Iris
Tengo recuerdos borrosos de lo que en verdad pasó aquella noche, y aún no es momento de hundirme en esos detalles; simplemente diremos que dormí con Roy.
Mirta acababa de llegar y subió directo a despertarlo para ir a trabajar. Y en eso, "nos descubrió".
Al vernos desnudos y abrazados en la cama de su precioso bebé, enloqueció por completo. Toda santa como es ella, quería casarnos a toda prisa, antes de que cometiéramos otro pecado; al fin y al cabo, "también era el deseo de mis papitos bellos".
Cuando quiso registrar nuestro matrimonio, no se lo permitieron, "Gracias Señor" dije dentro mío. A lo que ella, sin terminar de darse por vencida, solo dijo que lo haríamos en cuánto cumpliese dieciocho.
El plazo me dejó menos de dos años disponibles, tenía que planificarlo a la perfección, debía lograr que Roy se enamorara de otra mujer; al menos lo suficiente como para ir en contra de su loca madre.
Entonces es cuando aparece Shannon…
Comencé a escribirle a mi envidiosa prima, para decirle lo genial que era mi nueva familia, y por sobre todo, lo perfecto y buen marido que será mi hermoso primo.
La noche de mi cumpleaños, en la fiesta que Mirta organizó por mi "mayoría de edad", esa pequeña arpía apareció después de tiempo sin verla; la última vez que la había visto fue en la fiesta de mis dieciséis, pero Roy estaba de viaje para esa ocasión.
Shannon es la hija de la prima de mi papá, vivía a dos manzanas de casa de Elís, antes de mudarme la seguía viendo seguido; de chicas nos criamos juntas, dormía en una habitación continua a la mía.
Hice todo por tentarla a que sedujera Roy, lo cual no fue una tarea muy difícil que digamos; las semillas ya habían sido sembradas previamente.
Desde que éramos pequeñas, siempre compitió con migo en absolutamente todo. Su principal meta en la vida, era ganarme y conseguir todo lo que tuviese, sin importar lo vano que fuera.
Mi cabellera es de un tono rubio ceniza natural, y por momentos parece más clara de lo que en realidad es; para mi, parece más color miel, pero ni al caso.
Debido a su competitividad insana, lastimó sus bellos cabellos para conseguir un rubio más claro que el mío. E incluso usa lentes de contacto para aparentar tener ojos cafés.
Con ese verde precioso con el que nació, prefiere taparlos solo para competir con migo.
Nunca terminaré de entender esa necesidad tonta que tiene, pero a fin de cuentas, no importaban sus razones, solo necesitaba que alejara a Roy de mi.
Por la noche, mientras todos los invitados, mí tía y yo, estábamos en el jardín trasero cantando una canción de cumpleaños, Shannon y "mi prometido" estaban teniendo relaciones en la habitación de Mirta; cuya ventana daba justo a dónde estábamos nosotros, junto al enorme pastel que prepararon. Fue una escena inmemorable, que nunca jamás ninguno de los que estuvieron presentes podrá olvidar.
No sabría explicar como sucedió… simplemente, tras soplar las velitas, en vez de aplaudir, la mayoría se quedó congelados, en silencio y con la boca abierta, mientras que algunos otros se apuraban a cubrirle la vista a los niños.
Mirta y yo estábamos de espaldas a la escena, después de ver el cambio de actitud de todos, nos dimos vuelta, y por fin entendimos el por qué de sus exageradas reacciones.
Desde dónde estaba montado el escenario, a un lado de la piscina, se podía ver todo con lujo de detalles.
El torso bronceado de Shannon resaltaba en la blanca pintura de la pared exterior, y por sobre todo, se llegaban a apreciar sus destacados y enormes pechos operados, y su cabello oxigenado, vencidos por la gravedad. Aferrada solo con sus piernas envueltas en la cadera de Roy, se esforzaba por alcanzar sus manos para que este la ayudara; lo cuál no le funcionaría.
Mi querido primito estaba petrificado mirándome a los ojos.
Por el ángulo solo pudimos ver que estaba sin camiseta, lo cual dejaba al descubierto esos sensuales abdominales que posee.
Admito que verlos de esa manera me dolió, más de lo que hubiera imaginado; jamás se me cruzó por la cabeza, que si mi plan funcionase, saldría lastimada. Nunca pude terminar de entender si fue porque era "mi prometido" y se expuso de esa manera, o porque acabé desarrollando sentimientos por Roy. Como fuera no importaba, no tenía el más mínimo deseo de casarme, y menos con él, así que me agarré de esa oportunidad para atrasarlo lo más que pudiese.
Después de tan bochornosa escena, Mirta despidió a todos los invitados.
Luego de que se fueran, le gritó de todo a mi prima; la cuál desde entonces no tiene la más mínima pisada en esa casa, y cada vez que la ve, mi tía le dice de todo menos bonita.
¿Y yo?
Yo solo pude fingir estar devastada, pero sin dudas Mirta actuó mucho mejor.
Lloraba desconsoladamente dándose golpes de pecho, mencionando a mi madre y gritando lo mucho que le falló con ese mal hijo que crio.
Mi primo no decía nada, solo estaba a un lado temiendo por mi reacción, no apartaba la vista de mis ojos; puedo decir que se dio cuenta de que todo era parte de mi plan, pero que también pareció notar lo mucho que me confundían mis sentimientos al respecto.
Lo hecho, hecho estaba… Solo pude seguir la corriente de los acontecimientos y usarla a mi favor.
Mientras mi tía no paraba de hablar, y me rogaba para que no cancelara los planes de boda, solo atiné a responderle que necesitaba un tiempo para pensarlo.
A ella no parecía gustarle lo que oía, así que antes de que pudiese decir algo, no me quedó más que usar sus trucos y levantar el nombre de mis fallecidos padres; ya para ese año, legalmente, se los declaró muertos.
—Necesito un tiempo para pensarlo mejor. —le dije a Mirta, sin poder mirar a los ojos de Roy— Mis papás me dijeron una vez que deseaban verme de toga y birrete, que su más grande sueño era colgar una foto de los tres, junto a mi diploma enmarcado. Como ya me había hecho la idea, de que pronto sería una ama de casa que se encargaría de los niños, creí que no tendría tiempo para ir a estudiar. —continué descaradamente.
Al observar sus facciones, pude ver que Roy me creía a medias, y lo que respecta a mi tía, no encontraba la manera limpia de cortar mi historia.
—Ahora que sucedió esto, siento que debería reconsiderar mis prioridades... Quiero cumplir con todos los deseos que mis padres tenían, no solo el de casarme con Roy. También quiero estudiar y graduarme con honores, así de ese modo podré hacerlos felices a ambos, dónde sea que estén.
De esta manera, con esas palabras, la dejé sin habla.
Así es como terminé yendo a la universidad, solo para estirar el tiempo y poder esperar pacientemente a cumplir veintiuno; la edad legal en la que seré considerada una adulta hecha y derecha. Y cuando eso suceda, podré tomar el control de la cuantiosa herencia que dejaron mis amados padres.
Solo es cuestión de esperar dos añitos más, y podré finalmente abandonar toda esta farsa.
IrisFinalmente logré retrasar la boda, con la excusa de estudiar. En un principio traté de tomármelo con calma, pero cada vez que mi tía me veía ociosa en casa, sacaba a relucir lo innecesario que era para mi, esforzarme y salir todos los días, pasando frío y calor, cuando podría disfrutar de la comodidad de un hogar y un marido que me mantuviera.Sí. Roy trabaja y gana muy bien, tiene la capacidad de darle a su futura esposa una acomodada y lujosa vida pacífica.Pero… ¿Sólo por eso debería rendirme? ¿”Por una adecuada vida estable”?Además, esa misma empresa, que le hace el cheque cada mes, me pertenece; si Roy está ganando bien, entonces yo debería estar ganando mucho mejor.Sin importar que Mirta comparta el apellido de mi madre, la única descendiente legal y sanguínea de la familia Walking soy yo, y por ende toda su fortuna también es mía; al igual que la flota de embarcaciones Jones de la que tanto trata de apropiarse.Dejando de lado el hecho de que tengo un derecho de nacimien
IrisDesde ese momento “romántico” que pasaron juntos, Shannon quedó perdidamente obsesionada con mi primo. Constantemente buscaba y sigue buscando, toda clase de excusas para estar cerca de el.Resulta que los lunes por la noche, los descendientes masculinos de las viejas familias tradicionales de cazadores, se reúnen en el bosque donde residía el anciano líder de la secta. Con invitación abierta para todo humano que deseara asistir.Esos encuentros no tienen nada de especial, lo único que hacen, aparte de beber, es llenarles sus huecas cabecitas con toda clase de historias viejas, y poco realistas para nuestra actualidad, sobre lo terrible que son los vampiros y licántropos en el resto del mundo, y lo terroríficos que serían aquí, si no fuera por sus pactos con la anciana fundadora.Desde hace unos meses Roy empezó a ir a estas fogatas, y por ende, Shannon también asiste y sin faltar; por eso el horario que le quedó la molestaba.Todos los lunes faltaba al trabajo, lo cual hizo que
Eloy—¡Eloy hijo, ven a desayunar! —gritó mi madre desde la ventana de su cocina.—¡Por Dios Santo! —exclamé enojado.Aquel día como lo hace habitualmente, mi madre preparó nuestros desayunos temprano por la mañana. Pero como siempre lo hacía, ignoré a sus llamados y me volví a dormir.¿Por qué esa necesidad de despertarnos tan temprano?¡Nuestros ancestros jamás salieron de sus hogares cuando el sol gobernaba!—¡Déjenme dormir! —les grité para que no siguieran tratando de despertarme, a la vez que me acurrucaba en mi mullida cama.De la nada, la luz del amanecer apuntaba directo sobre mis ojos.A diferencia de las anteriores veces, esa vez mi padre en persona salió a abrir las puertas del sótano.—¡Despierta de una vez vago! —exclamó antes de irse, dejando las puertas extendidas sobre el suelo.—¡Por favor! ¿Qué es lo que le pasa a esta gente? —dije por lo bajo antes de levantarme.Salí así como estaba, con mi ropa de cama y sin asearme. Sentándome en mi lugar de la mesa, saludé a mi
EloyAl llegar a esa vieja puerta, que se parece a la del cuarto de limpieza, la empuja para adentro y, recostada sobre ella con su mano en la perilla, me invita a pasar. Dejando libre poco menos de la mitad de una entrada de ochenta centímetros, sonriendo me apura a cruzar el umbral, y me advierte que no debería dejar que me atrapen allí.Inhalo profundo y meto panza antes de pasar; soy delgado, pero me esforcé por serlo aún más. No quería expulsar sus enormes pechos por su destapado escote.Me quedo a un lado de la puerta, dejándole todo el camino libre. Al verme casi escondido suelta una suave carcajada, y luego entra meneando todo su cuerpo.Estira el brazo sensualmente sin quitarme la mirada de en cima, y luego tira de una cadena que cuelga de una antigua lámpara de hierro. La tenue luz que enciende, ilumina todo el pasillo en el que estamos, y la cara de dos muebles enfrentados cargados de viejos libros.Ambos estantes están llenos de polvo acumulado, al igual que los textos de
IrisEl salón y las estanterías parecen infinitas, pero después de un buen caminar, finalmente llego a la única puerta que está en esta dirección; la cual por cierto me señaló la supervisora.A primera vista parece ser de una madera muy vieja, como si estuviera casi podrida, da la sensación de que se romperá solo con girar la perilla; pero no es necesario forzarla, al acercarme un poco más puedo ver que está entre abierta.Entro despacio y con cautela, las luces están prendidas, parece que hay alguien en el interior; inclino mi cuerpo ligeramente para ver desde la entrada si es así o no. Al caminar un poco más puedo ver que hay un hombre sobre un puff, durmiendo con un enorme libro en su regazo, bajo una luz amarilla que titila.—¡Oh! —me tapo rápido la boca para no despertarlo; me sorprende ver que se trata de él.El año pasado, unas semanas antes de que terminara el segundo semestre, lo vi pasar por los pasillos de mi aula en más de una ocasión. Al verlo a través de la ventana junto
EloyDespués de que Cindy se fuera, comencé a leer muy emocionado el enorme libro de historia que me acercó; este trata sobre antiguas leyendas sobre la isla y viejos relatos de los primeros habitantes. Pese a que la lectura era bastante entretenida, ya estaba muy cansado por las pesadas y tediosas clases a las que tuve que asistir.Sin poder evitarlo me quedé dormido... ¡Qué pecado!----------------Al recuperar la conciencia, aún sin poder despegar mis párpados, puedo sentir a alguien muy cerca de mi; fue su molesto y pequeño grito lo que interrumpió mi muy merecida siesta.Finalmente logro abrir mis ojos de una manera abrupta, pero mi vista aún no se acomoda; lo único que puedo distinguir de una manera borrosa, es el rostro de una mujer casi pegado al mío. Está tan cerca de mi que parece que pretende darme un beso; si llegara a ser Cindy estaré muy enojado.Después de unos segundos cae sobre mi regazo. Con el impacto de la caída mi vista termina de acomodarse, permitiendo que pueda
Iris—Te ayudaré —dice tímidamente, tras unos largos segundos en la misma postura.Manteniendo una mínima distancia entre nuestros cuerpos, sin decir ni una palabra, toma uno de los libros del carrito y lo coloca donde acabo de limpiar. Uno a uno, con su pecho casi pegado a mi espalda, cada que se estira para dejar un libro sobre el estante, su aliento va rozando mi oreja y su miembro mi trasero.De cada tanto nuestras miradas hacen contacto, y cada vez que lo hace me derrite; siento como si me estuviera devorando con sus ojos y eso me encanta.No se si fue la escena en el gran salón lo que me prendió de alguna manera, o es este muchacho el que me está calentando. Es la primera vez que estamos así de cerca, podría decirse que es como nuestro primer encuentro, pero pese a eso, si él me lo pidiera, lo haría todo con él.¡Auch!A la vez que me perdía en lo cristalino de sus ojos celestes, que parecen estar cambiando de color, mis manos seguían pasando el trapo por la madera. En la distra
IrisAún aferrada a él como si soltarme significara caer en lava ardiente, puedo sentir como un camino de sangre comienza a recorrer mi pecho.¡Que excitante fue todo! Cada parte de mí está hundida en el placer y el agotamiento, y mi interior aún palpita con gran intensidad.Cuando menos lo esperaba, suelta mi cuerpo sin decir ni una palabra, dejando que caiga bruscamente sobre el suelo, y luego se aleja de mí dando un paso para atrás. Agitado y distante se mantiene inmóvil, parado frente a mi con la cabeza gacha y sin poder mirarme a los ojos; parece que estuviera en shock.Me apuro en ponerme el short e intento acercarme, para ver si sucedió algo o si algo estaba mal, a lo que él se aleja más de mí. Cada paso que doy hacia él, es un paso más que él da para atrás.¿Se intimidó? No puedo entender su reacción. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué está mal? Después de todo lo que hicimos y nos hicimos sentir, ¡¿me va a ignorar de esta manera?!...No quiero pensar mal al respecto, me acerco