No pensé que terminaría llorando desconsoladamente como un niño de corta edad sobre el regazo de esa mujer, una parte de mí, la fuerte, masculina y arrogante se sintió tremendamente avergonzada. Estaba realmente devastado, cuando por fin había aceptado que lo mío con Elisabeth se había terminado para siempre, habíamos vuelto a estar juntos, y estar con ella me había confundido de nuevo dándome cuenta de que... realmente había aceptado que lo nuestro era imposible alguna vez? Dios mío amaba a aquella mujer demasiado, estaba metida dentro de mi piel y mi corazón y no era capaz de sacarla de allí incluso intentándolo con todas mis fuerzas, podía alejarme de ella, empezar una nueva vida en otro país completamente diferente a mi hogar o incluso intentar tener sexo casual con otra mujer que ni siquiera conocía lo suficiente, pero ogualmente seguía pensando en ella cada jodido segundo de manera consciente o inconsciente, todo mi ser le pertenecía a ella. _Lo siento..._ dije intentando tranq
Aquella noche no dormí bien, estaba intranquilo como si algo pasase y resultó ser así. Marco me llamó por la mañana muy temprano, apenas serían las siete, demasiado pronto para una llamada y eso me asustó, pensando que podría suceder algo malo. Aunque realmente eso solo podría ocurrir en nuestro hogar, Nápoles. _¿ Está todo bien?_No, no puedo hablar muy alto. Es sobre Nicoletta. _Creí que todo iba bien, la última vez que hablamos la semana pasada me dijiste que ya estábais bien acomodados en el nuevo piso y todo iba bien. _Sí, todo iba bien hasta que su maldita hermana le dijo que no firmaría los papeles de adopción. _¿ Pero por qué? _Pregunté sin comprender absolutamente nada. _Le contó que nuestra querida familia se dedicaba a la trata de blancas. _Dios... ¿ Cómo está ella? _Pregunté refiriéndome a Nicoletta. _Bien, bien... le conté todo, toda la verdad. _Entiendo...Pra mí tampoco era fácil saber que mi familia era una verdadera escoria, incluso saber que quien creía mi ma
No comprendía porque la hermana de Nicoletta era capaz de privarla de tener una buena vida, lo contrario a lo que ella tenía y también a la que podía proporcionarle. Nicoletta estaba practicamente a su suerte estando a su lado, incluso era mejor que ella se hubiese alejado de ella al marcharse a Irlanda a trabajar y estudiar inglés, en vez de convivir con ella. Eso podría sigificar poder sumergirse en el mundo oscuro y terrible en el que se encontraba ella y en el que había decidido continuar por puro interés económico._Solo quiero que la convezcas como sea, pero por favor que firme los papeles de la adopción. Quiero ser el tutor legal de Nicoletta, ella no está a salvo con ella, ni siquiera puede encargarse de ella. _ ¿Crees que es porque sabe que nuestra familia estuvo vinculado con negocios de trata de blancas?_No, lo creo. Sinceramente quiero que quiere sacar algo más de dinero._Okay, comprendo. No te preocupes, iré a hablar con ella.Después de la llamada preparé el desayuno,
Me fui de allí muy confuso, sabiendo que no debía haberme dejado llevar por mis propios impulsos ¿ Por qué lo había hecho? Realmente sabía que llevaba un tiempo devastado, desde que mi familia se había desmoronado y se había destapado que yo era un bastardo, un hijo ilegítimo, algo que era de lo más vergonzoso que podía suceder en el territorio sur de Italia. No solo había sido eso lo peor, sino también descubrir quien era mi madre y ... mi hermana. Esa prima lejana oficialmente a la que mi propia " familia" le había destrozado la vida. Mi hermano mayor a quien tuve como referente durante toda mi infancia y adolescencia abusó de ella y después mi padre la obligó a entregar a su hija, lo único bueno que había salido de esa macabra historia. Pero además se dedicaron a difamarla durante años, culpabilizándola, cuando ella era la verdadera víctima ¿ En qué clase de familia me había criado? No sabía quien era desde aquel momento, solo sabía que transportaba conmigo un vacío y un enorme d
Antes de que el avión despegase ya estaba muy nerviosa, demasiado... las palmas de mis manos sudaban, sentía vértigo y una gran presión en el pecho. No sabía si había sido una buena idea planificar aquello, irme un mes a la República Dominicana, aquel país desconocido practicamente para mí, que apenas había visitado, conociendo más a mis familiares cercanos gracias a las videollamadas, los mensajes y las redes sociales que en persona y... sería un mes sin ver a Marco, seguramente sin apenas hablar con él y... maldita sea lo extrañaba de nuevo demasiado. Pero volvería a verlo al volver, le había prometido que estaría en Irlanda, en su graduación y pensaba cumplirlo. Lo que no esperaba es que aquel viaje estaría lleno de autoconocimiento, abriría aspectos ocultos en mi interior y desencadenaría de nuevo el dolor en mi interior. Para bien y... para mal._Estate tranquila, todo va a estar bien. Dalya estaba a un lado y Jayden a otro distraida con su tablet. _No sabía que te daba tan
No había podido olvidarla, hubo un momento para ser sincero, que pensé que quizás podría... mi vida en Irlanda se había hecho más fácil, poco a poco, y había sido por mi amistad fraternal con Nicoletta, cuidar a esa niña adolescente había dado cierto sentido a mi vida allí, aunque no hubiese esperado nunca aquello me había encariñado con ella como si se tratase de una hermana pequeña... También tenía que admitir que haberme alejado de Jennyfer, a pesar de no tener ni idea de cómo transcurría su embarazo y de si pudiera finalmente formar parte de la vida de mi futuro hijo, me había ayudado a sentirme más tranquilo. Ella me había manipulado y no quería sentirme encadenado a ella ni a ninguna mujer a la que no amase, ni por un embazado inesperado ni por una tradición familiar como también había sucedido en el pasado.Yo solo había amado a una mujer y esa era Elisabeth, y ambos continuábamos separados a muchísimos kilómetros de distancia, estando en ese justo momento ella en España y yo,
Eran las navidades más tristes que había pasado en mi vida, sintiendo que aún no conseguía superar la ruptura con Elisabeth y que sufría el síndrome del corazón roto. Me había pasado meses así, sintiendo ese terrible dolor en el pecho que no me dejaba avanzar y seguir con mi vida después de que lo nuestro hubiese acabado para siempre. Nunca pensé que el amor pudiese ser tan inmensamente maravilloso y devastador y doloroso a la vez, me había costado salir de la depresión mucho y sabía que si lo había conseguido habbía sido solamente al tener al lado a Nicoletta, a esa adolescente inocente a la que me había propuesto cuidar. Tener a alguien vulnerable a quien proteger me había dado las fuerzas para levantarme por las mañanas, seguir con mis estudios universitarios en Irlanda y manejar las empresas familiares desde la distancia de ese país hermoso y a la vez frío. Defintivamente, proteger a esa niña era lo mejor que me podía haber pasado estando allí... y nada más aterrizar en Italia y s
No podía engañarme a mi misma, al resto del mundo quizás podía mentirle y mostrar una imagen fuerte de mujer independiente y exitosa que estaba avanzando a pasos demasiado rápidos en lo profesional. Mi historia había sido leida por miles de personas en España, mi negocio de correcciones cada vez tenía más clientes y yo continuaba cada vez teniendo un papel más importante en la empresa editorial en la que seguía trabajando. Había conseguido status, dinero, tres casas a mi nombre, las heredadas de mis padres y la que me había costado tanto esfuerzo comprar... y lo más importante de todo, había recuperado después de largos años de dolor la custodia de mi hija Jayden. A pesar de que debía sentirme a salvo y tranquila, seguía despertando algunas noches a altas horas de la madrugada empadada en sudor, con el corazón palpitando a mil por hora y con auténtico terror, mi mente no había olvidado el abuso y el dolor que había dejado la familia De Luca en mi durante años... los síntomas depresivo