EloyAl llegar a esa vieja puerta, que se parece a la del cuarto de limpieza, la empuja para adentro y, recostada sobre ella con su mano en la perilla, me invita a pasar. Dejando libre poco menos de la mitad de una entrada de ochenta centímetros, sonriendo me apura a cruzar el umbral, y me advierte que no debería dejar que me atrapen allí.Inhalo profundo y meto panza antes de pasar; soy delgado, pero me esforcé por serlo aún más. No quería expulsar sus enormes pechos por su destapado escote.Me quedo a un lado de la puerta, dejándole todo el camino libre. Al verme casi escondido suelta una suave carcajada, y luego entra meneando todo su cuerpo.Estira el brazo sensualmente sin quitarme la mirada de en cima, y luego tira de una cadena que cuelga de una antigua lámpara de hierro. La tenue luz que enciende, ilumina todo el pasillo en el que estamos, y la cara de dos muebles enfrentados cargados de viejos libros.Ambos estantes están llenos de polvo acumulado, al igual que los textos de
IrisEl salón y las estanterías parecen infinitas, pero después de un buen caminar, finalmente llego a la única puerta que está en esta dirección; la cual por cierto me señaló la supervisora.A primera vista parece ser de una madera muy vieja, como si estuviera casi podrida, da la sensación de que se romperá solo con girar la perilla; pero no es necesario forzarla, al acercarme un poco más puedo ver que está entre abierta.Entro despacio y con cautela, las luces están prendidas, parece que hay alguien en el interior; inclino mi cuerpo ligeramente para ver desde la entrada si es así o no. Al caminar un poco más puedo ver que hay un hombre sobre un puff, durmiendo con un enorme libro en su regazo, bajo una luz amarilla que titila.—¡Oh! —me tapo rápido la boca para no despertarlo; me sorprende ver que se trata de él.El año pasado, unas semanas antes de que terminara el segundo semestre, lo vi pasar por los pasillos de mi aula en más de una ocasión. Al verlo a través de la ventana junto
EloyDespués de que Cindy se fuera, comencé a leer muy emocionado el enorme libro de historia que me acercó; este trata sobre antiguas leyendas sobre la isla y viejos relatos de los primeros habitantes. Pese a que la lectura era bastante entretenida, ya estaba muy cansado por las pesadas y tediosas clases a las que tuve que asistir.Sin poder evitarlo me quedé dormido... ¡Qué pecado!----------------Al recuperar la conciencia, aún sin poder despegar mis párpados, puedo sentir a alguien muy cerca de mi; fue su molesto y pequeño grito lo que interrumpió mi muy merecida siesta.Finalmente logro abrir mis ojos de una manera abrupta, pero mi vista aún no se acomoda; lo único que puedo distinguir de una manera borrosa, es el rostro de una mujer casi pegado al mío. Está tan cerca de mi que parece que pretende darme un beso; si llegara a ser Cindy estaré muy enojado.Después de unos segundos cae sobre mi regazo. Con el impacto de la caída mi vista termina de acomodarse, permitiendo que pueda
Iris—Te ayudaré —dice tímidamente, tras unos largos segundos en la misma postura.Manteniendo una mínima distancia entre nuestros cuerpos, sin decir ni una palabra, toma uno de los libros del carrito y lo coloca donde acabo de limpiar. Uno a uno, con su pecho casi pegado a mi espalda, cada que se estira para dejar un libro sobre el estante, su aliento va rozando mi oreja y su miembro mi trasero.De cada tanto nuestras miradas hacen contacto, y cada vez que lo hace me derrite; siento como si me estuviera devorando con sus ojos y eso me encanta.No se si fue la escena en el gran salón lo que me prendió de alguna manera, o es este muchacho el que me está calentando. Es la primera vez que estamos así de cerca, podría decirse que es como nuestro primer encuentro, pero pese a eso, si él me lo pidiera, lo haría todo con él.¡Auch!A la vez que me perdía en lo cristalino de sus ojos celestes, que parecen estar cambiando de color, mis manos seguían pasando el trapo por la madera. En la distra
IrisAún aferrada a él como si soltarme significara caer en lava ardiente, puedo sentir como un camino de sangre comienza a recorrer mi pecho.¡Que excitante fue todo! Cada parte de mí está hundida en el placer y el agotamiento, y mi interior aún palpita con gran intensidad.Cuando menos lo esperaba, suelta mi cuerpo sin decir ni una palabra, dejando que caiga bruscamente sobre el suelo, y luego se aleja de mí dando un paso para atrás. Agitado y distante se mantiene inmóvil, parado frente a mi con la cabeza gacha y sin poder mirarme a los ojos; parece que estuviera en shock.Me apuro en ponerme el short e intento acercarme, para ver si sucedió algo o si algo estaba mal, a lo que él se aleja más de mí. Cada paso que doy hacia él, es un paso más que él da para atrás.¿Se intimidó? No puedo entender su reacción. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué está mal? Después de todo lo que hicimos y nos hicimos sentir, ¡¿me va a ignorar de esta manera?!...No quiero pensar mal al respecto, me acerco
Iris¿Qué dijo? ¿Qué me fuera? ¿Por qué tiene que gritarme de esa manera?Mis ojos tiemblan de la bronca e impotencia que me genera todo esto, y para el colmo una lágrima se me escapa; no se si quiera por qué apareció, nunca fui de llorar y justo ahora viene a caer, en el momento más inoportuno que pudo existir.Avergonzada y con mi orgullo herido, no me queda más que irme sin dar vueltas; salgo sin agregar más nada, resonando la puerta detrás mío.—Bonito sostén.Me doy vuelta para ver quién me está hablando, y resulta que es ese grandote licántropo que se estaba comiendo a la supervisora en la entrada.Después de reconocerlo, miro mi pecho y descubro que aún no me puse la camiseta, y me apuro en vestirme.—Imbécil —le digo mientras voy caminando de espaldas, a la vez que le levanto mi dedo medio.—Nos vemos pronto —me dice con una sonrisa maliciosa en su rostro, manteniendo sus ojos en mí como si estuviera mirando a una presa.Le doy la espalda y empiezo a caminar nuevamente todo es
IrisDespego mis párpados lentamente, mi visión aún está borrosa. ¿Qué fue lo que me pasó?Sacudo la cabeza bruscamente, a la vez que me esfuerzo por recuperar la nitidez en mis ojos, o al menos algo de mi memoria; terminando boca arriba.¿Qué es eso?Por fin puedo ver mejor... ¡Esa es la lámpara que colgué el año pasado!—¡Gracias! —suspiro con voz baja— Fue todo un sueño Iris... tranquila, tranquila…—continúo mientras me doy palmaditas en el pecho para calmarme.Por un momento creí que estaba en la cama de Roy, al igual que lo que pasó aquella vez; estar en su cama significaría que lo que vi en mis sueños hubiera pasado en la vida real.¿Coger con él? ¡JA!Bueno, tampoco puedo decir mucho; desde lo que pasó hace cuatro años me vengo mentalizando, por si se llegara a repetir.¿Pero disfrutarlo? ¡¡Mujer!! ¡Tus sueños si que son cosa de otro mundo! Si siempre temes que te vuelva a tocar, ¿cómo podrías dormir con él por placer y por iniciativa propia?De golpe una mano cae sobre mí, y j
IrisMe pregunto por qué esa puerta se encontraba abierta por la madrugada, si se hubiera mantenido cerrada como está ahora, yo no estaría así de ansiosa por hallar a un sujeto que solo conocía de vista.¿Dónde estás? ¿Por qué jugaste así con mi mente y mi cuerpo?En este momento ni siquiera puedo pensar en lo que pasó con Roy; lo que sea que haya sucedido con mi primo es solo parte de un mal sueño, un mal recuerdo que no tiene cabida en mi cabeza repleta por ese sin nombre.No importa donde esté o que esté haciendo, cada que su imagen viene a mi cabeza comienzo a revivir todo lo que sentía mientras me tocaba. Cada que recuerdo todo lo que hicimos, mi cuerpo se estremece, a la vez que mis manos van recorriendo cada lugar que tocaron las suyas.—¡Delicioso! —una voz conocida me despierta del trance.Levanto la mirada y frente a mí está ese repugnante lobo. Así como no entiendo mi fascinación por el vampiro, no entiendo tampoco todo el disgusto que me genera este patán.—¿Qué quieres? H