En mi video tú lo tomas y vas con él hasta tu consultorio…

Ritter sacó su arma y apuntó a Derek justo en el entrecejo. Derek conociendo lo buen tirador que este era, se levantó y se pegó a la puerta, atreviéndose a demandar con voz  trémula.

 —Quiero…  la… vice presidencia, eso me liberará de tu yugo y ese nombramiento sólo puedes hacerlo tú. Piénsalo o de lo contrario pondré en los titulares de la prensa tu nombre y el de tu victima Lara Salgado.  ¿Te imaginas los titulares de la prensa? “El doctor Ritter Wolf considerado una eminencia por crear los mejores tratamientos de fertilidad, el más solicitado a nivel mundial… Es realmente un monstruo  que se aprovecha de una inocente pacientes de su clínica para sembrar en ella su propia semilla”.

—¡Escoria!  —le espetó Ritter—. Estás desquiciado.

—Lo que quieras, pero te tengo en mis manos.  Cuento con tú apoyo, presidente.  

—No te atrevas a contarle a padre… O… Tú y yo sabemos lo que te pasará —Derek vio los ojos fríos y oscuros de Ritter que ahora era quien sonreía levantando una ceja  y apuntándole fijamente al entrecejo.   Derek Wolf  dijo ansioso:

—Sólo si tú me cumples y…—Pero se heló al oír el “clip” del arma mortal en las manos de Ritter y no lo pensó dos veces para salir en carrera despavorido.

***

—Doctor Ritter,  le llaman de su casa.  

Ritter levantó el teléfono:

—¿Qué sucede?

—Kirk entró a la habitación de su esposa y está vacía —dijo el seguridad.

—¡Joder! ¿A dónde se fue? ¿La están buscando? —preguntó.

—Ya buscamos en toda la casa. Las cámaras no tienen nada.

—Pues salgan todos, recorran todas las calles, levanten las piedra si es necesario, pero ustedes me consiguen a esa mujer ya mismo.

—Lo intentaremos.

—Pues más te vale que la encuentren, estaba bajo tu cuidado.

—Vamos a revisar las cámaras…

Poco minutos después—: Señor, la seguridad fue violada desde el control central y las cámaras veían un punto muerto.

 —Ritter resopló—

—¡Maldita sea! ¡¿Dónde te metiste?! —Mesó sus cabellos—. ¿A dónde fuiste con mi hijo en tu vientre?

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