Sebasthian al llegar a Margarita en seguida le surgieron compromisos, una entrevista en televisión muy temprano la siguiente mañana, luego entrevista en radio, debía ir al banco, a parte de las constantes llamadas de los otros hoteles, el no tener asistente era un problema, los medios de comunicación si bien eran una arma de doble filo en este momentos eran necesarios, la figura que dejaba el antiguo hotel Atlantis no podía desaparecer de la memoria colectiva, todos debían estar pendientes de la construcción del moderno Hotel Larsson, estuvo en la obra viendo la maqueta con Pablo y Dante en una estructura improvisada que serviría de oficina para los arquitectos y su asistente Patricia que llegaría al día siguiente, Pablo pidió el favor a Patricia de servirle de asistente a Sebasthian por los 3 días que estaría en Margarita organizando la agenda, ella estaba recibiendo las llamadas, varias veces habló con Sebasthian por teléfono y era eficiente, pero hablaba hasta por lo
Los días avanzaron y las ocupaciones de Belinda con Elena eran muchas con la beneficencia encima, Brenda quería que su hermana entrenara en el Gym, pero ella se negaba por vergüenza, y cuando el gimnasio estaba vacío Belinda decía casi siempre decía que estaba cansada, la convenció de ir a la piscina olímpica del hotel, esta cerraba para el público durante la noche y por allí no andaba nadie después de cerrar la piscina, ya el tatuaje había sanado, y no era tan grande tampoco, iban algunas noches, Elena no iba, se quedaba en el restaurante para que Belinda pudiera ir, faltaba menos de una semana para la gala de beneficencia, al día siguiente irían a comprar vestidos, aunque no había nadie cerca, a Belinda le costaba relajarse, después de nadar 45 minutos Belinda salió y se vistió, se quedó en una de las sillas de la piscina y Brenda seguía en el agua. —Belinda nunca logras relajarte, si nunca hemos conseguido a nadie, cual es el problema con el traje
—Sebasthian ¿Por qué me necesitabas para hablar con Brenda? Es una oportunidad genial, no tiene motivos para rechazarlo. —Ella te tiene más confianza, es obvio por cómo se tratan —Sebasthian no pudo evitar el último comentario, aunque su padre y Brenda solo eran amigos, él no podía evitar que se le revolvieran las entrañas al escucharlos bromear—, ella es orgullosa y quisiera que aprovechara esta oportunidad, siempre es bueno tener una empresa como discovery debiéndonos un favor. —Tú eres muy estirado Sebasthian, si no te mostraras tan serió hubieras podido tener una relación amistosa con Brenda, ella aparenta ser muy seria, pero es un tesoro. Sebasthian ignoró el comentario, prefirió pedir a su padre que interviniera, no quería que Brenda se negara, tenían que viajar después de la beneficencia a Margarita, allá podría aprovechar la oportunidad de ver ese condenado tatuaje.
Las chicas iban de camino al salón de eventos del hotel, debían traspasar el lobby, del pasillo de las oficinas de los dueños venían muy elegantes con esmoquin Bernhard y Sebasthian, Bernhard ofreció su brazo a Elena y Sebasthian a Belinda, Brenda no tenía inconveniente en entrar sola, pero Bernhard le ofreció el otro brazo. —Ven conmigo hermosa, hoy más que nunca seré objeto de envidia, del brazo de las mujeres más bellas de país, la tercera la lleva mi hijo. —Muchas gracias, tan galante como siempre —le dijo Elena. —No podríamos permitirte entrar solo —comentó Brenda—, te escoltaremos hasta la mujer dispuesta más cercana. —Será, ya que ninguna de ustedes me quiso. —Nosotras te queremos mucho Berni —dijo Elena sonriendo—, una vez más gracias, nosotras y el orfanato te debemos mucho. Sebasthian y Belinda los seguían y no aportaron nada a esa charla.&n
Brenda lo observó mientras se alejaba, ni loca iba al gimnasio con él, allá no podía apagar la luz para que no la viera y el recuerdo del sexo era muy fuerte, aunque sería un desperdicio tener sexo con ese hombre sin ver cada parte de su enorme y dorado cuerpo, tendría que inventarse una manera de maquillar el tatuaje, como aguantaría para no acostarse con él ahora que viajarían juntos, Brenda se rió con ella misma de su actitud siempre calenturienta, el sonido discordante del micrófono a todo volumen le hizo chirriar los dientes, miró a la tarima de dónde provino el sonido y vio al infeliz de Sergio Arango con el micrófono y pidiendo la atención de los presente, Brenda no lo pensó se apresuró hasta la tarima, había llegado el momento, por fin podría darle la paliza que tanto soñó darle al imbécil, mucha gente estaba en el camino y estorbaban, Brenda no escuchó lo que Sergio logró decir, cuando finalmente lo tuvo de frente estaba sujeto por 2 grandes agentes de la segur
Recogieron su ropa y se fueron a la suite de Sebasthian, caminando descalzos por los pasillos, se ducharon ayudándose uno al otro, hicieron el amor con ternura, entrega y hasta risas, después de un rato Sebasthian observó a voluntad el tatuaje y la besó allí. —Yo también me haré uno en el mismo sitio, dirá Mi Valkiria. —Sebasthian, no podemos hacerlo público. —Ya vas a empezar de nuevo. —Sí ya voy a empezar de nuevo, yo no he cambiado, sigo siendo la misma, y tengo sueño. —No voy a pelear contigo, vamos a dormir, solo una cosa, dime que me amas. —Te odio, duérmete. Sebasthian se echó a reír, se estiró para apagar la luz de la habitación y se acostó, Brenda lo esperó y cuando estuvo acomodado se acostó en su pecho y lo mordió en los abdominales oblicuos, donde siempre, su lugar, en donde él haría un tatuaje si ella se lo permitiera.<
Brenda veía a su alrededor, una bella habitación con tonos azules y decoración marítima, amplia ventana cubierta con una cortina blanca, sin duda Mercedes la tía de Sebasthian podría ser decoradora de interiores, si no era su profesión, si era su vocación, después de hacer el amor había dormido un poco, pero tenía mucha hambre, apenas comió en el restaurante, estaba nerviosa por los productores de Discovery, a ella le entusiasmaba el proyecto y tampoco quería dejar mal a Sebasthian, lo miró y como si el sintiera su mirada abrió los ojos y la abrazó. —Tengo hambre. Sebasthian sonrió y besó su cabello. —Salgamos a comer entonces. —Comamos aquí, no quiero salir, estoy cansada. — ¿Mi enérgica Valkiria cansada? —Y hambrienta además, ¿crees que pueda ir a buscar mi maleta ya, se arreglarían las cosas entre Pablo y Elena? —Yo busca
Brenda despertó con unas horribles nauseas, miro el reloj, eran las 4:45am, sin hacer ruido fue al baño de la habitación y expulsó agua amarillenta, pero las náuseas continuaban, se calmó un poco y atendió sus necesidades, sudaba frio y estaba pálida, Sebasthian se asustaría si la veía así y cancelaría con Mónica la productora, Brenda no pensaba que fuera para tanto, además Sebasthian lo había dicho, tiempo es dinero, no quería dar motivos a que los productores se arrepintieran por culpa de una langosta en mal estado, con cuidado salió de la habitación de Sebasthian, encendió las luces y fue a la cocina, consiguió un analgésico y un armario lleno de infusiones para té, recordó que las hermanas les daban manzanilla cuando estaba enferma, se preparó una taza y se sentó en la barra de la cocina a esperar que se aliviara el malestar. —Tampoco puedes dormir. Brenda miró a Elena que venía con cara de sueño. —Me cayó mal
En Caracas, Brenda y Sebasthian estaban en la habitación de ella era el final de la tarde del día domingo, cuando él tenía que volver a irse, odiaba sentir el miedo que sentía, también era algo nuevo, ellos se acercaron mucho en este viaje, él ahora sabía que ella lo quería, ahora el principal interés de Sebasthian era llegar a Estados Unidos y hablar definitivamente con Kate, Brenda se hacía la dura ante el nudo que tenía en su garganta. —Cariño, estaré en Estados Unidos hasta que tenga que ir a Milán, un poco más de 15 días quizás, entonces te avisaré y vendré a buscarte. —Si es que quieres venir a buscarme. Sebasthian puso los ojos en blanco. —También estoy alerta a la gente de Discovery —continuó Brenda—, mis próximas apariciones serán filmadas aquí en el Gym. —Eso no me preocupa, estarán aquí máximo una semana, con lo que filmen lo editaran para toda l