Me quedo comiendo el alfajor ¡Qué delicia! , pero al ver aparecer a Lucas dejo de masticar.
Al llegar a su casa, él me mira a los ojos y me toma de las muñecas. Me hace daño, y aunque se lo hago saber, él no me suelta.
— Espero que te haya quedado claro todo lo que te dije ¡Eres mía! Y no puedes irte con otro ¿Oíste? Sabes que nadie va a querer una mujer llena de estrías en el cuerpo y manchas en la cara. — Me aprieta más fuerte las muñecas y me zarandea. Suaviza el tono y dice: — Sabes que nadie te va a querer como yo, gordita — Me da un beso en la frente y se baja del auto, después de eso me voy a mi apartamento completamente asustada.
Cuando llego saco una de las compresas frías de la nevera y me las coloco en las muñecas, como lo hago cada vez que hace este tipo de cosas. Espero que el frío haga efecto esta vez y no se perciban tanto. Me encierro en mi habitación a llorar, me siento fatal y a veces una parte de mi piensa en cortar con Lucas pero la otra me recuerda lo mucho que lo necesito. Él tiene razón, ¿quién podría querer a alguien que luce así?, con caderas anchas, llena de estrías y la cara manchada. ¿Cómo llegamos a esto?, no tengo idea en qué momento se volvió el tío controlador y celoso que es ahora. Solía ser tierno y atento, nuestros primeros años de relación fueron maravillosos.
Me conquistó con su caballerosidad y ternura, pero cuando cumplimos dos años, su actitud hacia mí cambió radicalmente. Se volvió posesivo, autoritario y constantemente me trata de gorda y que debería de estar agradecida de que alguien como él se haya fijado en una mujer tan horrenda como yo. Muchas veces me miro al espejo y lloro mientras veo mi reflejo. Me siento fea y sin gracia. Hay días en los que no como casi nada y otros en los que la ansiedad puede conmigo y como todo lo que se cruza en mi camino. Me da pavor alejarme de Lucas pues él tiene razón y no quiero estar sola. Sé que en algún momento volverá a ser como era antes.
“Al primer indicio de violencia… ¡Sal de ahí! O pide ayuda. No estarás sola”
Comienza un nuevo día en mi rutina, me levanto para ir a clases, me arreglo y me voy a mi coche. Hoy voy con tiempo, así que, me relajo. Al llegar a la universidad estaciono mi coche, miro mi reloj de pulsera, y reparo en que aún faltan veinte minutos para entrar a clases, por lo que, llamo por el móvil a las chicas para saber dónde están. Me hacen saber que están en la cafetería.
Salgo del coche y me dirijo hasta allá, las diviso en una mesa al fondo pero antes de ir, paso a comprar un café y un sándwich, luego me acerco a ellas. Las saludo, por suerte hoy también es un día helado, así es que puedo usar un abrigo que me cubra perfectamente los pequeños cardenales en mis muñecas.
El resto del día transcurre relativamente tranquilo. Al salir de clases voy al baño junto a las chicas, sin darme cuenta subo un poco las mangas del abrigo para lavarme las manos ¡Grave error!, ya es tarde para bajarlas cuando siento un grito de Emily.
Observo las expresiones de las chicas y puedo comprender su preocupación. Pero no sé si cortar con Lucas sea la solución, además ayer tuve la culpa de aceptar la comida de otro tipo, cosa que no debería haber hecho. Ellas no logran comprender lo que tenemos Lucas y yo.
Arranco el coche sin decir ni una palabra. Paso a dejar a Chloe que solo me dice resignada, que piense bien las cosas y en mi bienestar, luego se despide y sale del auto. Sigo el camino en silencio junto a Emily, al bajarse me dice un par de cosas parecidas a las que dijo Chloe y finalmente cierra la puerta de un portazo, luego se devuelve para decirme que ellas solo se preocupan y quieren lo mejor para mí, se disculpa por el portazo y se va.
Me voy a mi casa pensando en las cosas pero siempre llego a la misma conclusión: “No puedo vivir sin Lucas”.
A veces pienso en que debería ir a terapia y así dejar de depender tanto de Lucas, pero cuando se lo he planteado, él responde tajantemente que no necesito psicólogo y ninguna de esas mierdas. Siempre insiste en que solo lo necesito a él y a nadie más. En más de una ocasión ha insinuado que Chloe y Emily son unas malas influencias para mí y que debería alejarme de ellas, aunque cada vez que lo menciona terminamos discutiendo porque yo me niego rotundamente.
Ha pasado más de una semana y Lucas se ha comportado tranquilo, me ha pedido disculpas por lo ocurrido y todo ha estado más que bien. Hemos ensayado bien y en paz, no ha habido peleas o discusiones por celos y/o la comida, me siento feliz. Sabía que todo volvería a ser como antes. No se separa de mí en ningún momento y cuando he intentado salir con las chicas, él llega de improviso y me lleva consigo. Siempre intento disculparme y las chicas insisten en que debo alejarme de él, pero no puedo. Lucas dice que si ellas no dejan de decir gilipolleces me prohibirá juntarme con ellas. Me aterra la idea, por lo que hablo con las chicas y las hago entrar en razón. Estoy bien, sólo necesito más tiempo con mi novio. Esto es justamente lo que ambos necesitábamos. Me apena dejar a las chicas tiradas, pero tam
“Si puedes ayudar a una mujer en peligro ¡No dudes y hazlo!”Al despertar, me encuentro en una cama de hospital, comienzo a mirar a mí alrededor y veo sentado a mi hermano en una silla junto a la cama, completamente dormido, trato de moverme pero me duele todo el cuerpo. Suelto un quejido lastimero que termina despertando a Fermín.— ¡Hermanita, por fin despiertas! , he tomado el primer vuelo a Barcelona apenas me contactó Chloe — Me dice acercándose y tomando mis manos, las cuales están todas magulladas.— ¿Hace cuánto habéis llegado? ¿Desde cuándo estoy aquí? — Le pregunto con los ojos
Nos acercamos más y nos damos cuenta que la puerta de la oficina de donde provienen los gritos, está abierta. Miramos por la ventana y se muestra ante nosotras la imagen más escalofriante que hemos visto en nuestra vida. La chica de los volantes completamente desnuda y un hombre asqueroso semi desnudo abusando de ella mientras que mi ex novio la tiene amarrada de las muñecas y la manosea. Contenemos un grito y las ganas de vomitar, Emily saca su gas pimienta que siempre maneja en su bolso y yo hago lo mismo, mientras Chloe sigue grabando tan solo los sonidos. Nos armamos de valor y pateamos la puerta, ambos nos quedan mirando sorprendidos, el hombre asqueroso trata de golpear a Emily pero ella le lanza spray a los ojos varias veces y él se lleva las manos a la cara, ella aprovecha para golpearlo en las partes bajas, mientras yo me encargo de Lucas haciendo algo parecido, solo que le doy un par de patadas más en distintas partes del cuerpo, c
“Empezar desde cero a veces puede ser lo mejor” Cuando llegamos al aeropuerto de Santiago de Chile, con Nefertari intercambiamos miradas y reparamos en las horribles ojeras que traemos y a eso sumado con un dolor de espalda, concluimos en que: dormir en el avión nos ha hecho fatal. Finalmente el avión aterriza. Mi estómago se aprieta por las emociones que comienzo a sentir. Estoy lejos de España por primera vez en años y espero no volver durante un buen tiempo.Descendemos y nos vamos en busca de nuestras maletas. Tardan algunos minutos en salir, hasta que cuando las divisamos, rápidamente las cogemos y nos vamos. A la salida ya está esperándonos mi querido hermano, bueno, ahora será nuestro hermano, que nos sonríe a medias y puedo ver que
Al salir vamos directamente al departamento de al lado pero no sale nadie cuando tocamos el timbre, estamos durante varios minutos esperando y cuando ya estamos por rendirnos, sale una chica del departamento de al frente, es una chica de tez trigueña con cabello oscuro como la noche al igual que sus ojos, que se nos queda mirando.— ¿Buscan a alguien? — Nos pregunta curiosa y un poco recelosa.— Hola, si, busco a mi hermano Fermín, y no me puedo comunicar con él por móvil debido a que llegue anoche a Chile y pues acá no sirve — Le explico y ella al parecer se le prende el foco.— ¡Ah, sí! ¿Tú debes ser Aurora, verdad? Y tu Nefertari. Su hermano me contó algo anoche y hoy en la mañana temprano. Soy Eliana, mucho gusto, soy amiga y vecina de tu hermano — Me extiende la mano y yo se la doy mientras sonre&ia
Poco más tarde nos vamos a dormir, estoy tan cansada que no me cuesta nada quedarme dormida.Al día siguiente me levanto de buen ánimo, le doy más clases de cocina a Nefertari entre risas y chistes, concluida la clase me doy una ducha y me arreglo, quiero un cambio de look, así que, buscaré un buen salón de belleza. Estoy terminando de retocarme y luego antes de salir, suena el timbre, al abrir veo a Eliana con una linda sonrisa en su rostro.— Hola Aurora ¿Cómo estás? ¿y Nefertari? — Saluda y pregunta por mi nueva amiga.— Está vistiéndose, a la tarde la llevaré donde Fermín para atenderse — Le comento. — Yo estoy bien gracias — sonrío.— ¿Dónde Fermín?, ¿Le pasó algo?, ¿Se atenderá con su hermano? — ¡Qu&e
Jimmy pasa a buscarnos en su auto. Nefertari ha venido con nosotros, hoy no tuvo hora con su psiquiatra y decidió acompañarnos. Se ve un poco más animada, eso me pone muy contenta a mí, aunque hay veces en que la escucho llorar por las noches. No sé de qué otra manera más puedo ayudarla, pues yo también estoy dañada. A esta chica cada vez le voy tomando más cariño, también la cuido de mi hermano, que en varias ocasiones ya la ha invitado a salir, al final siempre terminamos peleando con él, ¡Lo va a arruinar todo! Y solo por una calentura. Venga , que yo lo conozco muy bien y sé que le teme al compromiso y solo hará sufrir a esta chica, además sé que ella no se siente lista para tener una relación, está muy afectada emocionalmente, y yo solo quiero que esté bien consigo misma.— Chicos
Terminamos de almorzar y yo me ofrezco a lavar los trastes mientras ella se arregla para la cita con su psiquiatra, colega de “nuestro” hermano, que es igual de bueno que él.Mientras ella va, yo decido salir a comprar algunos chuches para el viernes, pues con Eliana y Nefertari lo hemos denominado “Viernes de películas”. Así que, me voy al supermercado, que queda a varias cuadras de acá, la larga caminata me permite despejar la mente para mañana. Podría ir a tomar un taxi o algo, pero como no tengo qué más hacer, decido estirar las piernas - tomo nota de comprarme una bicicleta -.Al ir caminando diviso un gimnasio, en mi edificio no hay, y como no quiero dejar el ejercicio decido entrar para inscribirme. Aunque la mensualidad no es poca, con algunas miradas y batir de pestañas logro un descuento, lo cual también me ha costado mi número telefónico