Cap. 110: Doble compromiso.Después de 15 días de intenso trabajo entre las clínicas y la mansión de Ritter preparando los adornos y envolviendo los regalos y premios a entregar al personal, así que se hizo intenso el trabajo que tuvieron que hacer entre todos.Aquél día el rollizo chef llegó bien temprano a las clínicas, ya en las cocinas las ayudantes habían acondicionado con todos los ingredientes que el chef había pedido con antelación.Jérémie estaba ajetreado aquella mañana, mientras que Derek se movía angustiado y marcaba cada cinco minutos un número telefónico, sin embargo ese número parecía estar apagado.Derek entró al auditorio y Lara estaba siendo ayudada a colocar una tarima en el centro, los hombres movían cada cosa según las instruciciones de ella, Derek se le acercó y le preguntó.—Lara, ¿Has tenido noticias de Aby hoy?—Sí, ella está muy ocupada así que no podrá estar por estos lados…—¿Qué dices? ¿Y por qué no podrá estar por aquí? —Por qué ella estará hoy prepar
Cap. 111: SituacionesDerek apretó la mano de ella cuando la sintió querer zafarse de su agarre, entonces ella chilló de dolor y él miró la mano que mantenía sostenida entre las de él para quedarse sorprendido al ver que el dedo meñique estaba toda la piel negra por una quemadura que había sufrido. Derek se quedó estupefacto al darse cuenta de que su amada Aby tenía una quemada igual a la que había sufrido, esa mañana, su chef Jérémie en la cocina, justo cuando preparaba las delicias que todos degustaban y halagaban por su exquisito sabor. En silencio simuló no haberse dado cuenta de nada, quería escuchar que le diría Aby con respecto a lo que tenía en ese preciso dedo.—Aby, ¿te pasa algo? ¿Te duele esta mano?Ella lo miró con dolor en sus ojos y a punto de llorar.—Es que me quemé este dedo cuando ayudaba a adornar las mesas de degustación, ya sabes que me gusta hacer eso.—Sí, ya veo. Pero es que eso lo tenía que hacer mi chef Jérémie y resulta que este se fue y ni siquiera t
Cap. 112: ¡Paralítico!Derek salió de la habitación mientras su madre le seguía.—Madre ¿qué haces aquí? ¿Por qué no avisas que vendrás y llegas así sin avisar y sin tocar a la puerta de los demás… ¿Hasta cuando esta invasión a mi privacidad?—Derek, he venido porque quiero salvarte precisamente de ese francés. ¿O acaso estás interesado en ese francés?Derek soltó la carcajada.—Madre, te repito: ¡RESPETA MI PRIVACIDAD! Lo que yo haga con mi vida es mi asunto y tú no tienes nada que ver con ella. ¿Estamos?—No estamos, no me resigno a ver que tú, sólo por esa necesidad de cariño y de ser reconocido seas capaz de aceptar a ese hombre aquí…—Mamá tú viniste por qué quieres separarme de ese hombre o de todo lo que “ese hombre significa para mi”… ¡MALDICIÓN VETE! DÉJAME DECIDIR LO QUE QUIERO EN MI VIDA Y CON QUIEN! Derek le gritaba tan fuerte que Jérémie estaba muy nerviosa en la cocina caminando de un lado a otro, las mucamas estaban caminando también alrededor de las escaleras y los
Cap. 113: Un perdón no es suficiente.Derek esperaba en la sala de operaciones, mientras Mía y Ritter estaban en la sala de operaciones. El rostro de Derek estaba totalmente serio, de su boca nadie había oído que pronunciase alguna palabra desde que vio a Aby en aquel pozo de sangre…—Hijo —le dijo Zav sentándose a su lado y apretando su mano dentro de la de él—. Todo va a salir bien.Derek continuaba viendo al frente, a la nada.—A veces no sabemos con quien convivimos, y tu madre siempre ha sido manipuladora, pero jamás imagine que fuese capaz de hacer todas las cosas que te hizo para evitar que te unieras a esta muchacha.Derek resopló.—Mi madre aceptó a Adalia a mi lado, sólo porque con ella a mi lado yo obtendría la vice presidencia de las clínicas, de lo contrario no lo hubiese hecho. Ya luego con nació Berit ella sintió que tenía a alguien más en su vida.Zav sonrió.—Sí, ella pensó que tendría a alguien más a quien manipular, pero se encontró con una dura roca, es decir, Be
Cap. 114: El beso de los novios. El enorme jardín de la mansión de Derek Wolf estaba decorado de colores pasteles y un gran arco de rosas Blancas lo cubría. Había muchas piedrecitas en el largo camino desde la puerta del jardín hasta el aro de los novios. Un sacerdote estaba esperando mientras apretaba su libro de oraciones en sus manos y un colgante del rosario marcaba unas cuantas enseñanzas que daría el cura a los novios y los presentes ese día, soleado y maravilloso.Aby salió de la mano de su padre, un anciano abogado que se veía tan orgulloso de su hija y de todo lo que ella representaba… Se detuvieron en la entrada principal hasta oír el arrancar de la orquesta y los coros.Todos se pusieron de pié cuando sonaron los compases de un Ave María cantados por un coro de pequeñas y bellas niñas que entre risas y bromas lo cantaban acompasadas.La clínica estaba toda presente. Todos los compañeros de trabajo de los novios y los dueños de las clínicas Wolf estaban allí…El novi
Capítulo 1 Cap. 1: Beso apasionado Lara abre sus ojos y se inclina en la cama, entonces le llegan todos los recuerdos de lo que vivido el día anterior, su matrimonio y la maravillosa noche de bodas que compartió con su esposo Ritter Wolf, el hombre que logró conquistar su corazón de manera instantánea al verlo. Aún el olor a pasión está en su piel, latente en toda ella. Hoy día, ni ella misma se podría explicar como había sucedido todo. Se reclinó en la cama y acarició su vientre. «Hijo, Dios me ha elegido para que sea tu madre, y también lo eligió a él para que sea tu padre, es todo lo que soñé, por las circunstancias que sean, estamos unidos los tres» Se levantó apresurada y entró al baño, aún no sabía si habría luna de miel, su marido estaba tan ocupado con las clínicas. Se miró al espejo, su pelo alborotado y sus labios hinchados, los rozó con sus delos y lo primero que llegó a su mente fue ese beso apasionado con el que Ritter la sorprendió apenas entraron a la habitación.
Cap. 2: ¿Moral? Lara llevó su mano a la cara y al ver a Ritter su conmoción fue mayor… Ritter jaló a Erika y la sostuvo a su lado, mientras miraba a Lara con fiereza, no se imaginó que con su nivel de su alemán podría sacar esas palabrotas. Lara sobó su mejilla enrojecida mientras de soslayo notaba la mirada llena de enojo de su marido. Se sintió ridícula en ese lugar, entonces se dio la vuelta y corrió a la segunda planta de la mansión. Hasta allí se llegó a escuchar el fuerte portazo que dio al entrar en la habitación. —Ritter, yo quiero… —dijo Erika, pero él la cortó. —Erika, esa mujer es mi esposa y eso no cambiara. Ritter se dio la vuelta y salió del despachó, dejando a la mujer iracunda. Esta se movió, viendo el final de las escaleras tomó su polvorienta maleta y dio un portazo al salir. Ritter buscaba agua en la cocina cuando una mucama entró apresurada y le dijo: —Señor, su esposa está metiendo las cosas de ella en una maleta de nuevo. —Joder, sólo eso me faltaba —R
Cap. 3: Seguridad violada Las últimas palabras de Ritter martillaban la cabeza de Lara: “No te atrevas a moverte de aquí” “Me casé contigo para tenerte hasta que nazca mi hijo” «No soy tu pertenencia. ¿No tienes derecho a decidir sobre mí y la vida de mi hijo? » Volvía sobre sus pasos: «Te vi pegado a ella en aquél apasionado beso, cuando acababas de soltarme después de haber estado toda la noche haciendo el amor conmigo. ¿Cómo pudiste engañarme así?» Se levantó de sopetón con un sólo pensamiento entre ceja y ceja y sin pérdida de tiempo llamó a Adalia, la intérprete que le asignó la agencia de viajes para que la asistiera con el idioma cuando padeció los fuertes dolores de vientre en el avión, quien la llevó a la clínica del doctor Wolf. La única persona a quién consideraba una amiga. ¡Bip, Bip! —Adalia mira con pereza el celular. “Hola! Lara, ¿y eso que me llamas? Pensé que estarías rumbo a una isla paradisiaca con tu flamante esposo”—dijo sarcástica. —Adalia, necesito