IrisMe pregunto por qué esa puerta se encontraba abierta por la madrugada, si se hubiera mantenido cerrada como está ahora, yo no estaría así de ansiosa por hallar a un sujeto que solo conocía de vista.¿Dónde estás? ¿Por qué jugaste así con mi mente y mi cuerpo?En este momento ni siquiera puedo pensar en lo que pasó con Roy; lo que sea que haya sucedido con mi primo es solo parte de un mal sueño, un mal recuerdo que no tiene cabida en mi cabeza repleta por ese sin nombre.No importa donde esté o que esté haciendo, cada que su imagen viene a mi cabeza comienzo a revivir todo lo que sentía mientras me tocaba. Cada que recuerdo todo lo que hicimos, mi cuerpo se estremece, a la vez que mis manos van recorriendo cada lugar que tocaron las suyas.—¡Delicioso! —una voz conocida me despierta del trance.Levanto la mirada y frente a mí está ese repugnante lobo. Así como no entiendo mi fascinación por el vampiro, no entiendo tampoco todo el disgusto que me genera este patán.—¿Qué quieres? H
Tadeo—Ahora dime lo que "quiero saber" —me dice como si nada, y yo solo atino a sonreírle.Pequeña... ¡Puedo destrozarte la garganta con un mínimo de fuerza!¡Es tan audaz esta mujer! Supe que era diferente desde la primera vez que la vi. Ni siquiera se ruborizó frente a semejante escena, e incluso no le preocupó ser ofensiva con una manada de lobos.Aunque la mayor parte de la población puede vivir en paz con nosotros y los vampiros, aún hay un gran número de ellos que nos repudian hasta cierto punto, o tienen miedo de que nos volvamos como los monstruos de las historias que relatan los cazadores desde la fundación. Pero ella no, no mostraba más que desprecio por un grupo de hombres que manoseaban a una mujer en un espacio público, ni más ni menos, como si nos considerara sus iguales; estoy seguro de que esta niña es especial, aunque aún no puedo terminar de deducir por qué o qué tanto lo es, pero estoy seguro de que pronto lo descubriré...--------------------------Mi nombre es Ta
TadeoLuego de la media noche, como tantas otras veces, llevé a un grupo de Green para divertirse junto a Cindy.Siempre trabajaba sola, pero ayer, a diferencia de las otras noches, estaba acompañada por una nueva interna. Una niña que en un principio me pareció bastante normal, pero luego de unos segundos se volvió primordial para volver a mi viejo yo.Desde que la supervisora del turno noche se hizo popular en mi círculo de conocidos, eran aquellos miembros que así lo deseaban, quienes se hacían cargo de satisfacerla; por lo general no mantenía ningún tipo de contacto íntimo, ni con ella ni con nadie. Pero por alguna razón desconocida, me sentí desafiado frente a la presencia de esta nueva jovencita, y terminé jugando con Cindy una vez más.Creo que fue la extraña manera que tenía de mirarme.Ver ese desprecio limpio en sus ojos, hizo que se vuelva a encender algo en mí, algo que ya no lograba prender ni en las noches de orgías.En un principio fui reacio a creerlo, pero la desenfre
TadeoCuando llegué a lo profundo del bosque, me encontré con la caliente supervisora en plena orgía, con un grupo de hombres lobo y algunos mestizos de vampiros. Me quedé rondando a su alrededor esperando ver algo nuevo, lo cual por cierto no sucedió, y tras aburrirme me quedé dormido, perdiendo la noción del tiempo.Al despertar ya era la hora de que Cindy se fuera a cumplir con su jornada en la biblioteca.—Uy belleza, ya es hora de que te vayas a trabajar… —le dijo uno de los mestizos mientras miraba la hora en su reloj de oro.—Tranquilo mi amor, conseguí que la nueva me cubriera —le respondió Cindy, a la vez que sacudía la tierra que quedó en su cuerpo desnudo.—¡Entonces vamos por otra ronda! —continuó otro de los presentes, saltando sobre la supervisora, haciendo que caigan todos en el suelo.Me pareció una divertida escena que merecía ser contemplada, pero luego caí en cuenta de que cuando dijo “la nueva” se refería a mi exquisita pastilla del placer, y sin pensarlo dos veces
IrisNo puedo negar que es bueno en lo que hace, no le tomó ni cinco minutos hacerme venir divinamente. Pero es hora de que cumpla con su palabra.—¿Y? —vuelvo a insistirle.—Tranquila preciosa, todo a su tiempo… —sus largas pausas me están impacientando— Déjame presentarte a la persona que tienes delante primero. Mi nombre es Tadeo, encantado de conocerte. —al terminar toma mi mano y le da un beso sutil.¿En serio? Después de lamerme hasta el alma, ¿recién cree qué es prudente presentarse? Además, nunca me importó saber algo de él.—Detén toda tu payasada por favor —le digo extendiendo mi brazo frente a él, marcando un límite; a lo que él me queda mirando como si quisiera matarme.“Lo siento ‘Cariño’, pero me interesa muy poco todo de tí”; o al menos no en este momento.—Su nombre es Eloy, hijo único de los Adams. —continúa finalmente.A medida que va hablando, puedo ver como una de las venas de su cuello se va inflando con rabia.—Él es el último y único niño nacido, hasta ahora en
Eloy¿Qué te pasa Eloy? ¡¿Otra vez fuiste a verla?! ¿Por qué te torturas así?Luego de echarla de esa manera, no pude reconciliarme conmigo mismo, una fuerte opresión en el pecho me torturó por mucho, pero mucho tiempo; nunca me había sentido de la forma en que ella me hizo sentir.Cuando llegamos a la cima casi a la par, me dejé llevar por el placer y la lujuria que ella despertaba en mí; provocando que mis colmillos se expusieran por sí solos. Mi mente estaba tan fuera de mí al morderla, que creí que no podría detenerme; el olor y el sabor de su sangre en abundancia eran insoportablemente embriagantes, e hicieron que pierda todo el control de mis sentidos.Fue gracias a su caliente goteo sobre mi frío cuerpo que pude volver en mí; de no haber sido por esa pequeña molestia, tal vez las cosas estarían peor de lo que ya están.No sé de dónde conseguí fuerzas, pero logré separarme y pedirle que se fuera; hice todo por no perder los estribos en su presencia, pero ella no quería escucharm
Eloy—He escuchado leyendas al respecto cuando era niño; mi abuelo nos contaba historias a mi hermana y a mí antes de dormir, las mismas que le contaba su abuelo a él. “Si oyes una canción que no puedes olvidar, no intentes conocer su origen”, era lo que siempre nos decía.Tras decir estas palabras se acercó a nosotros, primero se volvió a acomodar en mi sillón y luego continuó.—El hermano del abuelo de mi abuelo, y otro grupo de vampiros de aquella época, navegaban en busca de nuevas tierras cuando encontraron a unas bellas humanas varadas en un viejo barco. Estaban cantando una canción de despedida cuando dieron con ellas, creían que morirían y por eso trataron de desahogar su dolor con una triste canción; fue esta misma melodía la que atrajo a nuestros ancestros. Tras volver de su viaje ya no eran los mismos, estaban obsesionados con esas jóvenes que dejaron en el muelle antes de regresar a casa.—¿Y entonces? —preguntó mi madre, reduciendo las pausas que mi padre hacía.—Uno a un
EloyMis ojos tardaron poco más de un mes en volver a su color natural, y por todo ese tiempo evité salir de casa bajo esa excusa. No quería que nadie me viera en ese estado y que luego tuviera ideas equivocadas; me mantuve encerrado en ese sótano sin abrir las puertas lo más que pude, e incluso dejé de hacer uso de la electricidad.De haber sido posible me hubiera gustado hibernar, necesitaba analizar mis pensamientos e ideas; ni siquiera salí a ver a mis padres, lo cual creo que les preocupó un poco. Mi madre dejaba comida en la entrada y se iba sin decir ni una palabra, y mi padre ocasionalmente se sentaba en las escaleras e intentaba "consolarme", diciendo cosas como que todo pasará, que lo podré superar, que ya conoceré a mi pareja, etcétera.Yo solo me aferraba a esa vieja camiseta, la que me lanzó la primera vez que la vi, tratando de convencerme de que si ya la pude superar en una ocasión, entonces podría volver a hacerlo cuando quisiese. Pero no sé qué tan duro me pegó reenco