Él sin dudarlo sale corriendo del despacho y apenas se cierra la puerta, mi escritorio sale volando, rompiéndose a la mitad, observo mis manos y noto que están temblando del coraje que siento; ¿¡Cómo ha podido hacerme esto?! ¡Ella sabe lo importante que es para mí y aun así decide apuñalarme por la espalda sin importarle nada de lo que le he dicho! Para mantenerme tranquilo durante la feria, he decidido desahogarme con las cosas de mi despacho, quedando todo destrozado, tal y como una bestia rabiosa lo dejaría.Paso mis manos por mi cabello repetidas veces, entiendo que Ginebra no siente nada por mí aun, pero me dijo que lo iba a intentar, que iba a poner de su parte para que lo nuestro funcionara, al parecer, su amor por Raulo es mucho más grande que su palabra. Lo único que puedo hacer en este momento es estar atento a cualquier movimiento de Ginny.Estando mucho más tranquilo, me voy a la feria en donde me encuentro con Ginny, que se nota nerviosa, aunque trata de disimularlo lo má
Al darse cuenta de lo que ha hecho, su rostro se ruboriza por completo y me ha pedido disculpas, me he limitado a sonreírle y besar su frente con delicadeza, se ve tan tierna cuando se pone así. Le dije que no tenía nada de que disculparse, que me agrada recibir sus besos, esto hizo que ella hundiera más su rostro contra mi pecho, cubriéndose más con su cabellera castaña.Me dice que ayer se la pasó de maravilla y que no se dio cuenta en que momento cayo completamente dormida y se disculpa por los inconvenientes que me hizo pasar, le dije que no tenía nada de qué preocuparse. Nos quedamos platicando un rato sobre el día de ayer y me he atrevido a preguntarle sobre lo ocurrido con Raulo, ella se nota bastante nerviosa y parece que no quiere hablar del tema, pero he insistido un poco.—Le dije que Raulo que no podía casarme con él.... — Termina su oración soltado un ligero suspiro.—¿Cómo se tomó la noticia?—Bien, si es que se le puede decir de esa forma— Susurra tímidamente, ha aparta
Un sudor frío recorre mi espalda, mis manos se aferran con fuerza al brazo de Raulo, no hace falta que vea mejor a aquella persona, porque algo dentro de mí me dice quién es, además.... ¿Cómo no voy a reconocer esa impresionante cabellera negra? Mi respiración empieza a agitarse rápido, Raulo me ha preguntado si estoy bien, enseguida volteé a verlo y le dije que debíamos volver cuanto antes, que dejemos está loca idea y que regresemos a casa.—Tranquila, Ginny— Susurra con suavidad mientras aprieta con delicadeza mi mano. —Solo hay que pedirle que se vaya, es todo.Quiero decirle quien es la persona que está ahí sentada, pero tengo tanto miedo que no sale ni una palabra de mi boca, simplemente me limito a tomarlo del brazo con fuerza y trato de hacerlo retroceder, pero él está tan decidido a avanzar que ninguno de mis es
—¿Piensas permitir que ella cargue con toda la culpa? Que poco hombre eres, debería darte vergüenza.—No pienso dejar que Ginny cargue con toda la culpa, majestad— Contesta con firmeza.Se acerca a ella y la toma del brazo haciendo que se levante del suelo, luego la toma entre sus brazos, él tiene el descaro de acariciar su hermoso cabello castaño y jugar un poco con sus risos; si antes estaba furioso, ahora estoy peor ¿¡Cómo se atreve a tocar a MI Ginebra?! Ella es mía y de nadie más, pero parece que a ese humano le gusta tentar a la suerte.—Yo soy quien le metió esta idea a Ginebra en la cabeza y si debe castigar a alguien, es a mí.—Para que estas cosas se den, deben estar de acuerdo las dos partes.Mi vista pasa de Ginebra a Raulo repetidas veces, esperando a que di
—Ginebra— Susurro suavemente.Escucharla tan mal y triste, hace que mi corazón se acongoje y por más que trato de hacerme el duro, su mirada derrite mi corazón; mi guia espiritual me decía que, cuando encontrara a mi enlace, ella podría hacer que mi corazón se derritiera con tan solo mirarme, al inicio creí que solo lo decía para molestarme y hacerme creer que alguien podría domarme, pero al ver a Ginebra, me doy cuenta de que tenía razón, con tan solo mirarla puedo sentir como mi corazón se derrite de amor por ella y no importa cuántas veces trate de apartar la mirada, no puedo.—Podría encerrarte en la torre más alejada del palacio y dejarte ahí por un año por la traición que acabas de hacerme. Recorto la poca distancia que había entre nosotros, puedo escuchar como su corazón late bastante rápido, más de lo normal, ella me contempla viendo con detenimiento mis movimientos, coloco mi mano sobre su rostro y con el pulgar seco la lágrima que se ha deslizado por sus mejillas.—Pero no
Varios suspiros se me escapan y dejo caer los hombros, toda la concentración que tenía y esa pequeña chispa de emoción se ha escapado, pero no puedo dejar que este desanimo me afecte, tengo que asistir a mis clases, de lo contrario, le dirán al rey sobre mi ausencia y muy probablemente me regañe. Acomodo la falda de mi vestido y retomo mi camino.Durante mis clases de piano, no aparto la vista de mi profesor, que arquea una ceja cuando se da cuenta de mi mirada, luego se sienta en una banca y se empieza a reír de mi expresión, me pregunta si se me ofrece algo y le he dicho que tengo curiosidad por saber que es “consumar”, ha abierto los ojos de par en par y una risa nerviosa se le escapa.—Ginebra ¿Por qué preguntas eso?—Desconozco por completo lo que eso significa y la señorita Silva lo ha mencionado, ya que dijo que mi enlace con el rey ya se ha consumado solo porque dormimos en la misma habitación, pero.... ¿Qué significa? ¿A qué se refiere? No lo entiendo.Tartamudea varias palab
El rey dice que ya ha hablado todo lo que tenía que decirles y que en un par de días les llegará su invitación a la fiesta de compromiso; ¿¡Fiesta de compromiso?! ¡¿Voy a tener una después de lo ocurrido?! Claro que si... estamos hablando de la boda de un rey, es lógico que esto pase, es una pena que ya no me sienta tan entusiasmada como antes. Alessio se levanta de su asiento y se dirige a la puerta, pero antes de salir, me mira por encima de su hombro y extiende su mano en mi dirección, invitándome a seguirlo, al darme cuenta de que me he quedado atrás, levanto mi vestido y camino rápido hacia él para después tomarle de la mano. Nos despedimos de mis padres y salimos de su casa.—Así que... es oficial— Susurro con nostalgia mientras observo por encima de mi hombro mi hogar. —Esta ya no es mi casa, sino de mis padres.—En efecto, ahora tu hogar es el palacio y pronto, tu familia seré yo y los hijos que tengamos.Al escuchar esto, me entra la curiosidad de saber cómo se hacen los niño
—Ginebra, tu cabello no me deja ver— Su tono de voz es divertida y relajada. —Debo admitir que me sorprende que no sepas del tema.—No tuve la oportunidad de hablar de eso con mi madre, pero ya que usted está aquí, quería preguntarle— Me incorporo y acomodo mi cabello, sosteniendo el libro con una de mis manos. —Pero.... usted no tiene hijos... no creo que sepa cómo se hacen ¿O sí? Debe ser complicado ¿No? Digo... si fuera fácil, mis papás hubieran tenido más, pero solo me tuvieron a mí.Mi mente se pone a vagar por mis pensamientos, ahora que lo pienso, no creo que haya sido buena idea venir a preguntarle al rey sobre el tema, ya que, si supera como se hacen los bebés, él tendría muchos en el palacio, ya que ese es su sueño, pero... no es el caso o quizás si los tiene, pero no sabe que existen ¿Es eso posible? No creo... Alessio desea con todo su corazón tener una enorme familia.—¿De verdad tienes mucha curiosidad por saber cómo se hacen? — Arquea una ceja, se levanta de su asiento