Prólogo
Dicen que las cosas siempre pasan por algún motivo en particular y que el destino ya está escrito desde el día en que naciste. Cuando mis padres se fueron de vacaciones a Italia, mi hermano y yo por distintos motivos no pudimos acompañarlos. Por eso, en el momento que salió en televisión el avión que había caído al mar y que nadie había sobrevivido, junto a la llamada que nos avisó sobre la defunción de nuestros progenitores, con Fermín comprendimos a la perfección aquellas palabras. Nuestro momento aún no debía llegar. Sufrimos mucho, pero él decidió huir del dolor que nos provocaba seguir viviendo en nuestra casa en Barcelona y se fue a Chile, en donde consiguió un buen trabajo, gracias a la carta de recomendación que le hicieron en el psiquiátrico donde trabajaba. Semanas antes de esto, vendimos la casa y me fui a vivir a un pequeño apartamento, y cuando él se fue, quedé sola y devastada. Mi corazón se había hecho trizas, pero necesitaba salir adelante. Los recuerdos de mis padres me quemaban por dentro y a veces no me dejaban respirar, sentía que iba a morir en cualquier minuto.
Existió una vez en que una joven y bella irlandesa viajó a España con sus amigas, recorrieron muchos lugares y quedó maravillada con cada lugar que conocía, hasta que en un minuto se separó de sus acompañantes y no sabía a dónde ir, apenas hablaba español y ya se estaba escondiendo el sol. Un bello español que estaba fuera de una lujosa tienda de zapatos, se acercó al verla mirando a todas partes. Conversaron y se enamoraron, por supuesto la joven volvió a Irlanda, pero aquel joven español le siguió el rastro y dio con ella. La chica quedó asombrada ante ello y decidieron vivir su amor. Por aquel entonces, la chica vivía con sus abuelos y era de buena familia, como el chico también era de buena familia, nadie se interpuso en que se casaran y se fueran a vivir a Barcelona. La chica aprendió mejor el español y poco a poco fue adaptándose al nuevo lugar en el que vivía. Al año después dio a luz a un varón de cabellos rubios y ojos verdes como los de ella, años más tarde también nació una niña de cabello rojizo y muchas pecas en su rostro, todos decían que parecía una muñeca de porcelana y era el retrato exacto de su madre. Pasó el tiempo y su amor jamás se desgastó. Leandro y Daphne fueron unos padres increíbles, siempre nos apoyaron en todo, eran cariñosos y rara vez nos juzgaban por alguna cosa.
Chloe, mi amiga de infancia, y una chica llamada Emily, que conocí cuando me trasladé al departamento, me ayudaron a no rendirme. En ningún momento me dejaron sola y si quería llorar, me dejaban derramar lágrimas sin reclamo alguno. Me recomendaron un buen psicólogo y no dejaron que mi pasado arrasara conmigo nuevamente.
Un año después entré a trabajar a un pequeño teatro, actuar era algo que me convertía en otra persona y en donde me relajaba un montón. Por eso había decidido estudiar Artes Escénicas. Sólo hacía trabajos de extras, pues sentía que me faltaba mucha experiencia y los demás también lo pensaban. Pasó el tiempo y llegó un nuevo compañero al elenco, era joven, delgado pero con algo de músculos, su pelo era rubio y tenía unos hermosos ojos almendrados que me dejaron embobada. Como era de esperar, muchas chicas se derretían a sus pies, pero yo no, me gustaba sí, pero tampoco era para tanto, y claro eso dañaba su ego. Semanas después se comenzó a acercar más a mí. Me regalaba flores y también me invitaba al cine. Al principio me hice la difícil, pero luego acepté salir con él. Nuestra relación marchaba bien, me encantaba pasar tiempo con él. Era todo un caballero, aunque siempre se quejaba por mis pecas, yo no le tomaba importancia. Nadie era perfecto y no quería que algún reclamo de mi parte nos hiciera tener problemas. Lucas se convirtió en mi mundo en poco tiempo. Algunos en el teatro me advertían y decían que tuviera cuidado, pues algunas veces era muy explosivo y se enojaba fácilmente. Claro, es que ellos no lo conocían tan bien como yo. No sabían que él era muy adorable y que su carácter fuerte no era problema para mí. Me sentía en una nube. Era feliz y todos se daban cuenta de ello. Lucas me llevaba a todas partes, pero siempre me limitaba al comer. Desde que le había contado que sufrí de bulimia cuando pequeña porque era gorda y los niños se burlaban de mí. Creo que lo hacía para cuidarme, así que tampoco le reclamaba. Mis amigas decían que no era bueno para mí, pero como siempre yo creía todo lo contrario.
El tiempo pasó, mi hermano estaba contento por todos mis logros conseguidos en la universidad, y venía a visitarme de vez en cuando. El día en que le presenté a Lucas; Fermín fue tosco, pero no me reprendió. Dijo que solo quería verme feliz, pues me lo merecía, pero que tuviera cuidado ¿Por qué todos se empeñaban en decir aquello? Lucas era un buen novio y me cuidaba mucho. Claro, era celoso y algo posesivo porque donde quiera que fuera, los chicos me miraban, aunque Lucas decía que nadie me amaría más que él. Lo demostraba a diario. Me regalaba rosas blancas, aunque una vez le había dicho que me gustaban más los tulipanes, pero él decía que las rosas me representaban más porque era el significado de pureza. Sus palabras eran como la miel y me tenía muy enamorada.
En los meses siguientes todo comenzó a cambiar y Lucas se volvió más frío y siempre hablaba por teléfono con gente que no conocía. A veces se ponía nervioso si le preguntaba quién era, pero nunca respondía. Yo asumí que quizás estaba teniendo problemas en su casa. Aunque lo dudaba, pues su madre era muy amorosa y se preocupaba mucho por él. Aquella señora me adoraba y un día en que conversé sobre Lucas y lo que le pasaba, me dijo que prestara atención y que luchara por la relación que tenía con su hijo. Por supuesto, no debía decírmelo dos veces, yo amaba a su hijo con todo el corazón y quería estar a su lado por el resto de mis días, a pesar de lo que las demás personas decían sobre nosotros. Pero todo empezó a cambiar de manera más drástica cuando pasamos los dos años… ¿Quieres que te cuente?
“Si a tu novio no le gustas tal cual eres… ¡Aléjate de ahí!“Las luces encandilan un poco mi vista, pero sigo caminando y observando el rostro de las personas. Todas se ven alegres y satisfechas con el excelente trabajo que hemos hecho.Estoy en la gala por el exitazo que fue la película en la cual fui protagonista. Las personas a mí alrededor me felicitan y abrazan por mi excelente trabajo. Esta película es la que me colocó en la lista de mejores actrices del país. El problema es que no conozco a casi nadie aquí, pero ellos dicen conocerme. Yo solo sonrío, hasta que diviso en uno de los rincones a un hombre alto y bien vestido, su rostro no lo puedo ver muy bien, no obstante, noto sus grandiosos ojos azul zafiro. Tienen un bri
— Estuviste increíble Aurora, me alegra que nos hayan dado el papel protagónico — Me dice mientras sonríe,— Así es, yo también me alegro, hacemos una buena dupla. Creí que sólo estaría de extra siempre… ¡Estoy muy feliz! — Le respondo mientras le doy un suave golpe en el hombro.— ¡Exacto! Yo también estoy muy contento… debo irme, que pases linda noche Aurora, nos vemos el viernes o quizás antes por ahí en el edificio ¡Ah! Y antes que se me olvide, ten esto, escuché que tenías hambre — Me entrega un alfajor mientras mis ojitos brillan, porque de verdad llego a estar famélica — Adiós y cuídate. — Me da un beso en la mejilla y se dirige a la salida.&nb
Ha pasado más de una semana y Lucas se ha comportado tranquilo, me ha pedido disculpas por lo ocurrido y todo ha estado más que bien. Hemos ensayado bien y en paz, no ha habido peleas o discusiones por celos y/o la comida, me siento feliz. Sabía que todo volvería a ser como antes. No se separa de mí en ningún momento y cuando he intentado salir con las chicas, él llega de improviso y me lleva consigo. Siempre intento disculparme y las chicas insisten en que debo alejarme de él, pero no puedo. Lucas dice que si ellas no dejan de decir gilipolleces me prohibirá juntarme con ellas. Me aterra la idea, por lo que hablo con las chicas y las hago entrar en razón. Estoy bien, sólo necesito más tiempo con mi novio. Esto es justamente lo que ambos necesitábamos. Me apena dejar a las chicas tiradas, pero tam
“Si puedes ayudar a una mujer en peligro ¡No dudes y hazlo!”Al despertar, me encuentro en una cama de hospital, comienzo a mirar a mí alrededor y veo sentado a mi hermano en una silla junto a la cama, completamente dormido, trato de moverme pero me duele todo el cuerpo. Suelto un quejido lastimero que termina despertando a Fermín.— ¡Hermanita, por fin despiertas! , he tomado el primer vuelo a Barcelona apenas me contactó Chloe — Me dice acercándose y tomando mis manos, las cuales están todas magulladas.— ¿Hace cuánto habéis llegado? ¿Desde cuándo estoy aquí? — Le pregunto con los ojos
Nos acercamos más y nos damos cuenta que la puerta de la oficina de donde provienen los gritos, está abierta. Miramos por la ventana y se muestra ante nosotras la imagen más escalofriante que hemos visto en nuestra vida. La chica de los volantes completamente desnuda y un hombre asqueroso semi desnudo abusando de ella mientras que mi ex novio la tiene amarrada de las muñecas y la manosea. Contenemos un grito y las ganas de vomitar, Emily saca su gas pimienta que siempre maneja en su bolso y yo hago lo mismo, mientras Chloe sigue grabando tan solo los sonidos. Nos armamos de valor y pateamos la puerta, ambos nos quedan mirando sorprendidos, el hombre asqueroso trata de golpear a Emily pero ella le lanza spray a los ojos varias veces y él se lleva las manos a la cara, ella aprovecha para golpearlo en las partes bajas, mientras yo me encargo de Lucas haciendo algo parecido, solo que le doy un par de patadas más en distintas partes del cuerpo, c
“Empezar desde cero a veces puede ser lo mejor” Cuando llegamos al aeropuerto de Santiago de Chile, con Nefertari intercambiamos miradas y reparamos en las horribles ojeras que traemos y a eso sumado con un dolor de espalda, concluimos en que: dormir en el avión nos ha hecho fatal. Finalmente el avión aterriza. Mi estómago se aprieta por las emociones que comienzo a sentir. Estoy lejos de España por primera vez en años y espero no volver durante un buen tiempo.Descendemos y nos vamos en busca de nuestras maletas. Tardan algunos minutos en salir, hasta que cuando las divisamos, rápidamente las cogemos y nos vamos. A la salida ya está esperándonos mi querido hermano, bueno, ahora será nuestro hermano, que nos sonríe a medias y puedo ver que
Al salir vamos directamente al departamento de al lado pero no sale nadie cuando tocamos el timbre, estamos durante varios minutos esperando y cuando ya estamos por rendirnos, sale una chica del departamento de al frente, es una chica de tez trigueña con cabello oscuro como la noche al igual que sus ojos, que se nos queda mirando.— ¿Buscan a alguien? — Nos pregunta curiosa y un poco recelosa.— Hola, si, busco a mi hermano Fermín, y no me puedo comunicar con él por móvil debido a que llegue anoche a Chile y pues acá no sirve — Le explico y ella al parecer se le prende el foco.— ¡Ah, sí! ¿Tú debes ser Aurora, verdad? Y tu Nefertari. Su hermano me contó algo anoche y hoy en la mañana temprano. Soy Eliana, mucho gusto, soy amiga y vecina de tu hermano — Me extiende la mano y yo se la doy mientras sonre&ia
Poco más tarde nos vamos a dormir, estoy tan cansada que no me cuesta nada quedarme dormida.Al día siguiente me levanto de buen ánimo, le doy más clases de cocina a Nefertari entre risas y chistes, concluida la clase me doy una ducha y me arreglo, quiero un cambio de look, así que, buscaré un buen salón de belleza. Estoy terminando de retocarme y luego antes de salir, suena el timbre, al abrir veo a Eliana con una linda sonrisa en su rostro.— Hola Aurora ¿Cómo estás? ¿y Nefertari? — Saluda y pregunta por mi nueva amiga.— Está vistiéndose, a la tarde la llevaré donde Fermín para atenderse — Le comento. — Yo estoy bien gracias — sonrío.— ¿Dónde Fermín?, ¿Le pasó algo?, ¿Se atenderá con su hermano? — ¡Qu&e