Cuando por fin llegamos al lugar en donde se llevará acabo el festival, ya es medio día, me duele el estómago por el hambre y todo el cuerpo por estar mucho tiempo sentada en el lomo del caballo, pero veo que el resto están tranquilos y relajados, completamente serenos; parece ser que soy la única que tiene hambre. Para no incordiar o incomodar al resto, decido quedarme callada y aguantarme.El organizador se acerca al rey y a la señorita Daimaris, preguntándoles sobre cómo quieren organizar el festival este año, Alessio baja del caballo y ayuda a su acompañante a bajar, el resto bajan por cuenta propia. Todavía sobre el equino, veo como ellos se alejan de nosotros, sin quiera mirar atrás. Si pensaba que mi corazón no podía sentirse más herido que antes, me he equivocado, porque sí que me siento mucho peor que antes.—Déjeme ayudarla, señorita Ginebra.—No hace falta, gracias.Con torpeza y casi cayendo al suelo, logro bajarme, que aliviada me siento de por fin poder estirarme. Al ver
No dice nada, simplemente me hace un ligero movimiento de cabeza para que empiece a caminar, no cruzamos ni una sola palabra en el camino, ni siquiera cuando llegamos a nuestro destino. Miro a mi alrededor y veo a varias personas yendo y viniendo, completamente ocupados y ajetreados por todos los preparativos, no hay señales de Alessio, ni Daimaris ni tampoco de sus doncellas.—Vamos, Ginebra— Camina delante de mí, pero al darse cuenta de que no le estoy siguiendo, se detiene y se gira un poco hacia mí. —Deben estarnos esperando.—Lo deben estar esperando a usted, no a mí— Camino en dirección contraria. —Lo veré luego, iré al riachuelo.Regreso al lugar en donde me caí y me siento en el suelo, contemplo el cielo por un largo rato, dejando que mi imaginación vuele, mi mente dibuja criaturas extrañas en las nubes y crea historias tan fantasiosas e irreales, que dan risa. Hago esto hasta que las estrellas empiezan a asomarse en el cielo, frunzo un poco el ceño al ver que ya es demasiado
—Me alegro que expreses por fin lo que piensas, pero como le he dicho a mis consejeros, me importa muy poco tu opinión, pienso desposar a Ginebra y si no te gusta mi decisión, puedes retarme para tomar el trono o irte de mí reino, ambas opciones son viables.Antes de convertirse en mi amante, Daimaris me había retado a un combate singular por el puesto de Alfa, le ha quedado una cicatriz muy hermosa en toda la espalda, que al día de hoy se sigue viendo bastante fresca. Ella resopla con fuerza y entrecierra los ojos al recordar nuestro primer y único encuentro.—Sabes que no poseo el poder para enfrentarme a ti y ahora menos, pero no es el caso— Camina en mi dirección, mirándome directo a los ojos. —No es digna de ser tu esposa, ningún clan la va a aceptar como su Delta y guía, lo sabes mejor que nadie.—Lo mismo decían de mí, estaban furiosos porque me estaba “perdiendo el camino de la luna” por preferir las costumbres humanas que las nuestras, cosa que no era verdad, pero a los ancia
—Ginny, tenemos que arreglarnos.Responde con un “No quiero” algo infantil, luego me pide que nos quedemos un rato más acostados, quiere seguir disfrutando de este momento y yo se lo concedo, sirve que pienso en como pasar el día con ella. Pasado un rato, nos arreglamos y regresamos al palacio, ambos nos sentimos aliviados de que sus padres no nos hayan visto.En el camino de regreso al palacio, noto que ella está distante y ni siquiera entabla una conversación conmigo como antes, sé que las cosas entre nosotros están tensas y más por la intervención de Daimaris, pero si tan solo me dejara aclarar las cosas. Estando frente a la entrada del palacio, le digo que saldremos a pasear y que esta vez seremos solo nosotros, ella no se notaba convencida de mis palabras, pero tampoco se negó a salir conmigo. Después del desayuno nos fuimos a arreglar y salimos otra vez del palacio.Ginebra.Tal y como dijo el rey, salimos otra vez del palacio, no estoy segura de que está planeando, pero me entu
En nuestro paseo, vamos a la ópera, comemos en un restaurante bastante lujoso, caminamos por los jardines más exclusivos del reino e incluso vamos a una galería de arte, ver tantas cosas nuevas me emociona demasiado, hacía tiempo que no me sentía de esta forma. Antes de volver al palacio, hemos pasado a una joyería.—Por cierto— Camino a su lado mientras recorremos la lujosa tienda. —¿Va ir a la fiesta del rey Dorian?—Tengo que asistir, Solem y El Reino de la Luna son aliadas desde hace muchos siglos y nunca he faltado a sus eventos íntimos— Se detiene frente un aparador y observa con detenimiento las joyas que se muestran en ella. —Por eso hemos venido, sé que no te gustan las joyas y que eres feliz vistiendo de forma sencilla, pero debido a que es un evento sumamente importante, debes cumplir con las normas de la etiqueta.—Lo entiendo y…. — Detengo mis palabras al escuchar lo que me acaba de decir. — ¿Qué? ¿D-De verdad me piensa llevar?—Claro que sí, querida— Ríe entre dientes de
Me siento feliz de recuperar el anillo ya que lo daba por perdido, Alessio toma el anillo entre sus dedos, se gira hacia mí y vuelve a colocarlo en mi dedo anular de la mano izquierda, me pide que esta vez no me lo quite para nada, asentí varias veces con la cabeza, voy a hacerle caso al rey, no me gustaría tener que pasar por esta angustia otra vez y si bien es cierto que no me dijo nada ni me regaño, es mejor no volver a tentar a la suerte, quizás la próxima vez si me regañe e incluso me castigue por haberlo perdido otra vez.Le agradecemos a Sir Nox por haberlo recuperado, me he disculpado con él por las molestias que le he causado al haber perdido un objeto tan valioso, que no habrá una próxima vez y que seré más cuidadosa con mis cosas a partir de ahora, él me dice que no hay ningún problema y que no debería disculparme por esto, ya que no fue mi culpa que se haya perdido. Sé que Sir Nox solo finge de ser amable conmigo, se lo que realmente piensa de mí, por eso me molesta mucho
Hombres lobos, son unas criaturas bastante fascinantes desde mi punto de vista, para muchos son seres que merecen ser alejados de los asentamientos humanos y de preferencia, no tratar con ellos ya que tienen muy mala fama de ser explosivos y de mal carácter. Yo nunca he conocido a uno, así que no sabría decir si esto es cierto o no y no puedo negar que tengo ganas de conocer a uno. Algunas de mis conocidas han creado un aura de misticismo y erotismo alrededor de estos seres ¡Y NO ES PARA MENOS! porque otra de las cosas que se dicen de ellos, es que sus hombres son todos unos dioses en la cama; Pfff... desde mi punto de vista, lo que me llama la atención de ellos es la forma en cómo pasan desapercibidos para nosotros los humanos si así lo desean, además de que son demasiado longevos.En el caso de mis padres, ellos les tienen terror y entran en pánico cuando escuchan que hay un clan está cerca del reino, su miedo no es simple fundamento, sino que... hace muchos años atrás, la pequeña a
Alessio.La noche anterior.Estoy harto de despertar todos los días solo, últimamente ninguna de mis amantes me llena como antes y eso me frustra aún más. Como todas las noches, me encuentro en mi habitación con mi amante predilecta, Silva.Ella es una mujer muy hermosa, arrebata la mirada de cualquier persona que la vea, su cuerpo está muy bien definido, además de que sus atributos son muy generosos. Cada vez que la embisto, sus perfectos senos rebotan una y otra vez, su piel es suave y tersa, sus labios son carnosos y rosados, muy apetecibles.Una vez que hemos terminado, me tumbo sobre mi lado de la cama, ella se acomoda sobre mí como siempre y recorre mi torso con una de sus manos, para después depositar algunos besos, volteo a verla y ella me dedica una enorme sonrisa. Se ve completamente satisfecha.—¿Qué tienes, querido? Te noto... distante.—Estoy bien, ahora vete... que mañana tengo mucho que hacer.Ella se sube encima de mí y deposita pequeños besos en mis labios, mueve sus