María Mendoza y Socorro estaban felices con las noticias de la inminente boda, solo eso se divulgó, Leticia muy discreta dijo, que su nieta debía empezar con buen pie, que La Madonna saldría adelante con ellos como esposos, esperar por reconstruir la hacienda era demasiado tiempo para casarse, María les abrió las puertas de su hacienda para que todos pudieran quedarse el tiempo necesario, pidió que celebraran allí la boda y estaba muy complacida en general, su hijo Robert después de compartir la fatídica noche con Dante y verlo tan comprometido había hecho un borrón y cuenta nueva, trataba a Dante con amabilidad y no tuvo objeciones en compartir su hacienda, asumiendo a tantos incluyendo los animales.
Leticia ese mismo día consiguió para la empresa de Dante en Francia 2 construcciones importantes y una restauración, Dante habló con su encar
Belinda entró a la sala y vio a Elena saludando efusivamente con Merci en brazos, se veía hermosa como siempre, del todo recuperada del nacimiento de su niña y Pablo a su lado cargando a David, Belinda no lo pensó, solo abrazó a Elena abarcando a la bebé y lloró de emoción. —Veo que si te hice falta —comentó Elena abrazándola, María cargó a la pequeña Merci, Belinda trataba de concentrarse en su nueva vida, pero sí le hacían falta sus hermanas, sobre todo ahora, necesitaba mucho a Elena. —Perdón… —dijo Belinda bajito. —Chss, yo siempre estaré para ti. —Gracias por venir —le dijo a Pablo mirándolo sin soltar a Elena. —Lo que sea por la familia —contestó Pablo. Johana se llevó a David a enseñarle unos cachorros, Socorro querendona con los bebés paseaba a Merci, la conversación se centró en lo ocurrido la noche de la inundación,
—Entonces Donna, resulta que estás embarazada de Daniel, yo que pensaba que estaba al pendiente de la empresa y eso incluía a mi hermana. —Mi intención era hablarlo contigo de hombre a hombre —dijo Daniel con la frente en alto—, estoy acá para casarme con ella, tendrá a mi hijo y ella quería que estuvieras con ella cuando nos casemos. —Dante eres muy importante para mí —dijo Donna—, quiero casarme contigo presente, por eso esperamos, ya no seré más una preocupación para ti. —Ven acá mi princesa —Donna abrazó a su hermano mayor—, yo siempre me preocuparé por ti, y hoy estoy orgulloso de quién eres. —Gracias Dante, es importante para mí tu bendición, eres mi único hermano. —En cuanto a ti Daniel, no acepto devoluciones —entregó a Donna a Daniel—, tú ya la conoces y sabes de sus muchos errores e igual la escogiste. —La quiero por q
Comenzaba a caer el sol, Mauricio y los obreros se retiraron dejando a Pablo y a Dante sentados en las escalinatas de la casa ahora desmantelada por completo, durante el almuerzo que llevaron Elena y Belinda, Pablo le dio su opinión sobre la manera de conseguir que el río no volviera a inundar el área productiva, como Dante lo predijo Pablo tenía mejor visión en lo practico en cuanto a durabilidad, Dante lo invitó a ver sus cálculos y planos y Pablo fue con él, encontrándose en el plano profesional antes de acercarse como amigos, Elena y Belinda regresaron felices a La Mágica Cascada, ahora después del agotamiento de haber trabajado como obreros, se habían acercado lo suficiente para enfrentar sus problemas. —Dante creo que te debo una disculpa, es lo que mi mujer quiere que haga, no me dejará en paz hasta que vea que estamos bien, así son las mujeres. Pero no me sale, tú me debes una disculpa a mí.&
—Brenda, vengo asqueroso —Dante le mostró las manos y sonrió para excusarse de no darle la mano por todo el barro que traía encima. —Eso está mejor, eres trabajador, no te preocupes solo es barro. Brenda dejó su mano extendida y Dante se la tomó con delicadeza y le besó el dorso mirándola a los ojos. —Es un placer empezar de nuevo cuñadita. —Ja, ya veo porque mi hermanita no pudo resistirse, hasta andando asqueroso es un seductor. Todos rieron, Brenda se acercó a Pablo que le dio un beso en la frente con gesto fraterno. —Ustedes quieren un trago ¿cierto? —preguntó Robert a Dante y Pablo que afirmaron. —Robert yo también quiero —respondió Brenda—, el whisky es lo que menos calorías tiene y me estoy cuidando, gracias a una pareja insólita e insufrible me he salido de la dieta. Belinda negó con la cabeza
Dante entró a la habitación oscura, vio la silueta de Belinda bajo las sabanas, se había dormido, ya la había notado borracha, él no venía haciendo eses, pero si estaba mareado, fue al baño a echarse agua en el cuerpo, su querida novia estaba dormida, cuando salió del baño envuelto en una toalla la luz estaba encendida y Belinda estaba frente a la cama con el más sugerente y diminuto conjunto de lencería, Dante tragó grueso, el fucsia de la prenda combinaba con sus mejillas encendidas. — A ver mi amor, dame una vueltica —Belinda sonrió y lo complació dando una vuelta sin pose ni modelaje, pero igual fue lo más sexi y erótico que vio Dante en su vida, su hermosa Belinda llena de ternura y con fuego interno que le costaba controlar. — ¿Ya te he dicho que eres lo más hermoso que he visto en mi vida? — ¿Te gusta que te espere así? —Por favor hagámoslo cos
Dante se entregó al trabajo con más ansias, quería sorprender a Belinda, Daniel y Donna regresaron, Ahora con 3 arquitectos y un ingeniero, el trabajo era veloz, recibieron a muchos obreros, incluyendo los hombres de La Madonna, el ritmo de construcción era igual al de mega construcciones, Dante dirigía personalmente la construcción de la casa familiar, la capilla y una cabaña en la que él mismo trabajaba y que quería tener lista para cuando regresara Belinda y pudieran vivir allí después de la boda, cuando la casa estuviera construida esta estructura podía servir como casa de un futuro administrador, Dante no le dijo a nadie, pero quería que les recordara la cabaña de La Colonia Tovar, sabía que Belinda se iba a sentir muy complacida con esta sorpresa. Cuando pasó una semana desde que se fuera Belinda, conversaban por video llamada ambos en sus camas, Belinda en New York, Dante en La Mágica Cascada, lo hacían a diario antes de
El día de la boda llegó con un sol brillante, muy temprano fue el matrimonio civil, esto fue más difícil para Belinda, era más íntimo, sería con ambos sentados frente a un juez en un escritorio en el estudio de Robert en la Mágica Cascada, con solo la familia alrededor, era el último momento valedero para decir a Dante, no te sacrifiques por mí, sin embargo, antes de entrar al recinto, Dante estaba sereno y ella muy nerviosa, él tomó sus manos frías entre la de él y miró sus uñas muy corticas debajo de la piel, a ella le dio vergüenza sus manos tan poco agraciadas. —Volveré a usar brillo con ajo para no morder más mis uñas. Dante arrugó la cara. —No sería mejor si dejas de preocuparte por todo y te dedicas a ser feliz. Belinda se derritió, Dante tenía razón, él estaba allí, si no quisiera seguir con todo esto se lo hubiera dicho, Belinda lo abrazó feliz de estar entre sus brazos.<
—Amor mío, no quisiera salir de nuestra cabaña, pero tengo muchas cosas que hacer. Belinda estaba acostada en su pecho moviendo sus dedos haciendo formas, Belinda se había levantado temprano para hacerle desayuno y Dante la había arrastrado a la cama antes de terminar, Belinda apenas pudo apagar el gas cuando su esposo la cargó y la llevó a la cama, molesto en broma por levantarse sin satisfacer su despertar, después de terminar el desayuno y comer, regresaron a la cama, a seguir disfrutando de ellos, eran insaciables, pero ya era medio día. —Lamentablemente no podemos parar el reloj, tu madre me dijo que quería hablar conmigo, de cómo llevar esta hacienda. —Perdón por eso, tendrás que tener paciencia para soportar su cháchara. —Ha sido muy amable conmigo, solo tiene ese orgullo según necesario para ser una Martino, algo así como lo que cuentas de tu padre. —No le permitas que te inc