Los días pasaron, en un abrir y cerrar de ojos ya eran meses,
Acepté lo que el psicólogo me recomendó, no era tan difícil.Al fin y al cabo, ya no tenía más nada que perder.Volví a la facultad, me empeñé en continuar siendo la mejor de mi grupo, también conseguí un trabajo era en una pequeña empresa, eso me tenía ocupada, me hacía olvidar un poco de toda mi tristeza.Al menos por el día, porque por la noche…pufMi miseria volvía, tenía que tomar unas pastillas solo así podía dormir.Quería soñar, ver a ese hombre y sentir que me cuidaba.En ocasiones tenía sueños extraños, —¡Manu te amo!Le dije en ese sueño.—¡Jamás amaré, a otro hombre!Volví a mencionar, estoy vestida con una ropa blanca muy ligera mis pies están sucios, llenos de arena .Él sonrió, —¿ y si ya amas a otro?Preguntó—¿ Cómo puedo amar, a otro? —¿Tu eres mi esposo?Mi pregunta sonaba torpe.—¡Lo sé! Pero si te casaste conmigo, sin amarme.Me miró algo triste—Es imposible, mamá me dijo, que yo estaba muy enamorada de ti.Él, se quedó en silencio,—Luz, ¿por qué no quieres, amar a otro?Una pregunta tan simpleLe miré con rabia, —¿quieres que amé, a otro?Eres un idiota…respondí furiosa.Sus palabras me llenan de miedo.—Necesito que seas feliz,— ¡Si, amar a otro hombre te dará esa felicidad ¡ —¡hazlo, por mí!— Sólo así también, seré feliz.–No puedo ser feliz, lo miré profundamente, —¡no se cómo!.—¡ Lo aprenderá!Él me besó, pude sentir su boca, el sabor que tenía era igual que antes, cuando nos besamos por primera vez, su aroma fresco y suave.—Fui feliz, en ese momento.¡También te amo, bebé!Caminamos por un paisaje muy bello, los caballos corrían libres y felices.—¿ Estamos en el paraíso?Pregunté mirando a mi alrededor.—¡ No! ¿ porque tú, aún estas viva?—¿ Y vos?Él se calló de repente, en su mirada se veía gran tristeza, —Te dije que cuidaras, ¡tu cabeza!—¡Manu! Eres un idiota.Lo empujé a un lado, camine delante de él,Su sonrisa era tan hermosa, Siempre me sonreía así, cuando me enojaba con él.Me paré esperando que me alcance, caminaba lento, cada vez más lento. —Mi cabeza respondió, entre risas —La perdí, hace mucho, —justo cuando te conocí.Perdí para ganar, un ángel.De nuevo un sueño…Ese día no me quise levantar, mi cuerpo estaba pesado.Sólo quería llorar, mi cabeza estallaba de dolor.En cada instante de mi vida me acordaba de él, Siento que también fallé con él.—¿Pero, como? En mi mente pienso que no puede descansar, porque hice algo malo.—¡Solo quiero recordar!Su cara, esa sonrisa todo invadió mi pensamiento, no podía saber lo que Manuel quería de mí, pero cada día sentía un vacío aumentando dentro de mí¡Estoy viva! Dije.Pero por qué, ¡ya no estoy viviendo!Lloré cuando me vi sola en mi habitación, ese era el único lugar donde podía llorar, y derramar todo el dolor de mi corazón🦋Nadie nunca sabrá, lo difícil que es, estar destruido por dentro e intentar seguir adelante.No puedo entender nada, solo sigo caminando como si estuviera en la oscuridad.El psicólogo, me dijo que estoy sumergida en una gran depresión, según él, mi yo no reaccionaba a ninguna cosa, me había encerrado en mi y solo yo tenía la posibilidad de lograr salir de ahí, Era como estar en una habitación con varias puertas y que una sola era la correcta, pero hasta ahora aún no la encuentro o quizás no la he buscado. otra vez, soñé con Manuel, estábamos en su finca Como siempre me abrazaba, era la forma de consolarme,Siempre estoy triste —Te amo, bebé Escuché su voz medio ronca, su olor a menta. ¡Era tan real!—Bebé… vuelve a hablar, y baja su mirada acercando a mi rostro. —¡Ohm!... Lo abrace de la forma más fuerte que puedo,Era mi soporte, de alguna forma hablar con él me ayudaba a llevar mi vida.De pronto, —Me voy. Un susurró—¿Que? Dije exaltada —¿ Dónde te irás? Aún no quiero escuchar su respuesta pero tengo que escuchar.Un clavo se me atraviesa,–¡Tengo que irme! —Estoy cansado.—No te puedes ir, —¡eres él único que me entiende
Desde ese día, nunca más volvió a mi sueño , se había ido.Pasaron los días, volví a mi vida casi normal.Me iba a mi trabajo por día y por la noche en mi facultad, era una forma de llevar los días, que se transformaron en monótonas y aburridas.Era un día de primavera, Aun se sentía un poco de frio,Como casi todos los días, ya me iba atrasada en mi trabajo, cuando llegue en la oficina , me percaté de un vehículo estacionado, frente al local.No le di importancia, pero alcancé a ver al hombre dentro.¡Era misterioso! Algo en él estaba mal.Después de trabajar horas y horas sin descanso por fin ya era hora de salir, mis compañeros estaban a punto de salir, tenían que visitar un edificio con un posible comprador, mis jefes estaban de viaje, así que me quedaría sola para cerrar toda la oficina.—chau, Luz…Salieron apresuradamente, estábamos con muchos compromisos ese día y tuvieron una tardanza para salir.—¡ chau! Me despedí de ellos.Pasaron unas horas, aún no salía porqué me llamar
Puedo sentir que estaba muy cerca, sentía su respiración en mi rostro no pude notar cuando se había acercado tanto a mi, tenía ese enorme cuchillo prendido a su pierna y un arma en su cinturón, eran visibles de cerca, o simplemente las puso ahí para asustarme.Simplemente viéndolo ya tenía miedo, en ese momento no tenía ningún lugar donde esconderme.Pero, me trague ese miedo, no le daría el gusto de verme así.Si en momentos mi orgullo me vence y no puedo demostrar ningún tipo de miedo.—¡Ahora sé! Dijo con un tono burlón.—¿Qué cosa? Pregunté mirándolo en el rostro.—¡Porqué él, te amaba tanto!—¿Quién me amaba?Seguramente era alguien que ambos conocíamos. Continúo; —¡Eres tan diferente! —¿Por qué crees eso?—Eres la única persona, que no me tuviste miedo.—¡Algunas veces soy muy burra!Se río y se apartó —Cuando pasé, por esa puerta ya sabías de mí—Me miraste y no titubeaste en hablarme.—Simplemente hice mi trabajo.Respondí a la ligera —No lo creo.Una cosa es trabajar otr
🦋Después de ese encuentro, tuve que renunciar rápidamente a mi trabajo, no era del todo de mi agrado ya que estar encerrada en una oficina, no era algo que quisiera hacer, mi jefe dudó por un momento pero, aceptó mi petición, me dio una indemnización y mi salario todo estaba en orden.—Si cambias de opinión, ¡ puedes volver! Me excuse con él. —¡Tengo mucha tarea, en la facultad así que me será difícil !—¡Me creyó!— ¿eso creo?...No puedo, darme al lujo de tener amigos estar en esa oficina era poner en peligro a todos los que trabajan ahí.No soy tan egoísta —aun, escuchó la voz de ese hombre diciéndome; –¡Ellos morirán! —¡Todos morirán, si no vienes conmigo! Eso retumba en mí interior.Otra vez no, no puedo con todo esto mi cabeza va a explotar , cada día más aumento la dosis de mi medicina. Por fin llegué a casa.Me subo las escaleras rápidamente sin hacer ruido, mi madre quiso preguntarme algo, la ignore deliberadamente,— si soy cruel, ella no se merece esto pero n
Al día siguiente, bien temprano suena mi móvil, nunca me pregunté como logró conseguir mi número, pero lo obtuvo.Contesté algo dudosa, era una llamada desconocida en mi móvil, no se registraba ese número pero sabía bien que era esa persona.—¡Hola! Dije esperando escuchar su voz.—¿Ya estás lista?, era el tal Ibrahim.¿Cómo llegamos a eso, no lo sé?Son preguntas sin respuestas, que vuelan en mi mente.—¿Espero que ya te hayas decidido? Pero antes solo escucha lo que te voy a decir; Me dijo con un tono serió— Pon mucha atención.Me quedé en silencio ya me había asustado.—Ese tu amigo Damián, no confíes en él.Solo evítalo, ¡te quiere hacer daño!.Cuelga la llamada…No respondí a ninguna de sus preguntas, no me dío tiempo de hablar.—¡Damián!. Dije.Pensé por un momento, intenté ubicar en qué momento, podía ser cierta su advertencia.Él, es mi compañero de clases, siempre fue amistoso conmigo, en una ocasión hasta llegó a invitarme a una cena, lo rechacé por motivos p
No pude dormir esa noche, mis lágrimas no me permitían cerrar los ojos, era mi última noche en mi casa con mi familia,Al día siguiente, una mujer vestida de forma elegante, llega a la puerta de mi casa, era como las 9hs de la mañana.Escuché el sonido del timbre, al instante mi corazón comenzó a acelerar.Después que mamá, abriera la puerta puso una cara de sorpresa, la mujer saluda de forma cordial y amable.Ambas conversan por unos momentos y después de un momento la hace pasar en la sala de la casa, esa mujer era una de las abogadas de la familia de Manuel, le dijo a mi madre que la tenia que acompañar hasta la capital, la excusa era que tenían algunos documentos a mi nombre.Yo tenia que ir a firmar por la herencia que me dejó, mi esposo.Obvio no era verdad, sabía bien que lo único que manu, me dejó era nuestra casa, después todo estaba a su nombre, la casa era un regalo de él por nuestra boda. Como nuestra boda solo fue en civil y se celebro en otro país, prácticament
Ya no sé a qué kilómetros estoy de casa, solo se que estoy muy lejos, ya pasamos 2 ciudades estoy cansada ya son 8 horas de viaje, llegamos a la tercera ciudad no conocía ese lugar, nos detuvimos ahí para descansar.Según Ibrahím, faltaba mucho todavía para llegar, ¿A dónde? —No lo sé.Nos hospedamos en un hotel, era muy mugroso las cucarachas se paseaban por todo lado, cuando me dirigí a la habitación me encontré con dos ratas gigantescas, tuve que ignorar por el momento a los huéspedes peludos, mi cansancio era mayor que mi asco.Me acosté en una pequeña cama, él colchón era tan fino que sentía mucha incomodidad, hice muchas vueltas antes de dormir.Yo me quede en la habitación, Ibrahim jamás apareció, siempre fiel a su postura misteriosa.—¿Dónde será, que se fue ese hombre? No sé, si realmente estoy mejor con él o sola.Antes de que me quedará en el hotel, solo me encargó no salir, si quería algo tenía que aguantarme.—Esos fueron sus dulces palabras;— Si tienes hambre, o c
A pesar de su seriedad y malhumor nos estamos llevamos bien, — Ibrahim... ¿Cuánto kilómetros más, tenemos que viajar?—Mucho…Ni me mira, simplemente sigue conduciendo tranquilo.—¡Sólo eso! , merezco saber dónde me estás llevando.—¡Lo sabrás , muy pronto!No sabe lo desesperada que estoy por dentro, para él todo esto es normal.—¿ Cómo sabré, si no me estás mintiendo y eres tu quién quieres hacerme daño?—¡ No lo sabrás! Sólo te queda confiar.Él era un hombre frio y misterioso, no le gustaba hablar mucho y menos explicar las cosas.—¿Por qué, me estás ayudando? Sigo la conversación a pesar de no tener muchas respuestas.—Ya dije… Volteo a mirarme.—¿Es todo? No piensas en darme más razones concretas.—Si, es todo…Volviendo a mirar su camino, había mucho polvo y humo casi no se podía distinguir el camino.—Eres raro, yo no creo en eso—¿Me escondes, algo?Volteó a mirar por la ventanilla del automóvil.—¿Realmente quieres, saber todo?—Eres muy insistente.—Si,