Al final el niño termina abriendo sus ojos y sonríe cuando ve a su padre, Alessio lo baja y él mira con curiosidad todo lo que le rodea, sin previo aviso Alexander se mezcla entre la gente como si los conociera de años, estoy por ir detrás de él, pero el Alfa me detiene.

—Tiene que convivir con su gente, va a estar bien.

—¿Seguro? ¿Si algo le pasa? ¿Si se hace daño o si se cae?

—Tranquila, recuerda que no vamos a estar toda la vida cuidándolo de que nada malo le pase, tiene que aprender.

—Alessio, solo es un bebé.

—Ante tus ojos lo es, pero no es un bebé humano, es una cría de hombre lobo, recuerda que no crecen al mismo ritmo.

Escuchar esto hace que mi corazón se estruje, sé que debo dejarlo ir y que conozca a su clan, pero me preocupa demasiado, la angustia me come por dentro y para calmarme, Alessio me lleva a conocer el lugar, como se manejan dentro de la aldea cuando él no se encuentra, que ahora mismo pasa demasiado seguido, luego me comenta sobre las funciones de los ancianos,